jueves, 16 de abril de 2009

2do SB del 20 de Junio año 2009
El mapa de Arno Peters

http://www.sadop.net/notas VERSIÓN ADAPTADA Publicado en La Tiza Nº 41

22/01/2009

El mapa de Arno Peters

El planisferio realizado por el cartógrafo alemán deja en evidencia el centralismo europeo y otras cuestiones políticas del popular mapa Mercator, el mismo que conocimos para estudiar el mundo.

Por Mario Morant**Secretario de Interior Departamento Asuntos Internacionales del Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP)

Los planisferios tradicionales -a los que estamos acostumbrados por los que nos enseñan toda la geografía física y política, nos dan una idea del mundo que hemos venido a descubrir que no es la real.

Los planisferios más conocidos son los denominados Mercator. Han formado parte de nuestra vida escolar desde siempre y nos han grabado una imagen del mundo a la que casi, de manera refleja, acudimos en nuestra memoria cada vez que surge como tema. Gerardus Mercator -mercader en latín- de apellido original Kremer, que significa lo mismo, nació en Flandes -hoy Bélgica- y se dedicó a la cartografía. Esta profesión es la que lo llevó, en 1569, a diseñar el célebre planisferio en vigencia hasta el día de hoy.

Por la época, es fácil imaginar que respondía no sólo a las necesidades de navegación del momento -para las cuales fue sumamente útil- sino también a los intereses en juego por aquel entonces. Sin embargo, hace unos años un historiador alemán diseñó una nueva carta del mundo sobre parámetros diferentes de los tradicionales. Se trata de Arno Peters, cuyas innovaciones parecen ser más ajustadas a la realidad que las antiguas proyecciones.

Este cartógrafo, fallecido en el año 2002, hace a través de su trabajo una crítica muy severa del mapa de Mercator, sosteniendo -no sin razón- que esta proyección muestra una mentalidad racista y colonialista ya que el mundo está centralizado en Europa. Esto sucede en el momento del auge del colonialismo, sirviendo al mismo y, obviamente, siendo desarrollado y popularizado por el hombre blanco.

No es malo recordar que no solamente es la época del colonialismo y de la competencia de los imperios por ganar territorios para ellos, sino también es el momento de auge de la piratería y la depredación. A esto se suma la trata de esclavos provenientes del África.

En este nuevo planisferio realizado por Peters se comienza por respetar la línea del Ecuador, que se traza exactamente en el lugar céntrico del planisferio, es decir, donde debe estar. No es lo que se hace en la carta de Mercator, que ubica esta línea horizontal bastante más hacia el sur. Al hacerlo de esta manera, toda la parte del Hemisferio Norte agrandaba sus dimensiones y, por el contrario, el Sur se achicaba. De esta manera, Europa aparecía casi en el centro del mapa y los países del Hemisferio Sur quedaban casi al margen del mismo. En cambio, ubicada en su verdadero lugar la línea del Ecuador, las dimensiones de Europa disminuyen de una manera drástica, quedando como una muy pequeña porción de territorio. Sin embargo, es mucho más real en relación con el resto de los continentes.

El propio Peters explica que, según la proyección tradicional, Groenlandia -situada en el Hemisferio Norte- aparece casi tan grande como América del Sur cuando, en realidad, ésta presenta una superficie diecisiete veces mayor. Al mismo tiempo, cuando se realiza una proyección plana del planeta Tierra, necesariamente se deben alterar las dimensiones del territorio o de los océanos. Así como Mercator deformaba las regiones en beneficio de los océanos, Arno Peters respeta los territorios, por lo cual, las formas más alargadas de los mismos son más reales.
Sin duda, este nuevo mapa del mundo da cuenta de que aquellos que diseñaban las cartas por ese entonces tenían una idea del mundo más apropiada a sus intereses que a la realidad. Y hay que tener en cuenta que, también cuando se diseña la geografía de un lugar, se está haciendo política.

EL VIEJO PLANISFERIO DE PROYECCIÓN MERCATOR

Por Norberto Schiavonni / Profesor de Geografía En www.lavoz.com.ar Artículo publicado en el Suplemento Temas/Dominical del Diario La Voz del Interior (Córdoba-Argentina) el 24 de septiembre de 2003.-

La imagen del mundo determinada por los europeos tiene demasiadas deformaciones como para que sigamos trabajando con un mapa cuyo trazado tuvo lugar hace más de 400 años.Una nueva concepción irrumpe con la modernidad y debería ser aplicada para borrar las profundas alteraciones que produjo el colonialismo cultural, del que deviene el mapa aquí cuestionado.Es posible que en estos momentos la nueva cartografía pueda cumplir con los requisitos de exactitud, sistematización y objetividad requeridos por la ciencia geográfica.

Pero aún en la actualidad, y aunque se trabaje con todo rigor, el material científico con que se cuenta, al trasladar la superficie de la esfera terrestre al plano del mapa, siempre se pierden inevitablemente tres cualidades del globo: la fidelidad de la forma, la fidelidad de la distancia y la fidelidad angular. La imagen del mundo determinada por los europeos tiene demasiadas deformaciones como para que sigamos trabajando con un mapa cuyo trazado tuvo lugar hace más de cuatrocientos años.

Una nueva concepción irrumpe con la modernidad y debería ser aplicada para borrar las profundas alteraciones que produjo el colonialismo cultural, del que deviene el mapa aquí cuestionado.Esto implica que la concordancia entre la superficie terrestre y la imagen del mapa es imposible. De modo que para informarnos sobre las formas, las distancias o los ángulos deberemos consultar el globo terráqueo.

Cambiar el meridiano cero

En la nueva cartografía será necesario llevar el meridiano cero al centro del Estrecho de Bering, lugar en el que no atravesará ninguna zona habitada del planeta. Esto puede hacerse ya que el meridiano cero, al contrario de lo que ocurre con el Ecuador y los polos, no es un punto que se encuentre predeterminado naturalmente. Por consiguiente, tampoco existen razones de orden científico para que se siga ubicando el meridiano cero en Greenwich, sitio donde se encuentra en la actualidad porque arbitrariamente así lo determinó la mayor potencia colonial europea de su momento. De este modo, Gran Bretaña quedó en el centro del mapa junto a sus vecinos colonialistas.

En coincidencia con la determinación del nuevo meridiano cero, debería establecerse una nueva línea de demarcación de la fecha. Allí donde comienzan a contarse los meridianos, deberían comenzar a contarse los días. Así, la nueva frontera horaria se situaría en el lugar que naturalmente se presta para ello, sin atravesar ningún continente, ni Islandia, ni Groenlandia, ni verse obligada en su trazado a serpentear sobre el mar, tal cual ocurre hoy.

Planisferio de nuevo tipo

Para nuestros pueblos sudamericanos, a los efectos de recuperar nuestras imágenes reales, se hace vital conformar un planisferio en el cual el continente americano sea representado en el centro, en lugar de Europa. Del mismo modo, también se puede colocar en el centro al continente asiático. Es que la ubicación de los continentes en un mapa planisferio no está dictada por una cuestión física, o por su importancia estratégica o por razones de otro orden. Es necesario adquirir la conciencia de que podemos operar de cualquier forma sobre el planisferio sin alterar el sentido de la representación del globo terráqueo.

Este criterio, denominado de suplementariedad, permite destacar que en la era de la comunicación mundial de la televisión y de Internet, se puede trabajar desde imágenes distintas respetando la objetividad y que se pueden obtener del mundo, proyecciones diferentes a las expresadas desde el Viejo Continente.Por otro lado, al considerar el nuevo planisferio, denominado “Proyección Peters”, las zonas templadas aparecen prácticamente igual que en su forma real. Lo cual sigue el principio geográfico de representar lo más fielmente posible los territorios más densamente poblados. En cambio, las zonas ecuatoriales, situadas en el medio del mapa, siguen apareciendo con distorsiones. El precio de esta solución es que los territorios entre los paralelos 60 y los polos están representados en forma deficiente. De todas maneras, el Planisferio Peters no será nunca percibido como extraño a causa de la distorsión de los territorios polares sino únicamente por la distorsión de las zonas intertropicales, Pero el planisferio es correcto desde el punto de vista matemático al hacer prevalecer el principio de los territorios más poblados.

El mapa como símbolo

Como un mapa no es una representación antojadiza sino, por el contrario, la imagen abstracta o la simbolización de un lugar, de una ciudad, de una región o un país, de un continente o del mundo, representa un valor concreto almacenado en el cerebro de cada uno de los seres humanos.
Tampoco es algo metafísico, ni corresponde a la ciencia ficción. Es la encarnación, nada más ni nada menos, del espacio donde cada uno de nosotros vive su vida en relación directa con ese lugar preciso y concreto del mundo.

Contando con el desarrollo de la ciencia y los avances técnicos, es posible desenvolver una nueva categoría de mapas que se ajusten a la realidad, dejando atrás la falacia de la vieja cartografía sustentada y desplegada desde Europa para avalar su dominio territorial mediante el colonialismo cultural.

Esta es una tarea que puede ser difundida por los medios de comunicación masivos y por las instituciones escolares en todos sus niveles. Los primeros, por el alcance global que tienen dentro de la sociedad y las segundas, porque, a pesar de los golpes contra la propia cultura de parte de la globalización, siguen siendo instituciones creíbles.

Sociedad Lunes 26 de Junio de 2006 en www.rionegro.com.ar Los mapas y las mentiras de los cartógrafos VERSIÓN ADAPTADA

El planisferio que conocemos desde la escuela primaria nos muestra una visión errónea del tamaño de los continentes.

En realidad la tiranía de la geometría no les deja alternativa a los pobres cartógrafos que no tiene otra opción que mentirnos con sus dibujos. Transferir la forma de un continente desde el globo terráqueo a la superficie plana de un mapa es una tarea imposible de hacer sin mostrar algo que no es.

Gerardus Mercator está considerado como el padre de la cartografía. En 1569 realizó la famosa proyección cilíndrica que lleva su nombre. Esta graficación fue y sigue siendo la más utilizada de todas y desde la escuela primaria tenemos impregnada esta imagen del mundo que sin embargo es bastante diferente a la realidad, al menos en los tamaños de los continentes. Comparar "La proyección Mercator" con el valor real las superficies o con una proyección "Equivalente" como por ejemplo la de Gall-Peters es realmente una sorpresa.

Basta con ver que China ( 9.500.000 de km2) tiene un tamaño similar a Groenlandia cuando en realidad esta última es cinco veces más chica: 2.100.000 millones de km2.

Las proyecciones son los sistemas matemáticos que se utilizan para transferir una realidad esférica a las dos dimensiones de un mapa. Hay más de cincuenta variantes diferentes y tres tipos básicos para elegir en que mentir y en que no.

Las proyecciones que respetan la forma pero no el tamaño se denominan "Conformes". Las proyecciones "Equivalentes" respetan las áreas pero no sus formas y finalmente las proyecciones "Equidistantes" que mantienen la distancia real entre los distintos puntos del mapa sin respetar la forma ni las dimensiones.

No es de extrañar la conmoción política que causó en 1974 Arno Peters al presentar su Proyección bajo provocativos argumentos políticos: "La Proyección de Mercator sobrevalora al hombre blanco y distorsiona la imagen del mundo para ventaja de los colonialistas".

Peters mostraba en su proyección, basada en la de James Gall de 1885, la proporción real de las superficies evidenciando la superioridad territorial de un sur pobre ante el eurocentrismo que mostraba la proyección Mercator. La forma de las masas de tierra de la versión de Gall-Peters está muy distorsionada pero con la finalidad de representar su área con máxima exactitud. De la misma manera, la deformación de Mercator, fue una consecuencia originada en la necesidad que fuera de utilidad en la navegación. Este, mapa fundamentalmente sirve para navegar con brújula, no para enseñar geografía.

La polémica abierta por Peters en realidad habría que enfocarla en aquellos que decidieron que la proyección de Mercator era adecuada para enseñar geografía en las escuelas e importaba más la fidelidad a la forma que al verdadero tamaño de los continentes.

Hoy en día la proyección de Peters es la tercera de las proyecciones más utilizada junto a la Mercator y a la de Robinson adoptada por EE.UU.
Lo cierto es que la proyección de Peters es matemáticamente tan válida como las otras sin embargo el público en general todavía la desconoce.

Nuestra realidad de forma globoidal no nos hace las cosas fáciles, la verdad no es una sola y los cartógrafos dirían, "todo depende de la proyección con que se dibuje."

La proyección Peters

Para Peters un buen mapa debe de conservar los ángulos, de tal manera que un ángulo medido en el mapa se corresponda con el mismo ángulo medido sobre el terreno. Esta característica sólo la tienen las proyecciones cuyos meridianos y paralelos se cruzan perpendicularmente, y hasta la proyección de Peters la única proyección así era la de Mercator. Pero la proyección de Mercator tiene dos defectos graves.

El primer defecto es que a medida que se va ganando en latitud los paralelos están cada vez más separados hasta llegar a un punto en el que no es posible subir más. Esto supone que las latitudes altas están sobredimensionadas, y parecen mucho más grandes que las latitudes bajas. Así, por ejemplo, en un mapa Mercator Groenlandia parece mucho más grande que la península de Arabia, cuando en realidad es sensiblemente menor. En el siglo XVI, cuando Mercator hizo su mapa, esto no era un problema, ya que esas latitudes estaban por explorar, pero a medida que se fueron haciendo descubrimientos geográficos se tuvo la necesidad de que el mapa representase toda la Tierra en sus proporciones justas.

El segundo defecto es que la proyección Mercator no pone en el centro del mapa la línea del Ecuador, sino en el paralelo 30º N aproximadamente, con lo que el hemisferio Norte aparece mucho más grande que el hemisferio Sur. Este es un mapa eurocéntrico, en el que se muestra el predominio de Europa y América del Norte en el mundo.
Para solucionar esto aparecieron muchas proyecciones alternativas, pero ninguna de ellas conservaban los ángulos, lo que las hacía inútiles. Las mejores conservaban bien las superficies, pero las más difundidas ni siquiera conseguían esto. La imagen de un mundo en la que el predominio del norte era absoluto, era la regla de estas proyecciones.

lunes, 6 de abril de 2009

Antártida, el lugar donde el futuro se viste de blanco

Desde hace un tiempo, las excursiones en crucero a la Antártida se han transformado en una moda.

Publicado en el Diario Miradas al Sur del 08-03-2009 www.elargentino.com

Antes había sólo bases de investigación, hoy llegan los turistas, pero la preocupación es qué pasará con sus recursos naturales.

Por Mario Valor
Periodista. Desde la Antártida

Los lujosos cruceros que parten de Ushuaia o de Punta Arenas cargados de prósperos turistas europeos o norteamericanos contribuyen a romper la bella monotonía del paisaje helado que rodea el norte de la península Antártica. En la base Esperanza, una de las seis que mantiene en forma permanente la Argentina, militares y científicos están acostumbrados a recibir la visita de turistas. Luego de pedir permiso, los grupos bajan ordenadamente en las lanchas del buque y los asombrados gringos recorren durante un par de horas las vistosas instalaciones, pintadas de un color rojo vivo que destaca contra el blanco del paisaje. Después viene un chocolate o un café caliente en el casino de la base y la compra de algunos souvenires.
Para que el exclusivo tour sea posible, los interesados deberán pagar varios miles de euros correspondientes al viaje en avión hasta la lejana Tierra del Fuego y el crucero de cinco días entre los hielos.
Pero para las bases que la Argentina mantiene en el continente blanco el negocio no existe, sólo se trata de relaciones públicas para exhibir la labor que abnegadamente desarrollan militares y científicos desde hace más de cien años en unas tierras inhóspitas pero hermosas sobre las que el país tiene títulos históricos y geográficos de peso.

El turismo no es la única novedad que se asoma por estas heladas tierras: el calentamiento global, que por estos lares ya se advierte a simple vista, precipitará la pulseada por los recursos naturales entre los países que tiene presencia en el continente. Entre los expertos nadie duda de que la Antártida es el último reservorio de petróleo, gas y minerales inexplotado del planeta.
Por lo pronto, esta semana Esperanza se vistió de fiesta para inaugurar la nueva escuela que reemplaza a la que se incendió hace un año. La ministra de Defensa, Nilda Garré llegó en un viaje relámpago desde Ushuaia para dejar iniciado el ciclo lectivo y con ella arribaron las dos maestras que impartirán clases durante todo el invierno. Dependen del consejo de Educación de Tierra del Fuego, la provincia dentro de cuya jurisdicción se encuentran las Islas del Atlántico Sur y la porción antártica que la Argentina reclama como propias.
La ministra viajó en un Hércules C-130 hasta Marambio, la única base donde pueden aterrizar aviones de gran porte, y desde allí se desplazó en helicóptero hasta Esperanza. La acompañaron la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos y autoridades militares.
Esperanza está emplazada en una bahía rodeada de picos nevados y ventisqueros. Una docena de casitas en las que habitan las alrededor de 80 personas que viven aquí en forma permanente matizan el paisaje, recorrido casi siempre por fuertes vientos.
La ministra de Defensa felicitó al personal militar que reconstruyó la escuela 38, Julio Argentino Roca, en tiempo récord.
El jefe de la base, el teniente coronel Gustavo Gómez, un fanático de la equitación que hace sus primeras armas en la Antártida, explica que la escuela tiene 200 metros cubiertos y está construida con columnas de aluminio y revestida con chapas de un plástico especial.
No es el único motivo de orgullo que últimamente tiene la base. Hace escasamente un mes se inauguró el museo, el primero de la Antártida, que está a cargo de Rubén Montiel, un veterano de casi 80 años con más de 30 campañas antárticas.

El museo funciona en un antiguo taller mecánico construido en el ’52. “Para la Antártida esto es un lujo”, dice don Montiel, que llegó a la Antártida por primera vez en el ’77, como investigador del Museo de Ciencias Naturales. “En el ’75 me invitó la Dirección Nacional del Antártico (DNA), empecé oficialmente en el ’77 y ya no paré más. Mi misión es siempre la misma, en la selva, en el monte o en la Antártida: trabajar”, reflexiona.
El museo reúne fotos antiguas de expediciones antárticas argentinas y muestras embalsamadas de la flora y de la fauna: pingüinos, palomas antárticas, cormoranes de ojos azules, gaviotas.
En Esperanza hay dos tipos de pingüinos, Papúa y Adelia –muy cerca del museo, en una caleta helada, hay una enorme pingüinera– pero en la Antártida hay cuatro en total, más cerca del Polo Sur habitan el de barbijo y el famoso emperador.
Montiel embalsama animales que fueron encontrados muertos, por el Tratado Antártico está terminantemente prohibido matarlos, cazarlos o pescarlos. Además, el hombre se define como “proteccionista”. En la campaña del ’82-’83 todavía se podía cazar focas para los perros, refiere y lamenta que en el ’99, a consecuencia del Protocolo de Madrid, los perros de trineo, un ícono de la exploración antártica, fueron desterrados de estas latitudes por ser considerados exóticos. “Eran lo más lindo que tenía la Antártida”, recuerda Montiel con nostalgia y refiere algunas anécdotas que dan cuenta de la increíble intuición del mejor amigo del hombre, como una que da cuenta de que en una oportunidad los ingleses establecieron un campamento en la isla Belgrano, sobre el mar congelado, pero un temporal separó los hielos y quedaron a la deriva 35 personas con una cantidad de perros. “Todos murieron y sólo logró sobrevivir un perro que llegó de vuelta a la base”, apunta Montiel.
Ahora los perros siberianos son reemplazados por la moto de nieve o el snow cat, que no se detienen ante una grieta que podría resultar letal para una expedición como hacían los perros.

“Yo estoy muy cómodo acá, con calefacción, acostumbrado a trabajar en los refugios con varios grados bajo cero”, reflexiona el anciano y recuerda que en sus primeros viajes el viento pegaba fuerte, sobre todo en los refugios como el de la isla Nelson, un lugar mínimo que tenía comedor, cocina dormitorio y radio todo en un solo ambiente, en el que estuvo 12 veces.

Montiel ya ocupa un lugar en la filatelia argentina: dos estampillas en las que está fotografiado para siempre en la Antártida están en circulación desde este año. No por nada el hombre define su relación con el continente blanco como “una pasión”.

domingo, 5 de abril de 2009

3ro SB 2009
Los countries

En www. letrademolde.com

Algo huele a podrido en los countries.

Marcelo Piñeyro comienza a rodar “Las viudas de los jueves”.Marcelo Piñeyro comienza el rodaje de la versión cinematográfica de la exitosa novela de Claudia Piñeyro.

De todas las mentiras en que millones de argentinos eligieron creer en los últimos veinticinco años, la de la vida perfecta en los barrios privados y countries es una de las más dolorosas para una sociedad que soñaba con la democracia perfecta, que, se sabe ahora, no existe. Miles de personas poniendo distancia física de las más necesitadas para armarse una ilusión de felicidad conformaron un movimiento social de peso real, sobre todo en los años noventa: parecían la legión de los triunfadores, el espejo en que podía mirarse la clase media con aspiraciones. En la burbuja de esa vida egoísta en los paraísos terrenales, se diluían los problemas de la inseguridad, las paranoias urbanas, los ruidos excesivos, las colas en todas partes, la pesadez de convivir con vecinos no deseados. Calles ordenadas, casas hermosas, vigilancia permanente, escuelas bilingües con gente como uno, se convertían en una realidad al alcance de la mano para quienes tenían el poder adquisitivo suficiente para huir de las desdichas de las ciudades atestadas de personas necesitadas. El futuro perfecto en cuotas en dólares, los bunkers de los rubios, el sueño verde hecho realidad, el aislamiento como solución personal, los vidrios polarizados para no ver excluidos durmiendo al aire libre.
Después, pasó lo que pasó, en un mundo en que todo cambia según pasa el tiempo, y lentamente lugares que se pensaban a sí mismos como paraísos terminaron convirtiéndose en infiernos. Crímenes como los de María Marta García Belsunce o Nora Dalmaso sirvieron para que el resto de la sociedad asumiera aquello que los que vivían en los guettos ya sabían en carne propia: que en todas partes se cuecen habas y que nadie escapa de los problemas metiéndose en una burbuja. Las casas tipos chalet californiano de los primeros countries -el Tortugas, el Hindú Club, Highland, el Olivos Golf Club, el Argentino- eran usadas inicialmente durante los fines de semana y en las vacaciones por las familias ricas. Pero a fines de los años ‘80, con la irrupción de los yuppies y la proliferación de las autopistas que achicaron distancias, ingresaron a ese mundo nuevos estratos sociales, que veían en la adquisición de propiedades una forma de ingreso a círculos sociales mas elevados. A principio de los años ‘90, los emprendimientos inmobiliarios se multiplicaron, y llegaron a 400, y a finales de la década ya eran 600. El llamado “estilo americano de vida”, o su fantasía, pero en un país del Tercer Mundo, cruzado de realidades y dolores muy diferentes a los del Primer Mundo real.
Investigando el fenómeno para su libro “Vida en los countries. Los que ganaron”, Maristella Svampa se encontró con que muchos de los residentes sienten una especie de culpa colectiva por haberse salvado mientras muchos de sus compatriotas se hundían en la pobreza. “Las entrevistas ciertamente no fueron fáciles porque implicaban cierta violencia, sobre todo cuando abordábamos el tema de la segregación espacial”, cuenta. “La gente reaccionaba con un sentimiento de culpabilidad y de vergüenza, y esto tiene que ver con que la segregación espacial es absolutamente novedosa en la Argentina.
“No podemos comparar la actualidad del estilo de vida country con las tendencias de los años ‘30 ó ‘50 o inclusive de la década del 70, cuando estaba ligada al esparcimiento de los fines de semana. Hoy esa vida expresa una de las dimensiones más radicales del proceso de privatización del país”. Y además, está el tema de las clases sociales. Los chicos y adolescentes criados en esos cotos, apunta Svampa, crecieron en un espacio muy homogéneo, en el cual los únicos diferentes son las mucamas, los jardineros, los custodios.
“El pobre aparece como el destinatario de la beneficencia, pero nunca se tiene contacto real con él. No se lo ve. En las escuelas se organiza el non uniform day donde los chicos están obligados a llevar alguna donación que se destina a gente de la población en la que se encuentra el country. Pero ese contacto es virtual. Una señora que trabaja como secretaria y vive en uno de los countries más elitistas me contó, bastante avergonzada, que escuchó a sus hijos mientras jugaban y que refiriéndose a una situación determinada decían: ‘¿Si pasa tal cosa, es hombre, mujer o mucama?’ La mujer, incómoda, intervino para aclararles el equívoco, pero los chicos insistían con las tres categorías. Para ellos la mucama era otra categoría”.

Esos chicos no saben moverse bien fuera de los muros de la protección. Desarrollan, fuera de la burbuja “un miedo y una inseguridad exacerbados”. No están aptos para la vida ciudadana. En los últimos diez años, la literatura, la televisión, el periodismo, el cine y las ciencias sociales han puesto una lupa gigantesca sobre este nuevo universo social, repleto de perlas a la hora de intentar contar aspectos claves de la condición humana en el siglo XXI. Esta semana, de hecho, el cineasta Marcelo Piñeyro comienza en un country el rodaje de su adaptación de "Las viudas de los jueves", de Claudia Piñeiro, ganadora hace cuatro años del Premio Clarín de novela según un jurado integrado por José Saramago, Rosa Montero y Eduardo Belgrano Rawson. El elenco está lleno de figuras jóvenes, como Pablo Echarri, Leonardo Sbaraglia, Ernesto Alterio, Juan Diego Botto, Juana Viale, Gabriela Toscano y Ana Celentano. Trabajando en un terreno al que el público televisivo reconoce después de haber visto la serie estadounidense Amas de casa desesperadas, o su adaptación a la Argentina realizada por Canal 13, la novelista puso un ojo crítico sobre las vidas de las familias acomodadas de un barrio privado, llamado La Cascada, en que ocurren una serie de muertes difíciles de investigar.
Para el escritor Antonio Dal Masetto, el éxito de la novela, coronado ahora por su llegada al cine, pero preludiado por una importante cantidad de reediciones, es la descripción de vidas escondidas detrás de muros por demás vigilados, para que nada se filtre hacia el afuera. “La voz que narra no se deja odiar del todo, a pesar de lo que dice (una y otra vez: las miserias de la ostentación). Y las que narran son, casi siempre, mujeres. Mujeres de hombres con una misma y única obsesión: mejorar o mantener el nivel de vida, cueste lo que cueste”, dice Dal Masetto sobre Las viudas de los jueves”. “También hay mujeres que se preguntan cómo es posible que sigan ingresando judíos al country. Mujeres dispuestas a cambiar el nombre de sus hijos adoptados, por considerar que el que figura en el DNI es de gente pobre (cambia Ramona por Romina). La fiebre de la convertibilidad avanza en cada capítulo, y con cada nueva adquisición de algún vecino (un piso nuevo, un Alfa Romeo, un home theatre) se mencionan -como al pasar- distintos acontecimientos que van configurando una historia paralela. La Argentina de los ‘90: desde la asunción de un nuevo presidente a fines del ‘89 hasta los días de septiembre del 2001: (…) Y entre esas dos fechas aparecen (para desaparecer inmediatamente) las más recordadas vergüenzas y canalladas que hicieron del menemismo un icono de la hipocresía, el desenfreno y la estupidez. Es que la verdadera caída de Las viudas de los jueves es la del menemismo. Y la verdadera muerte está siempre del otro lado del alambrado de La Cascada, donde se extiende una villa que los vecinos del country evitan mirar, aun cuando esté sólo a unos metros de sus casas. Pero, como en una película de suspenso (y el suspenso cargado de humor es lo mejor de Piñeiro), la muerte entra al country. Y cuando la muerte está del lado de adentro, no importa quién sea el muerto (incluso puede tratarse del hijo del presidente); lo único que importa es el negocio. La transa. El dinero”.

Curiosamente, o no, también hubo y hay countries de la comunidad judía, que son el material con que el cineasta Ariel Winograd trabajó su película “Cara de queso”, basada en experiencias de su propia cosecha a mediados de los años ‘90, en el momento en que Carlos Menem empezaba a trabajar el proyecto que terminaría en su reelección, Pacto de Olivos mediante. “Durante el Holocausto a los judíos nos ponían en ghettos y nuestros padres, ya de grandes, hicieron lo mismo”, dice durante la película la voz en off de un chico de 13 años, que en rigor representa la experiencia del director. La ópera prima de Winograd describe la vida en El Ciervo, un lugar de reunión de unas cien familias judías en que un chico va descubriendo, mientras sufre enormemente la adolescencia, las miserias humanas, la corrupción, la desesperanza, la mentira, la injusticia. El de El Ciervo parece un mundo que funciona como la antítesis de la historia del Once, el barrio porteño en que los judíos convivieron y conviven con otras inmigraciones y religiones. “En el country al que yo iba -contó el director- no existían los católicos”. Tal vez, claro, se trate de dos mundos diferentes: el de los judíos pobres y el de los judíos. Pero en ese country sí existían, en cambio, otras categorías que dividían las personas, que trazaban divisiones muy claras. Un mundo escindido, según Winograd, entre “el pibe que tiene las mejores zapatillas o el padre que tiene el mejor auto, y nosotros, los b...”.

La periodista Carla Castello publicó hace dos años “Vidas perfectas”, una concienzuda investigación, basada en docenas de entrevistas, sobre qué fue con el paso del tiempo de esas personas que sucumbieron a la tentación de rehacer sus vidas para mejor encerrándose en prisiones de oro. Para muchos, la retirada de la ciudad rumbo al más allá de la General Paz, o los otros límites de la Capital Federal representaba “la pantomima de un mundo sin violencia social que respondiera exclusivamente a sus necesidades”. Castello sintetizó así algunas de sus impresiones durante un viaje en transporte público hacia uno de los countries ubicados al Norte de la Capital Federal: “Desde el colectivo 57, la diferencia social es escandalosa. La pobreza se acentúa cuando el colectivo deja la ciudad y se multiplica a medida que avanza su recorrido. La imagen recrudece. Desde las ventanillas puedo ver las primeras carretas de caballos que levantan el polvo de la ruta. Las miradas de los hombres son mas agrias, más pesarosas. Hay gallinas y chicos que no sabe dónde ir. Entre los barrios más empobrecidos se levantan los muros. Irónicamente. Rodeados de amenazantes alambrados, guardias privados y patrullas propias, los vecinos de los countries no tienen relación con sus otros vecinos. Los perdedores no los pueden alcanzar (…). Será por eso que despiertan el morbo de todos los excluidos del mundo country (…). Todos quieren saber qué hacen los ganadores. Cómo se matan. Por qué mueren. Cuales son las fantasías sexuales que más los atormentan. Si en todas esas casas de colores pastel, tan parecidas, se cuecen las maldades pertinentes”.

Si William Shakespeare viviese, un buen comienzo para un gran drama familiar basado en aspectos esenciales de la condición humana podría ser: “Algo huele a podrido en los countries”.

Por Carlos Polimeni
Fuente: Miradas al Sur
Más información. www.miradasalsur.com

lunes, 30 de marzo de 2009

1ro SB 2009

LOS MAPAS

Desde tiempos muy antiguos, los seres humanos tuvieron la necesidad de conocer la ubicación relativa de ciertos elementos como: montañas, ríos y poblados; la dirección y la distancia a recorrer para ir de un lugar a otro, etc. Para ello, se fueron ideando y desarrollando diferentes formas de representar el espacio, como por ejemplo los mapas.
Los primeros intentos fueron: un dibujo hecho con una varita en el suelo para mostrar un camino, con ramitas y piedras para indicar algún hecho importante; mapas confeccionados con fibras de palma y caracoles usados como cartas para la navegación, o dibujados en placas de barro para representar el valle de un río rodeado por montañas.

Los mapas son dibujos que representan algunos aspectos de la realidad que interesa destacar y localizar en la superficie terrestre.
Un mapa general representa una superficie de la Tierra, como un país o un continente y, debido a ello, muestra sólo algunas de sus características más importantes. Por ejemplo en un mapa de un continente pueden aparecer: su división política, los límites internacionales y las áreas donde se cultiven distintas especies vegetales.

ELEMENTOS DE UN MAPA

El título indica el tema del mapa.

La escala nos muestra la proporción entre las medidas de la realidad y las que aparecen en el plano o mapa. Un mapa es una representación reducida de la realidad.

La orientación: para situar en el planeta el territorio representado en el mapa, es necesario mostrar la ubicación de los puntos cardinales en relación con él. En general, el norte se halla en la parte superior del mapa.

En los mapas suele incluirse un dibujo denominado “rosa de los vientos”, que indica la orientación de los puntos cardinales.

Los aspectos seleccionados se reproducen en el mapa mediante elementos gráficos: nombres, signos cartográficos o cualquier otro tipo de dibujo que pueda representar el elemento señalado. En la leyenda o referencias se muestran la relación entre los signos y los símbolos utilizados en el mapa y su significado. Por ejemplo: los ríos se representan con una línea celeste o azul; las ciudades capitales mediante círculos superpuestos, los límites internacionales e interprovinciales como líneas entrecortadas.

TIPOS DE MAPAS

Los distintos tipos de mapas deben tener algún elemento gráfico que permita localizar los fenómenos elegidos; según su contenido, se distinguen dos grupos de mapas:

Los mapas descriptivos son aquellos que representan distintos aspectos que se observan en los paisajes; su función central es la localización de elementos que se encuentran en un lugar o en un área de la superficie terrestre.
Los mapas descriptivos suelen destacar tanto aspectos físico-naturales como construcciones sociales, es decir, montañas o ciudades.

Los mapas temáticos son los que nos brindan información en forma gráfica acerca de lo disponible sobre una cuestión en particular. Por ejemplo, un mapa sobre distribución de la población puede mostrar, de manera muy simple dónde se concentran los habitantes de un lugar.

LAS PROYECCIONES CARTOGRÁFICAS

Desde épocas antiguas el Hombre ha buscado la forma de representar la superficie terrestre con la mayor exactitud posible. El globo terráqueo es quizás la representación más fiel de la Tierra, ya que reúne tres condiciones fundamentales: la semejanza de superficies, de forma y de distancias con las áreas representadas. Sin embargo, en algunas ocasiones, su utilización resulta poco práctica; por este motivo, se han buscado otras formas de representar la superficie terrestre como, por ejemplo, los mapas.
La confección de mapas ha presentado desde sus comienzos algunas dificultades. Por ello es que algunos cartógrafos utilizan técnicas para que la representación se realice con la menor distorsión posible.
Las técnicas empleadas se llaman proyecciones cartográficas y consisten en procedimientos matemáticos que permitieron establecer una correspondencia estricta entre los puntos de la superficie a representar y el plano o mapa. Las técnicas incluyen, también, la utilización de un sistema plano de meridianos y paralelos sobre el cual puede dibujarse un mapa. En general, la zona elegida para la proyección representada aparecerá con más fidelidad, mientras que las zonas más alejadas presentarán una mayor deformación.

EL CONCEPTO DE ESCALA

La escala es la relación que existe entre las dimensiones de los planos y mapas y el tamaño real de lo representado. Esa relación indica la proporción a la que se reduce la superficie terrestre para ser representada en el plano.


En la escala es importante considerar que cuanto mayor es la superficie real representada, menor es la cantidad de detalles que se pueden observar. Por ejemplo, si observamos un planisferio podremos ver la forma general de los continentes o la distribución de los océanos, pero no podremos ver las calles de una ciudad. Si queremos observar la forma de una ciudad, debemos emplear una representación cuya escala sea mayor, por ejemplo un plano de calles.

La escala puede expresarse en los planos y mapas de dos maneras: como escala numérica y como escala gráfica.

La escala numérica se expresa como una fracción que indica la proporción entre la distancia en el mapa y la correspondencia en el terreno. Por ejemplo, 1:200.000 (se lee 1 en 200.000) significa que 1 centímetro del mapa equivale a 200.000 centímetros del terreno (o lo que es lo mismo 2.000 metros ó 2 kilómetros).

+ Cuánto más grande es el denominador más chica es la escala, porque la superficie a representar es mayor, y por lo tanto, muestra menos detalles del terreno.
1:20.000.000 1cm=20.000.000 cm 20.000.000 cm a km = 200 km 1cm=200km
En un mapa realizado en esta escala, 1 cm equivale a 200 km de la realidad.

+ Cuánto más chico es el denominador más grande es la escala, porque la superficie a representar es menor, y de esta manera se muestra la zona del terreno con más detalles.
1:200.000 1 cm =200.000 cm 200.000 cm a km = 2 km 1cm =2 km
En un mapa realizado en esta escala, 1 cm equivale a 2 km de la realidad.

La escala gráfica es una recta graduada en la que se indica, en cifras, la distancia real que corresponde a las medidas del plano o mapa. Esta escala se dibuja como una línea dividida en segmentos numerados, expresados en metros o kilómetros, que permiten al medir las distancias en el mapa, determinar las medidas reales en el terreno.

La escala cromática representa, a partir de colores, las diferentes alturas de los relieves. Cada color tiene un valor en metros que indica la altura o profundidad.

Así, por lo general, los distintos tonos de color verde indican terrenos con alturas entre 0 y 200 metros sobre el nivel del mar, en coincidencia con las áreas llanas o de llanuras. El color verde oscuro indica la presencia de depresiones del terreno.

El amarillo es utilizado para las zonas con alturas entre 200 y 500 metros, que coinciden con las zonas de mesetas.

Las distintas tonalidades de marrón representan las alturas superiores a los 500 metros, es decir, las zonas de sierras y montañas. En estas áreas cuanto más oscuro es el tono del marrón, más alto es el terreno representado.

En el caso de las profundidades de los mares y océanos, se utilizan distintas tonalidades de celeste y azul. En las áreas de mayor profundidad, por ejemplo, en las fosas oceánicas el tono del azul será mucho más intenso. En las zonas correspondientes a la plataforma submarina (entre 0 y 200 metros de profundidad) se utiliza el color blanco.

IMPORTANTE: cuando se trabaja con un mapa físico hay que “leer” la escala cromática, para poder diferenciar los colores que han sido utilizados en el mismo para representar las alturas de los relieves. Es preciso puntualizar que puede haber una leve diferencia con la asignación de los colores en los mapas, que puede ser distinto según la editorial que lo haya publicado.

miércoles, 18 de marzo de 2009

2DO POLIMODAL 2009

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Espacio geográfico

En su sentido más amplio el espacio geográfico es la «epidermis de la Tierra» que decía Jean Tricart. La superficie terrestre y la biosfera, lo que los griegos llamaban ecúmene, aunque este concepto abarca sólo las tierras habitables, que son las conocidas por la humanidad. Las tierras cultivables. Hoy en día las tierras habitadas alcanzan a todo el planeta, según Max Sorre, hasta la Antártida, los mares, el aire e incluso el espacio exterior son accesibles a la sociedad, y objeto de conocimiento y aprovechamiento. El espacio geográfico es el espacio accesible a la sociedad.
Por definición todo punto del espacio geográfico se ubica en la Tierra y se define por su latitud, su longitud y su altitud. Pero además se localiza: se define por su emplazamiento concreto, por su posición y por estar relacionado con otros puntos. Claro que esa relación depende de la escala.
Todo punto localizable se puede cartografiar. La representación cartográfica permite situar los fenómenos y esquematizar los componentes eligiendo la escala. Cada punto del espacio tiene una personalidad única, una identidad que lo diferencia de los demás, en virtud de su emplazamiento y su posición, y que evoluciona según el conjunto de relaciones que se establecen con otros puntos del espacio. El que cada punto del espacio sea irrepetible no contradice la homogeneidad del paisaje, ya que esta surge de la repetición de unas determinadas formas, parecidas. El geógrafo que analiza el espacio localizado se esfuerza por encontrar los nexos comunes y las diferencias con el espacio colindante, no a la manera de las ciencias exactas sino en virtud de su evolución, sus combinaciones dinámicas y sus comparaciones, que facilitan la explicación y la clasificación.
La faz de la Tierra es siempre cambiante, si bien siempre se pueden rastrear en ella las huellas del pasado. Aunque la velocidad de los cambios es diferente para cada fenómeno, son los procesos actuales, sobre la herencia del pasado, los que dan personalidad al paisaje. Para comprender el paisaje es necesario describirlo, valorarlo, clasificarlo y ordenarlo de manera que se pongan de relieve sus elementos. Además, es necesario explicarlo, planteando problemas y buscando relaciones, tanto en los procesos actuales como en la historia.
Pero los fenómenos que actúan en el paisaje no lo hacen aisladamente, sino que interaccionan unos con otros a diferentes ritmos y a diversas escalas, con lo que dan originalidad al paisaje.
Los cambios en el paisaje suelen presentarse bruscamente, en forma de crisis que afectan a los demás elementos que interactúan. Esto supone que las condiciones que intervienen sobre un determinado paisaje cambian radicalmente a lo largo del tiempo, dejando las huellas de su paso impresas en el mismo. Y no siempre es posible volver a la situación anterior.
Cada paisaje se mantiene, mientras que los procesos que interactúan se encuentren entre unos determinados umbrales, traspasados los cuales comienzan a funcionar otros procesos, se extinguen los que había, y el paisaje cambia radicalmente. Para cambiar la naturaleza de un paisaje basta con que un sólo fenómeno esencial que lo define traspase el umbral, o que varios fenómenos, aparentemente más elásticos, actúen en la misma dirección. El estudio de los umbrales para la organización de las sociedades que ocupan el espacio es labor de la Geografía. Actualmente los economistas llaman a esto crecimiento sostenible.
A pesar de la originalidad de cada punto en el espacio, este ofrece una apreciable homogeneidad, debido a los puntos en común, que se repiten,. Si bien habitualmente la homogeneidad viene dada por un fenómeno destacado que se repite. No hay que olvidar que la dominante que aparece como elemento que da homogeneidad al paisaje depende de la escala elegida para el estudio. El cambio de escala supone la modificación del problema e incluso su total desaparición.

AJÓN , ANDREA Y BACHMANN; LÍA “Territorios en el mundo actual” Buenos Aires, Editorial Longseller, 2002, Páginas 21 y 22.- Libro 1

¿Qué es el territorio?

El concepto de territorio ha sido objeto de debate en el campo de la Geografía. Tradicionalmente, se lo había reducido al espacio cuyos límites políticos coinciden con los del territorio estatal. Esta idea fue puesta en discusión y hoy se ponen en relación las nociones de territorio y poder.
Los territorios se van conformando según complejas relaciones de poder que los vuelven ámbitos geográficos inestables y variables en el tiempo. La delimitación del territorio implica el establecimiento de límites que marcan relaciones de exclusión e inclusión, de fronteras entre un adentro y un afuera. Los límites a veces pasan por la ocupación efectiva de un espacio o por las marcas que deja en él un pueblo. Así, el territorio es una pertenencia colectiva que, en ocasiones, puede dar lugar a tensiones o conflictos entre los que se consideran pertenecientes al territorio y los que son considerados ajenos.
Según esta perspectiva, son territorios los marcados por una actividad ilegal (por ejemplo, los espacios dominados por la guerrilla colombiana), los reclamados por los pueblos que reivindican un Estado (como los kurdos, obligados a exiliarse en otros países), la Unión Europea o los ámbitos geográficos que consideran suyos las hinchadas de fútbol en una ciudad.
Esta idea de territorio permite detectar una compleja trama de delimitaciones territoriales e, incluso, territorios vinculados por un problema específico y que no necesariamente se corresponden ámbitos geográficos contiguos; en África, por ejemplo, por el reparto colonial, el grupo étnico yoruba quedó dividido entre Nigeria, donde el idioma oficial es el inglés, y Benin, de habla francesa. Éste es un caso en el que un pueblo con la misma pertenencia étnica y cultural resultó repartido en dos Estados.
El territorio estatal es un ejemplo de territorio en el que los límites son precisos y de carácter jurídico: a lo largo de toda su extensión geográfica, el Estado ejerce la soberanía legítima.
Hoy, muchos pueblos con diferencias étnicas, lingüísticas y religiosas comparten la pertenencia a un mismo Estado. Las desiguales relaciones de poder entre las distintas comunidades o los diferentes pueblos en el marco de ese Estado definen quiénes constituyen las minorías nacionales y quiénes, la mayoría.
En otros términos, la dominación política permite a la mayoría ejercer una discriminación contra la minoría y adoptar una actitud que puede expresarse de diversos modos que van desde las representaciones caricaturescas hasta el exterminio.
Esta convivencia obligada por los vericuetos de la historia y la política suele no ser armónica. En consecuencia, surgen frecuentemente disputas territoriales o movimientos políticos que buscan obtener igualdad de condiciones en el marco del Estado o que, directamente, intentan la separación. En otros casos, la diversidad de los pueblos no impide la convivencia pacífica en el Estado, aunque éste privilegie a algunos grupos.
En síntesis: como, precisamente, la geografía política mundial actual se organiza en Estados nacionales con fronteras precisas, ciertas comunidades buscan que sus territorios alcancen autonomía y estatuto jurídico propios.

BENEDETTI, ALEJANDRO Y BACHMANN; LÍA “Sociedad, cultura y territorio en la Argentina “ Buenos Aires, Editorial Longseller, 2003 Página 15.- Libro 6

Territorialidad y territorio

Se llama “territorialidad” a un tipo de relación social por medio de la cual un sujeto (individual o colectivo) procura controlar los actos de otros sujetos en una determinada área geográfica. El territorio es, entonces, el área geográfica en la cual se tiene el poder de controlar tanto el emplazamiento como la circulación de bienes, personas e ideas.
Los territorios estatales son ámbitos geográficos en los cuales distintas instituciones del Estado controlan las acciones de quienes se encuentran dentro de sus límites, tanto en lo que respecta a otras personas como a los recursos. Por ejemplo, en la Argentina, la Dirección de Migraciones controla el ingreso de personas desde otros países y la Dirección de Minería habilita o no la explotación de una mina. Dentro de su territorio, cada Estado realiza un ejercicio exclusivo y excluyente de su soberanía.

La cartografía de la Argentina

En algunos países, como el Brasil y México, la cartografía y los censos son producidos y publicados por un mismo organismo.
En la Argentina, la recopilación de estadísticas oficiales y la elaboración de la cartografía oficial son realizadas por instituciones diferentes.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) es el organismo encargado de llevar a cabo los censos.
El Instituto Geográfico Militar (IGM) que se creó en 1904como división técnica del Ejército Nacional, asume las tareas de cartografía, geodesia y topografía, entre otras referidas a la recolección y la sistematización de información geográfica. En 1941, se sancionó la Ley 12.696 o la Ley de la Carta, aún vigente. El artículo 9° de esa ley dispone que “toda publicación cartográfica que se edite en el país deberá tener la aprobación del Instituto Geográfico Militar”.


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Los mapas del mundo

Antes había que calcarlos sobre papel manteca y portar, con delicadeza de orfebre, el plumín entintado que, siempre, se resistía a seguir las tortuosas líneas que delimitaban la geografía de algún lugar. Más tarde, los Volga o los Estrada llegaban a las librerías y nos ofrecían la labor realizada. Luego, los libros incorporaron en sus páginas fungibles los mapas que, previo completamiento, se entregaban como tarea.
Una breve historiaEl que tiene el mapa -nos dicen todos los relatos de corsarios y piratas- encuentra el lugar del tesoro. De hecho, la confección de mapas no respondió tanto a la curiosidad intelectual de los hombres y mujeres de la antigüedad como a la necesidad económica de controlar territorios, propios y ajenos.Los documentos más antiguos existentes se remontan al 3200 AC en Babilonia. Tallados en tablillas de arcilla, los babilonios representaban allí las mediciones de la tierra realizadas con el fin de cobrar impuestos. De China nos han llegado extensos mapas dibujados en papel de seda que reproducían regiones enteras del imperio. Los mapas actuales se basan en la geografía matemática que se inició en la Grecia clásica. Los avances cartográficos conseguidos por los griegos llegaron a niveles de perfección que no volvieron a ser igualados hasta el siglo XV, pero su representación del mundo no era muy distinta de la de los babilonios. Entre los primeros cosmógrafos se destacó Ptolomeo quien, en los siglos I y II AC, marcó el final de la cartografía antigua y abrió una nueva etapa. Si bien su Geografía nos ilustra del conocimiento del mundo en su época, no han llegado hasta nosotros ninguno de sus mapas. En la etapa que va del Imperio Romano hasta la Edad Media, Europa no aporta demasiado al desarrollo de la cartografía. Son, en realidad, navegantes árabes quienes realizan y utilizan cartas geográficas de gran exactitud. De ese modo, el mundo islámico se convierte en el continuador de la tradición científica griega. A fines del siglo XIII, a partir de la introducción del uso de la brújula en el Mediterráneo y del desarrollo del astrolabio, los mapas adquieren una precisión cada vez mayor y comienzan a redactarse libros en los que se detallan los rumbos y las distancias. Trasponiendo los datos de estos libros a pergaminos y uniendo los distintos puntos entre sí, se trazan las primeras cartas náuticas. En el siglo XV, el redescubrimiento de Ptolomeo favorece la adopción de técnicas más innovadoras que permiten levantar nuevos mapas en la época de los grandes viajes de exploración. En el siglo XVII se establecen los principios científicos de la cartografía y las inexactitudes más notables de los mapas corresponden a aquellas partes del mundo que los europeos no habían explorado o conquistado.Hacia finales del siglo XVIII, un gran número de países europeos comienza a emprender estudios topográficos detallados a nivel nacional. En el siglo XX, la cartografía experimenta una serie de importantes innovaciones técnicas: entre otras, la fotografía aérea, desarrollada durante la Primera Guerra Mundial, que con el lanzamiento de satélites alcanzarán cada vez mayor resolución en sus imágenes. A pesar de los grandes avances técnicos y de los conocimientos cartográficos, quedan por realizar estudios y levantamientos topográficos y fotogramétricos de grandes áreas de la superficie terrestre que no se han estudiado en detalle.

LAS FUENTES DE INFORMACIÓN CARTOGRÁFICA

Las fuentes de información cartográfica constituyen una herramienta fundamental para conocer la localización y distribución en la superficie terrestre de distintos aspectos y objetos presentes en ella. Para la realización de dicho propósito, se cuenta con diversas formas de representación como las fotografías, los mapas, las fotografías aéreas, las imágenes satelitales y los SIG’s (Sistemas de Información Geográficos). Este conjunto de fuentes son básicas para los estudios geográficos. Para su elaboración, y también para su interpretación, se utilizan distintas técnicas; algunas son generales a las distintas herramientas, mientras que otras son específicas para cada una de ellas. Cada tipo de herramienta tiene su particularidad y brinda distintas imágenes de la realidad. En razón de ello, para cada tipo de estudio se selecciona aquella que resulte más adecuada a los fines que se persiguen; en muchas ocasiones, es necesario utilizar más de una de ellas.

LAS FOTOGRAFÍAS AÉREAS

Las fotografías aéreas son representaciones de la superficie terrestre que permiten observaciones de cualquier parte o área de dicha superficie. Las fotografías proporcionan una representación fiel, detallada e inmediata.
Las fotografías aéreas forman parte de los llamados sistemas de teledetección, es decir, un conjunto de técnicas eficaces para obtener información de la superficie terrestre a distancia.Estas imágenes se obtienen desde aviones o helicópteros equipados con instrumentos especiales, denominados sensores, que recogen la información a distancia de las áreas y objetos ubicados sobre la superficie terrestre.
Las cámaras fotográficas son uno de los sensores más utilizados. Ellas se instalan sobre soportes antivibracionales y están provistas de varias lentes y grandes cargadores de películas. Un proyector especial, al mismo tiempo, corrige la distorsión que se produce en las imágenes al estar el avión en movimiento. La técnica empleada consiste en: combinar varias fotografías superpuestas del mismo terreno para crear una imagen tridimensional, ya que están tomadas en distintas pasadas del avión y con diferentes ángulos. Luego se utilizan ordenadores y computadoras que automatizan la recolección de información.

Las fotografías aéreas se emplean con frecuencia como un documento básico en la confección de mapas, ya que facilitan el reconocimiento de las distintas zonas y el relevamiento de los objetos que aparecen en ellas. Estas fotografías son asimismo, muy utilizadas con fines más puntuales que requieran de información exacta, con una perspectiva aérea de la zona. Por ejemplo, el análisis de las fotografías aéreas permite conocer los elementos de una ciudad (distribución de viviendas, calles, espacios verdes ) y los procesos de urbanización; así como también el cambio de hábitat de especies animales, las áreas afectadas por inundaciones, el reconocimiento de áreas de frontera.

LAS IMÁGENES SATELITARIAS

Las imágenes satelitales son recursos obtenidos con sensores remotos, desde satélites que orbitan alrededor de la Tierra, entre 700 y 900 km de altura. Estos pueden ser sensores de microondas que captan la energía electromagnética que emiten los elementos que hay en la superficie terrestre o pueden usar el calor que irradian los objetos midiendo la onda de rayos infrarrojos. Toda la información captada por el satélite es retransmitida en forma digital y reenviada a la Tierra para ser analizada, procesada y transformada en imágenes.
Las imágenes a procesar se seleccionan en función de la aplicación, teniendo en cuenta las características requeridas: resolución espacial, fecha de toma, cantidad y tipo de bandas, etc. Los tratamientos se realizan en sistemas de procesamiento (software y hardware apropiados), y tienen como finalidad corregir los datos, mejorar las imágenes y extraer información. La corrección de los datos se realiza debido a las alteraciones que sufre la imagen por distintas causas, en el momento en que se capta la información, como por ejemplo: movimientos indeseados del satélite, descalibración de los detectores, deformación por la rotación terrestre, etc. Con posterioridad pueden efectuarse procesos para mejorar visualmente la imagen y así facilitar la fotointerpretación, por ejemplo: ensanches de contraste, realces de bordes, ampliaciones digitales, color de bandas, etc.
Para facilitar su interpretación, suele recurrirse al falso color compuesto que tiñe de diferentes tonalidades a los diversos objetos.
Los colores orientan la interpretación de los diferentes objetos. Las áreas urbanas aparecen en tonos celestes o gris; la vegetación, en tonos pardos o rojizos; el suelo descubierto en tonos azules, blancos o verdosos.
El agua con sedimentos en suspensión aparece en tonos azules; el agua pura aparece de color azul oscuro o negro; la nieve, las nubes y las salinas se ven blancas.
En las imágenes existen ciertos patrones de las formas que permiten inferir la presencia de algunos elementos.
-Líneas rectas: suelen indicar rutas o vías de comunicación. Las líneas rectas con curvas suaves, por ejemplo, pueden representar vías férreas. En cambio, las líneas rectas con curvas en ángulo recto pueden corresponder a carreteras.
-Líneas irregulares: pueden manifestar la existencia de cursos de agua.
-Formas regulares: (cuadrados, rectángulos) suelen indicar algún tipo de uso específico del suelo, como el urbano (reconocible en el amanzanamiento) o rural (reconocible en las parcelas de cultivo).
Los objetos naturales tienen por lo general formas irregulares. Las montañas tienen su típica forma rugosa e irregular y los ríos de llanura muestran su recorrido sinuoso.
Las construcciones humanas, por lo general, tienen formas regulares y se encuentran en el cruce de rutas o atravesadas por ellas. En algunos casos las ciudades pueden estar rodeadas de zonas con parcelas de cultivos, que aparecen con forma de cuadrados o rectángulos.
Por ejemplo, el río de la Plata se ve con distintos tonos de azul, según el nivel de sedimentación. Las tonalidades negras que pueden aparecer en la costa corresponden a los procesos de contaminación ribereña, vinculados a la desembocadura del río Luján y al Riachuelo.

Usos de las imágenes satelitales

Su aplicación a usos civiles y militares es muy variada .En el campo de la oceanografía, por ejemplo, proporcionan información acerca de las características de las corrientes marinas. En meteorología y climatología permiten detectar nubes y tormentas y ayudar en el pronóstico del tiempo. En hidrografía, contribuyen al monitoreo de las aguas superficiales.
En la agricultura se aplica en: la predicción de cosechas, evaluación del recurso suelo (procesos de degradación y erosión), mapas de uso del suelo, etc.
En las actividades forestales. Identificación, cuantificación y planificación de la explotación maderera, políticas de prevención de incendios, etc.
En el uso de la tierra: estudios demográficos, estilos de urbanización y de industrialización, presencia de vías de comunicación, etc.

LOS SISTEMAS DE INFORMACIÓN GEOGRÁFICA

Un Sistema de Información Geográfica (SIG’s) consiste, básicamente, en asociar elementos espaciales (calles, manzanas, redes de comunicación, distritos municipales, explotaciones agropecuarias, entre otros), representados en un mapa, con información relativas a los mismos. Esto permite almacenar y analizar los datos vinculados a cada uno de estos elementos.

El origen de este sistema

Con la Geografía cuantitativa, surgieron nuevas tendencias en la forma de utilizar los mapas para la valoración de los recursos y la planificación. Los geógrafos cuantitativos notaron que las diferentes coberturas sobre la superficie de la Tierra (suelo, vegetación, hidrografía, vías de circulación, etc.) no eran independientes entre sí, sino que guardaban algún tipo de relación. Así, comenzaron a trabajar estos elementos en forma relacionada e integrada. Una manera sencilla de hacerlo era superponiendo copias transparentes de mapas de distintas coberturas sobre mesas iluminadas para encontrar puntos de coincidencia. Luego, esta técnica se adaptó a la naciente tecnología de la informática y, siguiendo esta misma lógica de superposición de capas, se desarrollaron los SIG’s. Hacia fines de la década de 1980, los SIG. Comenzaron a usarse en organismos públicos, laboratorios de investigación, instituciones y empresas.

¿Qué es y qué hace un SIG’s?

Un SIG’s se define como un conjunto de métodos, herramientas y datos que están diseñados para capturar, almacenar, analizar, transformar y presentar la información geográfica. La función principal de este sistema, que relaciona la cartografía con bases de datos, es resolver problemas espaciales o territoriales.
Entre sus características principales se encuentra el manejo en forma integrada de la información gráfica y alfanumérica (base de datos).
En los SIG’s, la información geográfica contiene una referencia territorial (latitud y longitud), asociada a una referencia en la base de datos ( como el domicilio o el código postal). El procedimiento por el cual se asocian estas dos referencias se llama geocodificación.

La utilidad de un SIG’s

Ante un proceso natural o social que se quiere estudiar, resulta indispensable comprender y analizar las interrelaciones entre las variables que intervienen. Mediante un SIG’s, posible construir un escenario actual donde se desarrolla el problema y, al mismo tiempo, simular situaciones futuras, para tomar decisiones correctas o poder reaccionar a tiempo ante situaciones imprevistas. Para ello, es necesario disponer de los datos para abordar el problema, sistematizar y procesar esos datos y, además, contar con las herramientas que permitan manejar y actualizar esta información en el tiempo y el espacio pertinente.
Por ello, los SIG’s son una herramienta de apoyo para la toma de decisiones en muchas áreas de los gobiernos nacional, provincial y municipal.
Algunos ejemplos de utilización concreta de los SIG’s son:

+ Infraestructura: son usados por la empresas encargadas del desarrollo, mantenimiento y administración de redes de electricidad, gas, agua, teléfono, etc. Permiten almacenar información del servicio en relación con el usuario, la conectividad de los elementos de la red y su funcionamiento.

+Demografía: permiten analizar la distribución espacial de los distintos sectores sociales. Algunas de estas aplicaciones pueden ser: el análisis para la localización de negocios o servicios públicos, la zonificación electoral, etc.

+ Marketing : las bases de datos de los clientes potenciales de determinado producto o servicio se pueden relacionar con la información geográfica. Resulta indispensable para planificar una campaña de marketing y asignar las rutas óptimas donde colocar carteles de publicidad.

+ Servicios bancarios: los bancos requieren ubicar a sus clientes y planificar tanto sus campañas como la apertura de nuevas sucursales.

lunes, 16 de marzo de 2009

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Lunes 16-03-2009

SOCIEDAD › OPINION

Telemarketer

Por Eduardo de la Serna *

Hoy me llamó Alejandra. Cordial como buena “telemarketer”. “Buenos días, Eduardo... Mi nombre es Alejandra. Hablo del banco X” (allí tengo una “cuenta sueldo”. ¡Sueldo docente!). “Usted tiene con nosotros una supercuenta”, me endulzó. Y queremos informarle de los beneficios que el banco le ofrece ante todo lo que está pasando”, continuó. Me estaba ofreciendo un seguro. “Claro –seguía–, la inseguridad es terrible.” “¡Sí! –le reafirmé–. Es terrible todo lo que está pasando: esta crisis mundial provocada por los bancos”... No sé por qué, pero me parece que no me entendió, porque siguió insistiendo en lo importante que era para mi seguridad que le dé dinero al banco para que me proteja. “Lo que pasa es que no quiero saber nada con los bancos –continué–. Desde Cavallo que somos sus rehenes y nos obligan a tener una cuenta para cobrar nuestros sueldos.” Debo haber perdido mi capacidad de convencer porque tampoco esto le resultó convincente y retrucó con el tema de la seguridad y “lo que está pasando”. Creo entender que para ella “lo que está pasando” –cosa que repitió insistentemente– tiene que ver con la seguridad entendida en clave Blumberg, Tinelli, Susana y otros. Será por eso que recibí también invitaciones electrónicas a participar en una marcha por la seguridad. Parece que “lo que está pasando” es solamente “eso”, y no pasa el tráfico de droga, no pasa el gatillo fácil, no pasa la corrupción, no pasa la crisis internacional, no pasa que “el campo” convoca su enésima marcha del año y los medios sólo nos muestran fotos de los “cuatro jinetes” y no de la “gente convocada” –como sí nos mostraron decenas de fotos del acto en Rosario–, será que no pasa que durante el Carnaval de Gualeguaychú no hubo cortes de ruta, ni protesta del campo. Sólo la seguridad pasa, aunque después “rascando” veamos que muchos de esos casos tienen su origen en aquellos que deberían proteger la seguridad de la sociedad. Sólo eso pasa, ¡y Maradona-Riquelme, claro! Realmente debemos vivir en un país maravilloso donde sólo eso pasa. Y también un país tan desmemoriado que no quiere recordar el rol de los bancos en el derrumbe de 2001 y ahora en la mayor crisis mundial desde 1930.

Quiero dejar claro que estoy absolutamente en contra de la pena de muerte, por lo que –ya que perdí mi capacidad de otrora de explicarme– espero que esto no se entienda con que propongo fusilar a la pobre Alejandra, rehén de los bancos también ella. Como rehenes de las telefónicas somos nosotros (así como hay programas anti-spam en la computadora, ¿no podría haber algo semejante en los teléfonos?). Que tampoco esto se entienda como que sospecho que los bancos “aprovechan” –¡ni menos aún “provocan”!– “lo que está pasando”. No creo en teorías conspirativas como esos que dicen que en el mundo el dinero provoca conflictos y hasta guerras. ¡Válgame Bush! (perdón, quise decir ¡válgame Dios!). De todos modos, como creo que “lo que está pasando” es mucho más que todo eso –¡y más grave!–, aunque sea serio lo de la seguridad, esperamos poder dedicar nuestro tiempo –no interrumpido por telemarketers– a aportar algún grano de arena para ayudar a edificar un mundo más humano. Al fin y al cabo, creo que eso es lo que Dios quiere. Al fin y al cabo, la Biblia nos recuerda que “la raíz de todos los males es el amor al dinero”. Amén.

* Sacerdote.

domingo, 15 de marzo de 2009

1ro SB 2009
En www.elnuevodiario.com.ni

La Tierra no es como la pintan CARLOS DAGUER Redactor de EL TIEMPO
Jueves 7 de Junio de 2001 En El Nuevo Diario Managua, Nicaragua
VERSIÓN ADAPTADA

Desde hace más de cuatro siglos, el mapamundi con que se ha enseñado geografía muestra a Norteamérica y Europa más grandes de lo que son. Pero la realidad es otra: África es treinta por ciento más grande que Norteamérica y Colombia es el doble de España.

Veintiséis años de debate por un mapa de cuatro siglos

Incluso, en una clase de geografía básica Groenlandia es más grande que la India, cuando este país tiene un millón de kilómetros cuadrados más.

El mapamundi con el que se ha enseñado la geografía tradicional se proyectó en el siglo XVI. En éste ha estudiado Geografía la mayoría de los niños en el mundo, y aun para estos días sigue siendo el más popular. La preocupación por el tema tiene más de dos siglos, pero la obsesión comenzó hace veintiséis años y todavía los interesados pelean.

En efecto, en 1974 el historiador alemán Arno Peters, un apasionado del Tercer Mundo, denunció los dejos colonialistas que han tenido los mapas durante más de cuatro siglos. Por expresarlo con un nuevo mapa del mundo, se convirtió en un hereje, no de la religión, sino de la cartografía.

Peters pintó la Tierra de una manera distinta y -si cabe mencionar la intención- más justa. Tradicionalmente, la imagen que se tiene del mundo es un planisferio hecho en 1569 por el cartógrafo flamenco Gérard de Cremer, mejor recordado como Mercator. Este muestra descomunales los países del Norte del globo y, en contraste, pequeños los del Sur.

Sobre un plano, es imposible representar con exactitud un planeta redondo. Sería como aplanar una naranja y esperar que muestre todas sus caras sin que la superficie se rasgue.

SACRIFICARON PROPORCIONES REALES

De alguna manera, la necesidad de pintar la Tierra sobre una superficie plana forzó a Mercator a “aplastar la naranja”. La consecuencia fue que hacia los polos -donde las rasgaduras habrían quedado más amplias- se “estiraron” las superficies. En pocas palabras, en nombre del aplanamiento se sacrificaron las proporciones reales.

Mercator no hizo su planisferio para enseñar a los estudiantes, sino para orientar a los marineros. Sin embargo, su proyección -u otras basadas en esta- terminó decorando las paredes de las aulas prácticamente en todo el mundo.

Hace dos años, el investigador Thomas Saarinen, en un trabajo para la National Geographic, analizó tres mil ochocientos mapamundis pintados de memoria por niños de cuarenta y nueve países. Casi la totalidad tenía en su mente la proyección de Mercator.

Algunas versiones de este mapa aclaran en letra menuda que las áreas no guardan las proporciones, pero la imagen que queda en la retina es que el Norte es más grande. Y esa misma imagen dice que el Hemisferio Sur, la otra mitad del mundo, es dos veces más pequeño que su homólogo norteño.

Si a esto se suma que entre los siglos XV y XVI se adoptó la convención de pintar arriba el Norte de los mapamundis, la imagen que queda es que definitivamente esa parte es la más importante.

MODELO IDEOLÓGICO

El polémico planisferio del alemán Arno Peters no tuvo la intención de orientar a los marineros, sino de poner las cosas en sus justas proporciones. Situó la línea del Ecuador en el centro y, para respetar las dimensiones, en la cuadrícula redujo las distancias entre los paralelos a medida que se acercan a los polos. Las consecuencias fueron que el Norte se hiciera menos grande y que se sacrificaran las formas en nombre del respeto a las áreas. Según el cartógrafo Arthur Robinson, un furibundo crítico de esta proyección, el mapa de Peters es como "un calzoncillo largo, mojado y andrajoso colgado del Círculo Ártico".

Por ejemplo, allí Colombia aparece más alargada. No obstante, este mapa revela que su territorio, de un millón cien mil kilómetros cuadrados, es tan amplio como Escandinavia (Suecia, Noruega, Finlandia y Dinamarca), que se ve tres veces más grande en la proyección de Mercator. O, por ejemplo, Groenlandia, cuya dimensión se cree que es como la de África, se ve en sus correctas proporciones: no más grande que México.

No fue por estas razones -demostradas en la realidad y aceptadas por la cartografía- que el mapa de Peters ha sido criticado, aun cuando goza del respaldo de las Naciones Unidas, el Consejo Mundial de Iglesias y otras instituciones.

En el fondo, aparte de las singulares formas que toman algunos países, lo que disgusta es su abierta carga ideológica. En 1885, el reverendo escocés James Gall hizo un mapa similar que pasó casi inadvertido.

LA INIQUIDAD DE LA GLOBALIZACIÓN


La diferencia es que el de Arno Peters puso la ideología en la agenda de la cartografía. De hecho, en la última década este historiador se ha dedicado, entre otras cosas, a denunciar la inequidad de la globalización. Por eso el debate sigue vivo. Aunque existen otras proyecciones distintas a la suya y a la de Mercator -incluso más científicas- su planisferio hoy despierta pasiones más políticas que geográficas.

El suyo se considera un mapa no racista en cuanto busca recordar que al sur de Norteamérica, Europa y Rusia está la mayor cantidad de países, habitantes y territorios de la Tierra. Además, es una crítica a la visión colonialista del mundo que, según su autor, pudo acabarse en la realidad, pero no en la cartografía.

Cuando lo hizo, Peters estaba preparando un atlas histórico. "Mi historia del mundo -decía- trae al recuerdo gente del Tercer Mundo (de Egipto, Mesopotamia, China, India) como creadores de la cultura de la Humanidad. Yo no podía usar un mapa como el de Mercator, que muestra los países de esta gente en un tamaño demasiado pequeño para su importancia histórica".

De seguro, para las próximas generaciones, tanto la proyección de Mercator como la de Peters serán anécdotas en la historia de la cartografía. Pero la lección se habrá aprendido: a los mapas también hay que leerlos entre líneas.


Lío irresoluble

Nadie ha encontrado la fórmula del mapamundi perfecto. La única representación fiel es el globo terráqueo. Aparte de la de Arno Peters, se han planteado varias fórmulas para resolver el problema áreas versus formas.

Las proyecciones de Karl B. Mollweide, de 1805, y de Max Eckert, hacia 1920, pintan la Tierra como un huevo acostado. La propuesta reduce las distorsiones en los polos. En 1921, Paul Goode hizo una versión que parece una naranja pelada y que logra distorsiones menores.

En el último siglo, la National Geographic Society ha utilizado tres proyecciones (Van der Grinten, Arthur H. Robinson y Oswald Winkel), en las que la Tierra aparece como una elipse.

Aunque evitan las distorsiones, conservan el problema de las proporciones erradas. Es decir, intentan resolver salomónicamente el problema: procuran respetar a la vez las formas y las áreas, pero siempre alguna en detrimento de la otra.