domingo, 28 de marzo de 2010

Aniversario del Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976

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Quién dio el golpe Por Edgardo Mocca (politólogo)

Hay sobradas razones para criticar el relato del golpe del 24 de marzo de 1976 y su secuela de terrorismo y decadencia nacional como la usurpación cometida por un puñado de militares contra una sociedad civil inocente, vulnerada en su honor. Los que vivimos el clima político de los días anteriores al golpe no podemos olvidar que aquéllos eran tiempos de asfixia política y que la demanda de “que vengan los militares” había cobrado una fuerza enorme en la Argentina de entonces. Como decía Marx de la irrupción de Luis Bonaparte en el poder de la Francia de mediados del siglo XIX, la dictadura no fue “un rayo en cielo sereno”.

Sin embargo, el esfuerzo por situar históricamente el acontecimiento devino, en algunos casos, en una suerte de dispersión de las responsabilidades. “Todos fuimos culpables” es el santo y seña de una interpretación según la cual los partidos políticos (todos ellos), los militantes populares, el movimiento sindical, estudiantil y social, los pequeños empresarios y millones de hombres y mujeres participaron en pie de igualdad en una suerte de “responsabilidad nacional” en los horrorosos sucesos que se desencadenaron después del asalto militar al poder. La imagen que transmite esta narrativa es la de una sociedad plana, sin actores políticos de asimétrico peso y relevancia, sin sectores económicamente poderosos, sin intereses sociales en pugna. No es, claro está, un mero error historiográfico, una equivocada metodología de reconstrucción de los hechos; detrás de ese relato hay una operación ideológica de construcción de la realidad. De la de hace treinta y cuatro años y de la de hoy.

Efectivamente, el golpe y la dictadura no fueron hechos meramente militares. Funcionó en su gestación una poderosa coalición político-social y una coordinación ideológica que aun una recorrida ligera por los diarios de los meses previos pone rápidamente en evidencia. Estela de Carlotto (Abuelas de Plazo de Mayo) acaba de decir los nombres y apellidos de los grupos empresarios que no solamente apoyaron a la dictadura sino que elaboraron en la sombra de la conspiración su plataforma económica y colaboraron de modo siniestro con la represión contra los trabajadores de sus propias empresas: nada que no se supiera, pero sí la valentía de decirlo sin eufemismos. Sí, la dictadura nacida en 1976 fue cívico-militar. Su proyecto era la expresión de la coalición de los sectores económicos más concentrados de la época. Estos sectores proveyeron ministros, respaldos internos y externos y medios de comunicación a la dictadura. Les dieron también la verborragia revanchista y anticristiana en las homilías de muchos “pastores” de la cúpula eclesiástica. La dictadura tuvo su Justicia y sus políticos. Sus patrones y hasta sindicalistas delatores de militantes. Eso no hace a todos los argentinos igualmente responsables por esa época de horror.

La Plaza de Mayo de este 24 de marzo fue multitudinaria y extraordinariamente plural en su composición. Fue también una de las más apasionadas de los últimos tiempos. Esa pasión está indudablemente asociada a las tensiones actuales. Como para darle más calor a esa pasión, el ex presidente Duhalde no encontró mejor momento que unas horas antes de la conmemoración para dar a conocer su propuesta de someter el juicio a los terroristas de Estado a una consulta popular. La impresión superficial –es decir multimediática– es que en Argentina se enfrentan un bando de la pasión con otro de la “razón”.
En el bando de la pasión militan los que miran al pasado. Los que están dispuestos a desaprovechar “la gran oportunidad” que tiene nuestro país, agitando las divisiones del pasado. Son resentidos útiles o, peor aún, demagogos que perversamente manipulan el dolor popular. En cambio, en el bando de la razón están los serenos, los pacíficos y civilizados, los partidarios del diálogo y el consenso.
Cuando se mira más de cerca la cuestión, aparece el carácter fraudulento de ese mapa de la política argentina. Encontramos, por ejemplo, que entre los “pasionales” están las Madres y las Abuelas de la Plaza con la autoridad política y moral de haber mantenido viva la llama de la justicia y la verdad sin haber condescendido nunca con la violencia y la venganza. Y entre los “racionales” y “pacíficos” –incluso como portavoz del elenco– hay un político (Duhalde)que tiene en su curriculum una sangrienta represión a la movilización social que costó la muerte de dos militantes (Maximiliano Kosteki y Darío Santillán).

Los racionales suelen declamar a favor de un país donde rija el Estado de derecho. Pero no les parece mal que haya jueces que dilatan ilimitadamente los juicios a represores y a apropiadores de bebés. Tampoco que la ley de regulación de los medios audiovisuales aprobada por las dos Cámaras legislativas y promulgada por la Presidenta sea suspendida y reemplazada de hecho –a través de la suspensión dictada por un grupo de jueces– por la “ley” que aprobara la “CAL” (Comité de Asesoramiento Legislativo,y aunque parezca orwelliano, también Videla tenía su “Congreso”), es decir que quienes ponen el grito en el cielo por los decretos de necesidad y urgencia se sienten tranquilos cuando se imponen los diktats de los terroristas de Estado. Si una propuesta análoga a la de Duhalde de frenar la acción de la Justicia por medio de un referéndum hubiera provenido del Gobierno, ya podríamos imaginarnos el grito escandalizado de los racionales-legalistas: el populismo chavista de los Kirchner estaría, en ese caso, construyendo una tiranía plebiscitaria en lugar de nuestra democracia liberal.

Lo que estaría bien sería que todos aceptáramos que la pasión está entre nosotros y que la política no es posible ni deseable sin pasiones. Que asumiéramos que esa versión liberal, tan de moda en los noventa, que concibe un mundo de mujeres y hombres huérfanos de amores, odios y rencores y calculadores hiperracionales de costos y beneficios pertenece al mundo de las utopías, en este caso más bien a una antiutopía de pesadilla. Con frecuencia, los que predican esa antropología en nombre del enfriamiento de las pasiones han aprobado guerras de exterminio, como las que sacudieron al mundo en las últimas décadas del siglo pasado, necesarias, según ellos, para imponer el mundo del libre mercado en territorios hostiles.

No hay un intento de salir de la pasión para entrar en la racionalidad. Hay, en cambio, un proyecto de construcción de un “partido del orden” alternativo al actual rumbo. Ese parece ser el programa del famoso “Moncloa criollo” de Duhalde (al estilo del Pacto de La Moncloa español, que ayudó a consolidar la democracia en ese país.
La propuesta de consulta popular sobre el terrorismo de Estado se suma a la propuesta de que las Fuerzas Armadas participen en la represión del delito y a la de renovación sindical con Luis Barrionuevo como portaestandarte. No parece un pacto para la construcción de un nuevo orden democrático (como fue el antecedente español) sino un acuerdo amplio para restaurar el orden de siempre. Ese orden que no concibe enfrentamientos con la cúpula católica ni con los jueces ni con monopolios mediáticos. Es una operación de normalización de la sociedad argentina después del desvarío populista. Hay un antecedente de la operación, muy recordado estos días, que no respetó ni las instituciones ni la vida.
Aniversario del Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976

En www.criticadigital.com.ar

Perpetradores y beneficiarios del Golpe Por Sergio Wischñevsky Historiador, profesor de la UBA

La dictadura significó un maridaje entre las Fuerzas Armadas nacionalistas y los grupos empresariales concentrados. Los militares recibieron condena judicial y social pero el esquema económico continúa.
A 34 años del golpe de Estado que dio inicio a la última dictadura militar, y en pleno proceso de enjuiciamiento a los perpetradores del horror, queda aún pendiente posar la mirada sobre quienes fueron los beneficiarios.
Las declaraciones del ex jefe de Inteligencia de la ESMA Jorge Acosta, en las que explicó que “el gran problema fue dejar gente viva”, fueron sin dudas irritantes pero a la vez caricaturescas. Muestran una y otra vez la naturaleza de un grupo de militares entrenados para matar, aleccionados en la doctrina de la Seguridad Nacional en la Escuela de las Américas, o en la Escuela Superior de Guerra de Francia, cuna de la doctrina de la guerra contrarrevolucionaria. Fueron educados en una época que redefinió el rol de los ejércitos latinoamericanos en función de hipótesis de enemigos internos considerados subversivos o comunistas, en base a los intereses y presiones de Estados Unidos durante la guerra fría, quien les proveyó armamentos para tales fines al tiempo que bloqueó todo desarrollo para guerras convencionales.
Si bien es cierto que el proceso de enjuiciamiento a los militares tiene enormes falencias, por otro lado es indiscutible que la Argentina es, por lejos, el país que más ha avanzado en investigar y hacer justicia en el contexto latinoamericano. Pero sólo en el discurso de estos vetustos genocidas puede tener sentido entender el golpe de 1976 motivado por la lucha anticomunista. Esta vía discursiva esconde la actuación civil de aquella época y el hecho de que aquellos sucesos arrojaron claros beneficiarios, que no están aún en la picota.

La cacería

Para marzo de 1976 las agrupaciones armadas ya estaban derrotadas o en franca retirada. Los principales sindicatos independientes y los liderazgos disidentes fueron eliminados: René Salamanca, del SMATA; Agustín Tosco, de Luz y Fuerza; Raimundo Ongaro, del sindicato Gráfico, y Julio Guillán, máximo dirigente de los Telefónicos, se encontraban en retroceso. Quienes no tenían ya intervenidas sus organizaciones muy pronto pasarían por esa experiencia. Las huelgas masivas de la dirigencia de la CGT constituyeron acciones defensivas para cuidar el salario frente a la descontrolada inflación. El gobierno de Isabel Perón pudo haber sido calificado de muchas maneras, pero sin duda no fue un refugio de comunistas.
No hay ningún elemento concreto que muestre una escalada revolucionaria en la Argentina previa al golpe, sino más bien todo lo contrario. La toma del poder por parte de los militares, lejos de desatar la resistencia popular, fue vista como la crónica de una muerte anunciada. Claro está, muy pocos sabían lo que se venía. El secretario general de la CGT, Casildo Herrera, anunció desde Montevideo y sin tapujos: “Me borré”. El Congreso de la Nación, a diferencia de otros golpes anteriores en los que algunos legisladores mostraron algún ánimo de resistencia, dejó a los militares que lo intervinieron solos con el eco de sus botas como única compañía. Algunos diputados, incluso, previsores, días antes habían pedido por anticipado el pago de sus dietas.
No hubo guerra civil: el 62% de los detenidos desaparecidos fueron capturados en sus casas, lo que pone de manifiesto que más bien se trató de una cacería. No de una guerra, como quiso (y quiere) instalar cierto sector ligado a los militares.
Pero sin peligro comunista y casi sin resistencia ¿qué es lo que vino a instalar la dictadura más sangrienta de nuestra ya de por sí violenta bicentenaria historia? ¿Quiénes se beneficiaron?

En 1975 se publicó un estudio que resultaría muy influyente y que dio la tónica a los tiempos por venir. Había sido encargado por la Comisión Trilateral (integrada por varios de los más poderosos grupos económicos del mundo). Allí se quejaban de lo que llamaban “un exceso de democracia”, que había conducido a una “igualdad inaceptable” en detrimento de la gobernabilidad y la factibilidad de los negocios, y por ello diagnosticaban que se imponía recuperar la autoridad y realizar los ajustes económicos necesarios. Éste será el discurso de una naciente derecha mundial.
En la Argentina, un exótico y complejo maridaje se concretó entre las Fuerzas Armadas, con sus ideologías nacionalistas, por un lado, y los más encumbrados y concentrados grupos empresariales nacionales y extranjeros, con sus ideas liberales. La astucia del planteo del liberalismo económico consistió en convencer a las Fuerzas Armadas de que el esquema político-institucional que procuraban reemplazar estaba ligado estrechamente al ordenamiento económico que le daba sustento. El plan económico fue justificado en tanto atendía, de ese modo, más que a objetivos económicos, a los objetivos políticos del proyecto de transformación de las Fuerzas Armadas.
La idea de esta unión tuvo pretensiones de largo aliento. Nada más y nada menos que fundar una nueva Argentina, pero para ello era necesario no sólo eliminar a los grupos políticos que se opusieran sino las condiciones económico sociales existentes.

Todos para uno

Una apreciación del programa económico no puede sino enfatizar su crudo carácter clasista. Más allá del gran beneficio que significó el enorme endeudamiento protagonizado por algunas grandes empresas, del que finalmente se hace cargo el Estado, lo que está en juego es un cambio estructural. Los salarios nominales fueron congelados en medio de un proceso inflacionario agudo facilitado por la liberalización generalizada de los precios. El salario de los trabajadores sufrió la caída más brutal que se registre. Si tomamos a 1975 como base 100 tenemos que para 1978 se ubica en 53,9.
Otro tanto ocurre con la ocupación que no para de caer durante todo el período de gobierno militar. Por ello no es casual que más del 50% de los desaparecidos sean trabajadores asalariados. Las acciones militares en las fábricas y la desaparición de delegados gremiales fue una constante ampliamente comprobada.
En el conjunto, los precios agropecuarios fueron exceptuados de las retenciones a la exportación y alentados por el incremento de la tasa de cambio, lo que trajo como consecuencia que subieron por encima de los restantes precios. Entretanto, una intensísima especulación en títulos públicos produjo una enorme transferencia de riquezas desde los ahorristas de las clases medias a las empresas y grupos financieros.
Los beneficiarios de estas políticas supieron acompañar y agradecer. El propio ministro de Economía de la dictadura, José Alfredo Martínez de Hoz, había sido hasta 1976 presidente de Acindar y representante de la emblemática APEGE (Asamblea Permanente de Entidades Gremiales Empresarias) que estaba conformada por la CEA (Consejo Empresario Argentino), la Sociedad Rural, CARBAP, la Cámara de la Construcción, la de Comercio, la de grandes tiendas, las cámaras de importadores y exportadores, la de supermercados y las cámaras de bancos. Su programa de acción planteaba “la supresión directa de todos los obstáculos legales y de otro orden que traban la producción, afectan la productividad y dificultan la comercialización, entre otras, las leyes de contrato de trabajo, control de precios y horarios de comercio”.
El impulso decisivo al golpe lo protagonizan el 16 de febrero de 1976, en el que declaran un paro patronal que recibe un apoyo masivo y paraliza el país. Su último acto antes de disolverse fue la publicación de una solicitada aparecida el 24 de marzo de 1977, en la que felicitan al gobierno por el rumbo encarado y los logros conseguidos.

La Argentina que emergió con el fin de la dictadura fue más pobre, más desigual y más condicionada. Los militares perpetradores no son hoy una alternativa de poder real y tienen sobre sí la condena de la mayoría de la población, más allá de las declaraciones de algún político trasnochado. Pero el esquema de relaciones sociales y económicas que emergió después de los años de plomo ha logrado escapar a la condena y se ha naturalizado. Lo bueno de los aniversarios es que son una oportunidad para escaparnos un poco de las chicanas políticas de cada día y plantear los debates profundos que nos debemos.

lunes, 15 de marzo de 2010

LOS PLANISFERIOS 1ro ES

En www.nuevodiario.com.ni
“La Tierra no es como la pintan” Por Carlos Daguer Redactor de El Tiempo. Artículo publicado el jueves 07 de Junio de 2001, en El Nuevo Diario (Managua, Nicaragua) VERSIÓN ADAPTADA

Desde hace más de cuatro siglos, el mapamundi con que se ha enseñado geografía muestra a Norteamérica y Europa más grandes de lo que son. Pero la realidad es otra: África es treinta por ciento más grande que Norteamérica y Colombia es el doble de España.

Veintiséis años de debate por un mapa de cuatro siglos

El mapamundi con el que se ha enseñado la geografía tradicional se proyectó en el siglo XVI. En éste ha estudiado geografía la mayoría de los niños en el mundo, y aun para estos días sigue siendo el más popular. La preocupación por el tema tiene más de dos siglos, pero la obsesión comenzó hace veintiséis años y todavía los interesados pelean.

En efecto, en 1974 el historiador alemán Arno Peters, un apasionado del Tercer Mundo, denunció los dejos colonialistas que han tenido los mapas durante más de cuatro siglos. Por expresarlo con un nuevo mapa del mundo, se convirtió en un hereje, no de la religión, sino de la cartografía.

Peters pintó la Tierra de una manera distinta y -si cabe mencionar la intención- más justa. Tradicionalmente, la imagen que se tiene del mundo es un planisferio hecho en 1569 por el cartógrafo flamenco Gérard de Cremer, mejor recordado como Mercator. Este muestra descomunales los países del Norte del globo y, en contraste, pequeños los del Sur.

Sobre un plano, es imposible representar con exactitud un planeta redondo. Sería como aplanar una naranja y esperar que muestre todas sus caras sin que la superficie se rasgue. Incluso, en una clase de geografía básica Groenlandia es más grande que la India, cuando este país tiene un millón de kilómetros cuadrados más.

SACRIFICARON PROPORCIONES REALES

De alguna manera, la necesidad de pintar la Tierra sobre una superficie plana forzó a Mercator a “aplastar la naranja”. La consecuencia fue que hacia los polos -donde las rasgaduras habrían quedado más amplias- se “estiraron” las superficies. En pocas palabras, en nombre del aplanamiento se sacrificaron las proporciones reales.

Mercator no hizo su planisferio para enseñar a los estudiantes, sino para orientar a los marineros. Sin embargo, su proyección -u otras basadas en esta- terminó decorando las paredes de las aulas prácticamente en todo el mundo.

Hace dos años, el investigador Thomas Saarinen, en un trabajo para la National Geographic, analizó 3.800 mapamundis pintados de memoria por niños de 49 países. Casi la totalidad tenía en su mente la proyección de Mercator.

Algunas versiones de este mapa aclaran en letra menuda que las áreas no guardan las proporciones, pero la imagen que queda en la retina es que el Norte es más grande. Y esa misma imagen dice que el Hemisferio Sur, la otra mitad del mundo, es dos veces más pequeño que su homólogo norteño.

Si a esto se suma que entre los siglos XV y XVI se adoptó la convención de pintar en la parte superior el Norte de los mapamundis, la imagen que queda es que definitivamente esa parte es la más importante.

MODELO IDEOLÓGICO

El polémico planisferio del alemán Arno Peters no tuvo la intención de orientar a los marineros, sino de poner las cosas en sus justas proporciones. Situó la línea del Ecuador en el centro y, para respetar las dimensiones, en la cuadrícula redujo las distancias entre los paralelos a medida que se acercan a los polos. Las consecuencias fueron que el Norte se hiciera menos grande y que se sacrificaran las formas en nombre del respeto a las áreas. Según el cartógrafo Arthur Robinson, un furibundo crítico de esta proyección, el mapa de Peters es como "un calzoncillo largo, mojado y andrajoso colgado del Círculo Polar Ártico".

Por ejemplo, allí Colombia aparece más alargada. No obstante, este mapa revela que su territorio, de 1.100.000 kilómetros cuadrados, es tan amplio como Escandinavia (Suecia, Noruega, Finlandia y Dinamarca), que se ve tres veces más grande en la proyección de Mercator. O, por ejemplo, Groenlandia, cuya dimensión se cree que es como la de África, en cambio en un planisferio de Peters se ve en sus correctas proporciones: no más grande que México.

No fue por estas razones -demostradas en la realidad y aceptadas por la cartografía- que el mapa de Peters ha sido criticado, aun cuando goza del respaldo de las Naciones Unidas, el Consejo Mundial de Iglesias y otras instituciones.

En el fondo, aparte de las singulares formas que toman algunos países, lo que disgusta es su abierta carga ideológica. En 1885, el reverendo escocés James Gall hizo un mapa similar que pasó casi inadvertido.

LA INIQUIDAD DE LA GLOBALIZACIÓN

La diferencia es que el de Arno Peters puso la ideología en la agenda de la cartografía. De hecho, en la última década este historiador se ha dedicado, entre otras cosas, a denunciar la inequidad de la globalización. Por eso el debate sigue vivo. Aunque existen otras proyecciones distintas a la suya y a la de Mercator -incluso más científicas- su planisferio hoy despierta pasiones más políticas que geográficas.

El suyo se considera un mapa no racista en cuanto busca recordar que al sur de Norteamérica, Europa y Rusia está la mayor cantidad de países, habitantes y territorios de la Tierra. Además, es una crítica a la visión colonialista del mundo que, según su autor, pudo acabarse en la realidad, pero no en la cartografía.

Cuando lo hizo, Peters estaba preparando un atlas histórico. "Mi historia del mundo -decía- trae al recuerdo gente del Tercer Mundo (de Egipto, Mesopotamia, China, India) como creadores de la cultura de la Humanidad. Yo no podía usar un mapa como el de Mercator, que muestra los países de esta gente en un tamaño demasiado pequeño para su importancia histórica".

De seguro, para las próximas generaciones, tanto la proyección de Mercator como la de Peters serán anécdotas en la historia de la cartografía. Pero la lección se habrá aprendido: a los mapas también hay que leerlos entre líneas.

Lío irresoluble

Nadie ha encontrado la fórmula del mapamundi perfecto. La única representación fiel es el globo terráqueo. Aparte de la de Arno Peters, se han planteado varias fórmulas para resolver el problema áreas versus formas.

Las proyecciones de Karl B. Mollweide, de 1805, y de Max Eckert, hacia 1920, pintan la Tierra como un huevo acostado. La propuesta reduce las distorsiones en los polos. En 1921, Paul Goode hizo una versión que parece una naranja pelada y que logra distorsiones menores.

En el último siglo, la National Geographic Society ha utilizado tres proyecciones (Van der Grinten, Arthur H. Robinson y Oswald Winkel), en las que la Tierra aparece como una elipse.
Aunque evitan las distorsiones, conservan el problema de las proporciones erradas. Es decir, intentan resolver salomónicamente el problema: procuran respetar a la vez las formas y las áreas, pero siempre alguna en detrimento de la otra.

En www.lavoz.com.ar Artículo publicado en el Suplemento Temas/Dominical del Diario
La Voz del Interior (Córdoba-Argentina) el 24 de septiembre de 2003.-

“El viejo planisferio de proyección Mercator” Por Norberto Schiavonni / Profesor de Geografía
Nota: Este artículo ha sido desarrollado en base a los aportes del investigador alemán Arno Peters.

La imagen del mundo determinada por los europeos tiene demasiadas deformaciones como para que sigamos trabajando con un mapa cuyo trazado tuvo lugar hace más de 400 años.

Una nueva concepción irrumpe con la modernidad y debería ser aplicada para borrar las profundas alteraciones que produjo el colonialismo cultural, del que deviene el mapa aquí cuestionado.

Es posible que en estos momentos la nueva cartografía pueda cumplir con los requisitos de exactitud, sistematización y objetividad requeridos por la ciencia geográfica.

Pero aún en la actualidad, y aunque se trabaje con todo rigor, el material científico con que se cuenta, al trasladar la superficie de la esfera terrestre al plano del mapa, siempre se pierden inevitablemente tres cualidades del globo: la fidelidad de la forma, la fidelidad de la distancia y la fidelidad angular.
Esto implica que la concordancia entre la superficie terrestre y la imagen del mapa es imposible. De modo que para informarnos sobre las formas, las distancias o los ángulos deberemos consultar el globo terráqueo.

Cambiar el meridiano cero

En la nueva cartografía será necesario llevar el meridiano cero al centro del Estrecho de Bering, lugar en el que no atravesará ninguna zona habitada del planeta. Esto puede hacerse ya que el meridiano cero, al contrario de lo que ocurre con el Ecuador y los polos, no es un punto que se encuentre predeterminado naturalmente.

Por consiguiente, tampoco existen razones de orden científico para que se siga ubicando el meridiano cero en Greenwich, sitio donde se encuentra en la actualidad porque arbitrariamente así lo determinó la mayor potencia colonial europea de su momento. De este modo, Gran Bretaña quedó en el centro del mapa junto a sus vecinos colonialistas.

En coincidencia con la determinación del nuevo meridiano cero, debería establecerse una nueva línea de demarcación de la fecha. Allí donde comienzan a contarse los meridianos, deberían comenzar a contarse los días.

Así, la nueva frontera horaria se situaría en el lugar que naturalmente se presta para ello, sin atravesar ningún continente, ni Islandia, ni Groenlandia, ni verse obligada en su trazado a serpentear sobre el mar, tal cual ocurre hoy.

Planisferio de nuevo tipo

Para nuestros pueblos sudamericanos, a los efectos de recuperar nuestras imágenes reales, se hace vital conformar un planisferio en el cual el continente americano sea representado en el centro, en lugar de Europa. Del mismo modo, también se puede colocar en el centro al continente asiático.

Es que la ubicación de los continentes en un mapa planisferio no está dictada por una cuestión física, o por su importancia estratégica o por razones de otro orden. Es necesario adquirir la conciencia de que podemos operar de cualquier forma sobre el planisferio sin alterar el sentido de la representación del globo terráqueo.

Este criterio, denominado de suplementariedad, permite destacar que en la era de la comunicación mundial de la televisión y de Internet, se puede trabajar desde imágenes distintas respetando la objetividad y que se pueden obtener del mundo, proyecciones diferentes a las expresadas desde el Viejo Continente.

Por otro lado, al considerar el nuevo planisferio, denominado “Proyección Peters”, las zonas templadas aparecen prácticamente igual que en su forma real. Lo cual sigue el principio geográfico de representar lo más fielmente posible los territorios más densamente poblados.

En cambio, las zonas ecuatoriales, situadas en el medio del mapa, siguen apareciendo con distorsiones. El precio de esta solución es que los territorios entre los paralelos 60 y los polos (90°) están representados en forma deficiente.


De todas maneras, el Planisferio Peters no será nunca percibido como extraño a causa de la distorsión de los territorios polares sino únicamente por la distorsión de las zonas intertropicales, aun cuando éstas no superen valores razonables. Pero el planisferio es correcto desde el punto de vista matemático al hacer prevalecer el principio de los territorios más poblados.

El mapa como símbolo

Como un mapa no es una representación antojadiza sino, por el contrario, la imagen abstracta o la simbolización de un lugar, de una ciudad, de una región o un país, de un continente o del mundo, representa un valor concreto almacenado en el cerebro de cada uno de los seres humanos.

Tampoco es algo metafísico, ni corresponde a la ciencia ficción. Es la encarnación, nada más ni nada menos, del espacio donde cada uno de nosotros vive su vida en relación directa con ese lugar preciso y concreto del mundo.

Contando con el desarrollo de la ciencia y los avances técnicos, es posible desenvolver una nueva categoría de mapas que se ajusten a la realidad, dejando atrás la falacia de la vieja cartografía sustentada y desplegada desde Europa para avalar su dominio territorial mediante el colonialismo cultural.

Esta es una tarea que puede ser difundida por los medios de comunicación masivos y por las instituciones escolares en todos sus niveles. Los primeros, por el alcance global que tienen dentro de la sociedad y las segundas, porque, a pesar de los golpes contra la propia cultura de parte de la globalización, siguen siendo instituciones creíbles.

En www.rionegro.com.ar
“Los mapas y las mentiras de los cartógrafos” Publicado en la sección Sociedad, el lunes 26 de Junio de 2006
VERSIÓN ADAPTADA

El planisferio que conocemos desde la escuela primaria nos muestra una visión errónea del tamaño de los continentes.

En realidad la tiranía de la geometría no les deja alternativa a los pobres cartógrafos que no tiene otra opción que mentirnos con sus dibujos. Transferir la forma de un continente desde el globo terráqueo a la superficie plana de un mapa es una tarea imposible de hacer sin mostrar algo que no es.

Las proyecciones son los sistemas matemáticos que se utilizan para transferir una realidad esférica a las dos dimensiones de un mapa. Hay más de cincuenta variantes diferentes y tres tipos básicos para elegir en que mentir y en que no.
Las proyecciones que respetan la forma pero no el tamaño se denominan "Conformes". Las proyecciones "Equivalentes" respetan las áreas pero no sus formas y finalmente las proyecciones "Equidistantes" que mantienen la distancia real entre los distintos puntos del mapa sin respetar la forma ni las dimensiones.

No es de extrañar la conmoción política que causó en 1974 Arno Peters al presentar su Proyección bajo provocativos argumentos políticos: "La Proyección de Mercator sobrevalora al hombre blanco y distorsiona la imagen del mundo para ventaja de los colonialistas".
Peters mostraba en su proyección, basada en la de James Gall de 1885, la proporción real de las superficies evidenciando la superioridad territorial de un sur pobre ante el eurocentrismo que mostraba la proyección Mercator.
La forma de las masas de tierra de la versión de Gall-Peters está muy distorsionada pero con la finalidad de representar su área con máxima exactitud. De la misma manera, la deformación de Mercator, fue una consecuencia originada en la necesidad que fuera de utilidad en la navegación. Este, mapa fundamentalmente sirve para navegar con brújula, no para enseñar geografía.

Hoy en día la proyección de Peters es la tercera de las proyecciones más utilizada junto a la Mercator y a la de Robinson adoptada por EE.UU.
Lo cierto es que la proyección de Peters es matemáticamente tan válida como las otras sin embargo el público en general todavía la desconoce.

Nuestra realidad de forma globoidal no nos hace las cosas fáciles, la verdad no es una sola y los cartógrafos dirían, "todo depende de la proyección con que se dibuje."

jueves, 11 de marzo de 2010

2do Polimodal

¿Qué hay que saber hoy sobre Geografía?


Una ciencia para comprender los territorios En El Monitor de la Educación número 13, 5ta Época, Julio/Agosto 2007, páginas 48 y 49.- VERSIÓN ADAPTADA
Por Alejandro Benedetti ( Doctor en Geografía, becario posdoctoral del Conicet. Investigador del Instituto de Geografía y docente, UBA).

Cualquier geógrafo al comentar cuál es su profesión, suele recibir preguntas del estilo: “¿Cuál es la capital de Kirguizistán?; ¿descubriste alguna mina de oro?”; o también: “¿Haces mapa?”. Sería incorrecto afirmar que la toponimia, la geología o la cartografía son saberes ajenos a la geografía. Pero ninguna de esas disciplinas son, indefectiblemente, especificidades del quehacer de los geógrafos.
El término Geografía tiene una pluralidad de sentidos. Uno de ellos remite a un saber práctico y se remonta a las primeras culturas. El conocimiento sobre la localización de las fuentes de alimento, el agua potable o los enemigos, y también los caminos de acceso, era una información vital. Lo sigue siendo. También suele asociarse al medio físico: la geografía de una comarca es el conjunto de construcciones, ecosistemas, estructuras geológicas y superficies ocupadas con agua que encuentran allí. Suele haber una fuerte asociación del término geografía con la asignatura escolar.
Esta materia está presente en el sistema escolar desde fines del siglo XIX. En la Argentina como en otros estados nacionales, junto a la historia y el civismo, la geografía fue una poderosa herramienta que aglutinó a una heterogénea población, creando y fortaleciendo los sentimientos de pertenencia a la comunidad imaginada. La geografía escolar fue un importante motor para el desarrollo de la geografía profesional. Si bien actualmente la enseñanza sigue siendo un importante ámbito laboral para los geógrafos, el espectro de intereses y áreas de inserción es mucho más amplio.
Suele afirmarse que el pensamiento geográfico se origina en la Grecia antigua, de donde proviene el término. En sus orígenes consistía en la mensura y descripción de la extensión del mundo conocido, sus fronteras y el más allá.
En 1650, Bernhard Varenio condensó buena parte del conocimiento del mundo, aunque la geografía seguía siendo un saber disperso. La sistematización de los conocimientos en geografía comenzó a producirse hacia fines del siglo XIX, en el contexto de la formación de los estados nacionales, el imperialismo europeo y la consolidación del sistema educativo:
En la Argentina, los primeros pasos en el proceso de institucionalización de la geografía se dieron con la creación de algunas cátedras, hacia 1900, dentro de una carrera de Historia; con la creación en 1904 de una carrera especializada en la formación de profesores de Geografía, en el Instituto Joaquín V. González; y, a mediados de siglo, se establecieron las primeras carreras universitarias.
Puede reconocerse una continuidad a lo largo de la tradición geográfica, dada por el interés por comprender las variaciones de fenómenos naturales y sociales en la superficie terrestre. Los temas, las formas de abordarlos y las prácticas profesionales fueron cambiando de manera notable. La geografía asiste actualmente a una creciente diversidad y complejidad del abanico de temas y problemas. Algunos de los campos emergentes son la geografía de género, el desarrollo local, los problemas de la mundialización, las geografías de la vida cotidiana, por mencionar algunos ejemplos.
Cada vez hay mayor consenso en que la geografía forma parte de las ciencias sociales. Aun cuando se estudien los recursos naturales, la mirada de los geógrafos no está puesta en los procesos naturales que dieron origen a los materiales, sino en la conflictividad social generada por su apropiación y puesta en valor. La mirada sobre un proceso social cualquiera apunta a comprender las configuraciones territoriales resultantes, a describir la disposición particular que adquieren las infraestructuras, a interpretar las formas en que se organizan territorialmente las instituciones o a reconstruir el proceso de formación de las identidades regionales.

En el quehacer de los geógrafos, las categorías de análisis fundamentales son:
-Espacio
-Región y paisaje
-Territorio
-Límite y frontera
-Lugar
-Red,
entre otras.
Pero probablemente es territorio el concepto con más revisita. Tradicionalmente fue asociado a la idea de suelo, de soporte material y jurisdicción de un Estado nacional, o a área controlada por un animal. Las nuevas perspectivas han contribuido a enriquecer esta categoría de análisis.


Algunas claves para comprender los territorios son:

- La idea de territorio no está asociado en forma unívoca al Estado nacional. Un territorio puede concebirse como un resultado de las acciones de cualquier sujeto (individual o colectivo) que busca controlar en un área determinada, sus recursos, las personas y sus relaciones. El territorio es un ámbito delimitado, que muchas veces se estabiliza (el territorio de los estados nacionales, aunque otras veces su perdurabilidad puede ser muy acotada en el tiempo (en un partido de fútbol, durante unas horas, cada hinchada controla cierto ámbito dentro de la cancha).

- Los territorios (de la Argentina, de Jujuy, pero también de la religión católica, de la multinacional Coca-Cola o de la minoría étnica wichí) son entidades históricas, contingentes, en permanente transformación, que se reproducen a través de las prácticas sociales y culturales de los sujetos.

- Un territorio, especialmente el del estado nacional, es una realidad compleja donde se articulan procesos económicos, políticos y socioculturales.

- En la Argentina o en cualquier otro país, se articulan procesos globales (redes financieras internacionales), regionales supranacionales (creación del Mercosur), nacionales (intervención del Estado Nacional a través de la Gendarmería Nacional), regionales subnacionales (iniciativas para el desarrollo económico regional de Norte Grande) y locales (en cada lugar donde se construyen fuertes sentimientos de pertenencia a una pequeña comunidad). En suma, los territorios se conforman a diferentes escalas.


- Lo anterior, a su vez, está señalando la existencia de una red de actores, con diferentes intencionalidades y que actúan con distintas lógicas. Los estados nacionales, los municipios, las asociaciones empresariales, las ONG (Organizaciones No Gubernamentales) ambientalistas, los diferentes grupos sociales políticamente movilizados moldean los territorios en función de sus intereses.

- Si bien puede presentar ciertas homogeneidades (una misma lengua o un mismo sistema legal), los territorios son fragmentados e internamente desiguales. La desigual distribución de los ingresos, por ejemplo, tiene su correlato en la desigual distribución territorial de las oportunidades. La sociedad genera cambios diferenciales en el territorio, y el territorio origina diferencias sociales.

Uno de los desafíos de la enseñanza de la Geografía es complejizar la mirada sobre los territorios; no solo por presentar al territorio argentino como una construcción histórica; sino, de igual forma, por intentar comprender cómo se formaron, cómo funcionan y cómo participan en la vida cotidiana de los alumnos otros territorios. El del municipio o de la provincia, el de la comunidad campesina o de la minoría religiosa a la que pertenecen, por ejemplo.

Una definición contemporánea de Geografía sería, tal vez, la de una ciencia que busca comprender, en el tiempo, la dimensión territorial de los procesos sociales.
2DO año Polimodal
DEFINICIONES DE CONCEPTOS En www.wikipedia.org

Espacio geográfico

El espacio en geografía, es el espacio en el que se desenvuelve el ser humano y por consiguiente es una construcción social.
Diferentes autores han estudiado a lo largo de la historia este concepto. Antes de enumerar sus teorías se podría intentar una primera aproximación. Si el espacio (físico) hace referencia a un lugar que ocupa alguna cosa y la geografía es la ciencia que estudia el medio ecológico y las sociedades que lo habitan, podríamos afirmar que el término denota el lugar que ocupan las sociedades.
Los griegos, ya hablaban de la ecúmene. Para ellos ésta se refiere al conjunto del mundo conocido por una cultura, a aquella porción de la Tierra permanentemente habitada. Se relaciona estrechamente con la geografía humana. Se toma la Tierra como morada de la especie humana y se pregunta la relación de interdependencia entre la humanidad y su hábitat. El punto de vista geográfico se confunde con el etnográfico para pasar a delimitar sus zonas habitadas, dando lugar a otras ecúmenes, aparte de la griega.
El conocimiento de la Tierra les lleva a conocer otros espacios, desiertos y habitados, y otras formas de habitar. La cartografía contribuye a precisar las localizaciones y las distribuciones; las escuelas geográficas nacionales desarrollan sus intereses y sus métodos. La teoría de una sola ecúmene en la Tierra desaparece aunque se preserve con algunas teorías filosóficas, como en el caso de Kant que al exponer el deber del ciudadano encuentra que: habitar la Tierra es comportarse como un ciudadano del mundo.
La cuestión de la ecúmene se reformula en la geografía humana en la que Paul Vidal de la Blache (Principes de géographie humaine, 1921) emplea la palabra para denominar la relación de la Tierra con la humanidad:
"Por encima del localismo, del cual se inspiran las concepciones anteriores, las relaciones generales entre la Tierra y el hombre se actualizan (...). Las soledades oceánicas dividieron a las ecúmenes durante mucho tiempo, ignorándose unos a otros (...). Hoy en día todas las partes de la Tierra entran en relación, el aislamiento es una anomalía que parece un desafío".
La evolución de una humanidad dividida en ecúmenes distintas hacia una sola ecúmene unida, da paso al principio de unidad terrestre que funda la geografía humana.
Max Sorre desarrolla este concepto de la “ecúmene unida” de Vidal y llega a decir que la Tierra es ante todo un hábitat en el sentido biológico, donde el género humano vive y se reproduce, dividiéndose en sí mismo en razas adaptadas a los diferentes medios. Empieza a vislumbrar que es un espacio que atañe a la sociedad. Max Sorre hace de la ecúmene una noción clave de la geografía humana.
Años más tarde, aunque ya parecía que había llegado el final de la geografía clásica, Olivier Dollfus, se la vuelve a encontrar y pretende reducir a aquellos que intentan reformular el proyecto geográfico:
“El dominio del espacio geográfico en su sentido más amplio es "la epidermis de la Tierra”, es decir la superficie terrestre y la biosfera. En una acepción que no es más que en apariencia más restrictiva, es el espacio habitable, la ecúmene de los antiguos, allí donde las condiciones naturales permiten la organización de la vida en sociedad. Hasta una fecha reciente la ecúmene coincidía más o menos con las tierras cultivables y utilizables para la agricultura y el pastoreo. Los desiertos donde la irrigación es imposible, el dominio glacial de las grandes altitudes y de la alta montaña estaban excluidos de ésta. Esta noción de la ecúmene debe ser revisada. El geógrafo Max Sorre, que la ha desarrollado y empleado extensamente lo constataba él mismo”.
En el análisis del espacio geográfico, se parte de lo que está presente, de lo visible, para entender la importancia de las herencias y la velocidad de las evoluciones, para descifrar los sistemas que son las estructuras que actúan sobre el espacio. El análisis de un paisaje urbano es revelador de su historia y de sus condiciones de desarrollo, y muestra el peso del pasado en la organización del espacio urbano en la época contemporánea. Se han llevado a cabo distintos intentos de clasificación de los espacios geográficos y el criterio fundamental que se ha seguido es el de orden espacial aunque otras clasificaciones podrían basarse en clima o incluso en los niveles de desarrollo (países desarrollados o subdesarrollados). El análisis y comprensión de los fenómenos localizados en un espacio geográfico pasan por el uso de documentos cartográficos donde son seleccionados elementos distintos según las escalas utilizadas. La acción humana tiende a transformar el medio natural en medio geográfico, y aunque la historia humana sea mínima para la historia de la Tierra, ostenta a una posición principal para la explicación y comprensión del espacio geográfico.


Espacio geográfico En www.club.telepolis.org

En su sentido más amplio el espacio geográfico es la «epidermis de la Tierra» que decía Jean Tricart. La superficie terrestre y la biosfera, lo que los griegos llamaban ecúmene, aunque este concepto abarca sólo las tierras habitables, que son las conocidas por la humanidad. Las tierras cultivables. Hoy en día las tierras habitadas alcanzan a todo el planeta, según Max Sorre, hasta la Antártida, los mares, el aire e incluso el espacio exterior son accesibles a la sociedad, y objeto de conocimiento y aprovechamiento. El espacio geográfico es el espacio accesible a la sociedad.
Por definición todo punto del espacio geográfico se ubica en la Tierra y se define por su latitud, su longitud y su altitud. Pero además se localiza: se define por su emplazamiento concreto, por su posición y por estar relacionado con otros puntos. Claro que esa relación depende de la escala.
Todo punto localizable se puede cartografiar. La representación cartográfica permite situar los fenómenos y esquematizar los componentes eligiendo la escala. Cada punto del espacio tiene una personalidad única, una identidad que lo diferencia de los demás, en virtud de su emplazamiento y su posición, y que evoluciona según el conjunto de relaciones que se establecen con otros puntos del espacio. El que cada punto del espacio sea irrepetible no contradice la homogeneidad del paisaje, ya que esta surge de la repetición de unas determinadas formas, parecidas. El geógrafo que analiza el espacio localizado se esfuerza por encontrar los nexos comunes y las diferencias con el espacio colindante, no a la manera de las ciencias exactas sino en virtud de su evolución, sus combinaciones dinámicas y sus comparaciones, que facilitan la explicación y la clasificación.
La faz de la Tierra es siempre cambiante, si bien siempre se pueden rastrear en ella las huellas del pasado. Aunque la velocidad de los cambios es diferente para cada fenómeno, son los procesos actuales, sobre la herencia del pasado, los que dan personalidad al paisaje. Para comprender el paisaje es necesario describirlo, valorarlo, clasificarlo y ordenarlo de manera que se pongan de relieve sus elementos. Además, es necesario explicarlo, planteando problemas y buscando relaciones, tanto en los procesos actuales como en la historia.
Pero los fenómenos que actúan en el paisaje no lo hacen aisladamente, sino que interaccionan unos con otros a diferentes ritmos y a diversas escalas, con lo que dan originalidad al paisaje.
Los cambios en el paisaje suelen presentarse bruscamente, en forma de crisis que afectan a los demás elementos que interactúan. Esto supone que las condiciones que intervienen sobre un determinado paisaje cambian radicalmente a lo largo del tiempo, dejando las huellas de su paso impresas en el mismo. Y no siempre es posible volver a la situación anterior.
Cada paisaje se mantiene, mientras que los procesos que interactúan se encuentren entre unos determinados umbrales, traspasados los cuales comienzan a funcionar otros procesos, se extinguen los que había, y el paisaje cambia radicalmente. Para cambiar la naturaleza de un paisaje basta con que un sólo fenómeno esencial que lo define traspase el umbral, o que varios fenómenos, aparentemente más elásticos, actúen en la misma dirección. El estudio de los umbrales para la organización de las sociedades que ocupan el espacio es labor de la Geografía. Actualmente los economistas llaman a esto crecimiento sostenible.
A pesar de la originalidad de cada punto en el espacio, este ofrece una apreciable homogeneidad, debido a los puntos en común, que se repiten, y dan extensión al paisaje y continuidad al espacio. Si bien habitualmente la homogeneidad viene dada por un fenómeno destacado que se repite. No hay que olvidar que la dominante que aparece como elemento que da homogeneidad al paisaje depende de la escala elegida para el estudio. El cambio de escala supone la modificación del problema e incluso su total desaparición.

LA BIOSFERA

La biosfera abarca el conjunto de todos lo organismos vivos, las interacciones entre ellos y con el hábitat que los rodea. Comprende parte de la litosfera, la hidrosfera y la atmósfera, en diferentes proporciones.
En la hidrosfera, la biosfera se extiende hasta las profundidades oceánicas, pero en la atmósfera se limita solamente a las capas inferiores que son las recorridas por insectos, pájaros y organismos microscópicos. En la superficie terrestre se extiende entre las grandes alturas y las profundas cavernas y grietas de rocas, abarcando además, los microorganismos del suelo.

La atmósfera

La atmósfera terrestre el la envoltura gaseosa que se extiende desde la superficie de la Tierra hasta unos 700 km de altura. Está compuesta mayoritariamente por nitrógeno, oxígeno, argón y dióxido de carbono, presente en el aire en cantidades bastante constantes.
También se encuentran otros elementos como el vapor de agua y diminutas partículas sólidas provenientes del espacio exterior y de la superficie terrestre.

El suelo

El suelo es la capa fértil formada a partir de la desintegración mecánica y de la alteración física de rocas y organismos vivos.

La litosfera

La litosfera es una capa rígida formada por minerales en estado sólido. Comprende la corteza, o capa exterior de la Tierra, y la primera porción del manto. Por debajo de ella, se localiza una capa blanda denominada astenosfera, en la que las rocas del manto se encuentran a una temperatura muy cercana al punto de fusión. La litosfera está fragmentada en grandes placas (las placas “litosféricas” o “tectónicas”) que tienen la capacidad de desplazarse lentamente sobre la astenosfera.

La hidrosfera

La hidrosfera comprende el agua en todas sus formas, incluyendo la que se encuentra la atmósfera y en la Tierra y en el agua de los océanos.
Algunos autores prefieren definir un nuevo compartimiento que incluye los cuerpos de agua en estado sólido (hielo, nieve, casquetes polares) y de este modo aparece la criosfera. Sin embargo, aquí se considera que el agua en estado sólido también forma parte de la hidrosfera.

BARROS, CLAUDIA Y OTROS “Geografía. La organización del espacio mundial” Buenos Aires, Editorial Estrada, 2000.- páginas 20-21

TERRITORIO

El territorio es el espacio geográfico adscrito a un ser, a una comunidad, a un ente de cualquier naturaleza, física o inmaterial: el espacio de vida de un animal, el área de aparición de una especie vegetal, el ámbito de difusión de una lengua o de cualquier otra práctica social, etc. Cuando se atribuye a un grupo humano complejo (un pueblo, una nación, una sociedad) se convierte en uno de los integrantes fundamentales de su proyecto común: en soporte y recurso básico, ámbito de vida, paisaje propio e invariante en la memoria personal y colectiva. En definitiva en el espacio geográfico en el que se vive y que corresponde manejar y administrar para bien de los individuos y del conjunto de la comunidad. Scripta Vetera EDICIÓN ELECTRÓNICA DE TRABAJOS PUBLICADOS
SOBRE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES GEOGRAFÍA Y ORDENACIÓN DEL TERRITORIO Florencio Zoido Naranjo. Reproducido de: Íber, Didáctica de las ciencias sociales. Geografía e Historia, Barcelona: nº 16, abril 1998. Nuevas fronteras de los contenidos geográficos, p. 19-31

En la Geografía tradicional se concebía al territorio, sólo como la base material del Estado. En la actualidad se considera que el territorio involucra las relaciones de poder y los procesos sociales que convierten cualquier espacio geográfico, por pequeño que sea, en objeto de apropiación. Cuando los límites de los espacios geográficos son usados para ejercer control o el poder, constituyen territorios.
El territorio es aquella parte de la superficie terrestre que incluye el conjunto de los elementos naturales (vida animal y vegetal, suelo, clima, etc) y la sociedad que a lo largo del tiempo transforma la naturaleza.

AJÓN, ANDREA y BACHMANN, LÍA “El territorio argentino ayer y hoy” Buenos Aires, Editorial Longseller, 2003.- página 13.

¿Qué es el territorio?

El concepto de territorio ha sido objeto de debate en el campo de la Geografía. Tradicionalmente, se lo había reducido al espacio cuyos límites políticos coinciden con los del territorio estatal. Esta idea fue puesta en discusión y hoy se ponen en relación las nociones de territorio y poder.
Los territorios se van conformando según complejas relaciones de poder que los vuelven ámbitos geográficos inestables y variables en el tiempo. La delimitación del territorio implica el establecimiento de límites que marcan relaciones de exclusión e inclusión, de fronteras entre un adentro y un afuera. Los límites a veces pasan por la ocupación efectiva de un espacio o por las marcas que deja en él un pueblo. Así, el territorio es una pertenencia colectiva que, en ocasiones, puede dar lugar a tensiones o conflictos entre los que se consideran pertenecientes al territorio y los que son considerados ajenos.
Según esta perspectiva, son territorios los marcados por una actividad ilegal (por ejemplo, los espacios dominados por la guerrilla colombiana), los reclamados por los pueblos que reivindican un Estado (como los kurdos, obligados a exiliarse en otros países), la Unión Europea o los ámbitos geográficos que consideran suyos las hinchadas de fútbol en una ciudad.
Esta idea de territorio permite detectar una compleja trama de delimitaciones territoriales e, incluso, territorios vinculados por un problema específico y que no necesariamente se corresponden ámbitos geográficos contiguos; en África, por ejemplo, por el reparto colonial, el grupo étnico yoruba quedó dividido entre Nigeria, donde el idioma oficial es el inglés, y Benin, de habla francesa. Éste es un caso en el que un pueblo con la misma pertenencia étnica y cultural resultó repartido en dos Estados.
El territorio estatal es un ejemplo de territorio en el que los límites son precisos y de carácter jurídico: a lo largo de toda su extensión geográfica, el Estado ejerce la soberanía legítima.
Hoy, muchos pueblos con diferencias étnicas, lingüísticas y religiosas comparten la pertenencia a un mismo Estado. Las desiguales relaciones de poder entre las distintas comunidades o los diferentes pueblos en el marco de ese Estado definen quiénes constituyen las minorías nacionales y quiénes, la mayoría.
En otros términos, la dominación política permite a la mayoría ejercer una discriminación contra la minoría y adoptar una actitud que puede expresarse de diversos modos que van desde las representaciones caricaturescas hasta el exterminio.
Esta convivencia obligada por los vericuetos de la historia y la política suele no ser armónica. En consecuencia, surgen frecuentemente disputas territoriales o movimientos políticos que buscan obtener igualdad de condiciones en el marco del Estado o que , directamente, intentan la separación. En otros casos, la diversidad de los pueblos no impide la convivencia pacífica en el Estado, aunque éste privilegie a algunos grupos.
En síntesis: como, precisamente, la geografía política mundial actual se organiza en Estados nacionales con fronteras precisas, ciertas comunidades buscan que sus territorios alcancen autonomía y estatuto jurídico propios.

AJÓN , ANDREA Y BACHMANN; LÍA “Territorios en el mundo actual” Buenos Aires, Editorial Longseller, 2002, Páginas 21 y 22.- Libro 1


Territorialidad y territorio

Se llama “territorialidad” a un tipo de relación social por medio de la cual un sujeto (individual o colectivo) procura controlar los actos de otros sujetos en una determinada área geográfica. El territorio es, entonces, el área geográfica en la cual se tiene el poder de controlar tanto el emplazamiento como la circulación de bienes, personas e ideas.
Los territorios estatales son ámbitos geográficos en los cuales distintas instituciones del Estado controlan las acciones de quienes se encuentran dentro de sus límites, tanto en lo que respecta a otras personas como a los recursos. Por ejemplo, en la Argentina, la Dirección de Migraciones controla el ingreso de personas desde otros países y la Dirección de Minería habilita o no la explotación de una mina. Dentro de su territorio, cada Estado realiza un ejercicio exclusivo y excluyente de su soberanía.

BENEDETTI, ALEJANDRO Y BACHMANN; LIA “ Sociedad, cultura y territorio en la Argentina “ Buenos Aires, Editorial Longseller, 2003 Páginas 15.- Libro 6

miércoles, 10 de marzo de 2010

2do año ES
LA REPRESENTACIÓN DE LA SUPERFICIE TERRESTRE
FUENTES DE INFORMACIÓN CARTOGRÁFICA


LOS MAPAS

Desde tiempos muy antiguos, los seres humanos tuvieron la necesidad de conocer la ubicación relativa de ciertos elementos como: montañas, ríos y poblados; la dirección y la distancia a recorrer para ir de un lugar a otro, etc. Para ello, se fueron ideando y desarrollando diferentes formas de representar el espacio, como por ejemplo los mapas.
Los primeros intentos fueron: un dibujo hecho con una varita en el suelo para mostrar un camino, con ramitas y piedras para indicar algún hecho importante; mapas confeccionados con fibras de palma y caracoles usados como cartas para la navegación, o dibujados en placas de barro para representar el valle de un río rodeado por montañas.
Un mapa es una representación gráfica y métrica de una porción de territorio sobre una superficie bidimensional, generalmente plana, pero que puede ser también esférica como ocurre en los globos terráqueos. El que el mapa tenga propiedades métricas significa que ha de ser posible tomar medidas de distancias, ángulos o superficies sobre él y obtener un resultado aproximadamente exacto.
Los mapas son dibujos que representan algunos aspectos de la realidad que interesa destacar y localizar en la superficie terrestre.
Un mapa general representa una superficie de la Tierra, como un país o un continente y, debido a ello, muestra sólo algunas de sus características más importantes. Por ejemplo en un mapa del continente americano pueden aparecer: su división política, los límites internacionales y las áreas donde se cultiven distintas especies vegetales.
Iniciados por el hombre con el propósito de conocer su mundo, y apoyados primero sobre teorías filosóficas, los mapas constituyen hoy en día una fuente importantísima de información , y puede decirse que una gran parte de la actividad humana está relacionada de una u otra forma con la cartografía.

ELEMENTOS DE UN MAPA

Para facilitar la lectura y la comprensión de la información representada en los mapas se deben incluir diferentes elementos.

El título indica el tema del mapa.

La escala indica la proporción entre las medidas de la realidad y las que aparecen en el plano o mapa. Un mapa es una representación reducida de la realidad. Por ejemplo, para representar el continente americano hay que hacer una reducción mucho mayor que para un mapa que simbolice la provincia de Buenos Aires.

La orientación: para situar en el planeta el territorio representado en el mapa, es necesario mostrar la ubicación de los puntos cardinales en relación con él. En general, el norte se halla en la parte superior del mapa.

En los mapas suele incluirse un dibujo denominado “rosa de los vientos”, que indica la orientación de los puntos cardinales.

Los aspectos seleccionados se reproducen en el mapa mediante elementos gráficos: nombres, signos cartográficos o cualquier otro tipo de dibujo que pueda representar el elemento señalado. En la leyenda o referencias se muestran la relación entre los signos y los símbolos utilizados en el mapa y su significado. Por ejemplo: pueden aparecer una serie de signos convencionales, como los límites internacionales y los provinciales, el de una ruta nacional, el de un puente, etc. En el mapa también se pueden mostrar ciudades agrupadas según la cantidad de habitantes y pueden aparecer los nombres de las ciudades más importantes del país subrayadas. Los ríos se representan con una línea celeste o azul; las ciudades capitales mediante círculos superpuestos, los límites internacionales e interprovinciales como líneas entrecortadas. Como en el terreno real estas últimas líneas no existen, éstas son parte del código gráfico que emplea la cartografía.

TIPOS DE MAPAS

Los distintos tipos de mapas deben tener algún elemento gráfico que permita localizar los fenómenos elegidos; según su contenido, se distinguen dos grupos de mapas:

Los mapas descriptivos son aquellos que representan distintos aspectos que se observan en los paisajes; su función central es la localización de elementos que se encuentran en un lugar o en un área de la superficie terrestre. Los aspectos representados pueden ser: fenómenos naturales, como los ríos o las montañas o construcciones de la sociedad como: las ciudades, los caminos, los puertos, etc. A lo largo de todo el proceso de su construcción, suele ser necesario hacer un relevamiento en el terreno.
Los mapas descriptivos suelen destacar tanto aspectos físico-naturales como construcciones sociales. El mapa físico de un continente, como América es un buen ejemplo. También pueden aparecer algunos elementos que brinden información sobre aspectos que no son directamente observables en el paisaje o que no tienen una existencia material. Por ejemplo los límites políticos, los paralelos y meridianos son elementos que permiten una mejor localización en el espacio geográfico.

Los mapas temáticos son los que nos brindan información en forma gráfica acerca de lo disponible sobre una cuestión en particular. Existen tantos tipos de mapas temáticos como variedad de temas o hechos que puedan ser representados. Los aspectos abordados en ellos no siempre pueden ser observados directamente en los paisajes. Por ejemplo, los mapas climáticos nos muestran como se distribuye el clima templado en una determinada zona. Un mapa sobre distribución de la población puede mostrar, de manera muy simple dónde se concentran los habitantes de un lugar. También pueden representarse: la distribución de los cultivos, la localización de los yacimientos mineros, el trazado de la red ferroviaria, etc.
Otros mapas, si bien muestran una localización real, por ejemplo, la distribución de los establecimientos industriales en el país o en una provincia, se consideran temáticos porque representan un aspecto específico, ignorando muchos otros que no son importantes para el propósito con el que fue realizado.
Una sub-variedad de mapa temático es aquella que representa la información disponible sobre más de un aspecto. Por ejemplo, un mapa que muestre la distribución de las precipitaciones y de los tipos de vegetación o cultivos de una zona. La utilidad de ellos reside en que permiten relacionar información referida a diversas temáticas.

LAS PROYECCIONES CARTOGRÁFICAS

Desde épocas antiguas el Hombre ha buscado la forma de representar la superficie terrestre con la mayor exactitud posible. El globo terráqueo es quizás la representación más fiel de la Tierra, ya que reúne tres condiciones fundamentales: la semejanza de superficies, de forma y de distancias con las áreas representadas. Sin embargo, en algunas ocasiones, su utilización resulta poco práctica; por este motivo, se han buscado otras formas de representar la superficie terrestre como, por ejemplo, los mapas.
La confección de mapas ha presentado desde sus comienzos algunas dificultades. Así como no es posible extender sobre un plano la cáscara de un naranja sin que se rompa, tampoco es posible representar la superficie esférica del planeta en un plano sin que sufra deformaciones. Por ello es que algunos cartógrafos utilizan técnicas para que la representación se realice con la menor distorsión posible. Las técnicas empleadas se llaman proyecciones cartográficas y consisten en procedimientos matemáticos que permitieron establecer una correspondencia estricta entre los puntos de la superficie a representar y el plano o mapa. Las técnicas incluyen, también, la utilización de un sistema plano de meridianos y paralelos sobre el cual puede dibujarse un mapa. En general, la zona elegida para la proyección representada aparecerá con más fidelidad, mientras que las zonas más alejadas presentarán una mayor deformación.

EJEMPLOS DE PROYECCIONES

Conformes: Mantienen las formas . Ej. MERCATOR
Equivalentes: Mantienen las superficies a escala. Ej. PETERS.
Acimutales: Mantiene los ángulos. Ej. POLARES.

En la Argentina, el principal sistema de proyección cartográfica empleada es Gauss-Kruger, una proyección cilíndrica que comprende todo el sector continental de nuestro país y las islas Malvinas. Esta proyección es la más conveniente para aplicar, en razón de la orientación Norte-Sur, que caracteriza a la ubicación del país.


La proyección clásica.

En 1569 el geógrafo flamenco Mercator dibujó un mapamundi extremadamente interesante: era la primera representación rigurosa del mundo. Ella venía a proyectar de alguna manera los puntos del globo terrestre a partir del centro sobre un cilindro tangente al Ecuador. Este cilindro aplicado a un plano daba un mapa extremadamente útil para los navegantes por el hecho de que los meridianos están representados paralelamente y formando ángulos rectos con los paralelos. Este mapa ha sido la base de todos los planisferios desde hace cuatro siglos y se sigue utilizando por las flotas marítimas y aéreas.
Pero la Proyección cilíndrica de Mercator tiene la enorme desventaja de deformar considerablemente las partes alejadas del Ecuador. Su utilización ha dado un lugar de abusiva preponderancia a Europa y una falsa imagen de la repartición de tierras y mares entre los hemisferios Norte y Sur. Por ejemplo, se coloca el Ecuador en el tercio del mapa y no en el medio.

Ejemplos:

-Al ver este mapa se creería que la India que tiene 3,3 millones de km2 es más pequeña que Escandinavia que sólo tiene1,1 millones de km2.
-América Latina parece más pequeña que Groenlandia: en realidad es 9 veces más grande: 17,8 millones de km2, contra 2,1 millones de km2.
-Un tercio de la superficie del mapa está destinada al hemisferio Sur, mientras que dos tercios restante se destinan al hemisferio Norte.
-Europa parece aquí más extensa que América Latina. Cuando ella es en realidad casi la mitad de pequeña: Europa cuenta con 9,7 millones de km2 y América Latina 17,8 millones de km2.

EL MAPA DE PETERS: UN MAPA PARA UN MUNDO MÁS SOLIDARIO.

El intento de representar la Tierra es casi tan antiguo como la humanidad. Las dificultades a las que ha habido que enfrentarse han sido numerosas: conocimiento limitado del mundo, enseñanzas religiosas, . . . Cuando nadie pudo dudar de que la Tierra era redonda, se vieron con mayor claridad las dificultades que planteaba la confección de un planisferio, puesto que la esfera sigue siendo la forma mejor y más fiel de representación del globo terráqueo. En el año 1569 se publicó el primer mapa del mundo, correctamente calculado por el cartógrafo Gerhard Cremer: una proyección conocida como Mercator y que ha sido la más aceptada y utilizada durante los últimos cuatro siglos.
Sin embargo, esta proyección, como ha demostrado el historiador Arno Peters, tiene numerosas incorrecciones que pueden resumirse bajo el calificativo de “eurocentrismo”.
“Son siempre -en palabras de Peters- los países del Tercer Mundo, los estados ex -coloniales, las naciones de los pueblos de color los que resultan perjudicados por el mapa Mercator. Este mapa es una expresión de la época de europeización del mundo, de la época en la que el hombre blanco dominaba el planeta, de la época de la explotación colonial del mundo, por una minoría de razas de señores blancos, implacables, bien armados, y técnicamente superiores. . . “ ¿Hemos de seguir utilizando un mapa que refuerza la idea en que hemos sido educados, Europa como centro del pensamiento y de la acción del mundo? Es ésta la mejor manera de pasar de unas relaciones de dominio a unas relaciones de solidaridad entre los pueblos del norte y del sur?
Pese a todo, podríamos preguntarnos si la utilización de un mapa puede influir decisivamente en las personas. Empecemos por subrayar las principales distorsiones provocadas por la proyección Mercator:
1)La ex -URRS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) tenía 22,4 millones de Km. cuadrados, y sin embargo se ve mayor que África que poseía 30 millones de km. cuadrados;
2)Groenlandia (2,1 millones de km. cuadrados) aparece en el mapa mayor que China (9,5 millones de km. cuadrados);
3)La distorsión eurocéntrica se mantiene si comparamos países concretos: Italia con una superficie real 303.000 km cuadrados aparece de igual tamaño que Somalía (en realidad ésta posee 640.000 km cuadrados, es decir esta última es dos veces mayor); Suecia , con 450.000 km cuadrados aparece dos veces mayor que Egipto(1.000.0000 de km cuadrados), cuando lo cierto es precisamente lo contrario, etc.

Una encuesta de opinión del año 1968 mostraba que el 94% de las personas encuestadas aceptaba la representación del globo de Mercator (y de los mapas derivados) como una imagen real, fidedigna del planeta. Un 5% sabía que era imposible representar la superficie del globo en una proyección plana sin cometer distorsiones, pero consideraba que se trataba de un problema cartográfico y que la imagen resultante era real, exceptuando algunas distorsiones en las regiones polares. Sólo un 1% estaba correctamente informado de las distorsiones de la proyección de Mercator. Un mapa puede ser más importante de lo que parece.
La falta de información es, pues, la principal causa de la propagación de una visión del mundo errónea y que fomenta la insolidaridad. Arno Peters intentó buscar una alternativa que conservara las ventajas para el uso generalizado del mapa Mercator y que le añadiera otras cualidades, especialmente la fidelidad en la representación de las áreas. El resultado se publicó en 1974 y a partir de entonces ha recibido un apoyo creciente. El mapa nos sorprende inicialmente porque da a cada uno lo suyo, corrigiendo incluso la discriminación cromática. Hace unos 300 años, J. Hübner (un pedagogo alemán) impuso la idea de representar la totalidad de un estado en un color uniforme; eso supuso que los países colonizados compartían el color de la tierra madre europea. Peters ha sustituido ese anacronismo, asignando un color a cada parte de la Tierra y mostrando los estados particulares como variaciones de ese color; se atiende, pues, más a las propiedades geográficas, naturales, del mundo que a las diferencias nacionales.

¿CUÁLES SON LAS CUALIDADES DEL MAPA PETERS?

1º. Las superficies son comparables. Un centímetro cuadrado en cualquier punto del mapa (formato 113572 cm.) representa 63.550 km2 en la realidad. De esta manera las regiones templadas no son mayores en relación con las otras.

2º. Todas las regiones terrestres están representadas, comprendidas también las regiones polares. Se tiene así medida exacta de la dimensión considerable de la Antártida a menudo escondida en los otros mapas.

3º. El Ecuador está en el centro del mapa, que sería su posición normal, y que sin embargo estaba raramente respetada. Se tiene así un corte fiel de los hemisferios norte-sur que permite, entre otras cosas, medir la parte de tierras emergidas y de los mares en cada uno de ellos. De hecho, Europa es reducida a su verdadera situación.

4º. La fidelidad absoluta de los ángulos en las direcciones esenciales norte-sur y este-oeste. Ésta es la principal cualidad de la proyección de Peters. El norte, por ejemplo, está rigurosamente por encima de todo punto buscado, lo que permite dar posiciones exactas.

5º. Las distorsiones inevitables debidas a la representación de la esfera sobre plano han sido repartidas al Ecuador y a los Polos. En mapas como los de proyección Mercator estaban concentradas en los Polos.

Peters ideó una proyección, que pudiese representar todo el mundo y en el que la distorsión de las superficies fuera mínima. Además puso el Ecuador en el centro del mapa. Con estas premisas obtuvo una compleja fórmula matemática que conseguía todo esto, por ejemplo representar fielmente las latitudes medias. Las latitudes altas parecen un poco más pequeñas, en comparación, y las latitudes bajas, un tanto más grandes; pero aquí están los países pobres, lo que a Peters le pareció más una virtud que un defecto. En todo caso la distorsión de las superficies es menor en el mapa de Peters que en el de Mercator.
Peters fue mucho más lejos. Propuso modificar la red de meridianos y paralelos. El meridiano cero dejaría de estar en Greenwich para pasar, más o menos, al centro del estrecho de Bering, en un meridiano que no cortase ningún país. Además, este meridiano sería la línea de cambio de fecha, totalmente recta.
Por otro lado planteó que el círculo no se dividiese en 360º sino en 100º. La longitud iría de 0º a 100º, al igual que la latitud. El polo Norte sería el paralelo 0º, el polo Sur el 100º y el Ecuador el 50º.

TIPOS DE PROYECCIONES

PROYECCIONES CILÍNDRICAS

-Ideada por Mercator en 1569.

-Proyección basada en un cilindro que envuelve al globo terrestre y es tangente (recta que toca en un punto a una curva o a una superficie) en el Ecuador. El mapa resultante del desarrollo del cilindro presenta la red de paralelos y meridianos como líneas rectas perpendiculares entre sí. La deformación aumenta a medida que nos alejamos del Ecuador, es decir, en los polos la deformación es máxima en cuanto a superficies y distancias.

-Red Geográfica: Los paralelos son líneas rectas que se van separando a medida que nos acercamos a los polos. Los meridianos son líneas rectas equidistantes (separadas por la misma distancia).

-Representa muy bien las zonas ecuatoriales. Esta proyección es muy utilizada en cartas de navegación, ya que la perpendicularidad entre paralelos y meridianos facilita el trazado de líneas de rumbo.
La mayor parte de la cartografía escolar está elaborada según una variante de esta proyección conocida como Universal Transversa de Mercator (UTM).

PROYECCIONES CÓNICAS

-Proyección basada en un cono tangente a un paralelo determinado. El mapa resultante del desarrollo del cono tiene forma abanico y en él los meridianos se transforman en líneas rectas que parten del polo, y los paralelos en circunferencias concéntricas con centro en éste. La deformación aumenta a medida que nos alejamos del paralelo de tangencia, en este caso el paralelo de 45 grados norte.

-Red Geográfica: Los paralelos son círculos concéntricos y cóncavos (es lo que aparece a la vista más deprimido en el centro que en las orillas) hacia el polo. Los meridianos se van separando a medida que se acercan al Ecuador.

-Representa muy bien las zonas de latitudes medias y son muy útiles para la elaboración de mapas temáticos de países o continentes, ya que sólo permiten representar un hemisferio.

PROYECCIONES ACIMUTALES

-Proyección basada en un plano tangente a un punto de la tierra. El mapa resultante del desarrollo del plano sobre el Polo Norte, por ejemplo, presenta los meridianos como rectas que parten del centro de la proyección (Polo Norte), y los paralelos como círculos concéntricos. La mayor deformación se produce al alejarnos de la zona de los polos.

-Red Geográfica: Los paralelos son círculos concéntricos y los meridianos son líneas rectas radiales que parten del punto de tangencia.

-Representa muy bien las zonas polares, tanto del Ártico como de la Antártida.


EL CONCEPTO DE ESCALA

La escala es la relación que existe entre las dimensiones de los planos y mapas y el tamaño real de lo representado. Esa relación indica la proporción a la que se reduce la superficie terrestre para ser representada en el plano.


En la escala es importante considerar que cuanto mayor es la superficie real representada, menor es la cantidad de detalles que se pueden observar. Por ejemplo, si observamos un planisferio podremos ver la forma general de los continentes o la distribución de los océanos, pero no podremos ver las calles de una ciudad. Si queremos observar la forma de una ciudad, debemos emplear una representación cuya escala sea mayor, por ejemplo un plano de calles.
La escala puede expresarse en los planos y mapas de dos maneras: como escala numérica y como escala gráfica.
La escala numérica se expresa como una fracción que indica la proporción entre la distancia en el mapa y la correspondencia en el terreno. Por ejemplo, 1:200.000 (se lee 1 en 200.000) significa que 1 centímetro del mapa equivale a 200.000 centímetros del terreno (ó 2.000 metros ó 2 kilómetros).

EJEMPLOS DE ESCALA NUMÉRICA:

+ Cuánto más grande es el denominador más chica es la escala, porque la superficie a representar es mayor, y por lo tanto, muestra menos detalles del terreno.
1:20.000.000 1cm=20.000.000 cm 20.000.000 cm a km = 200 km 1cm=200km
En un mapa realizado en esta escala, 1 cm equivale a 200 km de la realidad.

+ Cuánto más chico es el denominador más grande es la escala, porque la superficie a representar es menor, y de esta manera se muestra la zona del terreno con más detalles.
1:200.000 1 cm =200.000 cm 200.000 cm a km = 2 km 1cm =2 km
En un mapa realizado en esta escala, 1 cm equivale a 2 km de la realidad.

Por ejemplo si buscásemos las Sierras de Córdoba en un mapa de relieves de América, no las encontraríamos, porque en la escala en la que está construido no es posible representar un relieve de tan pequeña dimensión. Para superar este problema debemos recurrir a un mapa de mayor escala, que abarque una superficie menor, pero con mayor cantidad de detalles. Ejemplo: un mapa con el relieve de Argentina o de las Sierras Pampeanas.


CLASIFICACION DE ESCALAS NUMÉRICAS

ESCALAS GRANDES (presenta más detalles)

Son aquellas donde la reducción ha sido pequeña y, por lo tanto, pueden representarse muchos detalles.
Abarcaría de manera aproximada, las escalas comprendidas entre 1:100 y 1.25.000
Usos posibles: estudios de zonas urbanas, proyectos de ingeniería, loteos para colonización, etc.

ESCALAS MEDIAS

1.25.000 A 1:1.000.000
Usos posibles: mapas de países y continentes, cartas topográficas y náuticas.

ESCALAS CHICAS (presenta pocos detalles)

Son aquellas donde la reducción ha sido grande y, por lo tanto, el mapa puede abarcar grandes superficies representadas con pocos detalles.
Menores a 1.1.000.000 (por ejemplo 1:210.000.000)
Usos posibles: mapas murales, planisferios.

ESCALA GRÁFICA

La escala gráfica es una recta graduada en la que se indica, en cifras, la distancia real que corresponde a las medidas del plano o mapa. Esta escala se dibuja como una línea dividida en segmentos numerados , expresados en metros o kilómetros, que permiten al medir las distancias en el mapa, determinar las medidas reales en el terreno.

ESCALA CROMÁTICA

Esta escala representa, a partir de colores, las diferentes alturas de los relieves. Cada color tiene un valor en metros que indica la altura o profundidad. Así, por lo general, los distintos tonos de color verde indican terrenos con alturas entre 0 y 200 metros sobre el nivel del mar, en coincidencia con las áreas llanas o de llanuras. El color verde oscuro indica la presencia de depresiones del terreno.
El amarillo es utilizado para las zonas con alturas entre 200 y 500 metros, que coinciden con las zonas de mesetas.
Las distintas tonalidades de marrón representan las alturas superiores a los 500 metros, es decir, las zonas de sierras y montañas. En estas áreas cuanto más oscuro es el tono del marrón, más alto es el terreno representado.
En el caso de las profundidades de los mares y océanos, se utilizan distintas tonalidades de celeste y azul. En las áreas de mayor profundidad, por ejemplo, en las fosas oceánicas el tono del azul será mucho más intenso. En las zonas correspondientes a la plataforma submarina (entre 0 y 200 metros de profundidad) se utiliza el color blanco.

IMPORTANTE: cuando se trabaja con un mapa físico hay que “leer” la escala cromática, para poder diferenciar los colores que han sido utilizados en el mismo para representar las alturas de los relieves. Es preciso puntualizar que puede haber una leve diferencia con la asignación de los colores en los mapas, que puede ser distinto según la editorial que lo haya publicado.

LAS FOTOGRAFÍAS

Las fotografías son imágenes que pueden ser “leídas” y, por lo tanto, constituyen una vía de acceso a información alternativa a la del texto escrito. Por medio de las fotografías obtenemos una imagen instantánea de un conjunto de objetos, paisajes o personas.
Las fotografías pueden ser:
-descriptas: quién las observa menciona las características del paisaje, de los sujetos o de la distribución de algunos elementos en el espacio que ve. También puede ser interpretadas, cuando se reconocen algunos patrones de distribución o las relaciones de semejanza o diferencia entre los elementos representados. La lectura de las fotografías nos permiten formularnos interrogantes y conclusiones provisorias.
Las fotografías captan una parte de la realidad mayor y son tomadas por alguien, en un lugar y momentos determinados. Por eso, cuentan con un epígrafe: una frase corta que se coloca junto a ella, con el objeto de fijar su alcance espacial y temporal, así como su significado.
Las fotografías que son de interés para la geografía son aquellas que nos muestran paisajes o escenas de la realidad.
*Las fotografías pueden brindar información general, por ejemplo, qué elementos se observan en un paisaje rural; también nos permiten conocer un lugar determinado, por ejemplo, cómo es el paisaje rural en los llanos del Orinoco, Venezuela .
*En una fotografía se pueden identificar elementos naturales (relieve, tipo de vegetación, etc) y construcciones sociales (por ejemplo tipos de construcción presentes en la infraestructura: calles, puentes, autopistas).
*La fotografía también puede mostrar personas, en ellas es importante identificar la actividad que ellas están realizando, su condición social, etc para poder establecer relaciones entre las mismas y el lugar donde se encuentran.
*En la fotografía conviene distinguir sus distintos planos y comenzar sus descripción desde los planos más alejados hacia los más cercanos.

LAS FOTOGRAFÍAS AÉREAS

Las fotografías aéreas son representaciones de la superficie terrestre que permiten observaciones de cualquier parte o área de dicha superficie. Las fotografías proporcionan una representación fiel, detallada e inmediata.
Las fotografías aéreas forman parte de los llamados sistemas de teledetección, es decir, un conjunto de técnicas eficaces para obtener información de la superficie terrestre a distancia.
Estas imágenes se obtienen desde aviones o helicópteros equipados con instrumentos especiales, denominados sensores, que recogen la información a distancia de las áreas y objetos ubicados sobre la superficie terrestre.
Las cámaras fotográficas son uno de los sensores más utilizados. Ellas se instalan sobre soportes antivibracionales y están provistas de varias lentes y grandes cargadores de películas. Un proyector especial, al mismo tiempo, corrige la distorsión que se produce en las imágenes al estar el avión en movimiento. La técnica empleada consiste en: combinar varias fotografías superpuestas del mismo terreno para crear una imagen tridimensional, ya que están tomadas en distintas pasadas del avión y con diferentes ángulos. Luego se utilizan ordenadores y computadoras que automatizan la recolección de información.
Las fotografías aéreas se emplean con frecuencia como un documento básico en la confección de mapas, ya que facilitan el reconocimiento de las distintas zonas y el relevamiento de los objetos que aparecen en ellas. Estas fotografías son asimismo, muy utilizadas con fines más puntuales que requieran de información exacta, con una perspectiva aérea de la zona. Por ejemplo, el análisis de las fotografías aéreas permite conocer los elementos de una ciudad (distribución de viviendas, calles, espacios verdes etc.) y los procesos de urbanización; así como también el cambio de hábitat de especies animales, las áreas afectadas por inundaciones, el reconocimiento de áreas de frontera etc.

LAS IMÁGENES SATELITARIAS

Las imágenes satelitales son recursos obtenidos con sensores remotos , desde satélites que orbitan alrededor de la Tierra, entre 700 y 900 km de altura. Estos pueden ser sensores de microondas que captan la energía electromagnética que emiten los elementos que hay en la superficie terrestre o pueden usar el calor que irradian los objetos midiendo la onda de rayos infrarrojos. Toda la información captada por el satélite es retransmitida en forma digital y reenviada a la Tierra para ser analizada, procesada y transformada en imágenes.
Para facilitar su interpretación, suele recurrirse al falso color compuesto que tiñe de diferentes tonalidades a los diversos objetos.
Los colores orientan la interpretación de los diferentes objetos. Por ejemplo las áreas urbanas aparecen en tonos celestes o gris; la vegetación, en tonos pardos o rojizos; el suelo descubierto en tonos azules, blancos o verdosos. El agua con sedimentos en suspensión aparece en tonos azules; el agua pura aparece de color azul oscuro o negro; la nieve, las nubes y las salinas se ven blancas.
En las imágenes existen ciertos patrones de las formas que permiten inferir la presencia de algunos elementos. Por ejemplo las líneas rectas suelen indicar la presencia de rutas o vías de comunicación. Las líneas rectas con curvas suaves, por ejemplo, pueden representar vías férreas. En cambio, las líneas rectas con curvas en ángulo recto pueden corresponder a carreteras.
Líneas irregulares: pueden manifestar la existencia de cursos de agua.
Formas regulares (cuadrados, rectángulos, etc) suelen indicar algún tipo de uso específico del suelo, como el urbano (reconocible en el amanzanamiento) o rural (reconocible en las parcelas de cultivo).
Los objetos naturales tienen por lo general formas irregulares. Por ejemplo, las montañas tienen su típica forma rugosa e irregular y los ríos de llanura muestran su recorrido sinuoso.
Su aplicación a usos civiles y militares es muy variada .En el campo de la oceanografía, por ejemplo, proporcionan información acerca de las características de las corrientes marinas. En meteorología y climatología permiten detectar nubes y tormentas y ayudar en el pronóstico del tiempo. En hidrografía , contribuyen al monitoreo de las aguas superficiales.
En la agricultura se aplica en: la predicción de cosechas, evaluación del recurso suelo (procesos de degradación y erosión), mapas de uso del suelo, etc.

lunes, 8 de marzo de 2010

Sugerencias para mejorar el estudio VERSIÓN ADAPTADA

En www.icel.edu.mx

Al inicio de clases, investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) dan a conocer veinte consejos prácticos para que los niños y jóvenes puedan estudiar mejor y obtener un mejor desempeño escolar.

1-Es mejor estudiar solo. Si lo hacen en grupo, tendrán que aprender a organizarse.

2- Lo ideal es que sea siempre en el mismo lugar, y que sea un sitio agradable para Ustedes

3- Es fundamental que no haya ruidos alrededor. Cierren la puerta si están todos hablando alto o mirando la TV.

4- Procuren tener buena luz y ventilación. Abran las ventanas para que no te falte oxígeno.

5- No estudien tirados en la cama, puedes quedarse dormidos y … adiós a la tarea.

6- No estudien mientras miran la TV o escuchan música (a menos que sea música clásica).

7- No trabajen mientras estén comiendo. La hora de comer es muy especial, intenten cuidarla.

8- Traten de instalarse en un lugar cómodo y con una postura adecuada. Por ejemplo: sentado con la espalda apoyada, lo cual evita los dolores de cintura por mala postura.

9- Necesitarán una mesa grande para tener todo el material a la mano. Libros, cuadernos o carpetas, lápices, regla y goma.

10- Tengan siempre a la mano un diccionario, ya que les ayudará a sacarse las dudas que surjan de la lectura de los artículos.

11- Cuiden sus carpetas, asegúrense de tenerlas al día, que no les falte nada a la hora de estudiar, para no estar llamando a todos sus compañeros.

12- No se acerquen mucho los cuadernos: podrían dañar su vista o provocarles grandes dolores de cabeza.

13- Traten de acostarte temprano en la noche para rendir mejor durante el día. Si están cansados, será muy difícil trabajar.

14- Elijan su horario preferido para hacer los deberes y traten de que siempre sea el mismo. Se sugiere que sea por la tarde.

15-Empiecen a organizar sus tiempos. Por ejemplo tener una hora determinada para comenzar con el estudio.

16- Si tienen que leer un texto, lo primero sería darle un vistazo general, y después subrayare lo que sea más importante. Les ayudará a recordarlo mejor.

17- Si tienen que hacer alguna cuenta, miren lo que vieron en las clases para refrescar la memoria, ya que será más fácil responderlo después del repaso.

18- Mientras estén estudiando hagan un esfuerzo y traten de tener la máxima concentración posible. Y eviten de pensar en otras cosas.

19- No es conveniente estudiar con hambre, como tampoco inmediatamente después de comer.

20- No estudien todo el tiempo, también hay que descansar y darse lugar para realizar otras tareas que les permitan recrearse.


En www.clarin.com.ar 14/09/09

Sugerencias para mejorar el estudio

- Leer rápido el material

. Revisar títulos y subtítulos; mirar gráficos, mapas, fotografías. Leer los párrafos de introducción y de resumen.

- Buscar significados, ideas principales y tomar notas

. Subrayar las palabras y las frases clave. Usar marcas para indicar conceptos clave o preguntas. Resumir en los márgenes las ideas principales.

. Sintetizar en fichas y tarjetas y organizarlas con índice; armar fichas por separado para cada tema, idea importante o fuente.

- Recordar lo leído

. Revisar lo leído a intervalos periódicos para afianzar los conceptos.

. Releer las notas al margen y el subrayado y “recitar” las secuencia de ideas principales

Para una evaluación o examen

-El día anterior repasar todo haciendo una revisión final de la comprensión. Acostarse temprano y descansar.

-Llegar al examen con tiempo suficiente para organizarse.

- Antes de comenzar a responder, revisar el examen completo para ver la distribución del tiempo y comprender las preguntas.

- Leer detenidamente cada pregunta antes de responder y dejar para el final las que no se saben resolver.

- Para un oral, preparar un esquema detallado de la presentación. Usar grupos de tarjetas, resúmenes y guías.

- Para un escrito, organizar las ideas en un esquema breve antes de escribir. Al final releer, corregir y aclarar si fuera necesario.