3ros años A y B 2020 GEOGRAFÍA Profesor:
Carlos Corzo 11/03/20
ORIGEN DEL NOMBRE: ¿POR QUÉ ARGENTINA?
Son la geografía y la historia conjugadas con la lingüística, las que a
través de los Hombres conforman la toponimia de un país.
La denominación de Argentina no escapa a esta regla y es el resultado de
un proceso evolutivo y cambiante que se encuentra íntimamente vinculado con el
desarrollo e integración de nuestro territorio desde los albores del descubrimiento
de América pasando por la sanción de la Constitución Nacional y que llega hasta
nuestros días.
Así como nuestro desarrollo histórico-geográfico y político se encuentra
ligado a las tierras que se extienden adyacentes al majestuoso río color de
león – Mar Dulce, Río de Solís, Río de Santa María, Río Jordán; el destino de
la denominación de nuestra Nación no se pudo desprender de la atracción del río
descubierto por Solís en 1516 y que finalmente se impondría en la cartografía
como "Río de la Plata". Tal denominación proviene de Portugal en la
tercera década del siglo XVI, para luego ser un uso corriente en los viajeros
españoles como Diego García o Pedro de Mendoza.
Es así que, el 21 de mayo de 1534, el rey de España firmaba el asiento
concedido a Pedro de Mendoza, para la conquista y población de las tierras y
provincias del Río de la Plata.
Por el año 1554, aparece por primera vez en una pieza cartográfica, del
portugués Lopo Homen la denominación de Terra Argentea.
En 1602 se publicó en Lisboa el libro a partir del cual se habría de
imponer la denominación de Argentina.
Nos referimos a la obra "Argentina y conquista del Río de la Plata,
con otros acaecidos de los reinos Del Perú, Tucumán y Estado del Brasil"
de Martín del Barco Centenera. Es aquí donde el autor utiliza la latinización
del término "argenteus", inusual para la época, ya que lo común era
utilizar la adjetivación argenteados o argénteo, según comenta Ángel Rosenblat
en su obra "Argentina, Historia de un Nombre".
En los primeros tiempos ese término se mantiene dentro de los sectores
cultos de la población y es así, que, Manuel José de Lavardén publica en el
primer número del Telégrafo Mercantil, su Oda al Majestuoso Río Paraná donde
hace mención a las "sencillas ninfas argentinas".
Un hito importante en la difusión del citado término, es su paso desde
los sectores cultos a los niveles populares, asociado al proceso revolucionario
de los Hombres de Mayo.
Un claro ejemplo, lo tenemos en el Himno Nacional de Vicente López y
Planes, adoptado por la Asamblea del año 1813: "A vosotros se atreve
¡Argentinos!..."
A partir de aquí, podemos comprobar cómo, desde una óptica eminentemente
literaria, nace la denominación de Argentina, y que con el transcurso de los
años pasaría a tener una connotación política-geográfica y que por sobre todo
iría marcando la individualización del habitante de las comarcas rioplatenses y
del espacio que ocupa.
Este espacio geográfico inmerso en las dilatadas tierras que la corona
española poseía en América va a tomar distintas denominaciones según los
descubridores y hechos históricos que se irán sucediendo en la difícil
integración y unidad nacional.
Desde el Virreinato del Perú, pasando por la formación del Virreinato
del Río de la Plata en 1776, hasta llegar a la actual denominación oficial,
encontramos títulos relacionados con los vaivenes políticos que se sucedieron
durante las distintas etapas de consolidación de nuestra entidad nacional.
La Primera Junta acuerda por expresión de su Cabildo, la denominación
Provincias Unidas del Río de la Plata, que a su vez será tomada por la Asamblea
del año XIII. Posteriormente, en 1816, el Congreso que proclamó la
independencia, utilizó el nombre de "Provincias Unidas del Río de la Plata
en Sudamérica".
Como vemos, en la época de nuestra emancipación no se utilizó con
frecuencia el término "Argentina". La razón la encontramos, en que al
estar tal denominación asociada a la hegemónica Buenos Aires, no constituía un
factor de integración entre las provincias. Con la Constitución de la República
Argentina del 24 de diciembre 1826 se oficializa esta designación.
El enfrentamiento entre federales y unitarios trae consigo la
utilización de las denominaciones Confederación Argentina o Provincias Unidas
del Río de la Plata, según las tendencias que las propiciaron.
El 1° de octubre de 1860 se promulga la Constitución de1853, donde se
realizan enmiendas a ésta y se agrega el art. 35, donde dice: "Las
denominaciones adoptadas sucesivamente desde 1810 hasta el presente a saber:
Provincias Unidas del Río de la Plata, República Argentina, Confederación
Argentina, serán en adelante nombres oficiales indistintamente para la
designación del gobierno y el territorio..."
A los días de promulgada en la ciudad de Paraná, el presidente Santiago
Derqui, teniendo en cuenta la necesidad de unificar la denominación de la
Nación para los actos administrativos, decreta que: "el gobierno ha venido
en acordar que para todos estos actos se use la denominación de República
Argentina". De allí derivan los calificativos con los cuales se
identificarían en el futuro a los habitantes y al territorio que ocupa el
extremo meridional del continente americano.
Pero como los hombres son quienes imponen los nombres, éstos no
permanecen inalterables, cambian, son modificados por los distintos usos o
costumbres. Así aparece una expresión simplificada para designar a nuestro país
en el orden internacional y especialmente dentro de la Organización de las
Naciones Unidas: Argentina, solamente, suprimiendo el sustantivo República.
Resumiendo, desde su origen latino y con las distintas denominaciones
con que nos conociera el mundo a lo largo de nuestro devenir histórico, hoy, el
nombre de Argentina identifica a esta nación de la que orgullosamente formamos
parte.
Significado
de los nombres de las provincias argentinas
Buenos
Aires
En la
primera fundación Pedro de Mendoza llamó al sitio Real de Nuestra Señora Santa
María del Buen Ayre para cumplir la promesa que hiciera a la Patrona de los
Navegantes que se hallaba en la Cofradía de los Mareantes de Triana y de la que
él era miembro. En efecto, “Buen Aire” es la castellanización del nombre de la
Virgen de Bonaria, es decir, de la Virgen de la Candelaria a quien los padres
mercedarios habían levantado un santuario para los navegantes.
Catamarca
La palabra Catamarca es de origen quichua y significa Castillo o
Fortaleza en la Falda. Cata es falda o ladera y marca es castillo o fortaleza
de la frontera.
Chaco
Chaco es nombre de una provincia argentina y una región del Paraguay. La
palabra viene de los idiomas aborígenes del norte de Argentina y del Paraguay.
Significa “territorio de caza” y está muy bien expresado ya que era un
territorio de abundante fauna. Allí se podía encontrar en abundancia: tapires,
ñandúes, jaguares, carpinchos, tatú mulita, tatú carreta, yacarés, víboras,
ciervos, osos hormigueros, loros, monos, y centenares de otras especies.
Rodeada de grandes ríos (Paraná, Paraguay, Pilcomayo, Bermejo) y de otros más
pequeños, así como esteros y lagunas, donde abundaba la pesca.
Chubut
El nombre Chubut proviene del vocablo chupat, perteneciente a una lejana
lengua de interfase entre las etnias tehuelches meridionales y septentrionales,
llamada tewsün o teushen. Hay dos teorías en cuanto a su significado: para
algunos estudios quiere decir “transparente”, aunque otros le adjudican la
traducción de “tortuoso, con muchas vueltas”.
Córdoba
En 1573, Jerónimo Luis de Cabrera fundó la ciudad de Córdoba de La Nueva
Andalucía, cuyo nombre es un homenaje a su ciudad natal, la ciudad española de
Córdoba en la comunidad de Andalucía.
Corrientes
Recibió el nombre debido a las siete “puntas” o salientes de tierra
sobre el río Paraná que poseía su asiento al ser fundada, tales salientes
generaban respectivas corrientes dentro del río mencionado. Popularmente en
idioma guaraní se la ha llamado Taragüí es decir lagartija porque había
abundancia de lagartijas en su solar. Las denominaciones fueron extendidas
luego a toda la provincia de la cual la ciudad es capital.
Entre Ríos
Si bien en su interior, esta provincia alberga numerosos pueblos y
ciudades cuyo nombre radica de tradiciones guaraníticas, la toponimia de “Entre
Ríos” tiene que ver exclusivamente por razones geográficas. El nombre de la
provincia refleja el hecho de que sus límites están dados por ríos o arroyos:
al oeste y sur, el río Paraná; al norte el Guayquiraró, el Mocoretá y los
arroyos Basualdo y Tunas; y al este, el río Uruguay.
Formosa
Se especula que el Nombre “Formosa” deriva de una locución latina que
significa “Hermosa” y que habría sido dado por los conquistadores españoles al
navegar por el Río Paraguay.
Jujuy
No hay acuerdo sobre la etimología de la palabra Jujuy. Podría provenir
del aymara Sipi-Sipi, que significaría “caballete o punta muy pronunciada entre
dos aguas” ya que está situada en el caballete o punta que forman los dos ríos
Grande y Chico. Y por otro lado se afirma que provendría del término quechua
xuxuyoc, con el que se designaba a una clase de funcionario inca a quienes los
españoles encontraron en la región. De xuxuyoc se pasó a su forma abreviada
xuxuy y de allí a la forma moderna Jujuy.
La Pampa
El caso de esta provincia, también radica en una caracterización de su
geografía. “Pampa” es una voz quechua que significa “llanura”, haciendo alusión
a la horizontalidad del relieve de esta provincia argentina.
La Rioja
Esta denominación es heredada de la comunidad española La Rioja, y su etimología
ha sido muy discutida. Las principales teorías son: la que le hace corresponder
con el río Oja, junto al que se encontraba la zona geográfica conocida
originalmente con ese nombre; la que apunta al término “rivalia” que se
traduciría como tierra de riachuelos; y la que indica que tendría sus orígenes
en la lengua vasca como unión de los vocablos erria y eguia, que se traduciría
como tierra de pan.
Mendoza
Los primeros españoles que ingresaron en el actual territorio mendocino
lo hicieron a las órdenes de Francisco de Villagra, quien descendió desde el
Perú por la ruta del Tucumán con el objetivo de unirse a Pedro de Valdivia en
Chile. El 2 de Marzo de 1561 el capitán Pedro del Castillo fundó la ciudad de
“Mendoza del Nuevo Valle de La Rioja” luego transformada en la capital
provincial, dándole el nombre del gobernador de Chile, García Hurtado de
Mendoza.
Misiones
Los antecedentes de la toponimia de esta provincia se remontan a la
creación del Gobierno Político y Militar de Misiones o Gobierno de los Treinta
Pueblos de las Misiones Guaraníes, por la Corona española para administrar los
territorios que dejaron abandonados los
Jesuitas al ser expulsados de sus misiones en territorios que hoy forman
parte de la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Neuquén
Neuquén proviene del mapuche Newenken, que significa “correntoso”, “arrollador”,
“pujante”, características que los antiguos pobladores de este territorio le
asignaban a los ríos de la región. Una de las primeras alusiones se encuentra
en las crónicas de extranjeros del sacerdote alemán Bernardo Haverstadt, en el
año 1752. Dónde en su diario de travesía cuenta, que pernoctó del otro lado de
un río amenazador llamado Neuquén.
Río Negro
El nombre de esta provincia proviene del río que recorre su territorio.
El río Negro, por su etimología puede dar a engaño, pues denota todo lo
contrario, sus aguas, el entorno por el que discurre, son todo un espectáculo
de belleza y armonía con la naturaleza. Su nombre proviene de la traducción literal
del mapundungun Curu Leuvu (en mapuche: curú=río y leuvú=negro), a pesar de que
sus aguas son de un color más verde oscuro que negro.
Salta
El nombre de la ciudad de Salta no ha sido aclarado hasta hoy, siendo
muy diversas las opiniones formuladas al respecto, inclinándonos hacia la que
le atribuye un origen indígena.
La palabra Saccta, de pronunciación gutural fuerte y que significa
“machacado, triturado”, puede haber sido pronunciada Salta por los españoles,
debido a su fácil adaptación fonética de nuestro idioma. Pudo ese lugar haber
sido también el sitio en que se machacaba y trituraba el producto de las minas
que los Incas explotaban menos cerca de Salta, por ser el clima del valle
apropiado para un asiento permanente de tales actividades. Otra voz quechua en
que se puede buscar etimología de Salta es Salcca, que quiere decir salvaje,
huraño, adjetivo que pudieron haber aplicado los conquistadores incaicos a los
aborígenes del valle de Lerma, donde habitaban algunas parcialidades de los
calchaquíes.
San Juan
El 13 de junio de 1562 Juan Jufré de Loayza y Montese, fundó San Juan de
la Frontera, en el valle de Tucuna, por orden de Francisco de Villagra, capitán
general de Chile. La ceremonia tuvo pocos testigos: el reducido grupo de
españoles que acompañaban a Jufré y algunos indígenas. Se leyó un acta, que fue
firmada por algunos de los expedicionarios presentes. El acta de fundación de
la ciudad la bautizó San Juan de la Frontera en honor del santo patrono San
Juan Bautista y por llegar su territorio hasta la frontera con el Tucumán.
San Luis
Aunque se ha perdido su acta fundacional, se cree que la ciudad de San
Luis fue fundada el 25 de agosto de 1594 por Luis Jofré de Loaysa y Meneses,
teniente corregidor de Cuyo. La región formaba parte del corregimiento de Cuyo
con cabecera en la ciudad de Mendoza integrando la Capitanía General de Chile
dependiente del virreinato del Perú
En 1596, después de haber sido abandonada, Martín García Oñez de Loyola,
capitán general de Chile, mandó fundarla nuevamente. Entonces la ciudad recibió
el nombre de “San Luis de Loyola Nueva Medina de Río Seco”.
Santa Cruz
Durante la invernada en San Julián, Magallanes envió al piloto Juan
Serrano con la Santiago en viaje de exploración hacia el sur. El día 3 de mayo
de 1520, Serrano entró en un río al que llamo “Santa Cruz”, por ser ése el día
de la “Invención de la Santa Cruz”.
Santa Fe
La denominación de esta provincia argentina denota la herencia cristiana
de la conquista española. Por orden de Martín Suárez de Toledo, gobernador de
Asunción, Juan de Garay, en su carácter de Capitán y Justicia Mayor en la
conquista y población del Paraná y Río de la Plata, fundó la ciudad con el
nombre de Santa Fe de la Vera Cruz, el 15 de noviembre de 1573.
Santiago del Estero
El nombre de esta provincia se debe a que el 25 de julio de 1553 se
funda la ciudad de Santiago del Estero del Nuevo Maestrazgo, por ser el día de
Santiago Apóstol bajo cuya advocación se puso la ciudad.
Tierra del Fuego
Su nombre fue el dado por los hombres de Magallanes a la isla en 1520
pues habían visto fogatas en las montañas. Fue declarado territorio nacional en
1943; más tarde se convirtió en parque nacional a cargo del Ministerio de
Marina, y en 1990 se transformó en provincia.
Tucumán
Las etimologías son hasta el momento muy variadas: según algunos deriva
de una palabra compuesta en idioma lule: tucu-manita que se traduciría por
territorio en donde abunda el tucu, siendo el tucu o tucu-tucu la denominación
del coleóptero con órganos luminiscentes llamado también cocuyo o cocuy. Otra
denominación —también de etimología lule— es la palabra compuesta yukkuman o
yakuman, que se traduce por “ir hacia donde abunda o se reúne el agua” (lugar
de los ríos); donde “yaku” significa “agua” y “man” significa “ir hacia”.
Islas Malvinas
El nombre de Malvinas deriva de Saint Maule, lugar de procedencia de los
primeros marinos franceses que cartografiaron la zona.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
El escritor santafesino Ezequiel Martínez Estrada definió a la
cosmopolita ciudad de Buenos Aires como la “Cabeza de Goliat” por su tamaño y
poderío en contraste con el resto del país. Otros autores la han denominado “La
Reina del Plata” por coronar al Río de la Plata, que se puede recorrer en un
paseo por el famoso barco Humerto M, e incluso ha recibido el nombre de la
“París del Sur” por las hermosas obras arquitectónicas que ostentan las calles
de esta ciudad, y que se pueden recorrer de día y de noche. Son muchas las
formas en que se ha denominado a esta ciudad, pero el origen de su nombre es
realmente tan mítico como la ciudad misma.
También llamada Capital Federal de Argentina, la ciudad de Buenos Aires
recibe su nombre de una advocación de la Virgen María de origen italiano: la
Madonna del Bonaire, protectora de los navegantes, cuyo nombre fue
castellanizado como Nuestra Señora del Buen Ayre o Virgen de la Candelaria, por
portar en su mano una vela encendida. En su honor, Pedro de Mendoza, el primer
conquistador español en tocar esta tierra, la bautizó como “Puerto de Nuestra
Señora María del Buen Aire”, nombre que también explica el Los Orígenes de
Buenos Aires, gentilicio “porteño” que aplica a los residentes y nativos de
esta ciudad desde épocas coloniales.
La ciudad fue registrada ante la corona española como “Ciudad de la
Santísima Trinidad y Puerto de Nuestra Señora del Buen Ayre”, pero por uso y
practicidad de los inmigrantes, comerciantes y navegantes, su nombre se
simplificó sencillamente a “Buenos Aires”, nombre corto por el que los
argentinos y el mundo entero conocen actualmente a esta ciudad, cuyas
atracciones compiten a nivel mundial en tradición y belleza, y donde la música
y el baile siguen definiendo la cultura popular.
El historiador paraguayo
Ruy Díaz de Guzmán registró en su obra “La Argentina Manuscrita” la anécdota de
que el conquistador Sancho del Campo pronunció la frase “¡Qué buenos aires son
los de este suelo!”, mientras bajaba de su embarcación a tierra firme, lo que
ocasionó que por mucho tiempo se creyera que éste era el origen del nombre, sin
embargo, parece que fue más bien en honor del nombre de la ciudad que la frase
fue pronunciada.
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