jueves, 11 de mayo de 2017

EES 11
6to 1ra
Ambiente, Desarrollo y Sociedad


Concepciones de la naturaleza y desarrollo en América Latina Por Eduardo Gudynas VERSIÓN ADAPTADA

Introducción

En América Latina, como en otras regiones, se está viviendo una creciente preocupación por la temática ambiental. Cuestiones como la preservación de especies silvestres los efectos de la contaminación, o los problemas ambientales globales, son motivo de atención de políticos, académicos y ciudadanos.
En esta vasta discusión, la palabra Naturaleza ocupa un lugar central, y es invocado desde las más variadas tiendas con distintos fines. Sea en la preservación de sitios silvestres, como en el anhelo por mejores condiciones de vida, se hacen continuas referencias a términos como Naturaleza, ecosistema o ambiente.
Pero a pesar de esta extendida discusión son muy pocos los análisis sobre el concepto de Naturaleza. Aunque este término representa el sujeto de buena parte de las preocupaciones ambientales, no se ha profundizado en sus implicaciones.
La etimología de la palabra Naturaleza indica que proviene del latín natura, que se refiere al "nacimiento" (natus participio pasivo de nasci, nacer). Desde ese contexto se explican dos usos comunes: por un lado, naturaleza, como referida a las cualidades y propiedades de un objeto o un ser; y por otro, naturaleza, para los ambientes que no son artificiales, con ciertos atributos físicos y biológicos, como especies de flora y fauna nativas. Este artículo enfoca este segundo uso.
En esa línea, el concepto ha recibido significados tanto positivos como negativos. La Naturaleza ha sido invocada como el origen de la riqueza de un país, pero también como un medio salvaje y peligroso, donde lluvias, terremotos u otros desastres deben ser controlados. Sobre ella se han superpuesto otros términos. A manera de ejemplo se pueden recordar a la Madre Tierra, como proveedora de alimentos; el Reino Salvaje de los primeros exploradores del continente; y otros más recientes, como ecosistema o simplemente ambiente.
Este artículo analiza la conceptualización de la naturaleza (en su segunda acepción referida a un ambiente que no es artificial). El estudio está delimitado en varios aspectos.
Primero, considera el concepto de Naturaleza en América Latina, elaborando con más detalle y precisando ideas presentadas en Gudynas (1995). La revisión es somera atendiendo a las limitaciones de espacio, pero se presentan varios ejemplos ilustrativos. En segundo lugar, el énfasis del estudio está en las ideas contemporáneas; las referencias históricas se realizan a los únicos efectos de comprender mejor la situación actual. Existen otros estudios que analizan el concepto en un sentido histórico, comenzando por la antigüedad clásica En tercer lugar, el análisis se restringe a los conceptos de la naturaleza en sus vinculaciones con las estrategias de desarrollo. Es una mirada a la pareja Naturaleza-desarrollo, con lo cual otros temas quedan por fuera del objeto del estudio.
La primera sección del artículo revisa los conceptos tradicionales sobre la naturaleza; la segunda parte hace un breve análisis sobre cómo se articulan con las estrategias de desarrollo comúnmente seguidas en “la región; la tercera parte considera el surgimiento de nuevas posturas y se las estudia críticamente; y
finalmente se elabora una discusión y conclusión final.
En este sentido se postula la existencia de una relación dialéctica entre los conceptos de naturaleza y los conceptos de desarrollo. La visión corriente ha considerado que esa vinculación sólo se daba en un sentido, donde las ideas sobre el desarrollo desencadenaban ciertas concepciones sobre el ambiente”. Aquí se
sostiene que esa relación es recíproca, y que los conceptos sobre la naturaleza a su vez determinan los estilos de desarrollo posibles.
Se advierte que existen nuevas visiones sobre la naturaleza las que todavía no han logrado generar contrapartes de ideas organizadas sobre el desarrollo. Se concuerda con otros estudios recientes en que el concepto de Naturaleza se construye socialmente, pero aquí se pone el énfasis en que ello resulta en una pluralidad de ideas sobre la naturaleza, y por lo tanto diversos niveles de inconmensurabilidad
entre ellas. Como el concepto de naturaleza en plural son indispensables los espacios de discusión social sobre ella.

1. Concepciones de la naturaleza

La herencia europea

Las concepciones latinoamericanas son una herencia directa de las visiones europeas. Por un lado, los europeos que llegaron a América Latina impusieron sus concepciones de la naturaleza sobre las culturas originarias. Por otro lado, desde la colonia, los principales políticos, empresarios e intelectuales de la región se nutrían educativa e informativamente de las posturas europeas. Diversos estudios sobre la historia ecológica de la región, han demostrado que la conquista y colonización descansaron en una estrategia de apropiación de las riquezas mineras del Nuevo Mundo.

A ella le siguieron una agricultura extractiva, de alta expoliación ecológica, dependiente de la mano de obra esclava, y luego la ganadería extensiva. Durante esta etapa inicial se difundió la idea que la naturaleza ofrecía todos los recursos necesarios, y que el ser humano debía controlarla y manipularla. Esta visión se inicia en el Renacimiento con las ideas sobre el conocimiento de F. Bacon, R. Descartes y sus seguidores.
Estos pensadores rompieron con la tradición medioeval que veía a la naturaleza en forma organicista, como un ser vivo, y donde las personas eran un componente más. Esa concepción se fracturó, y la naturaleza quedó despojada de esa organicidad y desde una postura antropocéntrica se la vió como un conjunto de elementos, algunos vivos y otros no, que podían ser manipulados y manejados. La naturaleza pasó a ser interpretada como el reloj de Descartes, constituida por engranajes y tornillos, donde al conocerse todas sus partes, podría accederse a entender y controlar su funcionamiento.

Las concepciones renacentistas a su vez son herederas de toda la tradición occidental. La visión antropocéntrica tiene en realidad raíces más antiguas, que uno coloca en la tradición judeo-cristiana y el otro en la cultura helénica. El giro renacentista se apoyó en el experimento, promovido tanto por Descartes como Bacon, donde se introduce el novedoso elemento de la manipulación. En efecto, el experimento no es la simple observación, sino la modificación premeditada como vía para alcanzar un conocimiento pretendidamente cierto. Mientras la visión medioeval concebía al ser humano como parte de su entorno, no dejaba de ser jerárquica en tanto era un interlocutor privilegiado de Dios. Desde el cambio renancentista esa distinción se acentúa, y el ser humano cobra un nuevo papel por fuera de la naturaleza. La descripción metafórica es reemplazada por la simbolización geométrica o matemática, apelando a una abstracción creciente. Se manipula y apropia la naturaleza como condición y necesidad para atender requerimientos cuya meta era el progreso perpetuo. Consecuentemente, paso a paso, se redefinía el entorno natural, y se acentuaban los medios de su manipulación y control. La naturaleza quedó tan disminuida que fue reducida en los primeros estudios de economía al factor de producción "tierra". Los recursos naturales eran considerados como ilimitados, y tan sólo debían encontrarse sus paraderos para enseguida explotarlos. Los primeros economistas, profundamente imbuidos en estas concepciones, promovían tanto el progreso material, y la apropiación de la naturaleza para hacerlo posible. Adam Smith en su texto monumental sobre la "riqueza de las naciones", publicado en 1776, alude específicamente a las metas de la acumulación de riqueza, mediante un progreso sostenido. Es una situación de progreso constante la que se considera la más óptima: "El progresivo es, en realidad, un estado feliz y lisonjero para todas las clases de la sociedad; el estacionario, triste, y el decadente melancólico". El progreso permite avanzar hacia "ulteriores incrementos de riqueza". John Stuart Mill en su influyente obra de economía política, publicada desde 1848, también señalaba las ventajas del progreso perpetuo y el dominio de la naturaleza como su aspecto privilegiado. La marcha de las naciones era concebida como "un movimiento progresivo que se continúa con pocas interrupciones de un año a otro y de una a otra generación: un progreso de la riqueza, un progreso de lo que se llama la prosperidad material." Este "movimiento económico progresivo" es una forma de "crecimiento perpetuo" y es mediado por el dominio "ilimitado del hombre sobre la naturaleza.
 En este contexto se desarrollaron diferentes concepciones sobre la naturaleza. Como es de esperarse, en tanto predominaba una visión sobre el desarrollo y el papel del ser humano, muchas de las concepciones sobre la naturaleza presentan caracteres comunes. Estas concepciones del desarrollo y la naturaleza
pueden ser inscriptas dentro de una ideología. El concepto de ideología se lo maneja aquí en el sentido de deformación, legitimación e integración, tal como lo analiza Ricoeur (1989). En este artículo se considera que existe una ideología del progreso, que engloba a las diferentes escuelas sobre el desarrollo, las que en realidad corresponderían a distintos paradigmas. Seguidamente se revisarán las principales concepciones
de la naturaleza referidas a la temática del desarrollo, poniendo el énfasis en las posturas contemporáneas.

La frontera salvaje

En el inicio de la conquista y colonia, según la información disponible, parece haber predominado una concepción del entorno como espacios salvajes. La naturaleza era incontrolable y se imponía sobre el ser humano, quienes debían sufrir los ritmos de lluvias y sequías, la fertilidad del suelo, la disponibilidad de agua o las plagas de los cultivos. Los espacios sin colonizar eran, a su vez, sitios salvajes, potencialmente peligrosos por las fieras y enfermedades que pudieran cobijar.
Esta perspectiva era típicamente europea, proliferando en escritos de los siglos XVII a XIX. Un buen ejemplo con afirmaciones como "La naturaleza salvaje es horrible y letal" y el ser humano es el único que puede convertirla en "grata y habitable"
Esas mismas ideas se repetían en América Latina. Desde una fase inicial donde se alternaba la admiración con la belleza y riqueza de los paisajes, con el temor, se pasó al control y dominio de las "fuerzas naturales",
promoviéndose el cultivo de la tierra, la desecación de humedales, la construcción de canales, la caza intensiva, la tala de bosques, la introducción de especies productivas o la domesticación de aquellas salvajes que fueran de utilidad. Siguiendo la imagen de Descartes, donde todo era en realidad una máquina, la
naturaleza era analizada en sus piezas (con el notable ejemplo del esfuerzo de catalogación
taxonómica de la fauna y flora del Nuevo Mundo emprendida por los exploradores europeos), y desde allí proveer los medios para la manipulación y control. En Brasil, José Pádua (1987) destaca la figura de José Bonifacio, quien a inicios del siglo XIX, consideraba que la naturaleza era un "gran libro" que podía ser descifrado por la observación empírica y racional, no para contemplarla, sino como medio para el progreso.
La misión se entendió como una "conquista" de la naturaleza, pero además será la obra humana la que permite "civilizar" a la naturaleza, para que ofrezca sus frutos y riquezas. Se buscaba "civilizar" espacios que se consideraban salvajes, tal como se justificaban buena parte de las campañas de conquista, tanto en
la época de la colonia tardía como en los primeros años de las repúblicas independientes.
Por ejemplo, en Argentina la llamada "Conquista del Desierto", a fines del siglo XIX, se basaba en "suprimir los indios y las fronteras" para "poblar el desierto". Lo que en ese momento se llamaba desierto incluía a ecosistemas como la Pampa, que no tenían esas características, revelando la aplicación del rótulo a lo que estaba más allá de la civilidad occidental; toda la campaña se basaba en la contraposición entre
civilización y barbarie.

La naturaleza como canasta de recursos

A medida que avanzaba el control de la naturaleza, se imponía a su vez una visión utilitarista. Quedaban atrás los miedos ante el entorno, convirtiéndose en una "canasta" de recursos que pueden ser extraídos y utilizadas. Minerales, animales y plantas eran vistos como abundantes y al alcance de la mano.



Domingo F. Sarmiento, en su "Facundo" presenta una Argentina donde todo se da en exceso: "inmensa la llanura, inmensos los bosques, inmensos los ríos", una descripción que también se repite para otros países.
Los elementos de la naturaleza se los observa como "recursos", desvinculados unos de otros (por ejemplo, los recursos minerales no eran percibidos en sus conexiones con el suelo que los recubría).
El énfasis apuntaba a la eficiencia y productividad en cómo extraer esos recursos, y en cómo se los aprovecha en las estrategias de desarrollo. El dejar recursos sin aprovechar era una forma de "desperdicio".
Dentro de esta misma perspectiva se reconocieron especies de animales o plantas "útiles", distinguidas de aquellas "inservibles", "peligrosas" o "dañinas". Las primeras englobaron tempranamente a cultivos utilizables (notablemente el maíz, la papa, tomate, etc.), las maderas preciosas (caoba, palo-Brasil, etc.) y
algunos animales de caza para alimentación o piel (carpincho, chinchilla, etc.). Las segundas eran una amplia categoría que iba desde los grandes felinos y zorros, a los escorpiones y arañas.
Durante los siglos XVIII y XIX proliferan visiones en América Latina donde se insistía que la región se mantenía atrasada, no por límites ambientales (como disponibilidad de agua o baja fertilidad), sino por trabas esencialmente culturales y políticas. Los "indios" y "criollos" eran frenos a un mejor uso de la naturaleza,
y por lo tanto se buscó atraer nuevos inmigrantes y civilizar a la población residente para hacer un uso todavía más eficiente de los recursos naturales. El uso de la naturaleza era parte de la lucha por la civilización . Incluso se intentaba reproducir paisajes europeos, totalmente diferentes a los latinoamericanos, y así se realizaban plantaciones de pinos junto a enjardinados que recordaban al Viejo Mundo.
Dentro de esta perspectiva utilitarista se desarrollaron algunas posturas conservacionistas. Es importante este hecho, en tanto indica que aún dentro de una visión manipuladora y utilitaria de la naturaleza es posible encontrar una postura conservacionista, con lo que se echa por tierra la presunción que cualquier
postura de protección de la fauna y flora, por ella misma, ya indica otra concepción del ambiente.
En efecto, el desarrollo de una protección ambiental no es necesariamente incompatible con las posturas progresionistas del crecimiento perpetuo o con una razón instrumental.
En realidad esas posturas no protegen la naturaleza sino los recursos que alimentan a la economía La conservación utilitarista se originó en Europa, y se trasladó a las Américas. Los ingenieros agrónomos y forestales se convirtieron en expertos en cómo manejar las áreas naturales para obtener de ellas el mejor provecho. Esta tradición se difundió en toda América Latina, en particular en la apertura de distintas áreas a la producción agrícola y ganadera, y sus consecuencias se siguen observando en la actualidad. La naturaleza se percibe y valora en lo que resulta útil, y de esa manera se fragmenta en varias vertientes: hay una naturaleza para el geólogo, otra para el promotor agrícola, y otra para el promotor de urbanizaciones.

La naturaleza como sistema

En paralelo a estas tendencias, desde fines del siglo pasado se ha venido desarrollando la ecología como ciencia, conjuntamente con otras disciplinas relacionadas (botánica, zoología, geología, etc.), y posturas teóricas que le servían de sustento (especialmente la teoría darwiniana de la evolución).
Sin embargo, la ecología quedó igualmente atrapada dentro de la visión cartesiana de la máquina, concibiendo a la naturaleza como una máquina. La tarea del ecólogo era describir las partes de
ese conjunto, y comprender cómo funcionaba (sobre la historia de la ecología Bajo esta visión la Naturaleza posee sus propios mecanismos y funcionamientos, que se conciben como "leyes", y que el hombre no debería violar o alterar. La naturaleza poseía cierta unidad interna, una dinámica basada
en el equilibrio dinámico, y un desarrollo temporal, desde estadios iniciales a otros maduros.
Con la irrupción del concepto de ecosistema, por el inglés A. Tansley en 1935, se aplicó la noción de sistema sobre la naturaleza, y en el sentido que en esa época le daban los físicos. Este concepto era más que una forma de descripción sintética, también correspondía a un principio organizador de comprensión de la naturaleza (Golley, 1993). En muchos casos el término ecosistema reemplazó al de naturaleza.
Desde ese punto de partida se pudo aplicar a la naturaleza un lenguaje matemático, diseccionándola en sus elementos y estudiando sus vinculaciones. Por eso, como indica Golley (1993), el concepto de ecosistema es manipulativo, en contraste con otro que pudiese ser relacional. Siguiendo con las tradiciones utilitaristas
indicadas arriba, el ecólogo brindaría la información de cómo intervenir en la naturaleza para conseguir los mejores éxitos productivos. Buena parte de los primeros estudios de la dinámica de poblaciones de animales derivaron en discernir los niveles óptimos y las tasas máximas de explotación de recursos naturales
renovables, en especial en los sectores forestal y pesquero.

Estas mismas corrientes concebían que los ecosistemas se encontraban bajo condiciones de equilibrio dinámico, especialmente por fuerzas como la competencia. Las comunidades de plantas y animales, y los propios ecosistemas, serían entidades reales y no una invención del observador. Presentarían un orden
particular y una evolución temporal desde condiciones de simplicidad a otras de mayor complejidad (sucesión ecológica), que recuerdan la maduración de un individuo. Por lo tanto algunos ecólogos postularon que representaban “cuasi-organismos”. Incluso quienes rechazaban esas posturas como el propio Tansley, eran también utilitaristas, sosteniendo que no había diferencias sustanciales con los balances naturales logrados por otros medios, como la intervención humana, con lo cual se desvanecían las objeciones para que las personas controlaran el entorno
Los estudios sobre la extinción de especies o los niveles de contaminación que proliferaron desde la década de 1960, alertaban sobre una creciente problemática. La vieja imagen de una naturaleza agresiva y todopoderosa, poco a poco, dio paso al de una naturaleza frágil y delicada. La naturaleza como salvaje desaparece, y lo "natural" adquiere méritos de ser la situación a la que se desea regresar.



A ello contribuyeron varios aportes novedosos sobre la naturaleza. Llegaron las imágenes tomadas a la Tierra desde el espacio, donde el planeta aparece como una delicada esfera azul. Esa noción de totalidad explica el resurgimiento de conceptos como el de biosfera, que apunta a la vez hacia a una perspectiva holística y la existencia de límites. La ecología clásica al presentar una naturaleza con un orden propio, también ofrecía un marco de referencia para proponer medidas de gestión. Esto fue realizado por aquellos que sí estaban interesados en la articulación con la conservación y el desarrollo.

La Naturaleza como capital

Un nuevo giro en las concepciones de la naturaleza se inicia en la década de 1980 con una perspectiva originada en la economía. Esta visión se presenta en diferentes corrientes económicas,  pero que han apelado a considerar a la naturaleza como una forma de capital. De esta manera, la omisión de haberla reducido al "factor de producción tierra" podría ser subsanada, integrándola a las herramientas y conceptos a disposición de los economistas. Este intento es una "economización" de la naturaleza, en el sentido de ampliar el concepto de capital hasta englobarla. Al considerar el ambiente como una forma de capital es posible promover la "internalización" de esos recursos a la economía.
Estas posturas expanden la racionalidad económica manteniendo el mismo propósito de instrumentalización y manipulación, así como el antropocentrismo, donde el valor de la naturaleza está dado por los valores de uso y cambio asignados por el ser humano. La naturaleza se podría contabilizar en dinero, y por lo tanto la protección del ambiente en realidad sería una forma de inversión.
La propuesta cepalina considera incluso que se debería calcular la "depreciación" del capital natural, y agrega que "los recursos naturales y ambientales son formas de capital y que, como tales, son objeto de inversión". A su vez, los ciclos ecológicos (como del agua o regeneración del suelo) pasan a ser considerados "servicios" que pueden ser también ingresados al mercado. Bajo esta
postura, la conservación abandona sus objetivos primarios y queda al servicio de las posturas de desarrollo tradicional. Nuevamente los criterios de eficiencia y beneficio se imponen, más allá de los problemas formidables que implica intentar asignar precios a los recursos naturales. La conservación de la naturaleza tampoco se hace aquí en atención a valores ecológicos u de otro tipo, sino en función de su incidencia en los procesos productivos.
Como esta postura ubica a la naturaleza dentro del mercado, aspectos claves de la conservación dependerían de marcos económicos e institucionales. Emerge así una notable paradoja: aunque la sustentabilidad de los procesos ecológicos está determinada por una dinámica ecológica, ese hecho es minimizado, y se le atribuye esa responsabilidad al ser humano. Si concebimos un ambiente natural, sin ninguna interferencia humana, ese ecosistema se mantendrá dentro de su sustentabilidad bajo sus patrones ecológicos por sí mismo. La sustentabilidad ecológica es una propiedad de los ecosistemas y no del hombre.
El reduccionismo economicista no necesariamente reconoce esta cuestión ya que al ingresar a la naturaleza dentro del mercado, de alguna manera desarticula y anula el propio concepto de naturaleza y la reemplaza por términos como capital, servicios, bienes, productos, recursos, etc.

La naturaleza fragmentada

Una consecuencia inevitable de varias posturas anteriores es la erosión y fragmentación de la propia naturaleza. Deja de tener sentido usar ese término por que la naturaleza pierde cohesión, unidad y atributos comunes. Ella es desagregada en distintos componentes y referidas a distintos conceptos y  la visión economicista sólo se reconoce aquellos elementos que posean un valor económico, sea actual o potencial.
Además, cada uno de esos componentes debe tener dueños, proponiéndose derechos de propiedad sobre las formas de vida y los ecosistemas. Tradicionalmente una persona podía ser propietaria de una finca o un predio, pero nunca se entendió que era dueña de un ecosistema o de toda una especie. En la nueva versión, la propiedad puede existir sobre un ecosistema (con ejemplos en la asignación de propiedades sobre secciones de ecosistemas de ríos y cursos de agua), y en la forma más extrema, sobre variedades genéticas de especies vivas (patentes sobre microorganismos y cultivos). En ese caso ni siquiera el ser vivo completo es de interés, sino alguno de sus atributos genéticos, los que pueden ser comercializados, y por lo tanto se los regula por medio de patentes y otros derechos de propiedad. La reducción de la propiedad y de la gestión a nivel de los genes es un ejemplo de una extrema fragmentación de la vida.

2. Estrategias de desarrollo

Desde la temprana independencia, las estrategias de desarrollo invocadas para América Latina también se inspiraban en Europa como un modelo a seguir. El crecimiento material no sólo era un objetivo, sino que no se dudaba de su posibilidad. La naturaleza era el marco que hacía posible esos sueños; se invocaban
las riquezas en cada uno de los países, los espacios vacíos a ocupar, y la calidad de la población. Para ello se diseñaban distintos formas de incrementar la extracción minera, descubrir petróleo, acentuar y ampliar la explotación agropecuaria y promover el desarrollo industrial  El acento se ponía en el crecimiento económico como generador del progreso social y político. Algunos no negaban que esa búsqueda ocasionara costos, referidos usualmente al área social, sino que se los entendía como inevitables. En cambio, los impactos ambientales o los límites ecológicos no eran tenidos en cuenta.

La naturaleza era simplemente ignorada o referida al medio que haría posible ese progreso. Se insistía en la enorme disponibilidad de recursos, en la existencia de espacios vacíos que debían ser "civilizados" y en una amplia capacidad de amortiguación de cualquier impacto ambiental. En especial en el siglo XX, yen particular desde 1940, los modelos latinoamericanos del desarrollo, reivindicaban las ideas básicas del progreso perpetuo y el carácter subsidiario de la naturaleza. 

lunes, 24 de abril de 2017



INSTITUTO MARÍA AUXILIADORA

CURSOS: 5tos años ES 

MATERIA: Geografía Económica y Social de la Argentina

DOCENTE: Carlos Corzo

CICLO LECTIVO: 2017
                                     
                                        EXPECTATIVAS DE LOGRO ANUALES

- Explicar los espacios geográficos argentinos en función de las relaciones que
existen entre la economía,  la política y las condiciones físico-naturales.

- Conocer los puntos de vista contrapuestos y consensuados entre diferentes
sujetos sociales involucrados en los espacios geográficos abordados.

- Considerar el rol del Estado en el  actual contexto, en lo que hace a su capacidad de intervención en el territorio para lograr mayores grados de igualdad social.

                                        
 CRITERIOS DE EVALUACIÓN y CALIFICACIÓN

- TRABAJO EN CLASE: Los alumnos/as trabajarán en el aula individualmente o en forma grupal o de a dos, según la modalidad del ejercicio. En el caso de exposiciones orales y grupales serán avisadas, de ser posible con dos semanas de antelación y los alumnos/as presentes deben saber todos los contenidos asignados al grupo. En la situación  de haber ausentes el día de la exposición se les tomará en la clase siguiente de manera individual. Esto fomenta la solidaridad, el respeto por el otro, el compromiso, la auto-disciplina, el intercambio de ideas, y la socialización del trabajo creativo. Es fundamental la participación del alumno en clase y en forma ordenada, así como  informarse sobre hechos  relevantes que ocurrieron  en nuestro país.

- CALIFICACIÓN EN CADA TRIMESTRE: el promedio final de cada trimestre se obtendrá de al menos una evaluación escrita individual, con su correspondiente recuperación oral o escrita a criterio del docente; de trabajos prácticos realizados en clase o domiciliarios, individuales, de a dos o grupales. Y a partir del fin del primer o comienzo del segundo  ensayaremos  TP  con exposición oral y grupal, como medio para favorecer la expresividad, la creatividad y la ampliación de las diversas temáticas, con el aporte de  información ampliatoria realizado por los alumnos/as.





PROGRAMA DEL AÑO
 
UNIDAD 1  Procesos productivos, economías regionales y asimetrías territoriales de la Argentina

- La Geografía: relación con la historia y la historia económica.
- Saber hoy Geografía.
- Espacio geográfico: análisis de componentes.
- La idea tradicional y actual de territorio.
- La organización político-territorial argentina.
- Los procesos productivos más representativos de las diferentes economías regionales extra-pampeanas.
- Características de los circuitos productivos agrícola-ganaderos de la pampa. Causas y consecuencias de los cambios organizativos -incluidos los tecnológicos en la producción.


UNIDAD 2  La problemática de los bienes comunes de la tierra y su relación con los problemas ambientales.

- Las relaciones sociedad-naturaleza.
- Las concepciones sobre los bienes comunes de la tierra y la privatización de los recursos naturales.
- El derecho universal al agua.
- La contaminación de las cuencas hídricas de aguas superficiales.
- Las cuencas hídricas y su aprovechamiento para el consumo y la producción.
- La mega minería a cielo abierto.


UNIDAD 3 Población y condiciones de vida en la Argentina actual. El sistema urbano argentino. 


- La urbanización y el crecimiento del sistema urbano de la Argentina.
- Visión panorámica sobre las transformaciones del sistema urbano.
- La aparición de los barrios privados u otras formas de nuevas urbanizaciones.
- El  crecimiento de las desigualdades sociales durante las últimas tres décadas en la Argentina.

-  La diferenciación y desigualdad geográfica de las condiciones de vida en la Argentina urbana y rural. 

lunes, 13 de marzo de 2017

5tos ES
Año 2017
BRAILOVSKY, ANTONIO y FOGUELMAN, DINA  “Memoria verde. Historia ecológica de la Argentina”.  Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1998.- páginas 16-21

LAS RELACIONES SOCIEDAD- NATURALEZA

El Concepto de las relaciones sociedad-naturaleza surgió del análisis ambiental en América Latina, y no  por casualidad: se contrapone al concepto de relaciones hombre-naturaleza que durante gran parte de este siglo primó en los países desarrollados como forma de  diluir responsabilidades sobre consecuencias criticables del mal uso de la naturaleza y que sirvió, por ejemplo, para  atribuir la mayor parte de las culpas ambientales a la superpoblación, de preferencia la del Tercer Mundo. Hablar de sociedades implicar partir de la base de que no son los individuos quienes usan  la naturaleza, sino las sociedades que los agrupan, e involucra una evaluación crítica de las decisiones tomadas por quienes las manejan.

El concepto adquiere su más amplio sentido cuando se lo analiza como resultante de los estilos de desarrollo que han prevalecido históricamente. En otras palabras, la hipótesis que guía este trabajo y que se aplicará al análisis de numerosos ejemplos, es que los estilos de desarrollo elegidos o impuestos por los países de la región han determinado y se han expresado a  través de diversas formas de interacción sociedad-naturaleza.

Este trabajo se procura demostrar que las condiciones ambientales de un país están íntimamente vinculadas con el estilo de desarrollo y con las sucesivas fases de desarrollo por las que ese país atraviesa.


INFORME METODOLÓGICO


La mayor  parte de los estudios sobre el ambiente se centran en la descripción del estado actual de los procesos ambientales y en su representación geográfica. A menudo se habla de las condiciones del medio como resultantes de la actividad humana per se, sin una estricta vinculación con situaciones históricas concretas.

Pensamos sin embargo que los problemas del medio ambiente se vinculan con la forma en que una sociedad concreta utiliza su base natural, de qué manera  la emplea para satisfacer sus necesidades y por qué lo hace de esa manera particular.

Cada sociedad humana establece una relación diferente con la naturaleza: aprovecha distintas porciones y aptitudes de la naturaleza que, como vimos, se organiza en ecosistemas. Esas porciones de las que extrae un aprovechamiento económico actual o potencial se denominan recursos naturales.

Diferentes sociedades utilizan los recursos naturales de distinta manera: dan un uso productivo a unos, depredan otros, mantienen otros sin utilización.

El vínculo material entre unas y otros son las tecnologías, como conjuntos de conocimientos y habilidades aplicados a la explotación de los recursos. Su forma de uso depende del conocimiento tecnológico, pero se vincula también con aspectos económicos y de proyectos y modelos sociales y culturales. Aunque cueste creerlo,  para los conquistadores y colonizadores españoles la Ciudad de Buenos Aires estaba rodeada por un desierto que algunas crónicas califican de horribles: un espacio cubierto de pajonales, por el que podían caminarse 200 leguas sin ver un solo árbol, y que no cumplía ninguna función importante. Hoy llamamos a este desierto la Pampa Húmeda y es una de las bases principales de la economía nacional.

Cada organización social, entonces, tiene una relación diferente con la naturaleza. En consecuencia, son distintos los impactos de sus actividades sobre el medio y, por supuesto, también lo son las consecuencias ecológicas de estas actividades.

La complejidad de estas interrelaciones es aún hoy poco evaluada por la mayor la mayor parte de los desarrollos científicos. El avance de la especialización ha llevado a olvidar el carácter histórico de las relaciones entre sociedad y naturaleza.

Así, los especialistas han inventado una historia sin naturaleza y una ecología sin sociedad. En este libro las hemos unido, y estas interacciones  nos muestran un aspecto desconocido de nuestro propio país.

 Definiremos al ambiente como la resultante de interacciones entre sistemas ecológicos y socioeconómicos, susceptibles de provocar efectos sobre los seres vivientes y las actividades humanas.  Esta definición destaca especialmente el concepto  de sistemas, tal como se describieron al hablar de ecosistemas, y el de interacciones, ya que ninguno de los sistemas componentes es exclusivamente definitorio en la formación del medio ambiente.

El análisis de las relaciones sociedad –naturaleza que aquí  se presenta es concebido como una aproximación al análisis de sistemas complejos, con un enfoque diacrónico, en tanto incluye un estudio evolutivo de dichas relaciones.

Las características interdisciplinarias del enfoque plantean determinadas peculiaridades metodológicas, porque cada uno de los sistemas sintetiza, a su vez, interacciones inherentes a una amplia gama de especialidades de campo de las ciencias naturales y de las ciencias sociales.

Más concretamente, los componentes de esos sistemas y de sus interacciones que se consideran más importantes en la construcción del medio son:


En los sistemas ecológicos, la calidad (tipo, estabilidad, renovabilidad, etc.) y cantidad (efectiva y potencial) de los recursos naturales pasibles de explotación. Es decir, comenzamos inventariando qué recursos naturales tenemos para después analizar qué hacemos con ellos. Por ejemplo, cuando se construyeron las cloacas de Rosario se discutió si se las hacía terminar en el río o se les daba algún otro destino. Y la inmensidad del Paraná fue el argumento más concluyente: durante casi un siglo “Padre de las aguas” recibió, pacientemente, miles de toneladas de materias fecales que se ocupó de biodegradar  y devolver después a los cielos naturales. En este caso estamos hablando de recursos naturales que estaban antes de que la sociedad se constituyera. Pero en  ocasiones nos encontramos con recursos que son obra humana, como veremos ocurrió con el paisaje y el suelo pampeanos, que son el resultado del trabajo humano, tan artificiales como puede serlo una ciudad.


En los sistemas socioeconómicos, la estructura de relaciones establecidas entre los hombres  a efectos de la producción, a escala nacional e internacional. Un ejemplo significativo es el cultivo de cereales en la región pampeana. Plantado inútilmente por Belgrano, fue necesario que se modificaran las  relaciones sociales locales e internacionales,  para que esos ecosistemas fueran utilizados de esa manera durante el proyecto de la llamada Generación del 80.


En los nexos tecnológicos, el grado de desarrollo de las tecnologías productivas utilizadas y sus modalidades. La tecnología es el instrumento de apropiación y de transformación de los recursos naturales; cada tecnología tiene un impacto ambiental preciso. Es distinto que estemos inyectando en el ambiente pesticidas o detergentes biodegradables o materiales radioactivos. Del mismo, modo, efectuar rotaciones agrícola-ganaderas tiene efectos diferentes que no hacerlas. No se trata sólo de una contraposición entre tecnologías “antiguas” y “modernas”, sino de detectar la especialidad de incidencia de cada una de ellas sobre el ambiente. 


Las interacciones  dinámicas de estos tres componentes complejos determinan, en cada una de las fases de desarrollo del país:


Cierto modo de utilización de los recursos naturales renovables y no renovables, lo que implica cierto tipo de racionalidad económica y política en la utilización de esos recursos.


Cierto modo de la utilización del espacio nacional, rural y urbano, como reflejo de las relaciones productivas.


Ambos modos de utilización están interrelacionados. En el fondo son facetas de la misma cosa. El modelo basado en la explotación de plata del Potosí organiza el espacio a su manera, transforma el  país en un largo camino entre las vetas de plata y el puerto por el que el metal sale a la metrópoli.

Esta interrelación determina, en cada tiempo y espacio particular, ciertas condiciones de calidad de vida y determinadas formas de modificación del medio que constituye la base de los hábitat  humanos. Volviendo a nuestro último ejemplo, recordemos  que las condiciones  del ambiente laboral en las minas fueron tan duras que en Potosí murió tanta gente como en Auschwitz. También ese modelo influyó sobre el hábitat urbano: la fiebre de la plata creó un área metropolitana en el altiplano, con casi todos los problemas que caracterizan a las grandes  ciudades actuales.

Año 2017

5to ES   
Conceptos básicos de Geografía

¿Qué hay que saber hoy sobre Geografía?

Una ciencia para comprender los territorios En El Monitor de la Educación número 13, 5ta Época, Julio/Agosto 2007, páginas 48 y 49.- VERSIÓN ADAPTADA
Por Alejandro Benedetti (Doctor en Geografía, becario posdoctoral del Conicet. Investigador del Instituto de Geografía y docente, UBA).

Cualquier geógrafo al comentar cuál es su profesión, suele recibir preguntas del estilo: “¿Cuál es la capital de Kirguizistán?; ¿descubriste alguna mina de oro?”; o también: “¿Haces mapa?”. Sería incorrecto afirmar que la toponimia, la geología o la cartografía son saberes ajenos a la geografía. Pero ninguna de esas disciplinas son, indefectiblemente, especificidades del quehacer de los geógrafos.
El término Geografía tiene una pluralidad de sentidos. Uno de ellos remite a un saber práctico y se remonta a las primeras culturas. El conocimiento sobre la localización de las fuentes de alimento, el agua potable o los enemigos, y también los caminos de acceso, era una información vital. Lo sigue siendo. También suele asociarse al medio físico: la geografía de una comarca es el conjunto de construcciones, ecosistemas, estructuras geológicas y superficies ocupadas con agua que encuentran allí. Suele haber una fuerte asociación del término geografía con la asignatura escolar.
Esta materia está presente en el sistema escolar desde fines del siglo XIX. En la Argentina como en otros estados nacionales, junto a la historia y el civismo, la geografía fue una poderosa herramienta que aglutinó a una heterogénea población, creando y fortaleciendo los sentimientos de pertenencia a la comunidad imaginada. La geografía escolar fue un importante motor para el desarrollo de la geografía profesional. Si bien actualmente la enseñanza sigue siendo un importante ámbito laboral para los geógrafos, el espectro de intereses y áreas de inserción es mucho más amplio.
Suele afirmarse que el pensamiento geográfico se origina en la Grecia antigua, de donde proviene el término. En sus orígenes consistía en la mensura y descripción de la extensión del mundo conocido, sus fronteras y el más allá.
En 1650, Bernhard Varenio condensó buena parte del conocimiento del mundo, aunque la geografía seguía siendo un saber disperso. La sistematización de los conocimientos en geografía comenzó a producirse hacia fines del siglo XIX, en el contexto de la formación de los estados nacionales, el imperialismo europeo y la consolidación del sistema educativo:
En la Argentina, los primeros pasos en el proceso de institucionalización de la geografía se dieron con la creación de algunas cátedras, hacia 1900, dentro de una carrera de Historia; con la creación en 1904 de una carrera especializada en la formación de profesores de Geografía, en el Instituto Joaquín V. González; y, a mediados de siglo, se establecieron las primeras carreras universitarias.
Puede reconocerse una continuidad a lo largo de la tradición geográfica, dada por el interés por comprender las variaciones de fenómenos naturales y sociales en la superficie terrestre. Los temas, las formas de abordarlos y las prácticas profesionales fueron cambiando de manera notable. La geografía asiste actualmente a una creciente diversidad y complejidad del abanico de temas y problemas. Algunos de los campos emergentes son la geografía de género, el desarrollo local, los problemas de la mundialización, las geografías de la vida cotidiana, por mencionar algunos ejemplos.
Cada vez hay mayor consenso en que la geografía forma parte de las ciencias sociales. Aun cuando se estudien los recursos naturales, la mirada de los geógrafos no está puesta en los procesos naturales que dieron origen a los materiales, sino en la conflictividad social generada por su apropiación y puesta en valor. La mirada sobre un proceso social cualquiera apunta a comprender las configuraciones territoriales resultantes, a describir la disposición particular que adquieren las infraestructuras, a interpretar las formas en que se organizan territorialmente las instituciones o a reconstruir el proceso de formación de las identidades regionales.

En el quehacer de los geógrafos, las categorías de análisis fundamentales son:
-Espacio
-Región y paisaje
-Territorio
-Límite y frontera
-Lugar
-Red,
 entre otras.
Pero probablemente es territorio el concepto con más revisita. Tradicionalmente fue asociado a la idea de suelo, de soporte material y jurisdicción de un Estado nacional, o a área controlada por un animal. Las nuevas perspectivas han contribuido a enriquecer esta categoría de análisis.

Algunas claves para comprender los territorios son:

- La idea de territorio no está asociado en forma unívoca al Estado nacional. Un territorio puede concebirse como un resultado de las acciones de cualquier sujeto (individual o colectivo) que busca controlar en un área determinada, sus recursos, las personas y sus relaciones. El territorio es un ámbito delimitado, que muchas veces se estabiliza (el territorio de los estados nacionales, aunque otras veces su perdurabilidad puede ser muy acotada en el tiempo (en un partido de fútbol, durante unas horas, cada hinchada controla cierto ámbito dentro de la cancha).

- Los territorios (de la Argentina, de Jujuy, pero también de la religión católica, de la multinacional Coca-Cola o de la minoría étnica wichí) son entidades históricas, contingentes, en permanente transformación, que se reproducen a través de las prácticas sociales y culturales de los sujetos.

- Un territorio, especialmente el del estado nacional, es una realidad compleja donde se articulan procesos económicos, políticos y socioculturales.

- En la Argentina o en cualquier otro país, se articulan procesos globales (redes financieras internacionales), regionales supranacionales (creación del Mercosur), nacionales (intervención del Estado Nacional a través de la Gendarmería Nacional), regionales sub-nacionales (iniciativas para el desarrollo económico regional de Norte Grande) y locales (en cada lugar donde se construyen fuertes sentimientos de pertenencia a una pequeña comunidad). En suma, los territorios se conforman a diferentes escalas.

- Lo anterior, a su vez, está señalando la existencia de una red de actores, con diferentes intencionalidades y que actúan con distintas lógicas. Los estados nacionales, los municipios, las asociaciones empresariales, las ONG (Organizaciones No Gubernamentales) ambientalistas, los diferentes grupos sociales políticamente movilizados moldean los territorios en función de sus intereses.

- Si bien puede presentar ciertas homogeneidades (una misma lengua o un mismo sistema legal), los territorios son fragmentados e internamente desiguales. La desigual distribución de los ingresos, por ejemplo, tiene su correlato en la desigual distribución territorial de las oportunidades. La sociedad genera cambios diferenciales en el territorio, y el territorio origina diferencias sociales.

Uno de los desafíos de la enseñanza de la Geografía es complejizar la mirada sobre los territorios; no solo por presentar al territorio argentino como una construcción histórica; sino, de igual forma, por intentar comprender cómo se formaron, cómo funcionan y cómo participan en la vida cotidiana de los alumnos otros territorios. El del municipio o de la provincia, el de la comunidad campesina o de la minoría religiosa a la que pertenecen, por ejemplo.
Una definición contemporánea de Geografía sería, tal vez, la de una ciencia que busca comprender, en el tiempo, la dimensión territorial de los procesos sociales.

 Concepto de Espacio Geográfico

ARZENO, MARIANA y OTROS  “Geografía de la Argentina”  Buenos Aires, Editorial Santillana, 2010.- Página 40

"El espacio geográfico es una construcción social, resultado de la acción humana sobre una base natural. Las condiciones físico-naturales no han determinado por completo el espacio nacional, pero la diversidad de sus relieves y climas, el sistema hidrográfico  y otros elementos que dan lugar a la configuración de distintos biomas, han orientado el asentamiento humano y el desarrollo de las actividades económicas  a partir de la valorización de los recursos que ofrece la naturaleza. Las formas de asentamiento humano y de aprovechamiento de los recursos muchas veces genera riesgos que pueden derivar en serios problemas ambientales.”
Naturaleza y Sociedad

BENÍTEZ, CARLOS  Y OTROS “El espacio geográfico argentino en el mundo actual”

Buenos Aires, Editorial Longseller, 2010.- Página 35

“La naturaleza conoce un proceso de humanización cada vez mayor. Gana a cada paso elementos que son resultado de la cultura. Se torna cada día más culturizada, más artificial, más humanizada.

El proceso de culturización de la naturaleza  se torna, cada vez más, el proceso de su tecnificación. Las técnicas se van incorporando a la naturaleza y esta queda cada vez más socializada, pues es, cada día  más, el resultado del trabajo de un mayor número de personas.

En el proceso de desarrollo humano no hay una separación del Hombre y de la Naturaleza. La  Naturaleza se socializa y el Hombre se naturaliza.”

SANTOS, MILTON “ Metamorfosis del espacio habitado” San Pablo, Hucitec, 1998.-

 En  www.contenidosdigitales.ulp.edu.ar

La Geografía  aborda el estudio del espacio geográfico desde una perspectiva formativa, a partir del desarrollo integral de conceptos, habilidades y actitudes.

En un artículo presentado en las Jornadas de Investigación del Centro de Investigaciones Geográficas y del Departamento de Geografía, desarrolladas entre el 12 y 13 de noviembre del año  2009 en la ciudad de La Plata., titulado “Áreas protegidas de la cuenca baja del río Luján: Un territorio en transformación y potencialmente vulnerado”, las autoras D'Amico, Gabriela; Botana, María Inés y  Pérez Ballari, Andrea utilizan este fragmento de texto. 

“Como señalara Milton Santos respecto a las relaciones sociedad naturaleza, “el espacio geográfico es hoy un sistema de objetos cada vez más artificiales poblado por sistemas de acciones igualmente imbuidos de artificialidad, y cada vez más tendiente a fines extraños al lugar y a sus habitantes”

SANTOS, MILTON “A natureza do espaço. Técnica e tempo. Razão e Emoção.” São Paulo, Hucitec,  1996.- Página 54


¿Qué es el territorio?

AJÓN , ANDREA Y  BACHMANN; LÍA  “Territorios en el mundo actual” Buenos  Aires, Editorial Longseller, 2002, Páginas 21 y 22.- Libro 1

 El concepto de territorio ha sido objeto de debate en el campo de la Geografía. Tradicionalmente, se lo había reducido al espacio cuyos límites políticos coinciden con los del territorio estatal. Esta idea fue puesta en discusión y hoy se ponen en relación las nociones de territorio y poder.

Los territorios se van conformando según complejas relaciones de poder que los vuelven ámbitos geográficos inestables y variables en el tiempo. La delimitación del territorio implica el establecimiento de límites que marcan relaciones de exclusión e inclusión, de fronteras entre un adentro y un afuera. Los límites a veces pasan por la ocupación efectiva de un espacio o por las marcas que deja en él un pueblo. Así, el territorio es una pertenencia colectiva que, en ocasiones, puede dar lugar a tensiones o conflictos entre los que se consideran pertenecientes al territorio y los que son considerados ajenos.

 Según esta perspectiva, son territorios los marcados por una actividad ilegal (por ejemplo, los espacios dominados por la guerrilla colombiana), los reclamados por los pueblos que reivindican un Estado (como los kurdos, obligados a exiliarse en otros países), la Unión Europea o los ámbitos geográficos que consideran suyos las hinchadas de fútbol en una ciudad.

Esta idea de territorio permite detectar una compleja trama de delimitaciones territoriales e, incluso, territorios vinculados por un problema específico y que no necesariamente se corresponden ámbitos geográficos contiguos; en África, por ejemplo, por el reparto colonial, el grupo étnico yoruba quedó dividido entre Nigeria, donde el idioma oficial es el inglés, y Benin, de habla francesa. Éste es un caso en el que un pueblo con la misma pertenencia étnica y cultural resultó repartido en dos Estados.

El territorio estatal es un ejemplo de territorio en el que los límites son precisos y de carácter jurídico: a lo largo de toda su extensión geográfica, el Estado ejerce la soberanía legítima.

Hoy, muchos pueblos con diferencias étnicas, lingüísticas y religiosas comparten la pertenencia a un mismo Estado. Las desiguales relaciones de poder entre las distintas comunidades o los diferentes pueblos en el marco de ese Estado definen quiénes constituyen las minorías nacionales y quiénes, la mayoría.

En otros términos, la dominación política permite a la mayoría ejercer una discriminación contra la minoría y adoptar una actitud que puede expresarse de diversos modos que van desde las representaciones caricaturescas hasta el exterminio.

Esta convivencia obligada por los vericuetos de la historia y la política suele no ser armónica. En consecuencia, surgen frecuentemente disputas territoriales o movimientos políticos que buscan obtener igualdad de condiciones en el marco del Estado o que , directamente, intentan la separación. En otros casos, la diversidad de los pueblos no impide la convivencia pacífica en el Estado, aunque éste privilegie a algunos grupos.

En síntesis: como, precisamente, la geografía política mundial actual se organiza en Estados nacionales con fronteras precisas, ciertas comunidades buscan que sus territorios alcancen autonomía y estatuto jurídico propios.

AÑO 2017  
2do ES  
Geografía


LA REPRESENTACIÓN DE LA SUPERFICIE TERRESTRE

FUENTES DE INFORMACIÓN CARTOGRÁFICA


LOS MAPAS


Desde tiempos muy  antiguos,  los seres humanos tuvieron la necesidad de conocer la ubicación relativa de ciertos elementos como: montañas, ríos y poblados;  la  dirección y la distancia a recorrer para ir de un lugar a otro, etc. Para ello, se fueron ideando y desarrollando diferentes formas de representar el espacio, como por ejemplo los mapas.

Los primeros intentos fueron: un dibujo hecho con una varita en el suelo para mostrar un camino, con ramitas y piedras para indicar  algún hecho importante; mapas confeccionados con fibras de palma y caracoles usados como cartas para la navegación, o dibujados en placas de barro para representar el valle de un río rodeado por montañas.

Un mapa es una representación gráfica y métrica de una porción de territorio sobre una superficie bidimensional, generalmente plana, pero que puede ser también esférica como ocurre en los globos terráqueos. El que el mapa tenga propiedades métricas significa que ha de ser posible tomar medidas de distancias, ángulos o superficies sobre él y obtener un resultado aproximadamente exacto.

Los mapas son dibujos que representan algunos aspectos de la realidad que interesa destacar y localizar en la superficie terrestre.

Un mapa general representa una superficie de la Tierra, como un país o un continente y, debido a ello, muestra sólo algunas de sus características más importantes. Por ejemplo en un mapa del continente americano pueden aparecer:  su división política, los límites internacionales y las áreas donde se cultiven distintas especies vegetales.

Iniciados por el hombre con el propósito de conocer su mundo, y apoyados primero sobre teorías filosóficas, los mapas constituyen hoy en día una fuente importantísima de información , y puede decirse que una gran parte de la actividad humana está relacionada de una u otra forma con la cartografía.


ELEMENTOS DE UN MAPA


Para facilitar la lectura y la comprensión de la información representada en los mapas se deben incluir diferentes elementos.


El título indica el tema del mapa.


La escala  indica la proporción entre las medidas de la realidad y las que aparecen en el plano o mapa. Un mapa es una representación reducida de la realidad. Por ejemplo, para representar el continente americano hay que hacer una reducción mucho mayor que para un mapa que simbolice la provincia de Buenos Aires.


La orientación: para situar en el planeta el territorio representado en el mapa,  es necesario mostrar la ubicación de los puntos cardinales en relación con él. En general, el norte se halla en la parte superior del mapa.


En los mapas suele incluirse un dibujo denominado rosa de los vientos”, que indica la orientación de los puntos cardinales.


Los aspectos seleccionados se reproducen en el mapa mediante elementos gráficos: nombres, signos cartográficos o cualquier otro tipo de dibujo que pueda representar el elemento señalado. En la leyenda o referencias se muestran la relación entre los signos y los símbolos utilizados en el mapa y su significado. Por ejemplo: pueden aparecer una serie de signos convencionales, como los límites internacionales y los provinciales, el de una ruta nacional, el de un puente, etc.

En el mapa también se pueden mostrar ciudades agrupadas según la cantidad de habitantes y pueden aparecer los nombres de las ciudades más importantes del país subrayadas. Los ríos se representan con una línea celeste o azul;  las ciudades capitales mediante círculos superpuestos, los límites internacionales e interprovinciales como líneas entrecortadas. Como en el terreno real estas últimas líneas no existen, éstas  son parte del código gráfico que emplea la cartografía.

TIPOS DE MAPAS


Los distintos tipos de mapas deben tener algún elemento gráfico que permita localizar los fenómenos elegidos; según su contenido, se distinguen dos grupos de  mapas:


Los mapas descriptivos son aquellos que representan distintos aspectos que se observan en los paisajes; su función central es la localización de elementos que se encuentran en un lugar o en un área de la superficie terrestre. Los aspectos representados pueden ser: fenómenos naturales, como los ríos o las montañas o construcciones de la sociedad como: las ciudades, los caminos, los puertos, etc. A lo largo de todo el proceso de  su construcción, suele ser necesario hacer un  relevamiento en el terreno.


Los mapas descriptivos suelen destacar tanto aspectos físico-naturales como construcciones sociales. El mapa físico de un continente, como América es un buen ejemplo. También pueden aparecer algunos elementos que brinden información sobre aspectos que no son directamente observables en el paisaje o que no tienen una existencia material. Por ejemplo los límites políticos, los paralelos y meridianos son elementos que permiten una mejor localización en el espacio geográfico.


Los mapas temáticos son los que nos brindan información en forma gráfica acerca de lo disponible sobre una cuestión en particular. Existen tantos tipos de mapas temáticos como variedad de temas o hechos que puedan ser representados. Los aspectos abordados en ellos no siempre pueden ser observados directamente en los paisajes. Por ejemplo,  los mapas climáticos nos muestran como se distribuye el clima templado en una determinada zona. Un mapa sobre distribución de la población puede mostrar, de manera muy simple dónde se concentran los habitantes de un lugar.  También pueden representarse: la distribución de los cultivos, la localización de los yacimientos mineros, el trazado de la red ferroviaria, etc.


Otros mapas, si bien muestran una localización real, por ejemplo, la distribución de los establecimientos industriales en el país o en una provincia, se consideran temáticos porque representan un aspecto específico, ignorando muchos otros que no son importantes para el propósito con el que fue realizado.

Una sub-variedad de  mapa temático es aquella que representa la información disponible sobre más de un aspecto. Por ejemplo, un mapa que muestre la distribución de las precipitaciones y de los tipos de vegetación o cultivos de una zona. La utilidad de ellos reside en que permiten relacionar información referida a diversas temáticas.


LAS PROYECCIONES CARTOGRÁFICAS


Desde épocas antiguas el Hombre ha buscado la forma de representar la superficie terrestre con la mayor exactitud posible. El globo terráqueo es quizás la representación  más fiel de la Tierra, ya que reúne tres condiciones fundamentales: la semejanza de superficies, de forma y de distancias con las áreas representadas. Sin embargo, en algunas ocasiones, su utilización resulta poco práctica; por este motivo, se han buscado otras formas de representar la superficie terrestre como, por ejemplo, los mapas.

La confección de mapas ha presentado desde sus comienzos algunas dificultades. Así como no es posible extender sobre un plano la cáscara de un naranja sin que se rompa, tampoco es posible representar  la superficie esférica del planeta en un plano sin que sufra deformaciones. 


Por ello es que algunos cartógrafos utilizan técnicas para que la representación se realice con la menor distorsión posible. Las técnicas empleadas se llaman proyecciones cartográficas y consisten en procedimientos matemáticos que permitieron establecer una correspondencia estricta entre los puntos de la superficie a representar y el plano o mapa. Las técnicas incluyen, también, la utilización de un sistema plano de meridianos y paralelos sobre el cual puede dibujarse un mapa. En general,  la zona elegida para la proyección representada aparecerá con más fidelidad, mientras que las zonas más alejadas presentarán una mayor deformación.


En la Argentina, el principal sistema de proyección cartográfica empleada es Gauss-Kruger, una proyección cilíndrica que comprende todo el sector continental de nuestro país y las islas Malvinas. Esta proyección es la más conveniente para aplicar,  en razón de la orientación Norte-Sur, que caracteriza a la ubicación del país.


La proyección clásica.


En 1569 el geógrafo flamenco Mercator dibujó un mapamundi extremadamente interesante: era la primera representación rigurosa del mundo. Ella venía a proyectar de alguna manera los puntos del globo terrestre a partir del centro sobre un cilindro tangente al Ecuador. Este cilindro aplicado a un plano daba un mapa extremadamente útil para los navegantes por el hecho de que los meridianos están representados paralelamente y formando ángulos rectos con los paralelos. Este mapa ha sido la base de todos los planisferios desde hace cuatro siglos y se sigue utilizando por las flotas marítimas y aéreas.

Pero la Proyección cilíndrica de Mercator tiene la enorme desventaja de deformar considerablemente las partes alejadas del Ecuador. Su utilización ha dado un lugar de abusiva preponderancia a Europa y una falsa imagen de la repartición de tierras y mares entre los hemisferios Norte y Sur. Por ejemplo, se coloca el Ecuador en el tercio del mapa y no en el medio.

Ejemplos:


-Al ver este mapa se creería que la India que tiene 3,3 millones de km2  es más pequeña que Escandinavia que sólo tiene1,1 millones de km2.

-América Latina parece más pequeña que Groenlandia: en realidad es 9 veces más grande: 17,8 millones de km2, contra 2,1 millones de km2.

-Un tercio de la superficie del mapa está destinada al hemisferio Sur, mientras que dos tercios restante se destinan al hemisferio Norte.

-Europa parece aquí más extensa que América Latina. Cuando ella es en realidad casi la mitad de pequeña: Europa cuenta con 9,7 millones de km2 y América Latina 17,8 millones de km2.


EL MAPA DE PETERS: UN MAPA PARA UN MUNDO MÁS SOLIDARIO.


El intento de representar la Tierra es casi tan antiguo como la humanidad. Las dificultades a las que ha habido que enfrentarse han sido numerosas: conocimiento limitado del mundo, enseñanzas religiosas, . . . Cuando nadie pudo dudar de que la Tierra era redonda, se vieron con mayor claridad las dificultades que planteaba la confección de un planisferio, puesto que la esfera sigue siendo la forma mejor y más fiel de representación del globo terráqueo. En el año 1569 se publicó el primer mapa del mundo, correctamente calculado por el cartógrafo Gerhard Cremer: una proyección conocida como Mercator y que ha sido la más aceptada y utilizada durante los últimos cuatro siglos.

Sin embargo, esta proyección, como ha demostrado el historiador Arno Peters, tiene numerosas incorrecciones que pueden resumirse bajo el calificativo de “eurocentrismo”.

“Son siempre -en palabras de Peters- los países del Tercer Mundo, los estados ex -coloniales, las naciones de los pueblos de color los que resultan perjudicados por el mapa Mercator. Este mapa es una expresión de la época de europeización del mundo, de la época en la que el hombre blanco dominaba el planeta, de la época de la explotación colonial del mundo, por una minoría de razas de señores blancos, implacables, bien armados, y técnicamente superiores. . . “ ¿Hemos de seguir utilizando un mapa que refuerza la idea en que hemos sido educados, Europa como centro del pensamiento y de la acción del mundo? Es ésta la mejor manera de pasar de unas relaciones de dominio a unas relaciones de solidaridad entre los pueblos del norte y del sur?

Pese a todo, podríamos preguntarnos si la utilización de un mapa puede influir decisivamente en las personas. Empecemos por subrayar las principales distorsiones provocadas por la proyección Mercator:

1)    La ex -URRS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) tenía 22,4 millones de Km. cuadrados, y sin embargo  se ve mayor que África  que poseía 30 millones de km. cuadrados;

2)    Groenlandia (2,1 millones de km. cuadrados) aparece en el mapa mayor que China (9,5 millones de km. cuadrados);

3)    La distorsión eurocéntrica se mantiene si comparamos países concretos: Italia con una superficie real 303.000 km cuadrados aparece de igual tamaño que Somalía (en realidad ésta posee 640.000 km cuadrados, es decir esta última es dos veces mayor); Suecia , con 450.000 km cuadrados aparece dos veces mayor que Egipto(1.000.0000 de km cuadrados), cuando lo cierto es precisamente lo contrario, etc.


Una encuesta de opinión del año 1968 mostraba que el 94% de las personas encuestadas aceptaba la representación del globo de Mercator (y de los mapas derivados) como una imagen real, fidedigna del planeta. Un 5% sabía que era imposible representar la superficie del globo en una proyección plana sin cometer distorsiones, pero consideraba que se trataba de un problema cartográfico y que la imagen resultante era real, exceptuando algunas distorsiones en las regiones polares. Sólo un 1% estaba correctamente informado de las distorsiones de la proyección de Mercator. Un mapa puede ser más importante de lo que parece.

La falta de información es, pues, la principal causa de la propagación de una visión del mundo errónea y que fomenta la insolidaridad. Arno Peters intentó buscar una alternativa que conservara las ventajas para el uso generalizado del mapa Mercator y que le añadiera otras cualidades, especialmente la fidelidad en la representación de las áreas. El resultado se publicó en 1974 y a partir de entonces ha recibido un apoyo creciente. El mapa nos sorprende inicialmente porque da a cada uno lo suyo, corrigiendo incluso la discriminación cromática. Hace unos 300 años, J. Hübner (un pedagogo alemán) impuso la idea de representar la totalidad de un estado en un color uniforme; eso supuso que los países colonizados compartían el color de la tierra madre europea. Peters ha sustituido ese anacronismo, asignando un color a cada parte de la Tierra y mostrando los estados particulares como variaciones de ese color; se atiende, pues, más a las propiedades geográficas, naturales, del mundo que a las diferencias nacionales.


¿CUÁLES SON LAS CUALIDADES DEL MAPA PETERS?


1º. Las superficies son comparables. Un centímetro cuadrado en cualquier punto del mapa representa 63.550 km2 en la realidad. De esta manera las regiones templadas no son mayores en relación con las otras.


2º. Todas las regiones terrestres están representadas, comprendidas también las regiones polares. Se tiene así medida exacta de la dimensión considerable de la Antártida a menudo escondida en los otros mapas.


3º. El Ecuador está en el centro del mapa, que sería su posición normal, y  que sin embargo estaba raramente respetada. Se tiene así un corte fiel de los hemisferios norte-sur que permite, entre otras cosas, medir la parte de tierras emergidas y de los mares en cada uno de ellos. De hecho, Europa es reducida a su verdadera situación.


4º. La fidelidad absoluta de los ángulos en las direcciones esenciales norte-sur y este-oeste. Ésta es la principal cualidad de la proyección de Peters. El norte, por ejemplo, está rigurosamente por encima de todo punto buscado, lo que permite dar posiciones exactas.


5º. Las distorsiones inevitables debidas a la representación de la esfera sobre plano han sido repartidas al Ecuador y a los Polos. En mapas como los de proyección Mercator estaban concentradas en los Polos.


Peters ideó una proyección, que pudiese representar todo el mundo y en el que la distorsión de las superficies fuera mínima. Además puso el Ecuador en el centro del mapa. Con estas premisas obtuvo una compleja fórmula matemática que conseguía todo esto, por ejemplo representar fielmente las latitudes medias. Las latitudes altas parecen un poco más pequeñas, en comparación, y las latitudes bajas, un tanto más grandes; pero aquí están los países pobres, lo que a Peters le pareció más una virtud que un defecto. En todo caso la distorsión de las superficies es menor en el mapa de Peters que en el de Mercator.

Peters fue mucho más lejos. Propuso modificar la red de meridianos y paralelos. El meridiano cero dejaría de estar en Greenwich para pasar, más o menos, al centro del estrecho de Bering, en un meridiano que no cortase ningún país. Además, este meridiano sería la línea de cambio de fecha, totalmente recta.

Por otro lado planteó que el círculo no se dividiese en 360º sino en 100º. La longitud iría de 0º a 100º, al igual que la latitud. El polo Norte sería el paralelo 0º, el polo Sur el 100º y el Ecuador el 50º.


TIPOS DE PROYECCIONES


PROYECCIONES CILÍNDRICAS


-Ideada por Mercator en 1569.


-Proyección basada en un cilindro que envuelve al globo terrestre  y es tangente (recta que toca en un punto a una curva o a una superficie) en el Ecuador. El mapa resultante del desarrollo del cilindro presenta la red de paralelos y meridianos como líneas rectas perpendiculares entre sí. La deformación aumenta a medida que nos alejamos del Ecuador, es decir, en los polos la deformación es máxima en cuanto a superficies y distancias.


-Red Geográfica: Los paralelos son líneas rectas que se van separando a medida que nos acercamos a los polos. Los meridianos son líneas rectas equidistantes (separadas por la misma distancia).


-Representa muy bien las zonas ecuatoriales. Esta proyección es muy utilizada en cartas de navegación, ya que la perpendicularidad entre paralelos y meridianos facilita el trazado de líneas de rumbo.

La mayor parte de la cartografía escolar está elaborada según una variante de esta proyección conocida como Universal Transversa de Mercator  (UTM).


PROYECCIONES CÓNICAS


-Proyección basada en un cono tangente a un paralelo determinado. El mapa resultante del desarrollo del cono tiene forma abanico y en él los meridianos se transforman en líneas rectas que parten del polo, y los paralelos en circunferencias concéntricas con centro en éste. La deformación aumenta a medida que nos alejamos del paralelo de tangencia, en este caso el paralelo de 45 grados norte.


-Red Geográfica: Los paralelos son círculos concéntricos y cóncavos (es lo que aparece a la vista más deprimido en el centro que en las orillas)  hacia el polo. Los meridianos se van separando a medida que se acercan al Ecuador.


-Representa muy bien las zonas de latitudes medias y son muy útiles para la elaboración de mapas temáticos de países o continentes, ya que sólo permiten representar un hemisferio.


PROYECCIONES ACIMUTALES


-Proyección basada en un plano tangente a un punto de la tierra. El mapa resultante del desarrollo del plano sobre el Polo Norte, por ejemplo, presenta los meridianos como rectas que parten del centro de la proyección (Polo Norte), y los paralelos como círculos concéntricos. La mayor deformación se produce al alejarnos de la zona de los polos.


-Red Geográfica: Los paralelos son círculos concéntricos y los meridianos son líneas rectas radiales que parten del punto de tangencia.


-Representa muy bien las zonas polares, tanto del Ártico  como de la Antártida.



EL CONCEPTO DE ESCALA


La escala es la relación que existe entre las dimensiones de los planos y mapas y el tamaño real de lo representado. Esa relación indica la proporción a la que se reduce la superficie terrestre para ser representada en el plano.



En la escala es importante considerar que cuanto mayor es la superficie real representada, menor es la cantidad de detalles que se pueden observar. Por ejemplo, si observamos un planisferio podremos ver la forma general de los continentes o la distribución de los océanos, pero no podremos ver las calles de una ciudad. Si queremos observar la forma de una ciudad, debemos emplear una representación cuya escala sea mayor, por ejemplo un plano de calles.

La escala puede expresarse en los planos y mapas de dos maneras: como escala numérica y como escala gráfica.

La escala numérica se expresa como una fracción que indica la proporción entre la distancia en el mapa y la correspondencia en el terreno. Por ejemplo, 1:200.000 (se lee 1 en 200.000) significa que 1 centímetro del mapa equivale a 200.000 centímetros del terreno (ó 2.000 metros ó 2 kilómetros).


EJEMPLOS DE ESCALA NUMÉRICA:


+ Cuánto más grande es el denominador más chica es la escala, porque la superficie a representar  es mayor, y  por lo tanto, muestra menos detalles del terreno.

1:20.000.000   1cm=20.000.000cm  20.000.000 cm a km = 200 km    1cm=200km

En un mapa realizado en esta escala, 1 cm equivale a 200 km  de la realidad.


+ Cuánto más chico es el denominador más grande es la escala, porque la superficie a representar es menor, y de esta manera se muestra la zona del terreno con más detalles.

1:200.000        1 cm =200.000 cm     200.000 cm a km = 2 km               1cm =2 km

En un mapa realizado en esta escala, 1 cm equivale a 2 km de la realidad.


Por ejemplo si buscásemos las Sierras de Córdoba en un mapa de relieves de América, no las encontraríamos,  porque en la escala en la que está construido no es posible representar un relieve de tan pequeña dimensión. Para superar este problema debemos recurrir a un mapa de mayor escala, que abarque una superficie menor, pero con mayor cantidad de detalles. Ejemplo: un mapa con el relieve de Argentina o de las Sierras Pampeanas.


CLASIFICACION DE ESCALAS NUMÉRICAS


ESCALAS GRANDES  (presenta más detalles)


Son aquellas donde la reducción ha sido pequeña y, por lo tanto,  pueden representarse muchos detalles.

Abarcaría de manera aproximada, las escalas comprendidas entre 1:100 y 1.25.000

Usos posibles: estudios de zonas urbanas, proyectos de ingeniería, loteos para colonización, etc.


ESCALAS MEDIAS


1.25.000 A 1:1.000.000

Usos posibles: mapas de países y continentes, cartas topográficas y náuticas.


ESCALAS CHICAS (presenta pocos detalles)


Son aquellas donde la reducción ha sido grande y, por lo tanto, el mapa  puede abarcar grandes superficies representadas con pocos detalles.

Menores a  1.1.000.000 (por ejemplo 1:210.000.000)

Usos posibles: mapas murales, planisferios.


ESCALA GRÁFICA


La escala gráfica es una recta graduada en la que se indica, en cifras, la distancia real que corresponde a las medidas del plano o mapa. Esta escala se dibuja como una línea dividida en segmentos numerados , expresados en metros o kilómetros, que permiten al medir las distancias en el mapa, determinar las medidas reales en el terreno.


ESCALA CROMÁTICA


Esta escala representa, a partir de colores, las diferentes alturas de los relieves. Cada color tiene un valor en metros que indica la  altura o profundidad. Así, por lo general, los distintos tonos de color verde indican terrenos con alturas entre 0 y 200  metros sobre el nivel del mar, en coincidencia con las áreas llanas  o de llanuras. El color verde oscuro indica la presencia de  depresiones del terreno.

El amarillo es utilizado para las zonas con alturas entre 200 y 500 metros, que coinciden con las zonas de mesetas.

Las distintas tonalidades de marrón representan las alturas superiores a los 500 metros, es decir, las zonas de sierras y montañas. En estas áreas cuanto más oscuro es el tono del marrón, más alto es el terreno representado.

En el caso de las profundidades de los mares y océanos, se utilizan distintas tonalidades de celeste y azul. En las áreas de mayor profundidad, por ejemplo, en las fosas oceánicas el tono del azul será mucho más intenso. En las zonas correspondientes a la plataforma submarina (entre 0 y 200 metros de profundidad) se utiliza el color blanco.


IMPORTANTE: cuando se trabaja con un mapa físico hay que “leer” la escala cromática, para poder diferenciar los colores que han sido utilizados en el mismo para representar las alturas de los relieves. Es preciso puntualizar que puede haber una leve diferencia con la asignación de los colores en los mapas, que puede ser distinto según la editorial que lo haya publicado.


LAS FOTOGRAFÍAS


Las fotografías son imágenes que pueden ser “leídas” y, por lo tanto, constituyen una vía de acceso a información alternativa a la del texto escrito. Por medio de las fotografías obtenemos una imagen instantánea de un conjunto de objetos, paisajes o personas.

Las fotografías pueden ser:

-descriptas: quién las observa menciona  las características del paisaje, de los sujetos o de la distribución de algunos elementos en el espacio que ve. También puede ser  interpretadas, cuando se reconocen  algunos  patrones  de distribución o las  relaciones de semejanza o diferencia entre los elementos representados. La lectura de las fotografías nos permiten  formularnos interrogantes y conclusiones provisorias.

Las fotografías captan una parte de la realidad mayor y son tomadas por alguien, en un lugar y momentos determinados. Por eso, cuentan con un epígrafe: una frase corta que se coloca junto a ella, con el objeto de fijar su alcance espacial y temporal, así como su significado.

Las fotografías que son de interés para la geografía son aquellas que nos muestran paisajes o escenas de la realidad.

*Las fotografías pueden brindar información general, por ejemplo, qué elementos se observan en un paisaje rural; también nos permiten conocer un lugar determinado, por  ejemplo, cómo es el paisaje rural en los llanos del Orinoco, Venezuela .

*En una fotografía se pueden identificar elementos naturales (relieve, tipo de vegetación, etc) y construcciones sociales (por ejemplo tipos de construcción presentes en la infraestructura: calles, puentes, autopistas).

*La fotografía también puede mostrar personas, en ellas es importante identificar la actividad que ellas están realizando, su condición social, etc para poder establecer relaciones entre las mismas y el lugar donde se encuentran.

*En la fotografía conviene distinguir sus distintos planos y comenzar sus descripción desde los planos más alejados  hacia los más cercanos.


LAS FOTOGRAFÍAS AÉREAS


Las fotografías aéreas son representaciones de la superficie terrestre que permiten observaciones de cualquier parte o área de dicha superficie. Las fotografías proporcionan una representación fiel,  detallada e inmediata.

Las fotografías aéreas forman parte de los llamados sistemas de teledetección, es decir, un conjunto de técnicas eficaces para obtener información de la superficie terrestre a distancia.

Estas imágenes se obtienen desde aviones o helicópteros equipados con instrumentos especiales, denominados sensores, que recogen la información a distancia de las áreas y objetos ubicados sobre la superficie terrestre.

Las cámaras fotográficas son uno de los sensores más utilizados. Ellas se  instalan sobre soportes antivibracionales y están provistas de varias lentes y grandes cargadores de películas. Un proyector especial, al mismo tiempo, corrige la distorsión que se produce en las imágenes al estar el avión en movimiento. La técnica empleada  consiste en: combinar varias fotografías superpuestas del mismo terreno para crear  una imagen tridimensional, ya que están tomadas en distintas pasadas del avión y con diferentes ángulos. Luego se utilizan ordenadores y computadoras que automatizan la recolección de información.

Las fotografías aéreas se emplean  con frecuencia como un documento básico en la confección de mapas,  ya que facilitan el reconocimiento de las distintas zonas y el  relevamiento de los objetos que aparecen en ellas. Estas fotografías son asimismo,  muy utilizadas con fines más puntuales que requieran de información exacta, con una perspectiva aérea de la zona. Por ejemplo, el análisis de las fotografías aéreas permite conocer los elementos de una ciudad (distribución de viviendas, calles, espacios verdes etc.) y los procesos de urbanización; así como también el cambio de hábitat de especies animales, las áreas afectadas por inundaciones, el reconocimiento de áreas de frontera etc.


LAS IMÁGENES SATELITARIAS


Las imágenes satelitales  son recursos obtenidos con  sensores  remotos , desde satélites que orbitan alrededor de la Tierra,  entre  700 y 900 km de altura. Estos  pueden ser sensores de microondas que  captan  la energía electromagnética que emiten los elementos que hay en la superficie terrestre o  pueden usar el calor que irradian los objetos midiendo la onda de rayos infrarrojos. Toda la  información captada por el satélite es  retransmitida  en forma digital y reenviada a la Tierra para ser analizada, procesada  y transformada en imágenes.

Para facilitar su interpretación, suele recurrirse al falso color compuesto que tiñe de diferentes tonalidades a los diversos objetos.

Los colores orientan la interpretación de los diferentes objetos. Por ejemplo las áreas urbanas aparecen en tonos celestes o gris; la vegetación, en tonos pardos o rojizos; el suelo descubierto en tonos azules, blancos o verdosos.  El  agua con sedimentos en suspensión aparece en tonos azules; el agua pura aparece de color azul oscuro o negro; la nieve, las nubes y las salinas se ven blancas. 

En las imágenes existen ciertos patrones de las formas que permiten inferir la presencia de algunos elementos. Por ejemplo las líneas rectas suelen indicar la presencia de rutas o vías de comunicación. Las líneas rectas con curvas suaves, por ejemplo, pueden representar vías férreas. En cambio, las líneas rectas con curvas en ángulo recto pueden corresponder a carreteras.

Líneas irregulares: pueden manifestar la existencia de cursos de agua.

Formas regulares (cuadrados, rectángulos, etc) suelen indicar algún tipo de uso específico del suelo, como el  urbano (reconocible en el amanzanamiento) o rural (reconocible en las parcelas de cultivo).

Los objetos naturales tienen por lo general formas irregulares. Por ejemplo, las montañas tienen su típica forma rugosa e irregular y los ríos de llanura muestran su recorrido sinuoso. 

Su aplicación a usos civiles y militares es muy variada .En el campo de la oceanografía, por ejemplo, proporcionan información acerca de las características de las corrientes marinas. En  meteorología y climatología permiten detectar nubes y tormentas y ayudar en el pronóstico del tiempo. En hidrografía , contribuyen al monitoreo de las aguas superficiales.

En la agricultura se  aplica en: la predicción  de cosechas, evaluación del recurso suelo (procesos de degradación y erosión), mapas de uso del suelo, etc.