lunes, 18 de marzo de 2013


En www.pagina12.com  18/03/13

ECONOMIA › OPINIONES: LA MUERTE DE JOSE ALFREDO MARTINEZ DE HOZ, MINISTRO DE ECONOMIA DE LA ÚLTIMA DICTADURA.

Un símbolo de la complicidad civil

La peor condena  Por Andrés Asiain  (Economista de la Cátedra Nacional de Economía Arturo Jauretche)

El plan económico dirigido por José Alfredo Martínez de Hoz fue una parte indispensable del proyecto político-social de la dictadura militar. Si podemos decir que el terrorismo de Estado, la prohibición de partidos políticos y sindicatos, y el marco represivo general fue indispensable para poder llevar a la práctica el programa económico de Martínez de Hoz, no es menos cierto que las consecuencias del mismo fueron indispensables para el objetivo político de la junta de comandantes: terminar con el protagonismo popular en la vida política de la República Argentina.

El ministro de la dictadura basó su política económica en dos principios rectores: apertura y achicamiento del Estado. En sus palabras, “eliminar la excesiva e irracional intervención del Estado y reemplazar el sistema de economía cerrada por otro abierto”. Estos principios, que se aplicaron en distintas áreas de la economía, implicaron el traspaso de la dirección de la economía argentina desde el Estado nacional hacia las corporaciones multinacionales y las potencias que controlan y dirigen el mercado mundial.

A mediados de los setenta, el papel que el “mercado mundial” tenía para nuestra economía no era el de ser el productor de alimentos para las potencias como en los tiempos del “granero del mundo” sino el de reciclar “petrodólares”. La suba del precio del petróleo había generado enormes ingresos a los países petroleros que fueron depositados en la banca internacional, básicamente en bancos norteamericanos. La necesidad de esos bancos de colocar esos dólares en forma de créditos fue satisfecha gracias a la instauración de la dictadura argentina, junto a la de otros países hermanos de la región. No por nada, el mismo David Rockefeller, entonces director del Chase Manhattan Bank, viajó a Buenos Aires en 1978 para respaldar al ministro, por quien declaró sentir un “gran respeto y admiración”.

La deuda externa pública y privada pasó de 7875 millones de dólares en 1975 a 35.671 millones en 1981. La misma no sirvió para ampliar la capacidad productiva del país, ni para fomentar las exportaciones o la sustitución de importaciones que permitiera su posterior repago. Se utilizó para garantizar el momentáneo abaratamiento del dólar, con el consiguiente auge de consumo de productos baratos y de viajes al exterior.

La denominada “plata dulce” disimuló temporalmente las consecuencias del quiebre de gran parte de la industria nacional, especialmente las pequeñas y medianas empresas, que no podían sobrevivir a la competencia externa. Los efectos nocivos de la política económica recién se harían sentir con el derrumbe de la tablita, pero para ese entonces el mal ya estaba hecho y la gestión económica se encontraba en otras manos.

Esas políticas económicas estuvieron destinadas a generar una transformación profunda de la estructura económica y social que asegurara un cambio integral en la historia nacional. En el imaginario de José Alfredo Martínez de Hoz y el sector social al que pertenecía y representaba, la industria era sinónimo de obreros organizados sindicalmente y éstos de procesos políticos que, como el peronismo, impedían el control político de la Nación por parte de la fracción social a la que el ex ministro de Economía pertenecía. De ahí que la desindustrialización generada con la apertura y el dólar barato constituyó un objetivo deliberado de la política económica de la dictadura.

Además, la deuda externa dejada como herencia por la gestión de Martínez de Hoz condicionó el posterior funcionamiento de la economía Argentina una vez recuperada la democracia. El estrangulamiento externo que generaba la pesada carga de intereses y amortizaciones de la deuda anuló la capacidad operativa del Estado forzando a una continua renegociación del crédito externo. Fue la causa del estallido del mercado de cambio y de las finanzas del Estado que condujeron a la hiperinflación, abriendo las puertas al menemismo.

 

Fue la causa de la instalación del Fondo Monetario Internacional, la banca extranjera y sus aliados locales como un factor de poder que dirigía, tras bambalinas, la política económica del país. Fue la causa del abandono de las políticas de desarrollo del mercado interno por un esfuerzo exportador cuyo objetivo era obtener las divisas necesarias para hacer frente a la deuda. Fue la causa de una sociedad arrasada, con su población empobrecida y desempleada.

Costó más de tres décadas empezar a revertir las consecuencias económicas, políticas y sociales de la política de Martínez de Hoz, casi el mismo tiempo que tardó la Justicia en condenarlo. Sin embargo, la mayor justicia y la peor condena para el ministro de la dictadura fue llegar a ver que el país que había arrasado volvía a florecer.

Una fecha con historia  Por Néstor Leone (Sociólogo y periodista)

No murió en una fecha cualquiera José Alfredo Martínez de Hoz. El hombre que simbolizaba como pocos el carácter también cívico que tuvo la última dictadura militar y la unidad de criterios entre las diferentes facciones del empresariado argentino que acompañaron la profunda transformación regresiva de esos años falleció en la semana previa al aniversario 37º del golpe, con todo lo que eso significa para nuestra memoria histórica recuperada.

En ese sentido, 16 de marzo (la fecha exacta de su muerte, en prisión domiciliaria) tiene resonancia a prolegómenos desestabilizadores, a lock-outs patronales que funcionaron como ofrenda civil a la sedición militar todavía en las gateras, y a proclamas de la Asamblea Permanente de Entidades Gremiales Empresarias (Apege), la organización creada con el objetivo único de “apresurar” los tiempos del golpe y que tuvo a “Joe”, como lo llamaban entre los suyos, como uno de sus máximos referentes.

Pero no agota ahí sus resonancias. Ni para el país, ni para su biografía. Por ejemplo, fue 16 de marzo la fecha en que se produjo, en 1974, el triunfo de la histórica huelga obrera de Villa Constitución, conocida como el Villazo, que había logrado desplazar a la intervención de la burocracia sindical en la conducción del sindicato local y que había logrado reivindicaciones postergadas para sus trabajadores. La empresa Acindar, de la que Martínez de Hoz era su presidente, fue una de las involucradas en el conflicto. Y la que se cobraría con creces, un año más tarde, esa “impertinencia” obrera. No mucho tiempo más tarde.

El 20 de marzo de 1975, un operativo combinado de bandas paramilitares, fuerzas regulares del ejército y la policía, y matones sindicales tomó por sorpresa la ciudad, sembró el terror y golpeó duro a la resistencia obrera que se organizó tras el operativo. El desembozado revanchismo no tuvo límites. Entre ese día y el mes de junio de ese año, Villa Constitución fue tierra arrasada, sin garantías ni derechos elementales, y con un saldo de trescientas detenciones, decenas de asesinatos y varios desaparecidos. De alguna manera, la prueba piloto más avanzada del proceso represivo que se desataría con la dictadura. El objetivo oficial era bien preciso: descabezar a la “serpiente roja del Paraná”, como se llamaba entonces al movimiento sindical de la ciudad y la región. Y desbaratar la “guerrilla fabril”, como se señaló entonces en ámbitos políticos. Martínez de Hoz (y los suyos) “vengaban” así el sabor amargo que le había deparado aquel 16 de marzo del año anterior, de plaza llena, cánticos combativos y puños apretados.

La prueba más acabada de esta complicidad-coparticipación la vivieron en carne propia las víctimas de la represión que estuvieron cautivos en dependencias de Acindar. En un hecho varias veces denunciado y todavía impune: los grupos de tareas utilizaron las instalaciones del llamado “albergue de solteros” de la planta para propinar a sus detenidos todo tipo de tormentos. Era un chalet dentro del barrio en el que vivían los ingenieros y jefes de la empresa. Fue demolido poco antes del fin de la dictadura. Algunos de estos testimonios figuran en el expediente número 1770 de la Conadep.

Que la suerte de los detenidos estuvo estipulada con antelación lo confirmó Walter Klein, padre de Guillermo, el viceministro de Joe y su amigo personal, poco después, en un diálogo informal con el general retirado Alcides López Aufranc, que presenció Emilio Mignone, fundador del CELS. “Quédense tranquilos, todos los activistas gremiales de Villa Constitución ya están bajo tierra”, había dicho. Mignone lo consigna en su libro Iglesia y dictadura.

 

Precisamente, López Aufranc fue quien reemplazó a Martínez de Hoz una vez que éste pasó a ocupar el cargo de ministro. Había sido integrante de la primera camada de oficiales argentinos que recibió cursos insurreccionales dictados por veteranos de la sangrienta guerra colonial en Argel, entre 1955 y 1956. Con la derrota de la resistencia, completó el trabajo que había iniciado la dirección de Martínez de Hoz: la persecución dentro de la planta, el avance sobre las más elementales reivindicaciones y el miedo. Permaneció en el cargo hasta bien entrados los años noventa. Octubre de 1992, más precisamente.

miércoles, 6 de marzo de 2013


En www.rebelión.org  06-03-2013 

¡Gloria al bravo Chávez!  Por Atilio A. Borón

Cuesta muchísimo asimilar la dolorosa noticia del fallecimiento de Hugo Chávez Frías. No puede uno dejar de maldecir el infortunio que priva a Nuestra América de uno de los pocos “imprescindibles”, al decir de Bertolt Brecht, en la inconclusa lucha por nuestra segunda y definitiva independencia. La historia dará su veredicto sobre la tarea cumplida por Chávez, aunque no dudamos que será muy positivo. Más allá de cualquier discusión que legítimamente puede darse al interior del campo antiimperialista –no siempre lo suficientemente sabio como para distinguir con claridad amigos y enemigos- hay que partir reconociendo que el líder bolivariano dio vuelta una página en la historia venezolana y, ¿por qué no?, latinoamericana. Desde hoy se hablará de una Venezuela y Latinoamérica anterior y de otra posterior a Chávez, y no sería temerario conjeturar que los cambios que impulsó y protagonizó como muy pocos en nuestra historia llevan el sello de la irreversibilidad. Los resultados de las recientes elecciones venezolanas –reflejos de la maduración de la conciencia política de un pueblo- otorgan sustento a este pronóstico. Se puede desandar el camino de las nacionalizaciones y privatizar a las empresas públicas, pero es infinitamente más difícil lograr que un pueblo que adquirió conciencia de su libertad retroceda hasta instalarse nuevamente en la sumisión. En su dimensión continental, Chávez fue el protagonista principal de la derrota del más ambicioso proyecto del imperio para América Latina: el ALCA. Esto bastaría para instalarlo en la galería de los grandes patriotas de Nuestra América. Pero hizo mucho más.

Este líder popular, representante genuino de su pueblo con quien se comunicaba como nunca ningún gobernante antes lo había hecho, sentía ya de joven un visceral repudio por la oligarquía y el imperialismo. Ese sentimiento fue luego evolucionando hasta plasmarse en un proyecto racional: el socialismo bolivariano, o del siglo veintiuno. Fue Chávez quien, en medio de la noche neoliberal, reinstaló en el debate público latinoamericano -y en gran medida internacional- la actualidad del socialismo. Más que eso, la necesidad del socialismo como única alternativa real, no ilusoria, ante la inexorable descomposición del capitalismo, denunciando las falacias de las políticas que procuran solucionar su crisis integral y sistémica preservando los parámetros fundamentales de un orden económico-social históricamente desahuciado. Como recordábamos más arriba, fue también Chávez el mariscal de campo que permitió propinarle al imperialismo la histórica derrota del ALCA en Mar del Plata, en Noviembre del 2005. Si Fidel fue el estratega general de esta larga batalla, la concreción de esta victoria habría sido imposible sin el protagonismo del líder bolivariano, cuya elocuencia persuasiva precipitó la adhesión del anfitrión de la Cumbre de Presidentes de las Américas, Néstor Kirchner; de Luiz Inacio “Lula” da Silva; y de la mayoría de los jefes de estado allí presentes, al principio poco propensos –cuando no abiertamente opuestos- a desairar al emperador en sus propias barbas. ¿Quién si no Chávez podría haber volcado aquella situación? El certero instinto de los imperialistas explica la implacable campaña que Washington lanzara en su contra desde los inicios de su gestión. Cruzada que, ratificando una deplorable constante histórica, contó con la colaboración del infantilismo ultraizquierdista que desde dentro y fuera de Venezuela se colocó objetivamente al servicio del imperio y la reacción.

 

Por eso su muerte deja un hueco difícil, si no imposible, de llenar. A su excepcional estatura como líder de masas se le unía la clarividencia de quien, como muy pocos, supo descifrar y actuar inteligentemente en el complejo entramado geopolítico del imperio que pretende perpetuar la subordinación de América Latina. Supeditación que sólo podía combatirse afianzando –en línea con las ideas de Bolívar, San Martín, Artigas, Alfaro, Morazán, Martí y, más recientemente, el Che y Fidel- la unión de los pueblos de América Latina y el Caribe. Fuerza desatada de la naturaleza, Chávez “reformateó” la agenda de los gobiernos, partidos y movimientos sociales de la región con un interminable torrente de iniciativas y propuestas integracionistas: desde el ALBA hasta Telesur; desde Petrocaribe hasta el Banco del Sur; desde la UNASUR y el Consejo Sudamericano de Defensa hasta la CELAC. Iniciativas todas que comparten un indeleble código genético: su ferviente e inclaudicable antiimperialismo. Chávez ya no estará entre nosotros, irradiando esa desbordante cordialidad; ese filoso y fulminante sentido del humor que desarmaba los acartonamientos del protocolo; esa generosidad y altruismo que lo hacían tan querible. Martiano hasta la médula, sabía que tal como lo dijera el Apóstol cubano, para ser libres había que ser cultos. Por eso su curiosidad intelectual no tenía límites. En una época en la que casi ningún jefe de estado lee nada -¿qué leían sus detractores Bush, Aznar, Berlusconi, Menem, Fox, Fujimori?- Chávez era el lector que todo autor querría para sus libros. Leía a todas horas, a pesar de las pesadas obligaciones que le imponían sus responsabilidades de gobierno. Y leía con pasión, pertrechado con sus lápices, bolígrafos y resaltadores de diversos colores con los que marcaba y anotaba los pasajes más interesantes, las citas más llamativas, los argumentos más profundos del libro que estaba leyendo. Este hombre extraordinario, que me honró con su entrañable amistad, ha partido para siempre. Pero nos dejó un legado inmenso, imborrable, y los pueblos de Nuestra América inspirados por su ejemplo seguirán transitando por la senda que conduce hacia nuestra segunda y definitiva independencia. Ocurrirá con él lo que con el Che: su muerte, lejos de borrarlo de la escena política agigantará su presencia y su gravitación en las luchas de nuestros pueblos. Por una de esas paradojas que la historia reserva sólo para los grandes, su muerte lo convierte en un personaje inmortal.

Parafraseando al himno nacional venezolano: ¡Gloria al bravo Chávez! ¡Hasta la victoria, siempre, Comandante!

 

martes, 5 de marzo de 2013


En www.lanacion.com.ar  Martes 05 de marzo de 2013

Argentina: mitos y verdades de una geografía privilegiada  Por Héctor Zajac  | Para LA NACION

El autor es geógrafo y consultor ambiental. Profesor y Licenciado en Geografía (UBA), Magíster en Problemáticas Urbanas (Universidad de Nueva York), profesor titular de las cátedras de Geografía Ambiental II, Geografía Política y Problemáticas Territoriales Americanas en el Profesorado de Geografía. Profesor titular de Ciencias de la Tierra, en el Profesorado de Ciencias Biológicas.

¿Quién no ha participado alguna vez de una charla formal o informal donde se abunda en lamentaciones respecto a la incapacidad que tenemos los argentinos para aprovechar las ventajas geográficas, con las que hemos sido bendecidos? "Los argentinos tenemos todos los climas y la mejor tierra del mundo", "Con unas cuantas cosechas buenas nos salvamos" o, en la misma línea: "El único problema de la Argentina son los argentinos". Hasta la Presidenta hizo referencia al tema en su último discurso, invocando una causalidad divina para explicar la riqueza geográfica de nuestro país: "Se lo debemos a Dios", dijo.

Conviene entonces revisar en estos discursos su nivel de realidad o irrealidad dado que hay en su subtexto un efecto paralizante que legitima una idea de estado inactivo; para qué actuar si todo nos ha sido brindado o, cuanto menos se intervenga, mejor.

¿Es el suelo argentino tan fértil como se lo pinta? La Pampa fue definida ya hace cien años por Florentino Ameghino como una región compleja y heterogénea que incluye zonas que sufren severas sequías y otras, como la cuenca del Salado, devastadoras inundaciones. La dinámica actual de expansión de la frontera agropecuaria y su impacto ambiental sobre muchas de estas zonas está generando procesos erosivos y desertificación en gran escala, mientras que el sobrepastoreo y la compactación de suelos llegan a niveles alarmantes.

Por otro lado: ¿son sus beneficios tan abarcativos como para hablar de potencial de desarrollo para la totalidad de una Nación? La elevada valorización que sufrió en los últimos años el suelo rural debido a la globalización de la demanda y el boom sojero generó una fuerte segmentación social en el acceso a la tierra que lleva a interrogarnos acerca de cuán masivos son sus beneficios para un país, teniendo en cuenta que los paquetes tecnológicos en boga no son intensivos en el uso de fuerza de trabajo. Y cuando lo son, como es el caso de los cultivos industriales en zonas no pampeanas, van asociados a un alto nivel de explotación de trabajadores.

Tampoco generan significativos efectos cascada -la mayoría de los insumos son importados- y aunque las retenciones financien en parte el actual modelo sería pretencioso pensar que el desarrollo de un Estado pueda descansar sobre la bonhomía de sus tierras. Además, Buenos Aires constituye también un gigantesco desperdicio desde el punto de vista productivo: una de las ciudades más grandes del mundo con un implante territorial de más de 3000 kilómetros cuadrados -y que sigue creciendo- situada sobre tierras de enorme productividad, lo que ha constituido un fuerte argumento cuando se debatió en los '80 el traslado de la Capital Federal.

Finalmente, la Argentina no es solamente la región pampeana: para Arturo Jauretche "pampeanizar" el país es una gran zoncera criolla producto de una mirada desde la metrópolis, que oculta la realidad de millones de personas que habitan vastas regiones de tierras estériles en esa misma nación. Esto proyecta al mundo y al interior una distorsionada imagen de riqueza y de su potencial de desarrollo.

El discurso geográfico determinista le confiere a una nación con regiones de tierras fértiles, precipitaciones abundantes y suelos llanos la razón de un futuro venturoso. Pero países con una naturaleza definitivamente adversa han logrado altos niveles de desarrollo como por ejemplo Holanda (Países Bajos) con casi un tercio de su tierra cultivable reclamada al mar a través del sistema de "polders" -complejas obras de diques y canales que encarecen astronómicamente los costos de producción- la clave: especialización agraria en productos premium y sistemas de comercialización de avanzada con las más altos estándares en nuevas tecnologías en todas las etapas del proceso. El caso de Japón es por bien conocido por todos.

 ¿Cuál es entonces el modo real en que los factores geográficos influyen sobre el futuro de las naciones? Para el historiador francés Jean Chesneaux los signos positivos o negativos de la incidencia de los factores geográficos en el destino de los países, no es universal a través de la historia sino que ejercen su influencia y se modifican de acuerdo a dos elementos con los que deben confrontarse en cada contexto histórico: una lógica económica hegemónica a nivel mundial y una tecnología dominante.

Las hoy excelentes tierras argentinas fueron un páramo en el fin del mundo cuando durante siglos el concepto de riqueza se basó en la acumulación de plata y oro. En cambio, enormes segmentos de territorio como las provincias del NOA (Noroeste Argentino) vieron florecer su comercio y producción manufacturera para abastecer a la región del Potosí. Al revertirse la tendencia económica mundial hacia la acumulación primaria, la región pampeana fue cobrando progresivamente un rol protagónico como productora de alimentos en el nuevo modelo. El NOA y Cuyo, olvidadas.

El petróleo estuvo siempre presente en el subsuelo nacional pero solo tuvo valor como un recurso cuando cambió el paradigma tecnológico y surgieron capitales para su explotación.

Suelos aluviales: muchas llanuras del mundo -como la pampeana- se forman por el depósito de sedimentos acarreados por ríos que le dan minerales al suelo. Esta dinámica conocida como aluvial es, a la vez, su fuente de riqueza. Sin embargo, son esos mismos sedimentos los que bloquean los canales de acceso al puerto de Buenos Aires. También son los que levantan su lecho y encarecen los costos de dragado y operativos a niveles no compatibles con la dirección tomada por la evolución tecnológica de la industria naviera actual (basada en la producción de buques con esloras que ya sobrepasan los 300 metros y con un calado concordante). La acelerada erosión en la competitividad de los puertos fluviales del país que resulta de lo descripto podría comprometer el valor del suelo rural en el futuro y la importancia de toda la región de no mediar el desarrollo de un puerto de aguas profundas que la reposicione globalmente, abaratando sus costos de transporte.

La continentalidad aisló a la Bohemia rodeada de montañas en el centro de Europa, pero esa misma centralidad la enriqueció cuando la irrupción del ferrocarril abrió el paso de sus materias primas a los puertos más importantes del continente.

Otro factor geográfico como el monopolio insular ha sido considerado siempre como positivo para Gran Bretaña. Se dice que la ha aislado de algunos de los efectos de crisis europeas y le ha conferido ventajas defensivas. Sin embargo, solo fue positiva en la época de los "Seven Seas" (Siete Mares) cuando los vapores necesitaban abastecerse de carbón y productos esenciales en sus colonias, lo que generaba una importante economía de escala. Pero entró en crisis y decayó cuando bajo el modelo tecnológico del petróleo -ahora dominante- los nuevos buques consiguen mayor autonomía de navegación.

Por supuesto que el tener petróleo, buenas tierras u otros recursos ayuda, pero de ninguna manera puede sostenerse que nuestro país esté condenado al éxito por ello.

Los filósofos socráticos definían a la conciencia de la carencia como un primer nivel de sabiduría o "ignorancia sabia". Acaso algún día los argentinos nos pensemos como una nación más que habita el mundo, con ventajas y desventajas como cualquier otra. Ése sería un gran primer paso.

lunes, 4 de marzo de 2013


AÑO 2013


2do ES


LA REPRESENTACIÓN DE LA SUPERFICIE TERRESTRE


FUENTES DE INFORMACIÓN CARTOGRÁFICA


LOS MAPAS

Desde tiempos muy  antiguos,  los seres humanos tuvieron la necesidad de conocer la ubicación relativa de ciertos elementos como: montañas, ríos y poblados;  la  dirección y la distancia a recorrer para ir de un lugar a otro, etc. Para ello, se fueron ideando y desarrollando diferentes formas de representar el espacio, como por ejemplo los mapas.

Los primeros intentos fueron: un dibujo hecho con una varita en el suelo para mostrar un camino, con ramitas y piedras para indicar  algún hecho importante; mapas confeccionados con fibras de palma y caracoles usados como cartas para la navegación, o dibujados en placas de barro para representar el valle de un río rodeado por montañas.

Un mapa es una representación gráfica y métrica de una porción de territorio sobre una superficie bidimensional, generalmente plana, pero que puede ser también esférica como ocurre en los globos terráqueos. El que el mapa tenga propiedades métricas significa que ha de ser posible tomar medidas de distancias, ángulos o superficies sobre él y obtener un resultado aproximadamente exacto.

Los mapas son dibujos que representan algunos aspectos de la realidad que interesa destacar y localizar en la superficie terrestre.

Un mapa general representa una superficie de la Tierra, como un país o un continente y, debido a ello, muestra sólo algunas de sus características más importantes. Por ejemplo en un mapa del continente americano pueden aparecer:  su división política, los límites internacionales y las áreas donde se cultiven distintas especies vegetales.

Iniciados por el hombre con el propósito de conocer su mundo, y apoyados primero sobre teorías filosóficas, los mapas constituyen hoy en día una fuente importantísima de información , y puede decirse que una gran parte de la actividad humana está relacionada de una u otra forma con la cartografía.

ELEMENTOS DE UN MAPA

 Para facilitar la lectura y la comprensión de la información representada en los mapas se deben incluir diferentes elementos.

 El título indica el tema del mapa.

 La escala  indica la proporción entre las medidas de la realidad y las que aparecen en el plano o mapa. Un mapa es una representación reducida de la realidad. Por ejemplo, para representar el continente americano hay que hacer una reducción mucho mayor que para un mapa que simbolice la provincia de Buenos Aires.

 La orientación: para situar en el planeta el territorio representado en el mapa,  es necesario mostrar la ubicación de los puntos cardinales en relación con él. En general, el norte se halla en la parte superior del mapa.

 En los mapas suele incluirse un dibujo denominado rosa de los vientos”, que indica la orientación de los puntos cardinales.

 Los aspectos seleccionados se reproducen en el mapa mediante elementos gráficos: nombres, signos cartográficos o cualquier otro tipo de dibujo que pueda representar el elemento señalado. En la leyenda o referencias se muestran la relación entre los signos y los símbolos utilizados en el mapa y su significado. Por ejemplo:  pueden aparecer una serie de signos convencionales, como los límites internacionales y los provinciales, el de una ruta nacional, el de un puente, etc. En el mapa también se pueden mostrar ciudades agrupadas según la cantidad de habitantes y pueden aparecer los nombres de las ciudades más importantes del país subrayadas. Los ríos se representan con una línea celeste o azul;  las ciudades capitales mediante círculos superpuestos, los límites internacionales e interprovinciales como líneas entrecortadas. Como en el terreno real estas últimas líneas no existen, éstas  son parte del código gráfico que emplea la cartografía.

TIPOS DE MAPAS


Los distintos tipos de mapas deben tener algún elemento gráfico que permita localizar los fenómenos elegidos; según su contenido, se distinguen dos grupos de  mapas:


Los mapas descriptivos son aquellos que representan distintos aspectos que se observan en los paisajes; su función central es la localización de elementos que se encuentran en un lugar o en un área de la superficie terrestre. Los aspectos representados pueden ser:  fenómenos naturales, como los ríos o las montañas o construcciones de la sociedad como: las ciudades, los caminos, los puertos, etc. A lo largo de todo el proceso de  su construcción, suele ser necesario hacer un  relevamiento en el terreno.

Los mapas descriptivos suelen destacar tanto aspectos físico-naturales como construcciones sociales. El mapa físico de un continente, como América es un buen ejemplo. También pueden aparecer algunos elementos que brinden información sobre aspectos que no son directamente observables en el paisaje o que no tienen una existencia material. Por ejemplo los límites políticos, los paralelos y meridianos son elementos que permiten una mejor localización en el espacio geográfico.

 Los mapas temáticos son los que nos brindan información en forma gráfica acerca de lo disponible sobre una cuestión en particular. Existen tantos tipos de mapas temáticos como variedad de temas o hechos que puedan ser representados. Los aspectos abordados en ellos no siempre pueden ser observados directamente en los paisajes. Por ejemplo,  los mapas climáticos nos muestran como se distribuye el clima templado en una determinada zona. Un mapa sobre distribución de la población puede mostrar, de manera muy simple dónde se concentran los habitantes de un lugar.  También pueden representarse: la distribución de los cultivos, la localización de los yacimientos mineros, el trazado de la red ferroviaria, etc.

Otros mapas, si bien muestran una localización real, por ejemplo, la distribución de los establecimientos industriales en el país o en una provincia, se consideran temáticos porque representan un aspecto específico, ignorando muchos otros que no son importantes para el propósito con el que fue realizado.

Una sub-variedad de  mapa temático es aquella que representa la información disponible sobre más de un aspecto. Por ejemplo, un mapa que muestre la distribución de las precipitaciones y de los tipos de vegetación o cultivos de una zona. La utilidad de ellos reside en que permiten relacionar información referida a diversas temáticas.

LAS PROYECCIONES CARTOGRÁFICAS

Desde épocas antiguas el Hombre ha buscado la forma de representar la superficie terrestre con la mayor exactitud posible. El globo terráqueo es quizás la representación  más fiel de la Tierra, ya que reúne tres condiciones fundamentales: la semejanza de superficies, de forma y de distancias con las áreas representadas. Sin embargo, en algunas ocasiones, su utilización resulta poco práctica; por este motivo, se han buscado otras formas de representar la superficie terrestre como, por ejemplo, los mapas.

La confección de mapas ha presentado desde sus comienzos algunas dificultades. Así como no es posible extender sobre un plano la cáscara de un naranja sin que se rompa, tampoco es posible representar  la superficie esférica del planeta en un plano sin que sufra deformaciones.  Por ello es que algunos cartógrafos utilizan técnicas para que la representación se realice con la menor distorsión posible. Las técnicas empleadas se llaman proyecciones cartográficas y consisten en procedimientos matemáticos que permitieron establecer una correspondencia estricta entre los puntos de la superficie a representar y el plano o mapa. Las técnicas incluyen, también, la utilización de un sistema plano de meridianos y paralelos sobre el cual puede dibujarse un mapa. En general,  la zona elegida para la proyección representada aparecerá con más fidelidad, mientras que las zonas más alejadas presentarán una mayor deformación.


EJEMPLOS DE PROYECCIONES

Conformes:    Mantienen las formas . Ej. MERCATOR

Equivalentes: Mantienen las superficies a escala. Ej. PETERS.

Acimutales:    Mantiene los ángulos.  Ej. POLARES.

 
En la Argentina, el principal sistema de proyección cartográfica empleada es Gauss-Kruger, una proyección cilíndrica que comprende todo el sector continental de nuestro país y las islas Malvinas. Esta proyección es la más conveniente para aplicar,  en razón de la orientación Norte-Sur, que caracteriza a la ubicación del país.

La proyección clásica.

En 1569 el geógrafo flamenco Mercator dibujó un mapamundi extremadamente interesante: era la primera representación rigurosa del mundo. Ella venía a proyectar de alguna manera los puntos del globo terrestre a partir del centro sobre un cilindro tangente al Ecuador. Este cilindro aplicado a un plano daba un mapa extremadamente útil para los navegantes por el hecho de que los meridianos están representados paralelamente y formando ángulos rectos con los paralelos. Este mapa ha sido la base de todos los planisferios desde hace cuatro siglos y se sigue utilizando por las flotas marítimas y aéreas.

Pero la Proyección cilíndrica de Mercator tiene la enorme desventaja de deformar considerablemente las partes alejadas del Ecuador. Su utilización ha dado un lugar de abusiva preponderancia a Europa y una falsa imagen de la repartición de tierras y mares entre los hemisferios Norte y Sur. Por ejemplo, se coloca el Ecuador en el tercio del mapa y no en el medio.

Ejemplos:

-Al ver este mapa se creería que la India que tiene 3,3 millones de km2  es más pequeña que Escandinavia que sólo tiene1,1 millones de km2.

-América Latina parece más pequeña que Groenlandia: en realidad es 9 veces más grande: 17,8 millones de km2, contra 2,1 millones de km2.

-Un tercio de la superficie del mapa está destinada al hemisferio Sur, mientras que dos tercios restante se destinan al hemisferio Norte.

-Europa parece aquí más extensa que América Latina. Cuando ella es en realidad casi la mitad de pequeña: Europa cuenta con 9,7 millones de km2 y América Latina 17,8 millones de km2.

EL MAPA DE PETERS: UN MAPA PARA UN MUNDO MÁS SOLIDARIO.

El intento de representar la Tierra es casi tan antiguo como la humanidad. Las dificultades a las que ha habido que enfrentarse han sido numerosas: conocimiento limitado del mundo, enseñanzas religiosas, . . . Cuando nadie pudo dudar de que la Tierra era redonda, se vieron con mayor claridad las dificultades que planteaba la confección de un planisferio, puesto que la esfera sigue siendo la forma mejor y más fiel de representación del globo terráqueo. En el año 1569 se publicó el primer mapa del mundo, correctamente calculado por el cartógrafo Gerhard Cremer: una proyección conocida como Mercator y que ha sido la más aceptada y utilizada durante los últimos cuatro siglos.

Sin embargo, esta proyección, como ha demostrado el historiador Arno Peters, tiene numerosas incorrecciones que pueden resumirse bajo el calificativo de “eurocentrismo”.

“Son siempre -en palabras de Peters- los países del Tercer Mundo, los estados ex -coloniales, las naciones de los pueblos de color los que resultan perjudicados por el mapa Mercator. Este mapa es una expresión de la época de europeización del mundo, de la época en la que el hombre blanco dominaba el planeta, de la época de la explotación colonial del mundo, por una minoría de razas de señores blancos, implacables, bien armados, y técnicamente superiores. . . “ ¿Hemos de seguir utilizando un mapa que refuerza la idea en que hemos sido educados, Europa como centro del pensamiento y de la acción del mundo? Es ésta la mejor manera de pasar de unas relaciones de dominio a unas relaciones de solidaridad entre los pueblos del norte y del sur?

Pese a todo, podríamos preguntarnos si la utilización de un mapa puede influir decisivamente en las personas. Empecemos por subrayar las principales distorsiones provocadas por la proyección Mercator:

1)    La ex -URRS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) tenía 22,4 millones de Km. cuadrados, y sin embargo  se ve mayor que África  que poseía 30 millones de km. cuadrados;

2)    Groenlandia (2,1 millones de km. cuadrados) aparece en el mapa mayor que China (9,5 millones de km. cuadrados);

3)    La distorsión eurocéntrica se mantiene si comparamos países concretos: Italia con una superficie real 303.000 km cuadrados aparece de igual tamaño que Somalía (en realidad ésta posee 640.000 km cuadrados, es decir esta última es dos veces mayor); Suecia , con 450.000 km cuadrados aparece dos veces mayor que Egipto(1.000.0000 de km cuadrados), cuando lo cierto es precisamente lo contrario, etc.

 

Una encuesta de opinión del año 1968 mostraba que el 94% de las personas encuestadas aceptaba la representación del globo de Mercator (y de los mapas derivados) como una imagen real, fidedigna del planeta. Un 5% sabía que era imposible representar la superficie del globo en una proyección plana sin cometer distorsiones, pero consideraba que se trataba de un problema cartográfico y que la imagen resultante era real, exceptuando algunas distorsiones en las regiones polares. Sólo un 1% estaba correctamente informado de las distorsiones de la proyección de Mercator. Un mapa puede ser más importante de lo que parece.

La falta de información es, pues, la principal causa de la propagación de una visión del mundo errónea y que fomenta la insolidaridad. Arno Peters intentó buscar una alternativa que conservara las ventajas para el uso generalizado del mapa Mercator y que le añadiera otras cualidades, especialmente la fidelidad en la representación de las áreas. El resultado se publicó en 1974 y a partir de entonces ha recibido un apoyo creciente. El mapa nos sorprende inicialmente porque da a cada uno lo suyo, corrigiendo incluso la discriminación cromática. Hace unos 300 años, J. Hübner (un pedagogo alemán) impuso la idea de representar la totalidad de un estado en un color uniforme; eso supuso que los países colonizados compartían el color de la tierra madre europea. Peters ha sustituido ese anacronismo, asignando un color a cada parte de la Tierra y mostrando los estados particulares como variaciones de ese color; se atiende, pues, más a las propiedades geográficas, naturales, del mundo que a las diferencias nacionales.

¿CUÁLES SON LAS CUALIDADES DEL MAPA PETERS?

 1º. Las superficies son comparables. Un centímetro cuadrado en cualquier punto del mapa representa 63.550 km2 en la realidad. De esta manera las regiones templadas no son mayores en relación con las otras.

 2º. Todas las regiones terrestres están representadas, comprendidas también las regiones polares. Se tiene así medida exacta de la dimensión considerable de la Antártida a menudo escondida en los otros mapas.

3º. El Ecuador está en el centro del mapa, que sería su posición normal, y  que sin embargo estaba raramente respetada. Se tiene así un corte fiel de los hemisferios norte-sur que permite, entre otras cosas, medir la parte de tierras emergidas y de los mares en cada uno de ellos. De hecho, Europa es reducida a su verdadera situación.

4º. La fidelidad absoluta de los ángulos en las direcciones esenciales norte-sur y este-oeste. Ésta es la principal cualidad de la proyección de Peters. El norte, por ejemplo, está rigurosamente por encima de todo punto buscado, lo que permite dar posiciones exactas.

5º. Las distorsiones inevitables debidas a la representación de la esfera sobre plano han sido repartidas al Ecuador y a los Polos. En mapas como los de proyección Mercator estaban concentradas en los Polos.

 Peters ideó una proyección, que pudiese representar todo el mundo y en el que la distorsión de las superficies fuera mínima. Además puso el Ecuador en el centro del mapa. Con estas premisas obtuvo una compleja fórmula matemática que conseguía todo esto, por ejemplo representar fielmente las latitudes medias. Las latitudes altas parecen un poco más pequeñas, en comparación, y las latitudes bajas, un tanto más grandes; pero aquí están los países pobres, lo que a Peters le pareció más una virtud que un defecto. En todo caso la distorsión de las superficies es menor en el mapa de Peters que en el de Mercator.

Peters fue mucho más lejos. Propuso modificar la red de meridianos y paralelos. El meridiano cero dejaría de estar en Greenwich para pasar, más o menos, al centro del estrecho de Bering, en un meridiano que no cortase ningún país. Además, este meridiano sería la línea de cambio de fecha, totalmente recta.

Por otro lado planteó que el círculo no se dividiese en 360º sino en 100º. La longitud iría de 0º a 100º, al igual que la latitud. El polo Norte sería el paralelo 0º, el polo Sur el 100º y el Ecuador el 50º.

TIPOS DE PROYECCIONES

PROYECCIONES CILÍNDRICAS

 -Ideada por Mercator en 1569.

 -Proyección basada en un cilindro que envuelve al globo terrestre  y es tangente (recta que toca en un punto a una curva o a una superficie) en el Ecuador. El mapa resultante del desarrollo del cilindro presenta la red de paralelos y meridianos como líneas rectas perpendiculares entre sí. La deformación aumenta a medida que nos alejamos del Ecuador, es decir, en los polos la deformación es máxima en cuanto a superficies y distancias.

 -Red Geográfica: Los paralelos son líneas rectas que se van separando a medida que nos acercamos a los polos. Los meridianos son líneas rectas equidistantes (separadas por la misma distancia).

 -Representa muy bien las zonas ecuatoriales. Esta proyección es muy utilizada en cartas de navegación, ya que la perpendicularidad entre paralelos y meridianos facilita el trazado de líneas de rumbo.

La mayor parte de la cartografía escolar está elaborada según una variante de esta proyección conocida como Universal Transversa de Mercator  (UTM).

 PROYECCIONES CÓNICAS

 -Proyección basada en un cono tangente a un paralelo determinado. El mapa resultante del desarrollo del cono tiene forma abanico y en él los meridianos se transforman en líneas rectas que parten del polo, y los paralelos en circunferencias concéntricas con centro en éste. La deformación aumenta a medida que nos alejamos del paralelo de tangencia, en este caso el paralelo de 45 grados norte.

 -Red Geográfica: Los paralelos son círculos concéntricos y cóncavos (es lo que aparece a la vista más deprimido en el centro que en las orillas)  hacia el polo. Los meridianos se van separando a medida que se acercan al Ecuador.

 -Representa muy bien las zonas de latitudes medias y son muy útiles para la elaboración de mapas temáticos de países o continentes, ya que sólo permiten representar un hemisferio.

 PROYECCIONES ACIMUTALES

 -Proyección basada en un plano tangente a un punto de la tierra. El mapa resultante del desarrollo del plano sobre el Polo Norte, por ejemplo, presenta los meridianos como rectas que parten del centro de la proyección (Polo Norte), y los paralelos como círculos concéntricos. La mayor deformación se produce al alejarnos de la zona de los polos.

 -Red Geográfica: Los paralelos son círculos concéntricos y los meridianos son líneas rectas radiales que parten del punto de tangencia.

 -Representa muy bien las zonas polares, tanto del Ártico  como de la Antártida.

 
EL CONCEPTO DE ESCALA

 La escala es la relación que existe entre las dimensiones de los planos y mapas y el tamaño real de lo representado. Esa relación indica la proporción a la que se reduce la superficie terrestre para ser representada en el plano.

 
En la escala es importante considerar que cuanto mayor es la superficie real representada, menor es la cantidad de detalles que se pueden observar. Por ejemplo, si observamos un planisferio podremos ver la forma general de los continentes o la distribución de los océanos, pero no podremos ver las calles de una ciudad. Si queremos observar la forma de una ciudad, debemos emplear una representación cuya escala sea mayor, por ejemplo un plano de calles.

La escala puede expresarse en los planos y mapas de dos maneras: como escala numérica y como escala gráfica.

La escala numérica se expresa como una fracción que indica la proporción entre la distancia en el mapa y la correspondencia en el terreno. Por ejemplo, 1:200.000 (se lee 1 en 200.000) significa que 1 centímetro del mapa equivale a 200.000 centímetros del terreno (ó 2.000 metros ó 2 kilómetros).

EJEMPLOS DE ESCALA NUMÉRICA:

 
+ Cuánto más grande es el denominador más chica es la escala, porque la superficie a representar  es mayor, y  por lo tanto, muestra menos detalles del terreno.

1:20.000.000   1cm=20.000.000cm  20.000.000 cm a km = 200 km    1cm=200km

En un mapa realizado en esta escala, 1 cm equivale a 200 km  de la realidad.

 

+ Cuánto más chico es el denominador más grande es la escala, porque la superficie a representar es menor, y de esta manera se muestra la zona del terreno con más detalles.

1:200.000        1 cm =200.000 cm     200.000 cm a km = 2 km               1cm =2 km

En un mapa realizado en esta escala, 1 cm equivale a 2 km de la realidad.

 Por ejemplo si buscásemos las Sierras de Córdoba en un mapa de relieves de América, no las encontraríamos,  porque en la escala en la que está construido no es posible representar un relieve de tan pequeña dimensión. Para superar este problema debemos recurrir a un mapa de mayor escala, que abarque una superficie menor, pero con mayor cantidad de detalles. Ejemplo: un mapa con el relieve de Argentina o de las Sierras Pampeanas.

CLASIFICACION DE ESCALAS NUMÉRICAS


ESCALAS GRANDES  (presenta más detalles)


 
Son aquellas donde la reducción ha sido pequeña y, por lo tanto,  pueden representarse muchos detalles.

Abarcaría de manera aproximada, las escalas comprendidas entre 1:100 y 1.25.000

Usos posibles: estudios de zonas urbanas, proyectos de ingeniería, loteos para colonización, etc.

ESCALAS MEDIAS


 
1.25.000 A 1:1.000.000
Usos posibles: mapas de países y continentes, cartas topográficas y náuticas.


ESCALAS CHICAS (presenta pocos detalles)


Son aquellas donde la reducción ha sido grande y, por lo tanto, el mapa puede abarcar grandes superficies representadas con pocos detalles.


Menores a  1.1.000.000 (por ejemplo 1:210.000.000)


Usos posibles: mapas murales, planisferios.


ESCALA GRÁFICA


 La escala gráfica es una recta graduada en la que se indica, en cifras, la distancia real que corresponde a las medidas del plano o mapa. Esta escala se dibuja como una línea dividida en segmentos numerados , expresados en metros o kilómetros, que permiten al medir las distancias en el mapa, determinar las medidas reales en el terreno.

ESCALA CROMÁTICA

 Esta escala representa, a partir de colores, las diferentes alturas de los relieves. Cada color tiene un valor en metros que indica la  altura o profundidad. Así, por lo general, los distintos tonos de color verde indican terrenos con alturas entre 0 y 200  metros sobre el nivel del mar, en coincidencia con las áreas llanas  o de llanuras. El color verde oscuro indica la presencia de  depresiones del terreno.

El amarillo es utilizado para las zonas con alturas entre 200 y 500 metros, que coinciden con las zonas de mesetas.

Las distintas tonalidades de marrón representan las alturas superiores a los 500 metros, es decir, las zonas de sierras y montañas. En estas áreas cuanto más oscuro es el tono del marrón, más alto es el terreno representado.

En el caso de las profundidades de los mares y océanos, se utilizan distintas tonalidades de celeste y azul. En las áreas de mayor profundidad, por ejemplo, en las fosas oceánicas el tono del azul será mucho más intenso. En las zonas correspondientes a la plataforma submarina (entre 0 y 200 metros de profundidad) se utiliza el color blanco.

 

IMPORTANTE: cuando se trabaja con un mapa físico hay que “leer” la escala cromática, para poder diferenciar los colores que han sido utilizados en el mismo para representar las alturas de los relieves. Es preciso puntualizar que puede haber una leve diferencia con la asignación de los colores en los mapas, que puede ser distinto según la editorial que lo haya publicado.

 LAS FOTOGRAFÍAS

 Las fotografías son imágenes que pueden ser “leídas” y, por lo tanto, constituyen una vía de acceso a información alternativa a la del texto escrito. Por medio de las fotografías obtenemos una imagen instantánea de un conjunto de objetos, paisajes o personas.

Las fotografías pueden ser:

-descriptas: quién las observa menciona  las características del paisaje, de los sujetos o de la distribución de algunos elementos en el espacio que ve. También puede ser  interpretadas, cuando se reconocen  algunos  patrones  de distribución o las  relaciones de semejanza o diferencia entre los elementos representados. La lectura de las fotografías nos permiten  formularnos interrogantes y conclusiones provisorias.

Las fotografías captan una parte de la realidad mayor y son tomadas por alguien, en un lugar y momentos determinados. Por eso, cuentan con un epígrafe: una frase corta que se coloca junto a ella, con el objeto de fijar su alcance espacial y temporal, así como su significado.

Las fotografías que son de interés para la geografía son aquellas que nos muestran paisajes o escenas de la realidad.

*Las fotografías pueden brindar información general, por ejemplo, qué elementos se observan en un paisaje rural; también nos permiten conocer un lugar determinado, por  ejemplo, cómo es el paisaje rural en los llanos del Orinoco, Venezuela .

*En una fotografía se pueden identificar elementos naturales (relieve, tipo de vegetación, etc) y construcciones sociales (por ejemplo tipos de construcción presentes en la infraestructura: calles, puentes, autopistas).

*La fotografía también puede mostrar personas, en ellas es importante identificar la actividad que ellas están realizando, su condición social, etc para poder establecer relaciones entre las mismas y el lugar donde se encuentran.

*En la fotografía conviene distinguir sus distintos planos y comenzar sus descripción desde los planos más alejados  hacia los más cercanos.

 LAS FOTOGRAFÍAS AÉREAS


 Las fotografías aéreas son representaciones de la superficie terrestre que permiten observaciones de cualquier parte o área de dicha superficie. Las fotografías proporcionan una representación fiel,  detallada e inmediata.

Las fotografías aéreas forman parte de los llamados sistemas de teledetección, es decir, un conjunto de técnicas eficaces para obtener información de la superficie terrestre a distancia.

Estas imágenes se obtienen desde aviones o helicópteros equipados con instrumentos especiales, denominados sensores, que recogen la información a distancia de las áreas y objetos ubicados sobre la superficie terrestre.

Las cámaras fotográficas son uno de los sensores más utilizados. Ellas se  instalan sobre soportes antivibracionales y están provistas de varias lentes y grandes cargadores de películas. Un proyector especial, al mismo tiempo, corrige la distorsión que se produce en las imágenes al estar el avión en movimiento. La técnica empleada  consiste en: combinar varias fotografías superpuestas del mismo terreno para crear  una imagen tridimensional, ya que están tomadas en distintas pasadas del avión y con diferentes ángulos. Luego se utilizan ordenadores y computadoras que automatizan la recolección de información.

Las fotografías aéreas se emplean  con frecuencia como un documento básico en la confección de mapas,  ya que facilitan el reconocimiento de las distintas zonas y el  relevamiento de los objetos que aparecen en ellas. Estas fotografías son asimismo,  muy utilizadas con fines más puntuales que requieran de información exacta, con una perspectiva aérea de la zona. Por ejemplo, el análisis de las fotografías aéreas permite conocer los elementos de una ciudad (distribución de viviendas, calles, espacios verdes etc.) y los procesos de urbanización; así como también el cambio de hábitat de especies animales, las áreas afectadas por inundaciones, el reconocimiento de áreas de frontera etc.

 LAS IMÁGENES SATELITARIAS

 Las imágenes satelitales  son recursos obtenidos con  sensores  remotos , desde satélites que orbitan alrededor de la Tierra,  entre  700 y 900 km de altura. Estos  pueden ser sensores de microondas que  captan  la energía electromagnética que emiten los elementos que hay en la superficie terrestre o  pueden usar el calor que irradian los objetos midiendo la onda de rayos infrarrojos. Toda la  información captada por el satélite es  retransmitida  en forma digital y reenviada a la Tierra para ser analizada, procesada  y transformada en imágenes.

Para facilitar su interpretación, suele recurrirse al falso color compuesto que tiñe de diferentes tonalidades a los diversos objetos.

Los colores orientan la interpretación de los diferentes objetos. Por ejemplo las áreas urbanas aparecen en tonos celestes o gris; la vegetación, en tonos pardos o rojizos; el suelo descubierto en tonos azules, blancos o verdosos.  El  agua con sedimentos en suspensión aparece en tonos azules; el agua pura aparece de color azul oscuro o negro; la nieve, las nubes y las salinas se ven blancas. 

En las imágenes existen ciertos patrones de las formas que permiten inferir la presencia de algunos elementos. Por ejemplo las líneas rectas suelen indicar la presencia de rutas o vías de comunicación. Las líneas rectas con curvas suaves, por ejemplo, pueden representar vías férreas. En cambio, las líneas rectas con curvas en ángulo recto pueden corresponder a carreteras.

Líneas irregulares: pueden manifestar la existencia de cursos de agua.

Formas regulares (cuadrados, rectángulos, etc) suelen indicar algún tipo de uso específico del suelo, como el  urbano (reconocible en el amanzanamiento) o rural (reconocible en las parcelas de cultivo).

Los objetos naturales tienen por lo general formas irregulares. Por ejemplo, las montañas tienen su típica forma rugosa e irregular y los ríos de llanura muestran su recorrido sinuoso.

Su aplicación a usos civiles y militares es muy variada .En el campo de la oceanografía, por ejemplo, proporcionan información acerca de las características de las corrientes marinas. En  meteorología y climatología permiten detectar nubes y tormentas y ayudar en el pronóstico del tiempo. En hidrografía , contribuyen al monitoreo de las aguas superficiales.

En la agricultura se  aplica en: la predicción  de cosechas, evaluación del recurso suelo (procesos de degradación y erosión), mapas de uso del suelo, etc.


 

 

 

5to ES   Año 2013

¿Qué hay que saber hoy sobre Geografía?

Una ciencia para comprender los territorios En El Monitor de la Educación número 13, 5ta Época, Julio/Agosto 2007, páginas 48 y 49.- VERSIÓN ADAPTADA
Por Alejandro Benedetti (Doctor en Geografía, becario posdoctoral del Conicet. Investigador del Instituto de Geografía y docente, UBA).

Cualquier geógrafo al comentar cuál es su profesión, suele recibir preguntas del estilo: “¿Cuál es la capital de Kirguizistán?; ¿descubriste alguna mina de oro?”; o también: “¿Haces mapa?”. Sería incorrecto afirmar que la toponimia, la geología o la cartografía son saberes ajenos a la geografía. Pero ninguna de esas disciplinas son, indefectiblemente, especificidades del quehacer de los geógrafos.
El término Geografía tiene una pluralidad de sentidos. Uno de ellos remite a un saber práctico y se remonta a las primeras culturas. El conocimiento sobre la localización de las fuentes de alimento, el agua potable o los enemigos, y también los caminos de acceso, era una información vital. Lo sigue siendo. También suele asociarse al medio físico: la geografía de una comarca es el conjunto de construcciones, ecosistemas, estructuras geológicas y superficies ocupadas con agua que encuentran allí. Suele haber una fuerte asociación del término geografía con la asignatura escolar.
Esta materia está presente en el sistema escolar desde fines del siglo XIX. En la Argentina como en otros estados nacionales, junto a la historia y el civismo, la geografía fue una poderosa herramienta que aglutinó a una heterogénea población, creando y fortaleciendo los sentimientos de pertenencia a la comunidad imaginada. La geografía escolar fue un importante motor para el desarrollo de la geografía profesional. Si bien actualmente la enseñanza sigue siendo un importante ámbito laboral para los geógrafos, el espectro de intereses y áreas de inserción es mucho más amplio.
Suele afirmarse que el pensamiento geográfico se origina en la Grecia antigua, de donde proviene el término. En sus orígenes consistía en la mensura y descripción de la extensión del mundo conocido, sus fronteras y el más allá.
En 1650, Bernhard Varenio condensó buena parte del conocimiento del mundo, aunque la geografía seguía siendo un saber disperso. La sistematización de los conocimientos en geografía comenzó a producirse hacia fines del siglo XIX, en el contexto de la formación de los estados nacionales, el imperialismo europeo y la consolidación del sistema educativo:
En la Argentina, los primeros pasos en el proceso de institucionalización de la geografía se dieron con la creación de algunas cátedras, hacia 1900, dentro de una carrera de Historia; con la creación en 1904 de una carrera especializada en la formación de profesores de Geografía, en el Instituto Joaquín V. González; y, a mediados de siglo, se establecieron las primeras carreras universitarias.
Puede reconocerse una continuidad a lo largo de la tradición geográfica, dada por el interés por comprender las variaciones de fenómenos naturales y sociales en la superficie terrestre. Los temas, las formas de abordarlos y las prácticas profesionales fueron cambiando de manera notable. La geografía asiste actualmente a una creciente diversidad y complejidad del abanico de temas y problemas. Algunos de los campos emergentes son la geografía de género, el desarrollo local, los problemas de la mundialización, las geografías de la vida cotidiana, por mencionar algunos ejemplos.
Cada vez hay mayor consenso en que la geografía forma parte de las ciencias sociales. Aun cuando se estudien los recursos naturales, la mirada de los geógrafos no está puesta en los procesos naturales que dieron origen a los materiales, sino en la conflictividad social generada por su apropiación y puesta en valor. La mirada sobre un proceso social cualquiera apunta a comprender las configuraciones territoriales resultantes, a describir la disposición particular que adquieren las infraestructuras, a interpretar las formas en que se organizan territorialmente las instituciones o a reconstruir el proceso de formación de las identidades regionales.

En el quehacer de los geógrafos, las categorías de análisis fundamentales son:
-Espacio
-Región y paisaje
-Territorio
-Límite y frontera
-Lugar
-Red,
entre otras.

Pero probablemente es territorio el concepto con más revisita. Tradicionalmente fue asociado a la idea de suelo, de soporte material y jurisdicción de un Estado nacional, o a área controlada por un animal. Las nuevas perspectivas han contribuido a enriquecer esta categoría de análisis.

Algunas claves para comprender los territorios son:

- La idea de territorio no está asociado en forma unívoca al Estado nacional. Un territorio puede concebirse como un resultado de las acciones de cualquier sujeto (individual o colectivo) que busca controlar en un área determinada, sus recursos, las personas y sus relaciones. El territorio es un ámbito delimitado, que muchas veces se estabiliza (el territorio de los estados nacionales, aunque otras veces su perdurabilidad puede ser muy acotada en el tiempo (en un partido de fútbol, durante unas horas, cada hinchada controla cierto ámbito dentro de la cancha).

- Los territorios (de la Argentina, de Jujuy, pero también de la religión católica, de la multinacional Coca-Cola o de la minoría étnica wichí) son entidades históricas, contingentes, en permanente transformación, que se reproducen a través de las prácticas sociales y culturales de los sujetos.

- Un territorio, especialmente el del estado nacional, es una realidad compleja donde se articulan procesos económicos, políticos y socioculturales.

- En la Argentina o en cualquier otro país, se articulan procesos globales (redes financieras internacionales), regionales supranacionales (creación del Mercosur), nacionales (intervención del Estado Nacional a través de la Gendarmería Nacional), regionales sub-nacionales (iniciativas para el desarrollo económico regional de Norte Grande) y locales (en cada lugar donde se construyen fuertes sentimientos de pertenencia a una pequeña comunidad). En suma, los territorios se conforman a diferentes escalas.

- Lo anterior, a su vez, está señalando la existencia de una red de actores, con diferentes intencionalidades y que actúan con distintas lógicas. Los estados nacionales, los municipios, las asociaciones empresariales, las ONG (Organizaciones No Gubernamentales) ambientalistas, los diferentes grupos sociales políticamente movilizados moldean los territorios en función de sus intereses.

- Si bien puede presentar ciertas homogeneidades (una misma lengua o un mismo sistema legal), los territorios son fragmentados e internamente desiguales. La desigual distribución de los ingresos, por ejemplo, tiene su correlato en la desigual distribución territorial de las oportunidades. La sociedad genera cambios diferenciales en el territorio, y el territorio origina diferencias sociales.

Uno de los desafíos de la enseñanza de la Geografía es complejizar la mirada sobre los territorios; no solo por presentar al territorio argentino como una construcción histórica; sino, de igual forma, por intentar comprender cómo se formaron, cómo funcionan y cómo participan en la vida cotidiana de los alumnos otros territorios. El del municipio o de la provincia, el de la comunidad campesina o de la minoría religiosa a la que pertenecen, por ejemplo.
Una definición contemporánea de Geografía sería, tal vez, la de una ciencia que busca comprender, en el tiempo, la dimensión territorial de los procesos sociales.

DEFINICIONES DE CONCEPTOS  En www.wikipedia.org

 Espacio geográfico

 El espacio en geografía, es el espacio en el que se desenvuelve el ser humano y por consiguiente es una construcción social.
Diferentes autores han estudiado a lo largo de la historia este concepto. Antes de enumerar sus teorías se podría intentar una primera aproximación. Si el espacio (físico) hace referencia a un lugar que ocupa alguna cosa y la geografía es la ciencia que estudia el medio ecológico y las sociedades que lo habitan, podríamos afirmar que el término denota el lugar que ocupan las sociedades.

 Los griegos, ya hablaban de la ecúmene. Para ellos ésta se refiere al conjunto del mundo conocido por una cultura, a aquella porción de la Tierra permanentemente habitada. Se relaciona estrechamente con la geografía humana. Se toma la Tierra como morada de la especie humana y se pregunta la relación de interdependencia entre la humanidad y su hábitat. El punto de vista geográfico se confunde con el etnográfico para pasar a delimitar sus zonas habitadas, dando lugar a otras ecúmenes, aparte de la griega.
El conocimiento de la Tierra les lleva a conocer otros espacios, desiertos y habitados, y otras formas de habitar. La cartografía contribuye a precisar las localizaciones y las distribuciones; las escuelas geográficas nacionales desarrollan sus intereses y sus métodos. La teoría de una sola ecúmene en la Tierra desaparece aunque se preserve con algunas teorías filosóficas, como en el caso de Kant que al exponer el deber del ciudadano encuentra que: habitar la Tierra es comportarse como un ciudadano del mundo.
La cuestión de la ecúmene se reformula en la geografía humana en la que Paul Vidal de la Blache (Principes de géographie humaine, 1921) emplea la palabra para denominar la relación de la Tierra con la humanidad:
"Por encima del localismo, del cual se inspiran las concepciones anteriores, las relaciones generales entre la Tierra y el hombre se actualizan (...). Las soledades oceánicas dividieron a las ecúmenes durante mucho tiempo, ignorándose unos a otros (...). Hoy en día todas las partes de la Tierra entran en relación, el aislamiento es una anomalía que parece un desafío".

 

La evolución de una humanidad dividida en ecúmenes distintas hacia una sola ecúmene unida, da paso al principio de unidad terrestre que funda la geografía humana.
Max Sorre desarrolla este concepto de la “ecúmene unida” de Vidal y llega a decir que la Tierra es ante todo un hábitat en el sentido biológico, donde el género humano vive y se reproduce, dividiéndose en sí mismo en razas adaptadas a los diferentes medios. Empieza a vislumbrar que es un espacio que atañe a la sociedad. Max Sorre hace de la ecúmene una noción clave de la geografía humana.

 Años más tarde, aunque ya parecía que había llegado el final de la geografía clásica, Olivier Dollfus, se la vuelve a encontrar y pretende reducir a aquellos que intentan reformular el proyecto geográfico:
“El dominio del espacio geográfico en su sentido más amplio es "la epidermis de la Tierra”, es decir la superficie terrestre y la biosfera. En una acepción que no es más que en apariencia más restrictiva, es el espacio habitable, la ecúmene de los antiguos, allí donde las condiciones naturales permiten la organización de la vida en sociedad. Hasta una fecha reciente la ecúmene coincidía más o menos con las tierras cultivables y utilizables para la agricultura y el pastoreo. Los desiertos donde la irrigación es imposible, el dominio glacial de las grandes altitudes y de la alta montaña estaban excluidos de ésta. Esta noción de la ecúmene debe ser revisada. El geógrafo Max Sorre, que la ha desarrollado y empleado extensamente lo constataba él mismo”.

 
En el análisis del espacio geográfico, se parte de lo que está presente, de lo visible, para entender la importancia de las herencias y la velocidad de las evoluciones, para descifrar los sistemas que son las estructuras que actúan sobre el espacio. El análisis de un paisaje urbano es revelador de su historia y de sus condiciones de desarrollo, y muestra el peso del pasado en la organización del espacio urbano en la época contemporánea. Se han llevado a cabo distintos intentos de clasificación de los espacios geográficos y el criterio fundamental que se ha seguido es el de orden espacial aunque otras clasificaciones podrían basarse en clima o incluso en los niveles de desarrollo (países desarrollados o subdesarrollados). El análisis y comprensión de los fenómenos localizados en un espacio geográfico pasan por el uso de documentos cartográficos donde son seleccionados elementos distintos según las escalas utilizadas. La acción humana tiende a transformar el medio natural en medio geográfico, y aunque la historia humana sea mínima para la historia de la Tierra, ostenta a una posición principal para la explicación y comprensión del espacio geográfico.

 
Espacio geográfico  En www.club.telepolis.org

 
En su sentido más amplio el espacio geográfico es la «epidermis de la Tierra» que decía Jean Tricart. La superficie terrestre y la biosfera, lo que los griegos llamaban ecúmene, aunque este concepto abarca sólo las tierras habitables, que son las conocidas por la humanidad. Las tierras cultivables. Hoy en día las tierras habitadas alcanzan a todo el planeta, según Max Sorre, hasta la Antártida, los mares, el aire e incluso el espacio exterior son accesibles a la sociedad, y objeto de conocimiento y aprovechamiento. El espacio geográfico es el espacio accesible a la sociedad.
Por definición todo punto del espacio geográfico se ubica en la Tierra y se define por su latitud, su longitud y su altitud. Pero además se localiza: se define por su emplazamiento concreto, por su posición y por estar relacionado con otros puntos. Claro que esa relación depende de la escala.
Todo punto localizable se puede cartografiar. La representación cartográfica permite situar los fenómenos y esquematizar los componentes eligiendo la escala. Cada punto del espacio tiene una personalidad única, una identidad que lo diferencia de los demás, en virtud de su emplazamiento y su posición, y que evoluciona según el conjunto de relaciones que se establecen con otros puntos del espacio. El que cada punto del espacio sea irrepetible no contradice la homogeneidad del paisaje, ya que esta surge de la repetición de unas determinadas formas, parecidas. El geógrafo que analiza el espacio localizado se esfuerza por encontrar los nexos comunes y las diferencias con el espacio colindante, no a la manera de las ciencias exactas sino en virtud de su evolución, sus combinaciones dinámicas y sus comparaciones, que facilitan la explicación y la clasificación.
La faz de la Tierra es siempre cambiante, si bien siempre se pueden rastrear en ella las huellas del pasado. Aunque la velocidad de los cambios es diferente para cada fenómeno, son los procesos actuales, sobre la herencia del pasado, los que dan personalidad al paisaje. Para comprender el paisaje es necesario describirlo, valorarlo, clasificarlo y ordenarlo de manera que se pongan de relieve sus elementos. Además, es necesario explicarlo, planteando problemas y buscando relaciones, tanto en los procesos actuales como en la historia.
Pero los fenómenos que actúan en el paisaje no lo hacen aisladamente, sino que interaccionan unos con otros a diferentes ritmos y a diversas escalas, con lo que dan originalidad al paisaje.
Los cambios en el paisaje suelen presentarse bruscamente, en forma de crisis que afectan a los demás elementos que interactúan. Esto supone que las condiciones que intervienen sobre un determinado paisaje cambian radicalmente a lo largo del tiempo, dejando las huellas de su paso impresas en el mismo. Y no siempre es posible volver a la situación anterior.
Cada paisaje se mantiene, mientras que los procesos que interactúan se encuentren entre unos determinados umbrales, traspasados los cuales comienzan a funcionar otros procesos, se extinguen los que había, y el paisaje cambia radicalmente. Para cambiar la naturaleza de un paisaje basta con que un sólo fenómeno esencial que lo define traspase el umbral, o que varios fenómenos, aparentemente más elásticos, actúen en la misma dirección. El estudio de los umbrales para la organización de las sociedades que ocupan el espacio es labor de la Geografía. Actualmente los economistas llaman a esto crecimiento sostenible.
A pesar de la originalidad de cada punto en el espacio, este ofrece una apreciable homogeneidad, debido a los puntos en común, que se repiten, y dan extensión al paisaje y continuidad al espacio. Si bien habitualmente la homogeneidad viene dada por un fenómeno destacado que se repite. No hay que olvidar que la dominante que aparece como elemento que da homogeneidad al paisaje depende de la escala elegida para el estudio. El cambio de escala supone la modificación del problema e incluso su total desaparición.

 

LA BIOSFERA

 La biosfera abarca el conjunto de todos lo organismos vivos, las interacciones entre ellos y con el hábitat que los rodea. Comprende parte de la litosfera, la hidrosfera y la atmósfera, en diferentes proporciones.
En la hidrosfera, la biosfera se extiende hasta las profundidades oceánicas, pero en la atmósfera se limita solamente a las capas inferiores que son las recorridas por insectos, pájaros y organismos microscópicos. En la superficie terrestre se extiende entre las grandes alturas y las profundas cavernas y grietas de rocas, abarcando además, los microorganismos del suelo.

 
AJÓN , ANDREA Y  BACHMANN; LÍA  “Territorios en el mundo actual” Buenos  Aires, Editorial Longseller, 2002, Páginas 21 y 22.- Libro 1

 ¿Qué es el territorio?


El concepto de territorio ha sido objeto de debate en el campo de la Geografía. Tradicionalmente, se lo había reducido al espacio cuyos límites políticos coinciden con los del territorio estatal. Esta idea fue puesta en discusión y hoy se ponen en relación las nociones de territorio y poder.
Los territorios se van conformando según complejas relaciones de poder que los vuelven ámbitos geográficos inestables y variables en el tiempo. La delimitación del territorio implica el establecimiento de límites que marcan relaciones de exclusión e inclusión, de fronteras entre un adentro y un afuera. Los límites a veces pasan por la ocupación efectiva de un espacio o por las marcas que deja en él un pueblo. Así, el territorio es una pertenencia colectiva que, en ocasiones, puede dar lugar a tensiones o conflictos entre los que se consideran pertenecientes al territorio y los que son considerados ajenos.
Según esta perspectiva, son territorios los marcados por una actividad ilegal (por ejemplo, los espacios dominados por la guerrilla colombiana), los reclamados por los pueblos que reivindican un Estado (como los kurdos, obligados a exiliarse en otros países), la Unión Europea o los ámbitos geográficos que consideran suyos las hinchadas de fútbol en una ciudad.
Esta idea de territorio permite detectar una compleja trama de delimitaciones territoriales e, incluso, territorios vinculados por un problema específico y que no necesariamente se corresponden ámbitos geográficos contiguos; en África, por ejemplo, por el reparto colonial, el grupo étnico yoruba quedó dividido entre Nigeria, donde el idioma oficial es el inglés, y Benin, de habla francesa. Éste es un caso en el que un pueblo con la misma pertenencia étnica y cultural resultó repartido en dos Estados.
El territorio estatal es un ejemplo de territorio en el que los límites son precisos y de carácter jurídico: a lo largo de toda su extensión geográfica, el Estado ejerce la soberanía legítima.
Hoy, muchos pueblos con diferencias étnicas, lingüísticas y religiosas comparten la pertenencia a un mismo Estado. Las desiguales relaciones de poder entre las distintas comunidades o los diferentes pueblos en el marco de ese Estado definen quiénes constituyen las minorías nacionales y quiénes, la mayoría.
En otros términos, la dominación política permite a la mayoría ejercer una discriminación contra la minoría y adoptar una actitud que puede expresarse de diversos modos que van desde las representaciones caricaturescas hasta el exterminio.
Esta convivencia obligada por los vericuetos de la historia y la política suele no ser armónica. En consecuencia, surgen frecuentemente disputas territoriales o movimientos políticos que buscan obtener igualdad de condiciones en el marco del Estado o que , directamente, intentan la separación. En otros casos, la diversidad de los pueblos no impide la convivencia pacífica en el Estado, aunque éste privilegie a algunos grupos.

En síntesis: como, precisamente, la geografía política mundial actual se organiza en Estados nacionales con fronteras precisas, ciertas comunidades buscan que sus territorios alcancen autonomía y estatuto jurídico propios.

 
BACHMANN; LÍA  y BENEDETTI  Sociedad, cultura y territorio en la Argentina “ Buenos  Aires, Editorial Longseller, 2003 Páginas 15.- Libro 6

Territorialidad y territorio

 Se llama “territorialidad” a un tipo de relación social por medio de la cual un sujeto (individual o colectivo) procura controlar los actos de otros sujetos en una determinada área geográfica. El territorio es, entonces, el área geográfica en la cual se tiene el poder de controlar tanto el emplazamiento como la circulación de bienes, personas e ideas.

Los territorios estatales son ámbitos geográficos en los cuales distintas instituciones del Estado controlan las acciones de quienes se encuentran dentro de sus límites, tanto en lo que respecta a otras personas como a los recursos. Por ejemplo, en la Argentina, la Dirección de Migraciones  controla el ingreso de personas desde otros países y la Dirección de Minería habilita o no la explotación de una mina. Dentro de su territorio, cada Estado realiza un ejercicio exclusivo y excluyente de su soberanía.

 En www.elargentino.com Año 3. Edición número 134. Domingo 12 de diciembre de 2010

Se aprobó el uso del mapa bicontinental de la Argentina   Por Mariana Vaiana cultura@miradasalsur.com  VERSIÓN ADAPTADA

La recién sancionada ley 26.651 establece que el mapa bicontinental de la Argentina, que muestra el sector antártico en su real proporción con relación al sector continental e insular, sea utilizado en todos los niveles y modalidades del sistema educativo, su exhibición pública y en todas ediciones de los libros de texto.

La cartografía fue, desde sus comienzos, una fuente de información esencial y estratégica. Los datos que recogían los geógrafos en los siglos XVIII y XIX eran de suma utilidad para las autoridades coloniales, para los comerciantes e industriales y, por supuesto, para la Iglesia. Durante ese tiempo, la Argentina carecía de una cartografía oficial, lo que hacía coexistir mapas que representaban de manera diferente el territorio nacional y que, no obstante, funcionaron como documentos públicos que luego cada Estado utilizó para argumentar sus pretensiones territoriales en las disputas limítrofes. Si bien con el correr del tiempo los mapas se fueron haciendo más precisos, la demarcación de los límites sigue funcionando como antecedente para disputar soberanía.

En este sentido, la Ley 26.651 –promulgada el mes pasado– reglamenta el uso del mapa bicontinental de la República Argentina confeccionado por el Instituto Geográfico Nacional (leyes 22.963 y su modificatoria 24.943). Este mapa que muestra el territorio antártico en su real proporción respecto del resto del país, será utilizado obligatoriamente en todos los niveles educativos públicos y privados y de exhibición permanente en las reparticiones estatales nacionales y provinciales. El proyecto de ley, iniciativa de la diputada nacional por Tierra del Fuego Mariel Calchaquí (Frente para la Victoria), fue aprobado por unanimidad en el recinto de Diputados y por mayoría en la cámara de Senadores. Poner en vigencia este mapa fue idea de Juan Carlos Luján (titular de la Fundación Marambio) y Horacio Lemos, portadores de una larga historia de campañas en el territorio Antártico. Ambos vienen trabajando sobre el tema desde hace más de diez años, habiendo logrando en primera instancia convertirlo en ordenanza en el partido de Vicente López, posteriormente en ley de la provincia de Mendoza y, finalmente, en legislación nacional.

Lo que resulta de esta ley es que el Ministerio de Educación será el encargado de garantizar la exhibición, empleo y difusión, en todas las instituciones educativas públicas y privadas, de este mapa mediante la provisión de la lámina correspondiente en escala 1:5.000.000.

Además establece que las editoriales incluyan el mapa bicontinental de la República Argentina en las nuevas ediciones de los libros de texto y que los textos ya editados deberán incorporar este mapa en caso de reimpresión o reedición. La promulgación, que lleva la firma de la presidenta Cristina Fernández, es un paso importantísimo sobre las pretensiones de soberanía que Argentina tiene sobre el sector antártico, sumando un antecedente de índole cartográfico, muy tenido en cuenta en cuestiones de diferendo territorial, a los ya conocidos de exploración, investigación y permanencia en el territorio.

En el año 1942, la Argentina delimitó el Sector Antártico Argentino, también conocido como Antártida Argentina, entre los 25 y 74 grados de longitud Oeste, y los 60 grados de latitud Sur hasta el Polo. Pero esto no es exclusivo de la Argentina. Sobre el sector, otros Estados limitaron los suyos, entre ellos Chile y Gran Bretaña.La participación activa de nuestro país en el Año Geofísico Internacional (1957-58) y la posterior firma en 1959 del Tratado Antártico, en vigencia desde el 23 de junio de 1961 –suspendido en la disputa de soberanía hasta el 2041–, hacen que la Argentina exhiba una triple categoría de intereses y derechos: 1) Es un país que determinó su soberanía sobre un sector de la Antártida, status que hizo conocer internacionalmente antes de la firma del Tratado Antártico. 2) Es un Estado parte del sistema del Tratado Antártico con carácter de parte consultiva y pertenece además al grupo de los doce signatarios originarios del Tratado. 3) Posee presencia efectiva y realiza actividades científicas con carácter permanente en las estaciones establecidas, así como también en las expediciones que envía regularmente a la región. (Fuente: Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Mendoza Expte. Nro 45.207.)