lunes, 9 de marzo de 2020


3ros años A y B 2020 GEOGRAFÍA Profesor: Carlos Corzo 11/03/20


ORIGEN DEL NOMBRE: ¿POR QUÉ ARGENTINA?

Son la geografía y la historia conjugadas con la lingüística, las que a través de los Hombres conforman la toponimia de un país.
La denominación de Argentina no escapa a esta regla y es el resultado de un proceso evolutivo y cambiante que se encuentra íntimamente vinculado con el desarrollo e integración de nuestro territorio desde los albores del descubrimiento de América pasando por la sanción de la Constitución Nacional y que llega hasta nuestros días.
Así como nuestro desarrollo histórico-geográfico y político se encuentra ligado a las tierras que se extienden adyacentes al majestuoso río color de león – Mar Dulce, Río de Solís, Río de Santa María, Río Jordán; el destino de la denominación de nuestra Nación no se pudo desprender de la atracción del río descubierto por Solís en 1516 y que finalmente se impondría en la cartografía como "Río de la Plata". Tal denominación proviene de Portugal en la tercera década del siglo XVI, para luego ser un uso corriente en los viajeros españoles como Diego García o Pedro de Mendoza.
Es así que, el 21 de mayo de 1534, el rey de España firmaba el asiento concedido a Pedro de Mendoza, para la conquista y población de las tierras y provincias del Río de la Plata.
Por el año 1554, aparece por primera vez en una pieza cartográfica, del portugués Lopo Homen la denominación de Terra Argentea.
En 1602 se publicó en Lisboa el libro a partir del cual se habría de imponer la denominación de Argentina.
Nos referimos a la obra "Argentina y conquista del Río de la Plata, con otros acaecidos de los reinos Del Perú, Tucumán y Estado del Brasil" de Martín del Barco Centenera. Es aquí donde el autor utiliza la latinización del término "argenteus", inusual para la época, ya que lo común era utilizar la adjetivación argenteados o argénteo, según comenta Ángel Rosenblat en su obra "Argentina, Historia de un Nombre".
En los primeros tiempos ese término se mantiene dentro de los sectores cultos de la población y es así, que, Manuel José de Lavardén publica en el primer número del Telégrafo Mercantil, su Oda al Majestuoso Río Paraná donde hace mención a las "sencillas ninfas argentinas".
Un hito importante en la difusión del citado término, es su paso desde los sectores cultos a los niveles populares, asociado al proceso revolucionario de los Hombres de Mayo.
Un claro ejemplo, lo tenemos en el Himno Nacional de Vicente López y Planes, adoptado por la Asamblea del año 1813: "A vosotros se atreve ¡Argentinos!..."
A partir de aquí, podemos comprobar cómo, desde una óptica eminentemente literaria, nace la denominación de Argentina, y que con el transcurso de los años pasaría a tener una connotación política-geográfica y que por sobre todo iría marcando la individualización del habitante de las comarcas rioplatenses y del espacio que ocupa.
Este espacio geográfico inmerso en las dilatadas tierras que la corona española poseía en América va a tomar distintas denominaciones según los descubridores y hechos históricos que se irán sucediendo en la difícil integración y unidad nacional.
Desde el Virreinato del Perú, pasando por la formación del Virreinato del Río de la Plata en 1776, hasta llegar a la actual denominación oficial, encontramos títulos relacionados con los vaivenes políticos que se sucedieron durante las distintas etapas de consolidación de nuestra entidad nacional.
La Primera Junta acuerda por expresión de su Cabildo, la denominación Provincias Unidas del Río de la Plata, que a su vez será tomada por la Asamblea del año XIII. Posteriormente, en 1816, el Congreso que proclamó la independencia, utilizó el nombre de "Provincias Unidas del Río de la Plata en Sudamérica".

Como vemos, en la época de nuestra emancipación no se utilizó con frecuencia el término "Argentina". La razón la encontramos, en que al estar tal denominación asociada a la hegemónica Buenos Aires, no constituía un factor de integración entre las provincias. Con la Constitución de la República Argentina del 24 de diciembre 1826 se oficializa esta designación.
El enfrentamiento entre federales y unitarios trae consigo la utilización de las denominaciones Confederación Argentina o Provincias Unidas del Río de la Plata, según las tendencias que las propiciaron.
El 1° de octubre de 1860 se promulga la Constitución de1853, donde se realizan enmiendas a ésta y se agrega el art. 35, donde dice: "Las denominaciones adoptadas sucesivamente desde 1810 hasta el presente a saber: Provincias Unidas del Río de la Plata, República Argentina, Confederación Argentina, serán en adelante nombres oficiales indistintamente para la designación del gobierno y el territorio..."
A los días de promulgada en la ciudad de Paraná, el presidente Santiago Derqui, teniendo en cuenta la necesidad de unificar la denominación de la Nación para los actos administrativos, decreta que: "el gobierno ha venido en acordar que para todos estos actos se use la denominación de República Argentina". De allí derivan los calificativos con los cuales se identificarían en el futuro a los habitantes y al territorio que ocupa el extremo meridional del continente americano.
Pero como los hombres son quienes imponen los nombres, éstos no permanecen inalterables, cambian, son modificados por los distintos usos o costumbres. Así aparece una expresión simplificada para designar a nuestro país en el orden internacional y especialmente dentro de la Organización de las Naciones Unidas: Argentina, solamente, suprimiendo el sustantivo República.
Resumiendo, desde su origen latino y con las distintas denominaciones con que nos conociera el mundo a lo largo de nuestro devenir histórico, hoy, el nombre de Argentina identifica a esta nación de la que orgullosamente formamos parte.

Significado de los nombres de las provincias argentinas

Buenos Aires

En la primera fundación Pedro de Mendoza llamó al sitio Real de Nuestra Señora Santa María del Buen Ayre para cumplir la promesa que hiciera a la Patrona de los Navegantes que se hallaba en la Cofradía de los Mareantes de Triana y de la que él era miembro. En efecto, “Buen Aire” es la castellanización del nombre de la Virgen de Bonaria, es decir, de la Virgen de la Candelaria a quien los padres mercedarios habían levantado un santuario para los navegantes.

Catamarca
La palabra Catamarca es de origen quichua y significa Castillo o Fortaleza en la Falda. Cata es falda o ladera y marca es castillo o fortaleza de la frontera.

Chaco

Chaco es nombre de una provincia argentina y una región del Paraguay. La palabra viene de los idiomas aborígenes del norte de Argentina y del Paraguay. Significa “territorio de caza” y está muy bien expresado ya que era un territorio de abundante fauna. Allí se podía encontrar en abundancia: tapires, ñandúes, jaguares, carpinchos, tatú mulita, tatú carreta, yacarés, víboras, ciervos, osos hormigueros, loros, monos, y centenares de otras especies. Rodeada de grandes ríos (Paraná, Paraguay, Pilcomayo, Bermejo) y de otros más pequeños, así como esteros y lagunas, donde abundaba la pesca.

Chubut

El nombre Chubut proviene del vocablo chupat, perteneciente a una lejana lengua de interfase entre las etnias tehuelches meridionales y septentrionales, llamada tewsün o teushen. Hay dos teorías en cuanto a su significado: para algunos estudios quiere decir “transparente”, aunque otros le adjudican la traducción de “tortuoso, con muchas vueltas”.
 En ambos casos, dichas acepciones pueden conectarse directamente con cualidades que los antiguos pobladores de este territorio le asignaban al río.

Córdoba

En 1573, Jerónimo Luis de Cabrera fundó la ciudad de Córdoba de La Nueva Andalucía, cuyo nombre es un homenaje a su ciudad natal, la ciudad española de Córdoba en la comunidad de Andalucía.

Corrientes

Recibió el nombre debido a las siete “puntas” o salientes de tierra sobre el río Paraná que poseía su asiento al ser fundada, tales salientes generaban respectivas corrientes dentro del río mencionado. Popularmente en idioma guaraní se la ha llamado Taragüí es decir lagartija porque había abundancia de lagartijas en su solar. Las denominaciones fueron extendidas luego a toda la provincia de la cual la ciudad es capital.

Entre Ríos

Si bien en su interior, esta provincia alberga numerosos pueblos y ciudades cuyo nombre radica de tradiciones guaraníticas, la toponimia de “Entre Ríos” tiene que ver exclusivamente por razones geográficas. El nombre de la provincia refleja el hecho de que sus límites están dados por ríos o arroyos: al oeste y sur, el río Paraná; al norte el Guayquiraró, el Mocoretá y los arroyos Basualdo y Tunas; y al este, el río Uruguay.

Formosa

Se especula que el Nombre “Formosa” deriva de una locución latina que significa “Hermosa” y que habría sido dado por los conquistadores españoles al navegar por el Río Paraguay.

Jujuy

No hay acuerdo sobre la etimología de la palabra Jujuy. Podría provenir del aymara Sipi-Sipi, que significaría “caballete o punta muy pronunciada entre dos aguas” ya que está situada en el caballete o punta que forman los dos ríos Grande y Chico. Y por otro lado se afirma que provendría del término quechua xuxuyoc, con el que se designaba a una clase de funcionario inca a quienes los españoles encontraron en la región. De xuxuyoc se pasó a su forma abreviada xuxuy y de allí a la forma moderna Jujuy.
La Pampa
El caso de esta provincia, también radica en una caracterización de su geografía. “Pampa” es una voz quechua que significa “llanura”, haciendo alusión a la horizontalidad del relieve de esta provincia argentina.

La Rioja

Esta denominación es heredada de la comunidad española La Rioja, y su etimología ha sido muy discutida. Las principales teorías son: la que le hace corresponder con el río Oja, junto al que se encontraba la zona geográfica conocida originalmente con ese nombre; la que apunta al término “rivalia” que se traduciría como tierra de riachuelos; y la que indica que tendría sus orígenes en la lengua vasca como unión de los vocablos erria y eguia, que se traduciría como tierra de pan.

Mendoza

Los primeros españoles que ingresaron en el actual territorio mendocino lo hicieron a las órdenes de Francisco de Villagra, quien descendió desde el Perú por la ruta del Tucumán con el objetivo de unirse a Pedro de Valdivia en Chile. El 2 de Marzo de 1561 el capitán Pedro del Castillo fundó la ciudad de “Mendoza del Nuevo Valle de La Rioja” luego transformada en la capital provincial, dándole el nombre del gobernador de Chile, García Hurtado de Mendoza.


Misiones

Los antecedentes de la toponimia de esta provincia se remontan a la creación del Gobierno Político y Militar de Misiones o Gobierno de los Treinta Pueblos de las Misiones Guaraníes, por la Corona española para administrar los territorios que dejaron abandonados los  Jesuitas al ser expulsados de sus misiones en territorios que hoy forman parte de la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

Neuquén

Neuquén proviene del mapuche Newenken, que significa “correntoso”, “arrollador”, “pujante”, características que los antiguos pobladores de este territorio le asignaban a los ríos de la región. Una de las primeras alusiones se encuentra en las crónicas de extranjeros del sacerdote alemán Bernardo Haverstadt, en el año 1752. Dónde en su diario de travesía cuenta, que pernoctó del otro lado de un río amenazador llamado Neuquén.

Río Negro

El nombre de esta provincia proviene del río que recorre su territorio. El río Negro, por su etimología puede dar a engaño, pues denota todo lo contrario, sus aguas, el entorno por el que discurre, son todo un espectáculo de belleza y armonía con la naturaleza. Su nombre proviene de la traducción literal del mapundungun Curu Leuvu (en mapuche: curú=río y leuvú=negro), a pesar de que sus aguas son de un color más verde oscuro que negro.

Salta

El nombre de la ciudad de Salta no ha sido aclarado hasta hoy, siendo muy diversas las opiniones formuladas al respecto, inclinándonos hacia la que le atribuye un origen indígena.
La palabra Saccta, de pronunciación gutural fuerte y que significa “machacado, triturado”, puede haber sido pronunciada Salta por los españoles, debido a su fácil adaptación fonética de nuestro idioma. Pudo ese lugar haber sido también el sitio en que se machacaba y trituraba el producto de las minas que los Incas explotaban menos cerca de Salta, por ser el clima del valle apropiado para un asiento permanente de tales actividades. Otra voz quechua en que se puede buscar etimología de Salta es Salcca, que quiere decir salvaje, huraño, adjetivo que pudieron haber aplicado los conquistadores incaicos a los aborígenes del valle de Lerma, donde habitaban algunas parcialidades de los calchaquíes.

San Juan

El 13 de junio de 1562 Juan Jufré de Loayza y Montese, fundó San Juan de la Frontera, en el valle de Tucuna, por orden de Francisco de Villagra, capitán general de Chile. La ceremonia tuvo pocos testigos: el reducido grupo de españoles que acompañaban a Jufré y algunos indígenas. Se leyó un acta, que fue firmada por algunos de los expedicionarios presentes. El acta de fundación de la ciudad la bautizó San Juan de la Frontera en honor del santo patrono San Juan Bautista y por llegar su territorio hasta la frontera con el Tucumán.

San Luis

Aunque se ha perdido su acta fundacional, se cree que la ciudad de San Luis fue fundada el 25 de agosto de 1594 por Luis Jofré de Loaysa y Meneses, teniente corregidor de Cuyo. La región formaba parte del corregimiento de Cuyo con cabecera en la ciudad de Mendoza integrando la Capitanía General de Chile dependiente del virreinato del Perú
En 1596, después de haber sido abandonada, Martín García Oñez de Loyola, capitán general de Chile, mandó fundarla nuevamente. Entonces la ciudad recibió el nombre de “San Luis de Loyola Nueva Medina de Río Seco”.

Santa Cruz
Durante la invernada en San Julián, Magallanes envió al piloto Juan Serrano con la Santiago en viaje de exploración hacia el sur. El día 3 de mayo de 1520, Serrano entró en un río al que llamo “Santa Cruz”, por ser ése el día de la “Invención de la Santa Cruz”.

Santa Fe

La denominación de esta provincia argentina denota la herencia cristiana de la conquista española. Por orden de Martín Suárez de Toledo, gobernador de Asunción, Juan de Garay, en su carácter de Capitán y Justicia Mayor en la conquista y población del Paraná y Río de la Plata, fundó la ciudad con el nombre de Santa Fe de la Vera Cruz, el 15 de noviembre de 1573.

Santiago del Estero

El nombre de esta provincia se debe a que el 25 de julio de 1553 se funda la ciudad de Santiago del Estero del Nuevo Maestrazgo, por ser el día de Santiago Apóstol bajo cuya advocación se puso la ciudad.

Tierra del Fuego

Su nombre fue el dado por los hombres de Magallanes a la isla en 1520 pues habían visto fogatas en las montañas. Fue declarado territorio nacional en 1943; más tarde se convirtió en parque nacional a cargo del Ministerio de Marina, y en 1990 se transformó en provincia.

Tucumán
Las etimologías son hasta el momento muy variadas: según algunos deriva de una palabra compuesta en idioma lule: tucu-manita que se traduciría por territorio en donde abunda el tucu, siendo el tucu o tucu-tucu la denominación del coleóptero con órganos luminiscentes llamado también cocuyo o cocuy. Otra denominación —también de etimología lule— es la palabra compuesta yukkuman o yakuman, que se traduce por “ir hacia donde abunda o se reúne el agua” (lugar de los ríos); donde “yaku” significa “agua” y “man” significa “ir hacia”.

Islas Malvinas

El nombre de Malvinas deriva de Saint Maule, lugar de procedencia de los primeros marinos franceses que cartografiaron la zona.

Ciudad Autónoma de Buenos Aires

El escritor santafesino Ezequiel Martínez Estrada definió a la cosmopolita ciudad de Buenos Aires como la “Cabeza de Goliat” por su tamaño y poderío en contraste con el resto del país. Otros autores la han denominado “La Reina del Plata” por coronar al Río de la Plata, que se puede recorrer en un paseo por el famoso barco Humerto M, e incluso ha recibido el nombre de la “París del Sur” por las hermosas obras arquitectónicas que ostentan las calles de esta ciudad, y que se pueden recorrer de día y de noche. Son muchas las formas en que se ha denominado a esta ciudad, pero el origen de su nombre es realmente tan mítico como la ciudad misma.
También llamada Capital Federal de Argentina, la ciudad de Buenos Aires recibe su nombre de una advocación de la Virgen María de origen italiano: la Madonna del Bonaire, protectora de los navegantes, cuyo nombre fue castellanizado como Nuestra Señora del Buen Ayre o Virgen de la Candelaria, por portar en su mano una vela encendida. En su honor, Pedro de Mendoza, el primer conquistador español en tocar esta tierra, la bautizó como “Puerto de Nuestra Señora María del Buen Aire”, nombre que también explica el Los Orígenes de Buenos Aires, gentilicio “porteño” que aplica a los residentes y nativos de esta ciudad desde épocas coloniales.
La ciudad fue registrada ante la corona española como “Ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Nuestra Señora del Buen Ayre”, pero por uso y practicidad de los inmigrantes, comerciantes y navegantes, su nombre se simplificó sencillamente a “Buenos Aires”, nombre corto por el que los argentinos y el mundo entero conocen actualmente a esta ciudad, cuyas atracciones compiten a nivel mundial en tradición y belleza, y donde la música y el baile siguen definiendo la cultura popular.
El historiador paraguayo Ruy Díaz de Guzmán registró en su obra “La Argentina Manuscrita” la anécdota de que el conquistador Sancho del Campo pronunció la frase “¡Qué buenos aires son los de este suelo!”, mientras bajaba de su embarcación a tierra firme, lo que ocasionó que por mucho tiempo se creyera que éste era el origen del nombre, sin embargo, parece que fue más bien en honor del nombre de la ciudad que la frase fue pronunciada.

No hay comentarios: