www.pagina12.com.ar 15/09/12
Una mirada (desde lejos) de la/s marcha/sn Por Eduardo de la Serna Coordinador del Movimiento de Sacerdotes en
Opción por los Pobres.
Sería absurdo pretender decir una palabra clara y distinta
acerca de las marchas de ayer en mi situación: estando lejos, a poco de
producidas, sin toda la información que sería de desear, y sin haber
participado. Pero igual creo que algo se puede (empezar a) decir.
Podríamos también mirar algunas voces, pre o post marcha,
sean la de Amadeo o Patricia Bullrich, con consignas simples, elementales,
obvias... ¡pobres! O el (in)análisis de Mauricio, diciendo que la marcha era
pacífica y no era en contra de nadie, lo que los cantos coreados o algunos
carteles parecen desmentir; o que espera que “la Presidenta tome nota de lo de
ayer”, como si él hubiera “tomado nota” del resultado electoral 2011. Podemos
también mirar la columna del ultra-C, por Clarín, Julio Blanck, que habla de
“guerra” (puaj). Y podemos también tener presente que así como en “tiempos
electorales” hay cosas que son “normales”, pero a las que no hay que prestarles
demasiada atención (denuncias, actos, propuestas...), antes del 7 de diciembre,
hay cosas que –como Sancho– “veredes”.
Pero no está de más mirar un detalle que me parece
interesante. Los medios comentan unánimes la disparidad de temas que fueron
abordados por los manifestantes ayer; en el mismo Clarín, en dos columnas
diferentes, se mencionan grupos de temas bien diferentes: “consignas contra la
corrupción, la inseguridad, la inflación y la re-reelección”, dice una; y
“Seguridad, libertad y justicia, los principales reclamos de la gente”, dice la
otra en el mismo diario. Y mirando las cosas que la gente decía y/o cantaba
(dejando de lado los insultos o los absurdos, que imbéciles hay en todas
partes; y con esto aludo también a la palabra “dic/ktadura”) se me ocurre una
reflexión: la gente manifestó, dijo lo que quiso y no hubo represión ni
violencia. Hace tres días, en Chile manifestaron contra el golpe de 1973 y hubo
represión y violencia (como en Córdoba hace unos días, acoto). La Corte –de
Justicia hablamos– acaba de decidir que el caso de la “Campaña sucia” contra
Filmus pase del fuero federal al fuero porteño, con lo que parecería ser
beneficiado Macri; el tema viajes/dólares apareció en varios, y la trillada
idea de ir adonde quiero, hacer lo que quiero se repite hasta el hartazgo, sin
recordar –o recordando– que hubo un tiempo en que se podía viajar cuantas veces
se quería y gastar cuanto se quería para comprar “2”, y gracias a tanta
“libertad” individual, el país estalló en miles de fragmentos. Y acá –creo–
está el tema: los cantos, consignas y planteos (legítimos de expresar, por
cierto) eran –al menos en su mayoría– totalmente individuales: “quiero salir a
la calle sin que me roben” era el planteo de la seguridad; no el bienestar
social como “seguridad”; “quiero poder viajar” como si los “cientos de miles”
(mejor dicho, “millones” de pobres) alguna vez hubieran podido viajar sin que
nadie levante su voz a favor de ese derecho... La multitudinaria “marcha del
yo” preocupada por “mis” derechos se manifestó coherentemente en que cada “yo”
tenía su propia consigna; no había un “nosotros”, un “Pueblo”, salvo que al
extraño momento en el que se cantó “si éste no es el Pueblo...” se le dé alguna
entidad. Pocas cosas me parecen tan clásicas de la “clase media” argentina que
su “amor al yo”, el mismo de sri sri, el mismo del “yo, argentino”, o “no te
metás”, coherente con el “por algo será” o “en algo andaría”. Multitudinarios
“yoes” que pareciera que nunca pueden mirar un “nosotros”... Pero hace ya 200
años que estamos habituados a convivir (¿?) unos y otros, puerto y pueblos;
civilización y barbarie, blancos y negros... De proyectos se trata. Pero
mientras unos insinúan siempre el deseo por el voto calificado, otros proponen
ampliación de derechos, aunque los calificados (o clarinificados) “no tomen
nota”, total... se han copiado siempre.