lunes, 30 de marzo de 2020



¿DE QUÉ HABLA?  All along the watchtower

Esta traducción va a ser necesariamente polémica. Bob Dylan es mucho más que un compositor de canciones. Se trata de uno de los músicos y poetas más influyentes de los Estados Unidos, lugar que representa una de las usinas más prolíficas del rock y el pop. A su vez, si bien no es su canción más conocida , hay elementos que permiten inferir que sí es su “preferida”. La mayoría de los sitios consultados destacan que es la canción que más veces ha tocado en vivo, incluso por encima de la famosísima “Like a Rolling Stone”. A su vez, es una canción que ha sido objeto de excelentes covers, entre los que se destacan muy por encima de todas la de Jimi Hendrix dentro de una lista muy extensa (el autor de la nota recomienda una versión de Keziah Jones, que  en you tube figura como All Along the Watchtower - live @ Jazz à Vienne del 17 de julio de 2017). Pero también hay otras muy buenas como las de Bryan Ferry o Neil Young, entre otros.

 Bien, vayamos a los hechos:

a) Es muy importante hablar del contexto de realización de la canción. Hay que ubicarse en el año 1967 y remontarse al octavo disco de Dylan llamado “John Wesley Harding” (en honor a un pistolero que vivió y murió al margen de la ley en el siglo XIX en Estados Unidos). Un año antes de la salida del álbum, Dylan sufre un accidente en moto que lo lleva a bajar varios cambios. Estaba tapado de trabajo, entre giras, libros, y hasta películas que le demandaban sus compromisos contractuales y el tipo decide recluirse. Con apenas tres músicos y con muy pocas horas de trabajo, saca un disco en el que vuelve a las raíces folk y con letras influidas por una conversión al cristianismo posterior al trauma del accidente. Volveremos más adelante sobre eso.

b) No hemos encontrado referencias directas de Dylan a la letra y eso lleva a que hayan proliferado diversas interpretaciones. Hay dos grandes grupos de interpretaciones: el primero la asocia a la Biblia, apoyada en el estilo parabólico (relato simbólico con una enseñanza, habitualmente, moral) que tiene la canción y a la conversión religiosa que experimentó Dylan durante aquellos años. El segundo grupo nos habla, en términos generales, de una crítica a la sociedad. Tendremos en cuenta ambas miradas. Vayamos a la letra.

All along the watchtower
A lo largo del mirador
Los testigos de Jehová tradujeron “El Atalaya” a la revista “The watchtower”, pero el sentido más genérico, y que nos parece respeta la ambigüedad de la letra es “mirador”.

“There must be some way out of here,” said the joker to the thief.
“There’s too much confusion, I can’t get no relief.
Businessmen, they drink my wine, plowmen dig my earth
None of them along the line know what any of it is worth”

“Tiene que haber alguna forma de salir de aquí”, dijo el bromista al ladrón.
“Hay demasiada confusión, no puedo conseguir liberarme.
(Los) hombres de negocios, ellos se toman mi vino, (los) labradores cavan mi tierra.
Ninguno de ellos, mientras tanto, comprende lo que vale la pena”.


Como se ve, se trata de un sentido plenamente metafórico. Dijimos que Dylan había utilizado mucho las parábolas en este disco, por lo que una de nuestras tareas será comprender qué lección moral nos quiere dar con la canción. Antes que nada vamos a hacer referencia a las interpretaciones bíblicas.
Todas coinciden en que la letra está inspirada en el libro de Isaías a partir del capítulo 21. De cualquier forma, podemos estar seguros que Dylan no hizo, simplemente, un homenaje a la Biblia, sino que ha utilizado uno de sus relatos para referirse a su tiempo.

En la Biblia en Isaías 21 Caída de Babilonia, se lee:
Profecía sobre el desierto que está junto al mar
“Una visión siniestra
se presenta a mis ojos:
como tempestad  que pasa por el Neguev,
vienen del desierto,
 del país espantoso.
El salteador se dedica al saqueo,
y el destructor a la destrucción.
Sube,  Elam;
pon sitio, Media.
No tengas piedad
Por eso, mis entrañas
se estremecen de espanto;
y el dolor se apoderaron de mí, como una mujer que da a luz;
estoy muy asustado para oír,
muy aterrado para ver.
Me da saltos el corazón,
siento escalofríos;
el atardecer, que tanto esperaba,
ahora me causa pánico.
Se pone la mesa
se extiende el mantel
se come, se bebe.
¿Arriba capitanes
preparen sus escudos!
Pues así me hablado el Señor:
anda coloca un  centinela
para que comunique lo que vea.
Si ve tropas de caballería
y a los jinetes formados de dos en dos,
unos montados en burros
otros en camellos,
que ponga atención, mucha atención
El Vigía exclamó:
En lo alto de la torre mi Señor,
estoy de pie todo el día,
y en mi puesto de guardia
permanezco alerta toda la noche.
Pues bien veo acercarse la caballería
Y a los jinetes formados de dos en dos.
Entonces me han hablado  
y me han dicho:
Cayó, cayó Babilonia;
y todas las estatuas de sus dioses
han rodado por el suelo
hechas pedazos
Oh  pueblo mío, que has sido
pisoteado y trillado en la era,
lo que he oído de Yavé  de los Ejércitos,
Dios de Israel
yo te lo anuncio”.

Estamos en el medio de una conversación y el bromista (estuve tentado en traducir juglar, pero tiene su palabra específica. De todas maneras, veremos que el bromista dice cosas serias, por lo que su nombre es alegórico) le dice al “ladrón” que está buscando una salida a una situación que lo tiene atrapado (como estaba el propio Dylan antes del accidente, y como se encuentra encerrada en general la mayoría de la gente en la alienante rutina).

“the relief of”: es el acto de liberar una ciudad sitiada, por lo que se juega con el doble sentido de alivio personal y liberación de un asedio general.

Los hombres de negocios se toman mi vino, da la impresión que se puede entender como que las compañías discográficas me explotan o que la burguesía explota a todo el mundo. Los labradores cavan mi tierra, entiendo que también tiene que ver con una forma de alienación, ya que trabajan una tierra que no es propia, o bien se quedan con la cosecha de lo que me pertenece, no en términos de propiedad privada, sino intelectual (se quedan con las ganancias de sus discos, por ejemplo). A su vez, el último verso de la estrofa nos deja en claro que ninguno de ellos sabe lo que esto cuesta, o lo que verdaderamente vale la pena.

“along the line”: durante el tiempo que estás involucrado en una actividad o proceso.

“No reason to get excited,” the thief, he kindly spoke
“There are many here among us who feel that life is but a joke
But you and I, we’ve been through that, and this is not our fate
So let us not talk falsely now, the hour is getting late”

“No hay razón para ponerse nervioso”, el ladrón, amablemente habló.
“Hay muchos acá entre nosotros que sienten que la vida no es otra cosa que una broma.
Pero vos y yo, nosotros hemos pasado por eso, y este no es nuestro destino.
Asi que no nos digamos mentiras, se está haciendo tarde”.

El ladrón contesta amablemente. Las referencias bíblicas nos dicen que estos dos son los que acompañan a Jesús en la cruz. Eran dos ladrones, uno le hace bromas a Cristo y el otro lo reta y lo llama a la reflexión. De cualquier forma, en la canción el ladrón le dice al bromista que la gente común (el pueblo, los fanáticos de las bandas) creen que la vida es una broma. Y sigue profundizando esa idea, al aclarar que ellos no son dos personas comunes, sino que ya han pasado por esa situación de ignorancia, desesperanza, alienación. Por lo tanto, no hablemos entre nosotros como si no conociéramos el paño y dejemos de perder tiempo.
All along the watchtower, princes kept the view.
While all the women came and went, barefoot servants, too.
Outside in the distance a wildcat did growl.
Two riders were approaching, the wind began to howl.

(Todo) a lo largo del mirador. los príncipes mantenían alerta la vista.
Mientras todas las mujeres venían y se iban, (y los) sirvientes descalzos también.
Afuera en la distancia un gato montés gruñó.
Dos jinetes se estaban acercando, (y) el viento comenzó a aullar.




En ese mirador, en esa torre de marfil elevada sobre el sentido común, los príncipes intentan conservar el poder, por eso están alerta. Mientras tanto, el pueblo va y viene indiferente, padece los avatares de la rutina. De pronto, la naturaleza se manifiesta a través de animales salvajes y del aullido del viento. Se acercan dos jinetes que evidentemente anuncian algo. Las lecturas bíblicas sugieren que son dos mensajeros y que todo se trata de una referencia a Babilonia o Babel, en tanto, ciudad del pecado. Del extremo opuesto aseguran que es una metáfora del contrato que Dylan rompió con Columbia recién en 1973 lo que parece poco probable.
Lo que sabemos es que Dylan se sentía muy presionado por las compañías, con un hijo recién nacido y una familia en crecimiento (después tuvo cuatro chicos más y adoptó otro). En ese contexto, sufre un accidente terrible, o mejor dicho, un fuerte llamado de atención, se vuelca al cristianismo, pero no renuncia a ser un portavoz de su generación, ya que sus influencias musicales y poéticas tienen que ver con músicos y poetas de protesta o contraculturales.

En conclusión, y siempre dejando en claro que esta lectura es absolutamente personal y está muy lejos de pretender ser “la interpretación”, entiendo que Dylan escribe esta letra como una metáfora de la inmoralidad del capitalismo, que no respeta ni siquiera la salud ni las cosas más valiosas de los trabajadores (se toman mi vino, hablando de Cristo, me chupan la sangre), y de alguna manera les opone una resistencia y los llama a tener cuidado con esos jinetes porque un día la tortilla se va a dar vuelta.

A continuación, la traducción completa:

“Tiene que haber alguna forma de salir de aquí”, dijo el bromista al ladrón.
“Hay demasiada confusión, no puedo conseguir liberarme.
(Los) hombres de negocios, ellos se toman mi vino, (los) labradores cavan mi tierra.
Ninguno de ellos, mientras tanto, comprende lo que vale la pena”.

“No hay razón para ponerse nervioso”, el ladrón, amablemente habló.
“Hay muchos acá entre nosotros que sienten que la vida no es otra cosa que una broma.
Pero vos y yo, nosotros (ya) hemos pasado por eso, y este no es nuestro destino.
Asi que no nos digamos mentiras, se está haciendo tarde”.

(Todo) a lo largo del mirador. los príncipes mantenían alerta la vista.
Mientras todas las mujeres venían y se iban, (y los) sirvientes descalzos también.
Afuera en la distancia un gato montés gruñó.
Dos jinetes se estaban acercando, (y) el viento comenzó a aullar.

miércoles, 11 de marzo de 2020


IMA 2020 3ro   GEOGRAFÍA Profesor: Carlos Corzo

En www.pagina12.com 11 de marzo de 2020   VERSIÓN ADAPTADA

La provincia de Buenos Aires como problema  Por José Natanson

Con casi 17 millones de habitantes (172.000.000.000 de dólares de producto), la provincia de Buenos Aires expresa el 38 por ciento del total de la población del país (y un tercio del PBI), lejos del 8 por ciento aproximado de Córdoba, la Ciudad de Buenos Aires o Santa Fe. Ninguna entidad sub-nacional de otros países federales ostenta semejante supremacía: el peso de San Pablo sobre el total brasileño alcanza el 25 por ciento de la población, el de California el 12% y el del Estado de México el 13%.

Este desequilibrio se agravó tras la reforma constitucional de 1994, que eliminó el Colegio Electoral, que suavizaba las diferencias del padrón entre las diferentes provincias, e instauró el voto directo: hoy ningún candidato a Presidente puede ganar sin los votos bonaerenses, en particular los del Conurbano, que representan el  25 por ciento del total nacional. El gigantismo se refleja en otros datos: la Policía Bonaerense dispone de 100 mil efectivos (contra unos 80 mil militares sumando las tres armas), la provincia emplea unos 400 mil docentes (contra 70 mil de Córdoba), genera la mitad de la producción industrial y otro tanto de las exportaciones, y cuenta con 135 municipios, incluyendo, además de los partidos del Conurbano, ciudades superpobladas como Mar del Plata (se estiman unos 750.000 habitantes) o Bahía Blanca (350.000).

Pero además de grande la provincia es débil: aporta el 36 por ciento de los fondos de coparticipación y recibe apenas el 19 por ciento, lo que convierte a su Estado en un Estado frágil, crónicamente quebrado e incapaz de proveer los servicios esenciales (el gasto público per cápita es 30 por ciento más bajo que el promedio nacional). Mirada desde cualquier punto de vista, la discriminación es clara: si se considera la población, Buenos Aires debería llevarse el 42 por ciento de los fondos; si se mira el producto, el 41%; y si se consideran las necesidades sociales, el 44 %.

Por supuesto, ambas cuestiones, el tamaño y la debilidad, están relacionadas. Tras las batallas de Cepeda y Pavón y la coronación de Mitre como el primer Presidente reconocido por todas las provincias, la organización nacional se fue consolidando en base a un equilibrio que compensaba la preponderancia de Buenos Aires con una serie de concesiones al Estado federal, como la representación igualitaria en el Senado y la nacionalización de las rentas de la Aduana. De hecho, la Argentina tal como la conocemos recién se terminó de sellar cuando Julio Roca sofocó el último intento rebelde bonaerense, liderado por el gobernador Carlos Tejedor, que se resistía a la federalización de la ciudad de Buenos Aires.

En otras palabras, el desempoderamiento de Buenos Aires es la condición histórica de la unidad nacional; y el déficit estructural del fisco bonaerense, la forma en la que se concreta. La explicación es simple: si el Estado bonaerense no viviera en bancarrota, si no tuviera que mendigar ante la Nación para pagar los salarios, su gobierno amenazaría la autonomía del resto de las provincias y afectaría la gobernabilidad nacional, y no le resultaría difícil al Gobernador poner en cuestión el poder del Presidente. No se trata de una conspiración llevada adelante de forma sistemática sino de una dinámica que hace que, cuando Buenos Aires reclama más fondos, rápidamente se organice una coalición extra-pampeana que, apelando a tópicos populares en el imaginario político argentino (el atraso del Norte, la necesidad de poblar la Patagonia), logra bloquear las demandas bonaerenses en el Ejecutivo, el Senado y la Corte.

Por eso Buenos Aires no solo carece de los instrumentos de política exterior y monetaria cedidos al gobierno federal por todas las provincias, sino que además fue amputada de su capital -La Plata es una ciudad literalmente inventada por Dardo Rocha-; por eso, también, viene siendo discriminada desde siempre. Buenos Aires es el país que no fue, un territorio del tamaño, las complejidades y los problemas de un Estado nacional, que sin embargo debe ser gestionado con las herramientas de una provincia.



Quizás por eso la provincia carece de una identidad definida: es probable que un bonaerense se identifique antes con su ciudad (por ejemplo marplatense) y, si vive en el conurbano, con el partido o el cordón (“Soy del Oeste”), antes que con su provincia, algo impensable en un riojano, un entrerriano y desde luego un cordobés, catalanes en potencia que hasta tienen su propio idioma. Es fácil  comprobar que en ningún grupo de amigos existe tal cosa como un “Bonaerense”, aunque puede haber un “Riojano” o, más directamente, un “Chaco”. A diferencia del resto de los distritos, en Buenos Aires no existen medios de comunicación de alcance provincial. Recién en 1997, tras un concurso organizado en las escuelas, los bonaerenses se dieron su propia bandera.

Esta doble condición de tamaño y debilidad se traslada a la figura del Gobernador, mucho más ligada a la política nacional que los de otros distritos. Buenos Aires es la única provincia en la que los Gobernadores saltan al revés, de la Nación a la Provincia, en buena medida porque son una creación del Presidente: tres de ellos (Duhalde, Ruckauf y Scioli) fueron antes Vicepresidentes, y otros dos (Solá y Kicillof)  Ministros.

Pero lo más notable –y lo que demuestra que la inviabilidad de la provincia es un problema estructural- es que al final todos fracasan. Los Gobernadores bonaerenses logran -en sus mejores momentos- flotar con una buena imagen en la opinión pública, hasta que la crisis económica o la cercanía con el Gobierno Nacional o los celos del Presidente interrumpen sus carreras (sucede lo contrario con la Ciudad de Buenos Aires, tan fácil de gestionar que ya nos dio dos exitosos Jefes de Gobierno pero que no fueron  buenos Presidentes). La solitaria excepción a esta fatalidad bonaerense es Duhalde, el único que llegó al gobierno nacional, aunque no por los votos, y el único, no casualmente, que logró romper la dependencia económica a través del Fondo del Conurbano, una fabulosa masa de recursos -650 millones de dólares- arrancada a Menem como condición para apoyar la reelección.

¿Qué hacer con el King Kong y sus pies de barro, entonces? No hay una buena respuesta. La propuesta de dividir Buenos Aires en dos o tres provincias más manejables resulta tan interesante como difícil de concretar (¿qué político se atrevería a proponer públicamente la creación de más Gobernaciones, más Cámaras Legislativas, más Cortes Supremas?). Por ejemplo, durante su gestión, el ex Gobernador Daniel Scioli había elaborado un plan de regionalización, con buenas intenciones,  pero que no llegó ni siquiera a considerarse.

Pero algo habrá que hacer, porque la provincia es un problema. Contra lo que a veces se piensa, el federalismo no refiere solo a la autonomía de las provincias sino, y sobre todo, al desarrollo, a la posibilidad de que un tucumano lleve adelante su vida en Tucumán y un matancero en La Matanza, para lo cual a veces es necesario centralizar recursos y luego redistribuirlos. Tiene razón el actual gobernador Axel Kicillof cuando dice que en la Ciudad de Buenos Aires hay dinero para jardines colgantes y que cruzando la Avenida General Paz falta casi todo. Pero  peca de voluntarista cuando sostiene que el Gobernador tiene las herramientas suficientes para contrarrestar un rumbo nacional que lo perjudica.

Algo habrá que hacer, decíamos. Sin caer en la tentación refundacionista ni en la aspiración irrealizable (la dichosa nueva Ley de coparticipación por ejemplo), es necesario al menos recortar los fondos que reciben los distritos más ricos, en particular la Ciudad de Buenos Aires y la Patagonia, para desplazarlos al Norte y al Conurbano bonaerense; redigirir la obra pública, la construcción de escuelas y viviendas, los hospitales.

La solidaridad, implica la redistribución del ingreso entre sectores sociales pero también entre generaciones y territorio. La síntesis de la propuesta sería comenzar por el Conurbano para de esta manera llegar a todos.

lunes, 9 de marzo de 2020


3ros años A y B 2020 GEOGRAFÍA Profesor: Carlos Corzo 11/03/20


ORIGEN DEL NOMBRE: ¿POR QUÉ ARGENTINA?

Son la geografía y la historia conjugadas con la lingüística, las que a través de los Hombres conforman la toponimia de un país.
La denominación de Argentina no escapa a esta regla y es el resultado de un proceso evolutivo y cambiante que se encuentra íntimamente vinculado con el desarrollo e integración de nuestro territorio desde los albores del descubrimiento de América pasando por la sanción de la Constitución Nacional y que llega hasta nuestros días.
Así como nuestro desarrollo histórico-geográfico y político se encuentra ligado a las tierras que se extienden adyacentes al majestuoso río color de león – Mar Dulce, Río de Solís, Río de Santa María, Río Jordán; el destino de la denominación de nuestra Nación no se pudo desprender de la atracción del río descubierto por Solís en 1516 y que finalmente se impondría en la cartografía como "Río de la Plata". Tal denominación proviene de Portugal en la tercera década del siglo XVI, para luego ser un uso corriente en los viajeros españoles como Diego García o Pedro de Mendoza.
Es así que, el 21 de mayo de 1534, el rey de España firmaba el asiento concedido a Pedro de Mendoza, para la conquista y población de las tierras y provincias del Río de la Plata.
Por el año 1554, aparece por primera vez en una pieza cartográfica, del portugués Lopo Homen la denominación de Terra Argentea.
En 1602 se publicó en Lisboa el libro a partir del cual se habría de imponer la denominación de Argentina.
Nos referimos a la obra "Argentina y conquista del Río de la Plata, con otros acaecidos de los reinos Del Perú, Tucumán y Estado del Brasil" de Martín del Barco Centenera. Es aquí donde el autor utiliza la latinización del término "argenteus", inusual para la época, ya que lo común era utilizar la adjetivación argenteados o argénteo, según comenta Ángel Rosenblat en su obra "Argentina, Historia de un Nombre".
En los primeros tiempos ese término se mantiene dentro de los sectores cultos de la población y es así, que, Manuel José de Lavardén publica en el primer número del Telégrafo Mercantil, su Oda al Majestuoso Río Paraná donde hace mención a las "sencillas ninfas argentinas".
Un hito importante en la difusión del citado término, es su paso desde los sectores cultos a los niveles populares, asociado al proceso revolucionario de los Hombres de Mayo.
Un claro ejemplo, lo tenemos en el Himno Nacional de Vicente López y Planes, adoptado por la Asamblea del año 1813: "A vosotros se atreve ¡Argentinos!..."
A partir de aquí, podemos comprobar cómo, desde una óptica eminentemente literaria, nace la denominación de Argentina, y que con el transcurso de los años pasaría a tener una connotación política-geográfica y que por sobre todo iría marcando la individualización del habitante de las comarcas rioplatenses y del espacio que ocupa.
Este espacio geográfico inmerso en las dilatadas tierras que la corona española poseía en América va a tomar distintas denominaciones según los descubridores y hechos históricos que se irán sucediendo en la difícil integración y unidad nacional.
Desde el Virreinato del Perú, pasando por la formación del Virreinato del Río de la Plata en 1776, hasta llegar a la actual denominación oficial, encontramos títulos relacionados con los vaivenes políticos que se sucedieron durante las distintas etapas de consolidación de nuestra entidad nacional.
La Primera Junta acuerda por expresión de su Cabildo, la denominación Provincias Unidas del Río de la Plata, que a su vez será tomada por la Asamblea del año XIII. Posteriormente, en 1816, el Congreso que proclamó la independencia, utilizó el nombre de "Provincias Unidas del Río de la Plata en Sudamérica".

Como vemos, en la época de nuestra emancipación no se utilizó con frecuencia el término "Argentina". La razón la encontramos, en que al estar tal denominación asociada a la hegemónica Buenos Aires, no constituía un factor de integración entre las provincias. Con la Constitución de la República Argentina del 24 de diciembre 1826 se oficializa esta designación.
El enfrentamiento entre federales y unitarios trae consigo la utilización de las denominaciones Confederación Argentina o Provincias Unidas del Río de la Plata, según las tendencias que las propiciaron.
El 1° de octubre de 1860 se promulga la Constitución de1853, donde se realizan enmiendas a ésta y se agrega el art. 35, donde dice: "Las denominaciones adoptadas sucesivamente desde 1810 hasta el presente a saber: Provincias Unidas del Río de la Plata, República Argentina, Confederación Argentina, serán en adelante nombres oficiales indistintamente para la designación del gobierno y el territorio..."
A los días de promulgada en la ciudad de Paraná, el presidente Santiago Derqui, teniendo en cuenta la necesidad de unificar la denominación de la Nación para los actos administrativos, decreta que: "el gobierno ha venido en acordar que para todos estos actos se use la denominación de República Argentina". De allí derivan los calificativos con los cuales se identificarían en el futuro a los habitantes y al territorio que ocupa el extremo meridional del continente americano.
Pero como los hombres son quienes imponen los nombres, éstos no permanecen inalterables, cambian, son modificados por los distintos usos o costumbres. Así aparece una expresión simplificada para designar a nuestro país en el orden internacional y especialmente dentro de la Organización de las Naciones Unidas: Argentina, solamente, suprimiendo el sustantivo República.
Resumiendo, desde su origen latino y con las distintas denominaciones con que nos conociera el mundo a lo largo de nuestro devenir histórico, hoy, el nombre de Argentina identifica a esta nación de la que orgullosamente formamos parte.

Significado de los nombres de las provincias argentinas

Buenos Aires

En la primera fundación Pedro de Mendoza llamó al sitio Real de Nuestra Señora Santa María del Buen Ayre para cumplir la promesa que hiciera a la Patrona de los Navegantes que se hallaba en la Cofradía de los Mareantes de Triana y de la que él era miembro. En efecto, “Buen Aire” es la castellanización del nombre de la Virgen de Bonaria, es decir, de la Virgen de la Candelaria a quien los padres mercedarios habían levantado un santuario para los navegantes.

Catamarca
La palabra Catamarca es de origen quichua y significa Castillo o Fortaleza en la Falda. Cata es falda o ladera y marca es castillo o fortaleza de la frontera.

Chaco

Chaco es nombre de una provincia argentina y una región del Paraguay. La palabra viene de los idiomas aborígenes del norte de Argentina y del Paraguay. Significa “territorio de caza” y está muy bien expresado ya que era un territorio de abundante fauna. Allí se podía encontrar en abundancia: tapires, ñandúes, jaguares, carpinchos, tatú mulita, tatú carreta, yacarés, víboras, ciervos, osos hormigueros, loros, monos, y centenares de otras especies. Rodeada de grandes ríos (Paraná, Paraguay, Pilcomayo, Bermejo) y de otros más pequeños, así como esteros y lagunas, donde abundaba la pesca.

Chubut

El nombre Chubut proviene del vocablo chupat, perteneciente a una lejana lengua de interfase entre las etnias tehuelches meridionales y septentrionales, llamada tewsün o teushen. Hay dos teorías en cuanto a su significado: para algunos estudios quiere decir “transparente”, aunque otros le adjudican la traducción de “tortuoso, con muchas vueltas”.
 En ambos casos, dichas acepciones pueden conectarse directamente con cualidades que los antiguos pobladores de este territorio le asignaban al río.

Córdoba

En 1573, Jerónimo Luis de Cabrera fundó la ciudad de Córdoba de La Nueva Andalucía, cuyo nombre es un homenaje a su ciudad natal, la ciudad española de Córdoba en la comunidad de Andalucía.

Corrientes

Recibió el nombre debido a las siete “puntas” o salientes de tierra sobre el río Paraná que poseía su asiento al ser fundada, tales salientes generaban respectivas corrientes dentro del río mencionado. Popularmente en idioma guaraní se la ha llamado Taragüí es decir lagartija porque había abundancia de lagartijas en su solar. Las denominaciones fueron extendidas luego a toda la provincia de la cual la ciudad es capital.

Entre Ríos

Si bien en su interior, esta provincia alberga numerosos pueblos y ciudades cuyo nombre radica de tradiciones guaraníticas, la toponimia de “Entre Ríos” tiene que ver exclusivamente por razones geográficas. El nombre de la provincia refleja el hecho de que sus límites están dados por ríos o arroyos: al oeste y sur, el río Paraná; al norte el Guayquiraró, el Mocoretá y los arroyos Basualdo y Tunas; y al este, el río Uruguay.

Formosa

Se especula que el Nombre “Formosa” deriva de una locución latina que significa “Hermosa” y que habría sido dado por los conquistadores españoles al navegar por el Río Paraguay.

Jujuy

No hay acuerdo sobre la etimología de la palabra Jujuy. Podría provenir del aymara Sipi-Sipi, que significaría “caballete o punta muy pronunciada entre dos aguas” ya que está situada en el caballete o punta que forman los dos ríos Grande y Chico. Y por otro lado se afirma que provendría del término quechua xuxuyoc, con el que se designaba a una clase de funcionario inca a quienes los españoles encontraron en la región. De xuxuyoc se pasó a su forma abreviada xuxuy y de allí a la forma moderna Jujuy.
La Pampa
El caso de esta provincia, también radica en una caracterización de su geografía. “Pampa” es una voz quechua que significa “llanura”, haciendo alusión a la horizontalidad del relieve de esta provincia argentina.

La Rioja

Esta denominación es heredada de la comunidad española La Rioja, y su etimología ha sido muy discutida. Las principales teorías son: la que le hace corresponder con el río Oja, junto al que se encontraba la zona geográfica conocida originalmente con ese nombre; la que apunta al término “rivalia” que se traduciría como tierra de riachuelos; y la que indica que tendría sus orígenes en la lengua vasca como unión de los vocablos erria y eguia, que se traduciría como tierra de pan.

Mendoza

Los primeros españoles que ingresaron en el actual territorio mendocino lo hicieron a las órdenes de Francisco de Villagra, quien descendió desde el Perú por la ruta del Tucumán con el objetivo de unirse a Pedro de Valdivia en Chile. El 2 de Marzo de 1561 el capitán Pedro del Castillo fundó la ciudad de “Mendoza del Nuevo Valle de La Rioja” luego transformada en la capital provincial, dándole el nombre del gobernador de Chile, García Hurtado de Mendoza.


Misiones

Los antecedentes de la toponimia de esta provincia se remontan a la creación del Gobierno Político y Militar de Misiones o Gobierno de los Treinta Pueblos de las Misiones Guaraníes, por la Corona española para administrar los territorios que dejaron abandonados los  Jesuitas al ser expulsados de sus misiones en territorios que hoy forman parte de la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

Neuquén

Neuquén proviene del mapuche Newenken, que significa “correntoso”, “arrollador”, “pujante”, características que los antiguos pobladores de este territorio le asignaban a los ríos de la región. Una de las primeras alusiones se encuentra en las crónicas de extranjeros del sacerdote alemán Bernardo Haverstadt, en el año 1752. Dónde en su diario de travesía cuenta, que pernoctó del otro lado de un río amenazador llamado Neuquén.

Río Negro

El nombre de esta provincia proviene del río que recorre su territorio. El río Negro, por su etimología puede dar a engaño, pues denota todo lo contrario, sus aguas, el entorno por el que discurre, son todo un espectáculo de belleza y armonía con la naturaleza. Su nombre proviene de la traducción literal del mapundungun Curu Leuvu (en mapuche: curú=río y leuvú=negro), a pesar de que sus aguas son de un color más verde oscuro que negro.

Salta

El nombre de la ciudad de Salta no ha sido aclarado hasta hoy, siendo muy diversas las opiniones formuladas al respecto, inclinándonos hacia la que le atribuye un origen indígena.
La palabra Saccta, de pronunciación gutural fuerte y que significa “machacado, triturado”, puede haber sido pronunciada Salta por los españoles, debido a su fácil adaptación fonética de nuestro idioma. Pudo ese lugar haber sido también el sitio en que se machacaba y trituraba el producto de las minas que los Incas explotaban menos cerca de Salta, por ser el clima del valle apropiado para un asiento permanente de tales actividades. Otra voz quechua en que se puede buscar etimología de Salta es Salcca, que quiere decir salvaje, huraño, adjetivo que pudieron haber aplicado los conquistadores incaicos a los aborígenes del valle de Lerma, donde habitaban algunas parcialidades de los calchaquíes.

San Juan

El 13 de junio de 1562 Juan Jufré de Loayza y Montese, fundó San Juan de la Frontera, en el valle de Tucuna, por orden de Francisco de Villagra, capitán general de Chile. La ceremonia tuvo pocos testigos: el reducido grupo de españoles que acompañaban a Jufré y algunos indígenas. Se leyó un acta, que fue firmada por algunos de los expedicionarios presentes. El acta de fundación de la ciudad la bautizó San Juan de la Frontera en honor del santo patrono San Juan Bautista y por llegar su territorio hasta la frontera con el Tucumán.

San Luis

Aunque se ha perdido su acta fundacional, se cree que la ciudad de San Luis fue fundada el 25 de agosto de 1594 por Luis Jofré de Loaysa y Meneses, teniente corregidor de Cuyo. La región formaba parte del corregimiento de Cuyo con cabecera en la ciudad de Mendoza integrando la Capitanía General de Chile dependiente del virreinato del Perú
En 1596, después de haber sido abandonada, Martín García Oñez de Loyola, capitán general de Chile, mandó fundarla nuevamente. Entonces la ciudad recibió el nombre de “San Luis de Loyola Nueva Medina de Río Seco”.

Santa Cruz
Durante la invernada en San Julián, Magallanes envió al piloto Juan Serrano con la Santiago en viaje de exploración hacia el sur. El día 3 de mayo de 1520, Serrano entró en un río al que llamo “Santa Cruz”, por ser ése el día de la “Invención de la Santa Cruz”.

Santa Fe

La denominación de esta provincia argentina denota la herencia cristiana de la conquista española. Por orden de Martín Suárez de Toledo, gobernador de Asunción, Juan de Garay, en su carácter de Capitán y Justicia Mayor en la conquista y población del Paraná y Río de la Plata, fundó la ciudad con el nombre de Santa Fe de la Vera Cruz, el 15 de noviembre de 1573.

Santiago del Estero

El nombre de esta provincia se debe a que el 25 de julio de 1553 se funda la ciudad de Santiago del Estero del Nuevo Maestrazgo, por ser el día de Santiago Apóstol bajo cuya advocación se puso la ciudad.

Tierra del Fuego

Su nombre fue el dado por los hombres de Magallanes a la isla en 1520 pues habían visto fogatas en las montañas. Fue declarado territorio nacional en 1943; más tarde se convirtió en parque nacional a cargo del Ministerio de Marina, y en 1990 se transformó en provincia.

Tucumán
Las etimologías son hasta el momento muy variadas: según algunos deriva de una palabra compuesta en idioma lule: tucu-manita que se traduciría por territorio en donde abunda el tucu, siendo el tucu o tucu-tucu la denominación del coleóptero con órganos luminiscentes llamado también cocuyo o cocuy. Otra denominación —también de etimología lule— es la palabra compuesta yukkuman o yakuman, que se traduce por “ir hacia donde abunda o se reúne el agua” (lugar de los ríos); donde “yaku” significa “agua” y “man” significa “ir hacia”.

Islas Malvinas

El nombre de Malvinas deriva de Saint Maule, lugar de procedencia de los primeros marinos franceses que cartografiaron la zona.

Ciudad Autónoma de Buenos Aires

El escritor santafesino Ezequiel Martínez Estrada definió a la cosmopolita ciudad de Buenos Aires como la “Cabeza de Goliat” por su tamaño y poderío en contraste con el resto del país. Otros autores la han denominado “La Reina del Plata” por coronar al Río de la Plata, que se puede recorrer en un paseo por el famoso barco Humerto M, e incluso ha recibido el nombre de la “París del Sur” por las hermosas obras arquitectónicas que ostentan las calles de esta ciudad, y que se pueden recorrer de día y de noche. Son muchas las formas en que se ha denominado a esta ciudad, pero el origen de su nombre es realmente tan mítico como la ciudad misma.
También llamada Capital Federal de Argentina, la ciudad de Buenos Aires recibe su nombre de una advocación de la Virgen María de origen italiano: la Madonna del Bonaire, protectora de los navegantes, cuyo nombre fue castellanizado como Nuestra Señora del Buen Ayre o Virgen de la Candelaria, por portar en su mano una vela encendida. En su honor, Pedro de Mendoza, el primer conquistador español en tocar esta tierra, la bautizó como “Puerto de Nuestra Señora María del Buen Aire”, nombre que también explica el Los Orígenes de Buenos Aires, gentilicio “porteño” que aplica a los residentes y nativos de esta ciudad desde épocas coloniales.
La ciudad fue registrada ante la corona española como “Ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Nuestra Señora del Buen Ayre”, pero por uso y practicidad de los inmigrantes, comerciantes y navegantes, su nombre se simplificó sencillamente a “Buenos Aires”, nombre corto por el que los argentinos y el mundo entero conocen actualmente a esta ciudad, cuyas atracciones compiten a nivel mundial en tradición y belleza, y donde la música y el baile siguen definiendo la cultura popular.
El historiador paraguayo Ruy Díaz de Guzmán registró en su obra “La Argentina Manuscrita” la anécdota de que el conquistador Sancho del Campo pronunció la frase “¡Qué buenos aires son los de este suelo!”, mientras bajaba de su embarcación a tierra firme, lo que ocasionó que por mucho tiempo se creyera que éste era el origen del nombre, sin embargo, parece que fue más bien en honor del nombre de la ciudad que la frase fue pronunciada.


5TO NAT GEOGRAFÍA 2020 Profesor: Carlos Corzo 11/03/20

En www.salta12.com.ar   18 de febrero de 2020
En zonas de origen de los niños wichí fallecidos

Se desmontaron casi medio millón de hectáreas en 18 años
Un especialista lo analizó tras conformar un mapa con el que señala la ubicación geográfica de los fallecimientos.
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“Las comunidades de donde eran oriundos los niños fallecidos están ubicadas en una región sujeta a una radical transformación del paisaje natural”. Esa fue una de las conclusiones de Andrés Leake, doctor en Ciencias Ambientales. El especialista elaboró un mapa en el cual señaló los lugares de origen de los siete niños que fallecieron por causas evitables, cinco de ellos a raíz de una desnutrición o deshidratación. La información fue superpuesta en relación a la ubicación de comunidades indígenas y superficies desmontadas.
Los casos se ubican dentro de los departamentos de San Martín y Rivadavia, en el norte provincial. Una de las principales causas que se apuntan son los desmontes realizados a raíz de la extensión de la frontera agrícola.En ambos departamentos se perdieron en 18 años un total de 438 mil hectáreas de monte. Esto, dijo Leake, implicó que en San Martín se perdiera un 21 por ciento de la superficie boscosa que tenía en el año 2000. En ese mismo lapso Rivadavia perdió el 8.4 por ciento de su superficie boscosa.
Al hacer su análisis, Leake sostuvo que “si bien la distribución de los casos de niños fallecidos no sugiere a una simple relación con la distribución de superficies desmontadas, queda evidente que las comunidades están ubicadas en una región sujeta a una radical transformación del paisaje natural, lo cual ha conllevado a la desarticulación de su economía tradicional”.
También llamó la atención sobre otra característica: la distribución geográfica de muertes coincide mayormente con localidades que tienen accesibilidad a las rutas y caminos principales del norte salteño. La única excepción es en Las Vertientes, un paraje sobre el Río Pilcomayo, próximo al límite con Formosa. La intriga que surge es cuál es la situación en aquellas comunidades con dificultades de accesibilidad.
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Los casos
De los casos investigados por Salta 12 se registraron los siguientes: el 7 de enero pasado, falleció un niño en el Hospital Materno Infantil, en Salta Capital. No se reconoció la desnutrición como causa, aunque sí el riesgo nutricional. El niño de un año y dos meses era de La Mora, comunidad wichí del departamento San Martín, ubicada cerca de la ciudad de Tartagal.
El 11 de enero murió otro niño wichí de dos años, era de Misión El Quebrachal, en General Ballivián, departamento San Martín. Falleció en su domicilio. Los estudios preliminares de la autopsia confirmaron que al menos tenía bajo peso.
La tercera muerte tuvo lugar el mismo día en el Hospital de Santa Victoria Este. Se trató de un niño de dos años oriundo de la comunidad wichí de Rancho El Ñato. El informe indicó una insuficiencia orgánica a causa de una deshidratación por vómitos y diarrea.




La cuarta muerte fue el 17 de enero. Una nena de dos años y 8 meses, hija de madre y padre de población criolla, falleció tras ser trasladada de Morillo (en Rivadavia Banda Norte) al hospital de mayor complejidad de Orán. Aunque las autoridades de Salud culparon a los padres por “consulta tardía” de una diarrea de cinco días, no quedó claro lo ocurrido. Otras fuentes sostuvieron que se trató de una intoxicación medicamentosa.
La quinta muerte fue el 21 de enero. En este caso de un niño de ocho meses en el Hospital Juan Domingo Perón de Tartagal. Algunas versiones insistieron con la desnutrición pero médicos confirmaron que el niño estaba con el peso adecuado. El nene, oriundo de la Comunidad wichí Las Vertientes (en jurisdicción del municipio de Santa Victoria Este, en el departamento Rivadavia), fue trasladado en vuelo sanitario. Los médicos afirmaron que la muerte fue a raíz de un problema respiratorio. Y el gobierno culpó a los padres por haber obstaculizado el traslado de los niños, lo que generó manifestaciones de indignación en los medios y redes sociales por las declaraciones oficiales.
La sexta muerte fue el 26 de enero. Se trató de un niño wichi que tenía un año y 10 meses. Era de la comunidad de El Tráfico. Estaba con sus padres en Los Blancos (Rivadavia Banda Norte), cuando mostró falencias en su salud. Falleció cuando estaba siendo trasladado en ambulancia al hospital de Orán. El vehículo se descompuso en el camino. Según el certificado de defunción que facilitaron las autoridades de la comunidad, el niño falleció a raíz de un paro cardiorrespiratorio. Pero las causas que originaron el fallecimiento, según ese certificado, fueron la deshidratación y desnutrición crónica.
La séptima muerte fue el 6 de febrero. En este caso se trató de una niña wichi de 5 años con un cuadro de deshidratación e infeccioso. Era de la Misión San Luis, ubicada a siete kilómetros del Hospital de Santa Victoria. La ministra de Salud, Josefina Medrano, se encontraba en ese establecimiento cuando ocurrió la muerte. Negó que se tratara de un caso de desnutrición y la causa quedo en duda. Para ello se debía hacer una autopsia de la nena. Pero los padres se negaron a esa práctica.

Morirse de hambre en la tierra bendita del pan
Los obispos de la Comisión Episcopal de Pastoral Aborigen (ENDEPA)  emitieron el 14 de febrero que pasó un comunicado para manifestarse por la situación que se vive a raíz de esta realidad que involucra al Pueblo Wichí. Sostuvieron que a la luz de la exhortación apostólica “Querida Amazonía” es preciso “mirar la realidad angustiante que viven los pueblos y comunidades originarias y también criollas de la región de nuestro Chaco argentino, por la desnutrición y muerte de los niños, la falta de agua potable y otros flagelos”.
Además reconocieron que no se pueden dar “respuestas inmediatas a las urgencias sociales y sanitarias que viven muchas comunidades,  pero sí asumir una actitud misericordiosa que nos libere de la indiferencia y del sensacionalismo mediático y nos haga solidarios con sufrimiento de los más olvidados”.
También recordaron las palabras del Papa Francisco referidas a la Amazonía que “nos ayudan a comprender la actual situación que viven los pueblos originarios en nuestro Chaco argentino: ‘la disparidad de poder es enorme, los débiles no tienen recursos para defenderse, mientras el ganador sigue llevándose todo…poderes locales con la excusa del desarrollo participaron de alianzas con el objetivo de arrasar la selva de manera impune y sin límites”.
Los obispos Luis Scozzina, Angel José Macin, y Juan José Chaparro (de Orán, en Salta, Reconquista en Chaco y Bariloche en Río Negro), afirmaron que “una sociedad que no sabe cuidar a los niños y de los grupos más vulnerables corre serios riego de implosión y muerte. No podemos hipotecar nuestro futuro ni dejar que nos roben la esperanza ya que no es posible ‘morirse de hambre en la tierra bendita del pan’”.

Insistieron en la necesidad de “escuchar el clamor de las comunidades originarias, que nos interpela como Iglesia y como sociedad, comprometiéndonos a dialogar y articular, desde ENDEPA, con las organizaciones de la sociedad civil que acompañan diversos emprendimientos comunitarios y de asistencia en el territorio, y con los gobiernos locales, provinciales y nacional, acciones concretas y también estructurales que modifiquen la realidad actual”.


5T0 SOCIALES GEOGRAFÍA 2020 Profesor: Carlos Corzo 11/03/20

Escuchar. La expulsión de lo distinto TEXTO ADAPTADO

Byung - Chul Han. (o Pyong-Chol Han) (Seúl, 1959​) es un filósofo y ensayista surcoreano experto en estudios culturales y profesor de la Universidad de las Artes de Berlín. Escribe en idioma alemán y está considerado como uno de los filósofos más destacados del pensamiento contemporáneo por su crítica al capitalismo, la sociedad del trabajo, la tecnología y la hiper-transparencia. El hiper-consumismo, la auto-explotación y el miedo al otro son algunos de los rasgos distintivos de la civilización moderna, de acuerdo con sus postulados. Este filósofo ha sido considerado una de las voces más reputadas para diseccionar la sociedad del siglo XXI.

La Red está ahí y no hay más salida que aceptarlo. Pero mucha gente es consciente de los muchos inconvenientes que se agregan a las evidentes ventajas de esta realidad. La reflexión que nos propone Alejandro Floría Cortés, del filósofo surcoreano Byung - Chul Han, Profesor en Alemania, reflexiona sobre los paradójicos problemas de incomunicación que afloran en un sistema, precisamente, de comunicación. Porque desaparece un elemento básico de esta comunicación: la otra parte.
De la red obtengo información, y para ello no tengo que dirigirme a ningún interlocutor personalmente. Para obtener información o productos no tengo que desplazarme al espacio público. Más bien, hago que la información y los productos vengan a mí. La comunicación digital me interconecta y al mismo tiempo me aísla. Destruye la distancia, pero la falta de distancia no genera ninguna cercanía personal. Sin la presencia del otro, la comunicación degenera en un intercambio acelerado de información. No entablé ninguna relación, sólo una conexión. Es una comunicación sin vecino, sin ninguna cercanía vecinal. Escuchar significa algo totalmente distinto que intercambiar información. Al escuchar no se produce ningún intercambio. Sin vecindad, sin escucha, no se configura ninguna comunidad. La comunidad es el conjunto de oyentes.
En Facebook no se mencionan problemas que pudiéramos abordar y comentar en común. Lo que se emite es sobre todo información que no requiere discusión y que sólo sirve para que el remitente se promocione. Ahí no se nos ocurre pensar que el otro tenga preocupaciones y dolor. En la comunidad del "me gusta" uno sólo se encuentra a sí mismo y a quienes son como él. Ahí tampoco resulta posible ningún discurso. El espacio político es un espacio en el que yo me encuentro con otros, hablo con otros y los escucho.

La escucha tiene una dimensión política. Es una acción, una participación activa en la existencia de otros, y también en sus sufrimientos. Es lo único que enlaza e intermedia entre hombres para que ellos configuren una comunidad. Hoy oímos muchas cosas, pero perdemos cada vez más la capacidad de escuchar a otros y de atender a su lenguaje y a su sufrimiento.
Hoy, de alguna manera, cada uno se queda a solas con sus sufrimientos y sus miedos. El sufrimiento se privatiza y se individualiza, pasando a ser así objeto de una terapia que trata de curar el yo y su psique (es aquello formado por los fenómenos y los procedimientos que ocurren en la mente). Todo el mundo se avergüenza, pero cada uno se culpa solo a sí mismo de su endeblez y de sus insuficiencias. No se establece ningún enlace entre mi sufrimiento y tu sufrimiento. Se pasa por alto la sociabilidad del sufrimiento.

La estrategia de dominio consiste hoy en privatizar el sufrimiento y el miedo, ocultando con ello su sociabilidad, es decir, impidiendo su socialización, su politización. La politización significa la transposición de lo privado a lo público. Lo que hoy sucede es más bien que lo público se disuelve en lo privado. La esfera pública se desintegra en esferas privadas.



La voluntad política de configurar un espacio público, una comunidad de la escucha, el conjunto político de oyentes, está menguando radicalmente. La interconexión digital favorece este proceso. Internet no se manifiesta hoy como un espacio de la acción común y comunicativa. Más bien se desintegra en espacios expositivos del yo, en los que uno hace publicidad sobre todo de sí mismo. Hoy Internet no es otra cosa que una caja de resonancia del yo aislado. Ningún anuncio escucha.
La alborotadora sociedad del cansancio es sorda, a diferencia de ella, la sociedad venidera podría llamarse una sociedad de los oyentes y de los que atienden. Hoy es necesaria una revolución temporal que haga que comience un tiempo totalmente distinto. Se trata de redescubrir el tiempo del otro. La actual crisis no es la aceleración, sino la totalización del tiempo del yo.
El tiempo del otro no se somete a la lógica del incremento del rendimiento y la eficiencia., la cual genera una presión para acelerar. La política temporal neoliberal elimina el tiempo del otro, que por sí mismo sería un tiempo improductivo. La totalización del tiempo del yo, viene acompañada de la totalización de la producción, que hoy abarca todos los ámbitos vitales y conduce a una explotación total del hombre.
La política temporal neoliberal elimina también el tiempo de la fiesta, el sublime tiempo nupcial, que no se somete a la lógica de la producción. Conduce a la eliminación de la producción. A diferencia del tiempo del yo, que nos aísla y nos individualiza, el tiempo del otro crea una comunidad. Por eso es un tiempo bueno.

En el enjambre

En esta obra, analiza la forma en la que la revolución digital, internet y las redes sociales han transformado la esencia misma de la sociedad. Se ha formado una nueva masa: “el enjambre digital”: una masa de individuos aislados, sin alma, sin acción colectiva, sin sentido y sin expresión. La hiper-comunicación digital destruye el silencio y únicamente percibe ruido carente de coherencia, aturdidor. Bajo este contexto se impide el cuestionamiento al orden establecido, tomando así el sistema rasgos de totalitarismo de forma poco visible.
Byung-Chul Han parte de la base que el respeto constituye una pieza fundamental para lo público, y que si el primero desaparece, decae de inmediato lo segundo. La comunicación digital deshace las distancias. Y la falta de ella conduce a que lo público y lo privado se mezclen, y los límites entre ambos pierdan sentido. Así, se configura el escenario digital ideal para borrar todo contacto humano. De este modo, se origina un vertiginoso río informativo que decanta en el llamado anonimato, excluyente del respeto. La comunicación digital, además de incentivar lo individual y anónimo, destruye a la vez, el respeto, íntimamente ligado a la distancia que se da entre las personas. Distancia que hoy en día es casi nula, al igual que el respeto.
Hoy vivimos en una cultura virtual extrema, donde las emociones no son expresadas de piel a piel, sino con emoticones. Las relaciones de carne y hueso escasean. Deja de existir ese espacio de interlocución, donde existía un equilibrio entre oyente y hablante. Este nuevo paradigma de relaciones viene de la mano con el ensimismamiento y la poca participación colectiva. “(…) La intimidad es expuesta públicamente y lo privado se hace público”. La vida ocurre a través de una pantalla que todo lo sabe, que todo controla y mucho más aún de lo que podemos llegar a imaginar. La manipulación es ejercida intencionalmente, y posee tal poder que incluso maneja los estados anímicos de los participantes como los estados anímicos colectivos.
La sociedad se ha disgregado al punto que lo comunitario y participativo está en claras vías de extinción. “La privatización se impone hasta en el alma”.

Hoy todo se mira desde un yo no participativo, un yo que no se involucra y que ve como espectador lo que sucede a lo largo y ancho del globo. Siempre desde su intocable individualidad, vendida como logro personal, pero que, a fin de cuentas, es una cárcel.