Provincia de SAN LUIS
Domingo 18 de Enero de 2009 Año III Nº 0331 En www.perfil.com.ar VERSIÓN ADAPTADA
Bienvenidos al ‘Estado libre asociado’ que tiene la Argentina Por Gabriel Pandolfo
Imagine una provincia con una red cloacal que abarca todas las casas. En la que se hayan construido 56 mil viviendas en los últimos cuatro años, así como un polo universitario de avanzada en medio de la nada. Una provincia en la que no hay barrios de emergencia, ni cartoneros, ni desempleados. Con ciudades limpias, ordenadas, en cuyas calles no se ve un papel. No es una provincia noruega, se trata de San Luis. PERFIL recorrió el territorio gobernado por los hermanos Rodríguez Saá para analizar este fenómeno y consultó a la oposición. “Son lo mismo que los Kirchner”, dicen.
Las calles están limpias, las plazas también. No hay baches en el pavimento y el asfalto de las autopistas es impecable. La gente no tiene prisa, pero eso no es nada nuevo en el interior. Lo diferente es que los puntanos del gobierno se comportan como subalternos a cargo. Deben ser las vacaciones. La mayoría de los funcionarios está de licencia, la administración pública trabaja sólo hasta las 2 de la tarde.
Tierra de sueños
San Luis no tiene déficit habitacional, el gobierno construyó cincuenta y seis mil viviendas, una cada siete habitantes, pero el diario La Nación se consigue recién a partir de la una de la tarde, con lo que el ritual del desayuno se convierte en una ceremonia desconectada de contenidos más amplios, provinciana, donde todo se sabe más tarde.
La poética de los slogans es cursi y la estética del mobiliario urbano y de los lugares públicos, en general, es de mal gusto. Las columnas de alumbrado están pintadas de azul, verde agua, violeta, rosa y fucsia; la combinación de colores más característica es marrón con naranja, a veces con un toque de turquesa.
Dicen que en el paraíso nadie trabaja, pero en la tierra, quien no tiene trabajo vive en el infierno. Uno de los aspectos siniestros del mundo moderno son las multitudes de harapientos y gente durmiendo a la intemperie que pueblan las ciudades. Lejos de las promesas incumplidas del progreso, la pobreza y marginalidad que invade la realidad, parece haber sido desterrada de San Luis, no la encontramos. Las razones, según explican, es la incisiva preocupación del gobierno provincial por proteger a sus pobladores más vulnerables. ¿La herramienta? El plan Trabajo por San Luis. Se puso en marcha en 2003 y ocupó durante sus primeros años a 49 mil desocupados, cifra que se ha reducido y hoy ronda los 25 mil. Como parte del programa se creó el Ministerio de Cultura del Trabajo y el objetivo principal fue terminar con los subsidios, generando empleo. Con raíz keynesiana, se los involucró en tareas relacionadas con obras públicas, arreglos y limpieza de rutas, caminos de acceso a localidades, limpieza de canales de riego, construcción de viviendas, fabricación de materiales para la construcción y brigadas de forestación que ya han plantado más de 1.200.000 árboles. Cobran $ 620 por mes y tienen el beneficio de la obra social del Estado. El costo de este programa representa el 26% del presupuesto provincial, y en 5 años el 50% de estos trabajadores fue absorbido por industrias con las cuales la Gobernación firmó convenios que les otorgaron, en algunos casos, exenciones impositivas.
Otra de las características fue el cierre de comedores sociales: “Hoy todos comen en sus casas”. También fueron cerradas instituciones para menores y ancianos, creándose lo que llamaron “familias solidarias”, donde se insertaron quienes se encontraban en esa situación, plan financiado con los fondos que sostenían a las instituciones anteriores. Otra de las características del plan es la formación artística y artesanal, con salidas laborales hacia proyectos en desarrollo de la industria del cine, la televisión y la música (vestuario, maquillaje, etc.).
También se destaca el rescate de los pueblos originarios, a quienes se les han restituido tierras: 2.500 hectáreas al pueblo ranquel y 6 mil al huarpe, con las obras de infraestructura necesarias para su desarrollo.
Con una temperatura media de 17º en invierno y 23º en verano, en estas sierras nacen cóndores, guanacos, gatos monteses, zorros grises, jabalíes, pecaríes y víboras de cascabel.
En Merlo y Piedra Blanca se da un microclima muy especial, caracterizado por la intensa ionización negativa del aire, con un alto contenido de ozono. Durante la primera quincena de enero, los hoteles de Merlo estaban cubiertos en un 60% y las cabañas en un 80%.
Los hermanos
Los hermanos Rodríguez Saá gobiernan la provincia desde 1983 y han sido tan criticados como el resto de la clase política, y tal vez un poco más en virtud de su exposición y aspiraciones a nivel nacional, pero no deja de ser llamativo el equilibrio de sus números. ¿Demagógicos? Tal vez, pero ¿no es el objetivo de los gobernantes solucionar los problemas de sus gobernados? Claro que sí. La provincia no tiene deuda ni con organismos públicos ni privados. Consultoras internacionales públicas y privadas la ubican como la mejor administrada del país. Y la ponen en el escalón más alto por su solidez financiera y fiscal, y el ritmo de crecimiento, pese a las sucesivas crisis que sacudieron el país. Se construyeron cloacas para toda la provincia y hasta el momento 12 diques, siendo la provincia que más cuida del agua. Tiene 30 hospitales y 90 centros de salud. La inversión en educación en 2008 fue de $ 400 millones, lo que incluyó obras de infraestructura, desarrollo tecnológico y capacitación para docentes, quienes tienen los salarios más altos del país.
¿Que el diario es de la familia gobernante? ¿Que la Justicia no es independiente? .
Alberto Rodríguez Saá, gobernador desde 2003, ganó las elecciones de 2007 con el 83% de los votos. La oposición literalmente no existe. Su eslogan a nivel nacional es: “Otro país es posible”. No es amigo de los Kirchner, sino que a menudo ha estado en conflicto con ellos. El ex presidente y la actual presidenta nunca visitaron la provincia.
La gente vive mayoritariamente de la actividad agropecuaria, especialmente ganadera, y de la creciente industria desarrollada desde mitad de los ‘90 a partir de promociones industriales, en centros urbanos como la capital y Villa Mercedes, en rubros como metalmecánica, metálicas básicas, minería (granito, calizas, basalto y mármol), química, electrodomésticos, plásticos, artículos de papel y cartón, textiles y turismo, actividades que reciben incentivos fiscales y exenciones que llegan al 100%. En cuanto a la compra de materias primas, la prioridad la tienen los productores puntanos. Sus principales exportaciones a otros países son calzados y maquinarias.
Disneylandia
San Luis tiene la más importante red de autopistas del país, además iluminadas, conectando a la mayoría de las localidades turísticas con la capital provincial. Son 516 kilómetros pavimentados, lo que representa el 34% de las que hay en toda la Argentina.
Otra gran obra de la provincia es la ciudad de La Punta, donde se sitúan todos los modernos megaproyectos llevados a cabo en la última década.
La búsqueda de modernidad de San Luis es palpable. En el caso de la formación universitaria, cabe destacar la contratación de destacados profesores que desarrollan su actividad en Buenos Aires pero viajan los fines de semana para dar clases allí, con importantes honorarios. Un ejemplo casi inaudito en cualquier otra parte del país.
Otra muestra de visión fue la construcción de un set modelo de filmación con todo lo necesario para producir una película, también en la ciudad de La Punta, con 1.800 metros cuadrados cubiertos y un anexo de 900 metros cuadrados. También San Luis Música, de iguales características, con un estudio de grabación, con dimensiones y equipamiento de los mejores de América latina. A esto se suman el Hipódromo, el Observatorio Astronómico y otras obras en etapa de proyección.
En la búsqueda de atractivos, la Gobernación ha construido en Potrero de los Funes, rodeando el lago y el hotel 4 estrellas, un magnífico autódromo que ya es escenario de competencias de TC. A esto se debe sumar la incipiente, pero múltiple, oferta teatral . Y si fuera poco, el sistema de Internet inalámbrico o Wi Fi, que opera en forma totalmente gratuita en toda la provincia; no importa donde esté, siempre estará conectado.
¿Estamos hablando de una provincia de la Argentina? Pues sí, se nota en algunos detalles.
“Son como los Kirchner” Por Pedro Ylarri
Los hermanos Rodríguez Saá defienden la idea de un San Luis distinto al país, pero la oposición no hace otra cosa que incluirlo en la Argentina real. “Son lo mismo que los Kirchner, pero con un mecanismo de relojería más afinado... lo aceitaron con sus 25 años en el poder”, dice a PERFIL el diputado liberal Juan José Laborda Ibarra, hoy referente del opositor Frente Juntos por San Luis, que incluye además a radicales e independientes.
En efecto, es difícil distinguir en la entrevista sobre quién está hablando. Utiliza para describir a ambos los conceptos de “patrimonialismo”, “nepotismo” y otros “ismos”, hasta que se detiene de repente para mencionar una palabra aguda, hipercorrupción.
“San Luis es el ejemplo más perfecto de patrimonialismo, donde el gobernante dispone de los caudales públicos como si fueran privados, suyos. En esta época, los Saá fueron pioneros”. Está fresco en la memoria de los puntanos el día que acudieron al arroyo cercano a la casa “del Adolfo”, y encontraron que estaba cercado y su caudal desviado, canalizado... hacia la vivienda.
Para Laborda Ibarra, los hermanos más conocidos de San Luis son incluso precursores del traspaso de poder entre familiares, “un nepotismo luego replicado por Kirchner”.
El diputado, miembro de la Comisión de Hacienda de la Legislatura, dice además que “no hay fórmula mágica” para la construcción de autopistas y casas: “Un 74% del presupuesto concretado corresponde a recursos coparticipados, por los fondos adicionales que recibe desde 1998, que duplican y hasta triplican el de otras provincias similares”.
La mímesis entre los Rodríguez Saá y Néstor Kirchner se descubre, según él, en las críticas de unos contra otros: “Cuestionan todo lo que hacen también ellos”, dice el diputado. Menciona como ejemplo las opacas cifras oficiales (“la desocupación real aquí es de 20%”), y la censura en Canal 7 (en “San Luis Sat no reciben a ningún opositor”).
“No hay diferencias éticas, conceptuales ni ideológicas, los Saá critican al kirchnerismo porque uno hace lo que al otro le encantaría hacer”, finaliza.
Ciudad de La Punta Por Gabriel Pandolfo
A 20 kilómetros de la capital, se levanta la primera ciudad del siglo XXI, fundada en marzo de 2003, obra megamillonaria iniciada por el ex gobernador Adolfo Rodríguez Saá, de la cual no se conoce con certeza la inversión tanto en la infraestructura de la ciudad como de otras obras de envergadura, como el Estadio Juan Gilberto Funes, el Hipódromo, la Universidad, el Observatorio Astronómico y el set San Luis Cine, entre otras.
Tiene una superficie de 23.271 hectáreas, en cuyo casco se asientan 4 mil viviendas, hospital, escuelas y comisaría, y una población de alrededor de 12 mil personas.
Para el proyecto del Campus Universitario, la gobernación contó con el prestigioso arquitecto Clorindo Testa. El Estadio Provincial de Fútbol Juan Gilberto Funes tiene una capacidad para 15 mil espectadores sentados, si bien San Luis no tiene gran afición por el fútbol.
El Data Center es el centro de control de la Autopista Informática, que reúne toda la infraestructura necesaria en telecomunicaciones. Es un edificio inteligente que aloja equipamiento para el monitoreo de la red, y está destinado para el desarrollo de todos los proyectos basados en tecnología. El proyecto más moderno en su tipo en Latinoamérica. Abarca 10.000 m2, y el edificio consta de dos cuerpos. El primero destinado al Data Center, las oficinas, el auditorio, el centro de operaciones, el call center, el laboratorio y el área de desarrollo de sistemas. El segundo destinado a alojar los equipamientos de grupos electrógenos.
En www.lanacion.com.ar Domingo 13 de setiembre de 2009
San Luis equipa a sus alumnos, financia compras y ofrece Wi-Fi Por Claudia San MartínSAN LUIS.-
En esta provincia, el proyecto del gobierno es imitar a Uruguay en 2010, cuando se espera que todos los alumnos de las escuelas primarias (60.000 en total) cuenten con su computadora personal, y que ese beneficio alcance a todos los adolescentes de la secundaria para 2011.
El programa se llama San Luis Digital y es un proyecto a 20 años que desarrolla el gobierno de la provincia. "El programa apunta a convertirse en exportador de productos con contenido tecnológico, poseer una red más densa de usuarios de Internet y formar profesionales en las ramas de ciencia e ingeniería y desarrollar una base más amplia de trabajadores con educación secundaria completa y con mejores habilidades básicas", sostuvo la rectora de la Universidad de La Punta y ministra del Progreso, Alicia Bañuelos.
Para lograr estos objetivos, durante 2008 la provincia equipó a los alumnos de escuelas primarias de 22 localidades puntanas con 2386 computadoras y 165 laptops para sus docentes.
Durante este año, el beneficio cubrió 28 localidades con un total de 5300 computadoras para niños y 422 computadoras para docentes, que se entregaron en comodato. El plan prevé completar la entrega anual con 8000 equipos destinados a los chicos de la escuela primaria y 700 a los docentes.
Estrategia pedagógica
Bañuelos explicó que "los equipos se eligieron sobre la base de estudios realizados por la UBA y se adquirieron a un costo aproximado de 400 dólares. La estrategia pedagógica incluye formación especial para cada docente, la entrega de un software de apoyo escolar, la posibilidad de conectividad a la red en la escuela y en el hogar, y el soporte y mantenimiento de la red y de las computadoras que se entregan. Todo esto -aclaró- bajo un monitoreo permanente, que incluye la medición del desempeño escolar".
Entre los planes que acompañan la estrategia en las escuelas hay un programa para escuelas rurales, incentivo a la lectura para jardín, ajedrez y Olimpíadas del Conocimiento para chicos de nivel medio.
Por otra parte, el Estado provincial financia hasta en 20 cuotas sin interés la compra de computadoras y genera un crédito fiscal por 50% del valor que en sólo 8 meses permitió que el 66% de los hogares tenga un equipo. Según se afirma oficialmente, antes de comenzar con el plan el 31% de los hogares tenía computadora y el objetivo para fin de año es llegar al 80 por ciento.
San Luis cuenta además con un servicio gratuito de Wi-Fi que el gobierno ofrece en 77 localidades.
En la Argentina, en el año 2005, durante la gestión del ex ministro de Educación Daniel Filmus, el gobierno argentino anunció la intención de formar parte de la iniciativa de Negroponte para llegar con computadoras a un millón de alumnos. (La propuesta que el norteamericano Nicholas Negroponte presentó en el Foro Económico Mundial de Davos, planteaba producir computadoras portátiles de bajo costo -un desarrollo del MIT- para disminuir la brecha digital en los países menos desarrollados). El proyecto no se concretó y, en cambio, se optó por un programa que desde abril próximo distribuirá una computadora a cada alumno y a docentes de las escuelas secundarias técnicas (231.000 estudiantes y 25.000 profesores). Aún no concluyó la licitación para la compra de las computadoras, y se espera que el costo de cada máquina ronde los 200 dólares. La inversión total será de unos US$ 84 millones.
jueves, 29 de octubre de 2009
domingo, 25 de octubre de 2009
Nos toman el pelo? Por supuesto. Un premio Nobel para Evo Por Fidel Castro Ruz
Si a Obama se le otorgó el Premio por ganar las elecciones en una sociedad racista, a pesar de ser afroamericano, Evo lo merece por ganarlas en su país, a pesar de ser indígena, y cumplir además lo prometido.
Por primera vez en ambos países uno u otro de su etnia alcanzan la Presidencia. En más de una ocasión advertí que Obama era un hombre inteligente, educado en un sistema social y político en el cual cree. Aspira a extender los servicios de salud a casi 50.000.000 de norteamericanos, a sacar la economía de la profunda crisis que padece y a mejorar la imagen de Estados Unidos, deteriorada por las guerras genocidas y las torturas. No concibe, ni desea ni puede cambiar el sistema político y económico de su país.
El Premio Nobel de la Paz ha sido concedido a tres Presidentes de Estados Unidos, a un ex presidente y a un candidato a Presidente.
El primero fue Theodore Roosevelt, electo en 1901, el de los Rough Riders (jinetes duros), que desembarcó en Cuba sus jinetes, pero sin caballos, a raíz de la intervención de Estados Unidos en 1898 para impedir la independencia de nuestra patria.
El segundo fue Thomas Woodrow Wilson, que introdujo a Estados Unidos en la Primera Guerra por el reparto del mundo. En el Tratado de Versalles impuso tan severas condiciones a la vencida Alemania, que sentó las bases para el nacimiento del fascismo y el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
El tercero ha sido Barack Obama.
Carter fue el ex presidente a quien varios años después de cumplir su mandato le asignaron el Premio Nobel. Sin dudas, uno de los pocos Presidentes de ese país incapaz de ordenar el asesinato de un adversario, como hicieron otros; devolvió el Canal a Panamá, creó la Oficina de Intereses en La Habana, evitó caer en grandes déficit presupuestarios y despilfarrar el dinero en beneficio del complejo militar industrial, como hizo Reagan.
El candidato fue Al Gore cuando era ya vicepresidente, el político norteamericano que más conocía sobre las terribles consecuencias del cambio climático. Fue víctima del fraude electoral cuando era candidato a Presidente y despojado de la victoria, por George W. Bush.
Las opiniones sobre el otorgamiento de este Premio han estado muy divididas. Muchos parten de conceptos éticos o reflejan contradicciones evidentes en la sorpresiva decisión.
Habrían preferido ese Premio como fruto de una tarea realizada. No siempre el Premio Nobel de la Paz se entregó a personas merecedoras de esa distinción. A veces lo han recibido personas resentidas, autosuficientes, o peor aún.
Lech Walesa, al conocer la noticia exclamó con desprecio: "¿Quién, Obama? Es demasiado rápido. No ha tenido tiempo para hacer nada ahora".
En nuestra prensa y en Cuba Debate, compañeros honestos y revolucionarios fueron críticos. Uno de ellos señaló: "En la misma semana en que se ha concedido a Obama el Premio Nobel de la Paz, el Senado de Estados Unidos aprobó el presupuesto militar más grande de la historia: 626.000.000.000 de dólares." En el Noticiero de Televisión, otro periodista comentó: "¿Qué ha hecho Obama para alcanzar tal distinción?" Otros preguntaron: "¿Y la guerra de Afganistán y el incremento de los bombardeos?" Son puntos de vista basados en realidades.
Desde Roma, el cineasta Michael Moore pronunció una frase lapidaria:
"Felicitaciones, presidente Obama por el Premio Nobel de la Paz; ahora por favor, gáneselo".
Estoy seguro de que Obama estará de acuerdo con la frase de Moore. Posee suficiente inteligencia para comprender las circunstancias que rodean el caso. Sabe que ese Premio no lo ha ganado todavía. Ese día por la mañana declaró: "No tengo la impresión de que merezca estar en la compañía de tantas personalidades transformadoras que han sido homenajeadas con este Premio."
Se afirma que son cinco los miembros del famoso comité que asigna el Premio Nobel de la Paz, miembros todos del Parlamento sueco. Un vocero afirmó que fue por unanimidad. Cabe una pregunta, ¿consultaron o no al galardonado? ¿Puede tomarse una decisión de esa índole sin advertir antes a la persona premiada? Este no puede ser juzgado moralmente de igual forma si conocía o no previamente la asignación del Premio. Lo mismo cabe afirmar de los que decidieron
asignárselo. Tal vez sea necesario crear el Premio Nobel de la Transparencia.
Bolivia cuenta con importantes yacimientos de gas y petróleo y posee además las mayores reservas conocidas de litio, mineral de gran necesidad en nuestra época para el almacenamiento y uso de la energía.
Evo Morales, campesino indígena muy pobre, transitó por los parajes de Los Andes, junto a su padre, antes de cumplir seis años, pastoreando llamas de un grupo indígena. Las conducían caminando durante 15 días hasta el mercado donde las vendían para adquirir los alimentos de la comunidad. Respondiendo a una pregunta mía sobre aquella singular experiencia, Evo me contó que entonces "se hospedaba en el hotel mil estrellas", una bella forma de referirse al cielo despejado de la cordillera donde en ocasiones se ubican los telescopios. En aquellos duros años de su infancia, la alternativa de los campesinos en la comunidad donde nació, era el corte de caña de azúcar en la provincia argentina de Jujuy, en la que a veces se refugiaba una parte de la comunidad aymara durante la zafra.
No muy lejos de La Higuera, donde el Che herido y desarmado fue asesinado el 9 de octubre de 1967, Evo, que había nacido el 26 de ese mismo mes en 1959, no había cumplido todavía 8 años. Aprendió a leer y a escribir en español, caminando hasta una escuelita pública a cinco kilómetros de la choza donde en una rústica habitación vivían sus hermanos y sus padres.
Durante su azarosa infancia, dondequiera que había un maestro, allí estaba Evo. De su raza adquirió tres principios éticos: no mentir, no robar, no ser débil.
A los 13 años su padre lo autorizó a mudarse para San Pedro de Oruro a estudiar el bachillerato. Uno de sus biógrafos cuenta que era mejor en Geografía, Historia y Filosofía que en Física y Matemáticas. Lo más importante es que Evo, para costear sus estudios, se levantaba a las dos de la madrugada a trabajar como panadero, constructor u otra actividad física. Asistía a clases por la tarde. Sus compañeros lo admiraban y ayudaban. Desde la primaria aprendió a tocar instrumentos de viento y fue trompetista de una prestigiosa banda de Oruro. Siendo adolescente todavía, había organizado el equipo de fútbol de su comunidad, del que fue su capitán.
El acceso a la universidad no estaba a su alcance de indio aymara y pobre. Después de su último año de bachillerato, cumplió el servicio militar y regresó a su comunidad, ubicada en la altura de la cordillera. La pobreza y los desastres naturales obligaron a su familia a emigrar hacia la zona subtropical de El Chapare, donde aquella logró obtener un pequeño lote de tierra.
El padre muere en 1983 cuando él tenía 23 años. Trabajó duramente la tierra, pero era un luchador nato, organizó a todos los trabajadores, creó sindicatos y llenó con ellos vacíos que el Estado no atendía.
Las condiciones para una revolución social en Bolivia se habían ido creando en los últimos 50 años. El 9 de abril de 1952, antes del inicio de nuestra lucha armada, estalló la revolución en ese país con el Movimiento Nacionalista Revolucionario de Víctor Paz Estenssoro. Los mineros revolucionarios derrotaron a las fuerzas represivas y el MNR tomó el poder. Los objetivos revolucionarios en Bolivia estaban lejos de cumplirse.
En 1956, según personas bien informadas, el proceso comenzó a decaer. El 1º de Enero de 1959 triunfa la Revolución en Cuba. Tres años después, en enero de 1962, nuestra Patria fue expulsada de la OEA. Bolivia se abstuvo. Más tarde todos los gobiernos, con excepción de México, rompieron relaciones con Cuba.
Las divisiones del movimiento revolucionario internacional se hicieron sentir en Bolivia. Hacían falta todavía más de 40 años de bloqueo a Cuba, el neoliberalismo y sus desastrosas consecuencias, la Revolución Bolivariana en Venezuela y el ALBA; hacían falta, sobre todo, Evo y el MAS en Bolivia. Sería largo sintetizar en unas hojas su rica historia.
Solo diré que Evo fue capaz de vencer las terribles y calumniosas campañas del imperialismo, sus golpes de Estado e injerencia en los asuntos internos, defender la soberanía de Bolivia y el derecho de su pueblo milenario al respeto de sus costumbres. "Coca no es cocaína", le espetó al más grande productor de marihuana y el mayor consumidor de drogas en el mundo (EEUU), cuyo mercado ha sostenido al crimen organizado que cuesta miles de vidas al año en México. Dos de los países (Afganistán y Colombia) donde están las tropas yanquis y sus bases militares son los más grandes productores de drogas del planeta.
En la trampa mortal del comercio de drogas no caen Bolivia, Venezuela y Ecuador, países revolucionarios que, igual que Cuba, son miembros del ALBA, saben lo que pueden y deben hacer para llevar la salud, la educación y el bienestar a sus pueblos. No necesitan tropas extranjeras para combatir el narcotráfico.
Bolivia lleva adelante un programa de sueño bajo la dirección de un Presidente aymara que cuenta con el apoyo de su pueblo.
En menos de tres años erradicó el analfabetismo: 824.101 bolivianos aprendieron a leer y escribir; 24.699 lo hicieron además en aymara y 13.599 en quechua; es el tercer país libre de analfabetismo, después de Cuba y Venezuela.
Presta atención médica gratuita a millones de personas que nunca la habían recibido; es uno de los siete países del mundo que en los últimos cinco años ha reducido más la mortalidad infantil, con posibilidad de cumplir las Metas del Milenio antes de 2015, y en una proporción similar las muertes maternas; ha operado de la vista 454.161 personas, de ellas 75.974 brasileños, argentinos, peruanos y paraguayos.
Un ambicioso programa social ha sido establecido en Bolivia: todos los niños de las escuelas públicas del primero a octavo grados, reciben una donación anual para sufragar el material escolar que beneficia a casi dos millones de alumnos.
Más de 700.000 personas mayores de 60 años reciben un bono equivalente a unos 342 dólares anuales.
Todas las mujeres embarazadas y niños menores de dos años reciben una ayuda de aproximadamente 257 dólares.
Bolivia, uno de los tres países más pobres del hemisferio, ha puesto bajo control del Estado los principales recursos energéticos y minerales del país, respetando y compensando cada uno de los
intereses afectados. Marcha con cuidado porque no desea retroceder un paso. Sus reservas en divisas han ido creciendo. Evo dispone de no menos de tres veces más que las que disponía al inicio de su gobierno. Es de los países que mejor uso hace de la colaboración externa y defiende con firmeza el medio ambiente.
En brevísimo tiempo ha logrado establecer el Padrón Electoral Biométrico y se han registrado aproximadamente 4,7 millones de electores, casi un millón más que el último padrón electoral, que en enero del 2009 alcanzaba 3,8 millones.
El 6 de diciembre habrá elecciones. Con seguridad el apoyo del pueblo a su Presidente se incrementará. Nada ha podido detener su creciente prestigio y popularidad.
¿Por qué no se le otorga el Premio Nobel de la Paz?
Comprendo su gran desventaja: no se trata de un Presidente de Estados Unidos.
Si a Obama se le otorgó el Premio por ganar las elecciones en una sociedad racista, a pesar de ser afroamericano, Evo lo merece por ganarlas en su país, a pesar de ser indígena, y cumplir además lo prometido.
Por primera vez en ambos países uno u otro de su etnia alcanzan la Presidencia. En más de una ocasión advertí que Obama era un hombre inteligente, educado en un sistema social y político en el cual cree. Aspira a extender los servicios de salud a casi 50.000.000 de norteamericanos, a sacar la economía de la profunda crisis que padece y a mejorar la imagen de Estados Unidos, deteriorada por las guerras genocidas y las torturas. No concibe, ni desea ni puede cambiar el sistema político y económico de su país.
El Premio Nobel de la Paz ha sido concedido a tres Presidentes de Estados Unidos, a un ex presidente y a un candidato a Presidente.
El primero fue Theodore Roosevelt, electo en 1901, el de los Rough Riders (jinetes duros), que desembarcó en Cuba sus jinetes, pero sin caballos, a raíz de la intervención de Estados Unidos en 1898 para impedir la independencia de nuestra patria.
El segundo fue Thomas Woodrow Wilson, que introdujo a Estados Unidos en la Primera Guerra por el reparto del mundo. En el Tratado de Versalles impuso tan severas condiciones a la vencida Alemania, que sentó las bases para el nacimiento del fascismo y el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
El tercero ha sido Barack Obama.
Carter fue el ex presidente a quien varios años después de cumplir su mandato le asignaron el Premio Nobel. Sin dudas, uno de los pocos Presidentes de ese país incapaz de ordenar el asesinato de un adversario, como hicieron otros; devolvió el Canal a Panamá, creó la Oficina de Intereses en La Habana, evitó caer en grandes déficit presupuestarios y despilfarrar el dinero en beneficio del complejo militar industrial, como hizo Reagan.
El candidato fue Al Gore cuando era ya vicepresidente, el político norteamericano que más conocía sobre las terribles consecuencias del cambio climático. Fue víctima del fraude electoral cuando era candidato a Presidente y despojado de la victoria, por George W. Bush.
Las opiniones sobre el otorgamiento de este Premio han estado muy divididas. Muchos parten de conceptos éticos o reflejan contradicciones evidentes en la sorpresiva decisión.
Habrían preferido ese Premio como fruto de una tarea realizada. No siempre el Premio Nobel de la Paz se entregó a personas merecedoras de esa distinción. A veces lo han recibido personas resentidas, autosuficientes, o peor aún.
Lech Walesa, al conocer la noticia exclamó con desprecio: "¿Quién, Obama? Es demasiado rápido. No ha tenido tiempo para hacer nada ahora".
En nuestra prensa y en Cuba Debate, compañeros honestos y revolucionarios fueron críticos. Uno de ellos señaló: "En la misma semana en que se ha concedido a Obama el Premio Nobel de la Paz, el Senado de Estados Unidos aprobó el presupuesto militar más grande de la historia: 626.000.000.000 de dólares." En el Noticiero de Televisión, otro periodista comentó: "¿Qué ha hecho Obama para alcanzar tal distinción?" Otros preguntaron: "¿Y la guerra de Afganistán y el incremento de los bombardeos?" Son puntos de vista basados en realidades.
Desde Roma, el cineasta Michael Moore pronunció una frase lapidaria:
"Felicitaciones, presidente Obama por el Premio Nobel de la Paz; ahora por favor, gáneselo".
Estoy seguro de que Obama estará de acuerdo con la frase de Moore. Posee suficiente inteligencia para comprender las circunstancias que rodean el caso. Sabe que ese Premio no lo ha ganado todavía. Ese día por la mañana declaró: "No tengo la impresión de que merezca estar en la compañía de tantas personalidades transformadoras que han sido homenajeadas con este Premio."
Se afirma que son cinco los miembros del famoso comité que asigna el Premio Nobel de la Paz, miembros todos del Parlamento sueco. Un vocero afirmó que fue por unanimidad. Cabe una pregunta, ¿consultaron o no al galardonado? ¿Puede tomarse una decisión de esa índole sin advertir antes a la persona premiada? Este no puede ser juzgado moralmente de igual forma si conocía o no previamente la asignación del Premio. Lo mismo cabe afirmar de los que decidieron
asignárselo. Tal vez sea necesario crear el Premio Nobel de la Transparencia.
Bolivia cuenta con importantes yacimientos de gas y petróleo y posee además las mayores reservas conocidas de litio, mineral de gran necesidad en nuestra época para el almacenamiento y uso de la energía.
Evo Morales, campesino indígena muy pobre, transitó por los parajes de Los Andes, junto a su padre, antes de cumplir seis años, pastoreando llamas de un grupo indígena. Las conducían caminando durante 15 días hasta el mercado donde las vendían para adquirir los alimentos de la comunidad. Respondiendo a una pregunta mía sobre aquella singular experiencia, Evo me contó que entonces "se hospedaba en el hotel mil estrellas", una bella forma de referirse al cielo despejado de la cordillera donde en ocasiones se ubican los telescopios. En aquellos duros años de su infancia, la alternativa de los campesinos en la comunidad donde nació, era el corte de caña de azúcar en la provincia argentina de Jujuy, en la que a veces se refugiaba una parte de la comunidad aymara durante la zafra.
No muy lejos de La Higuera, donde el Che herido y desarmado fue asesinado el 9 de octubre de 1967, Evo, que había nacido el 26 de ese mismo mes en 1959, no había cumplido todavía 8 años. Aprendió a leer y a escribir en español, caminando hasta una escuelita pública a cinco kilómetros de la choza donde en una rústica habitación vivían sus hermanos y sus padres.
Durante su azarosa infancia, dondequiera que había un maestro, allí estaba Evo. De su raza adquirió tres principios éticos: no mentir, no robar, no ser débil.
A los 13 años su padre lo autorizó a mudarse para San Pedro de Oruro a estudiar el bachillerato. Uno de sus biógrafos cuenta que era mejor en Geografía, Historia y Filosofía que en Física y Matemáticas. Lo más importante es que Evo, para costear sus estudios, se levantaba a las dos de la madrugada a trabajar como panadero, constructor u otra actividad física. Asistía a clases por la tarde. Sus compañeros lo admiraban y ayudaban. Desde la primaria aprendió a tocar instrumentos de viento y fue trompetista de una prestigiosa banda de Oruro. Siendo adolescente todavía, había organizado el equipo de fútbol de su comunidad, del que fue su capitán.
El acceso a la universidad no estaba a su alcance de indio aymara y pobre. Después de su último año de bachillerato, cumplió el servicio militar y regresó a su comunidad, ubicada en la altura de la cordillera. La pobreza y los desastres naturales obligaron a su familia a emigrar hacia la zona subtropical de El Chapare, donde aquella logró obtener un pequeño lote de tierra.
El padre muere en 1983 cuando él tenía 23 años. Trabajó duramente la tierra, pero era un luchador nato, organizó a todos los trabajadores, creó sindicatos y llenó con ellos vacíos que el Estado no atendía.
Las condiciones para una revolución social en Bolivia se habían ido creando en los últimos 50 años. El 9 de abril de 1952, antes del inicio de nuestra lucha armada, estalló la revolución en ese país con el Movimiento Nacionalista Revolucionario de Víctor Paz Estenssoro. Los mineros revolucionarios derrotaron a las fuerzas represivas y el MNR tomó el poder. Los objetivos revolucionarios en Bolivia estaban lejos de cumplirse.
En 1956, según personas bien informadas, el proceso comenzó a decaer. El 1º de Enero de 1959 triunfa la Revolución en Cuba. Tres años después, en enero de 1962, nuestra Patria fue expulsada de la OEA. Bolivia se abstuvo. Más tarde todos los gobiernos, con excepción de México, rompieron relaciones con Cuba.
Las divisiones del movimiento revolucionario internacional se hicieron sentir en Bolivia. Hacían falta todavía más de 40 años de bloqueo a Cuba, el neoliberalismo y sus desastrosas consecuencias, la Revolución Bolivariana en Venezuela y el ALBA; hacían falta, sobre todo, Evo y el MAS en Bolivia. Sería largo sintetizar en unas hojas su rica historia.
Solo diré que Evo fue capaz de vencer las terribles y calumniosas campañas del imperialismo, sus golpes de Estado e injerencia en los asuntos internos, defender la soberanía de Bolivia y el derecho de su pueblo milenario al respeto de sus costumbres. "Coca no es cocaína", le espetó al más grande productor de marihuana y el mayor consumidor de drogas en el mundo (EEUU), cuyo mercado ha sostenido al crimen organizado que cuesta miles de vidas al año en México. Dos de los países (Afganistán y Colombia) donde están las tropas yanquis y sus bases militares son los más grandes productores de drogas del planeta.
En la trampa mortal del comercio de drogas no caen Bolivia, Venezuela y Ecuador, países revolucionarios que, igual que Cuba, son miembros del ALBA, saben lo que pueden y deben hacer para llevar la salud, la educación y el bienestar a sus pueblos. No necesitan tropas extranjeras para combatir el narcotráfico.
Bolivia lleva adelante un programa de sueño bajo la dirección de un Presidente aymara que cuenta con el apoyo de su pueblo.
En menos de tres años erradicó el analfabetismo: 824.101 bolivianos aprendieron a leer y escribir; 24.699 lo hicieron además en aymara y 13.599 en quechua; es el tercer país libre de analfabetismo, después de Cuba y Venezuela.
Presta atención médica gratuita a millones de personas que nunca la habían recibido; es uno de los siete países del mundo que en los últimos cinco años ha reducido más la mortalidad infantil, con posibilidad de cumplir las Metas del Milenio antes de 2015, y en una proporción similar las muertes maternas; ha operado de la vista 454.161 personas, de ellas 75.974 brasileños, argentinos, peruanos y paraguayos.
Un ambicioso programa social ha sido establecido en Bolivia: todos los niños de las escuelas públicas del primero a octavo grados, reciben una donación anual para sufragar el material escolar que beneficia a casi dos millones de alumnos.
Más de 700.000 personas mayores de 60 años reciben un bono equivalente a unos 342 dólares anuales.
Todas las mujeres embarazadas y niños menores de dos años reciben una ayuda de aproximadamente 257 dólares.
Bolivia, uno de los tres países más pobres del hemisferio, ha puesto bajo control del Estado los principales recursos energéticos y minerales del país, respetando y compensando cada uno de los
intereses afectados. Marcha con cuidado porque no desea retroceder un paso. Sus reservas en divisas han ido creciendo. Evo dispone de no menos de tres veces más que las que disponía al inicio de su gobierno. Es de los países que mejor uso hace de la colaboración externa y defiende con firmeza el medio ambiente.
En brevísimo tiempo ha logrado establecer el Padrón Electoral Biométrico y se han registrado aproximadamente 4,7 millones de electores, casi un millón más que el último padrón electoral, que en enero del 2009 alcanzaba 3,8 millones.
El 6 de diciembre habrá elecciones. Con seguridad el apoyo del pueblo a su Presidente se incrementará. Nada ha podido detener su creciente prestigio y popularidad.
¿Por qué no se le otorga el Premio Nobel de la Paz?
Comprendo su gran desventaja: no se trata de un Presidente de Estados Unidos.
jueves, 15 de octubre de 2009
En www.unne.edu.ar Primeras experiencias laborales y expectativas futuras. Por Pablo Barbetti, CES (Centro de Estudios Sociales) - UNNE.
Un análisis del proceso de inserción laboral de jóvenes pertenecientes a diferentes grupos socio-culturales.
Antecedentes
La inserción laboral es el término utilizado habitualmente para referirse al proceso de incorporación a la actividad económica de los individuos. Este proceso suele coincidir, para la mayoría de los miembros de una sociedad moderna con la etapa juvenil y, por lo tanto, constituye la transición que va de posiciones en el sistema educativo y la familia de origen hacia posiciones en el mercado de trabajo e independencia familiar. Históricamente, esta etapa constituía un pasaje más simple, una transición relativamente corta y directa entre las instituciones familiares, educativas y las del mundo productivo. Sin embargo, en este nuevo escenario laboral en el que desaparecieron las garantías del pleno empleo y sobrevienen intensos procesos de exclusión social, presenciamos profundas modificaciones en tales condiciones. Este tránsito ya no es lineal, ni definido si no por el contrario cada vez es más largo, complejo, fragmentario e incierto , “ ... se trata de una “transición” en el que el acceso a un empleo relativamente estable ( si es que llega ) , es precedido por empleos precarios y/o temporales ”. Según algunos estudios la salida del sistema escolar de los jóvenes y la confrontación con el mercado de trabajo constituye un momento esencial en la construcción de una identidad autónoma. Esta primera confrontación es, a su vez, la base de una identidad ocupacional que se irá construyendo progresiva y dialécticamente en el tiempo. De este modo, como lo sostiene Longo (2003), el modo de inserción en el mercado de trabajo está sumamente vinculado con la proyección de sí en un futuro y de alguna manera actúa anticipando una trayectoria de empleo y aprendizaje, un determinado estatus social y trazando una red de relaciones duraderas para su vida adulta.
Los resultados obtenidos en la región, además de poner en evidencia la situación de vulnerabilidad de los jóvenes en materia laboral, muestran que uno de los rasgos más notorios de este colectivo social es la heterogeneidad de situaciones que presentan en función de la edad, del nivel educativo y de la clase social de pertenencia. Estos aspectos operan como condicionantes estableciendo diferentes itinerarios que comienzan a diversificarse desde el inicio de la vida laboral. Son justamente estas cuestiones las que intentaremos profundizar; concretamente, analizar las primeras experiencias laborales de los jóvenes pertenecientes a diferentes grupos socio-culturales respondiendo a los siguientes interrogantes:
¿En qué momento se realiza el ingreso al mundo del trabajo?; ¿Cuáles son los factores y los actores que intervienen y/o definen en esta instancia?; ¿Cómo estos jóvenes establecen sus estrategias para obtener su primer trabajo?; ¿Cuáles son sus expectativas y proyectos futuros?
Objetivos
• Describir como se configura el proceso de incorporación a la actividad laboral de los jóvenes pertenecientes a diferentes sectores socio-culturales en el conglomerado Urbano Gran Resistencia.
• Identificar las expectativas y proyectos que cada uno de estos grupos construye en relación con el trabajo y la educación en esta etapa de transición.
Estrategia Metodológica
A partir de un abordaje de tipo cualitativo se construyó la información mediante la realización de entrevistas abiertas a20 jóvenes en edad de haber finalizado el nivel medio de escolaridad (entre 18 y 24 años).
Se trabajó con una muestra intencional seleccionada de los padrones de egresados de tres colegios secundarios de diferentes características ( una escuela privada – céntrica al que asisten mayoritariamente jóvenes clase alta y media , una pública céntrica a la que asisten mayoritariamente jóvenes clase media y baja y un colegio público ubicadas en zonas periféricas a donde asisten mayoritariamente jóvenes clase baja) .
Discusión de Resultados
□ Los jóvenes de sectores sociales altos
En este grupo las primeras experiencias laborales se inician generalmente, bastante tiempo después de haber finalizado la escolaridad media - entre los 22 y 24 años – momento que coincide con el trayecto final de su formación de nivel superior. Si bien identificamos actividades previas que los entrevistados mencionan como experiencias laborales (prácticas o pasantías en el colegio secundario, trabajos en empresas familiares o de conocidos) en todos los casos son de una duración sumamente breve y se realiza en períodos de descanso de las actividades estudiantiles (vacaciones, en circunstancias de interrupción, abandono o cambio de carrera universitaria o bien cambio del lugar de residencia. En sus relatos aparece fuertemente internalizada la idea de la continuidad de sus estudios superiores como un deber o mandato, que los jóvenes adultos lo viven como su “prioridad” o su “meta” (haciendo referencia a una opción personal) mientras que los más jóvenes (entre 18 y 21 años) como una “obligación”.
Un dato importante es que la mayoría de los entrevistados proviene de una familia donde al menos uno de los padres tiene nivel universitario completo y en las que hay una fuerte valoración de los estudios sobre cualquier otra actividad (laboral o lúdica).
La búsqueda del primer trabajo se asocia fundamentalmente a la necesidad de “conocer” el ámbito laboral, de adquirir experiencia, efectuar una práctica de sus estudios, generar vínculos y contactos en las organizaciones en las que estiman podrán desempeñarse para ir “aclarando” y definiendo sus intereses respecto de la orientación que pretenden seguir dentro de su profesión. En este sentido, los entrevistados están dispuestos a realizar trabajos ad honorem (adscripciones, pasantías, residencias, concurrencias, becas, etc.) para iniciar un trayecto que a mediano plazo entienden será calificante . “ ...Una amiga se recibió de abogada y está hoy en un estudio ...con un sueldo paupérrimo pero siendo consciente de que va a adquirir la experiencia como para desarrollarse en su carrera y a largo plazo va a ser una abogada importante “ (23 años)
Si bien los entrevistados manifiestan conocer y manejar todas las herramientas básicas de un proceso de búsqueda, no hay una búsqueda activa a través de los circuitos formales porque generalmente las oportunidades “se van dando”. Debido al capital social con el que cuentan, el acceso al primer trabajo se realiza a través de contactos, de redes de relaciones familiares (padres profesionales que los insertan en sus empresas o negocios) y sociales (amigos de sus padres, por medio de docentes de la universidad, a través de amigos que ya están trabajando, etc) .
Los tipos de tareas a los que acceden son variados pero con cierto grado de vinculación con su formación, aspecto que justamente, es uno de los más valorados (positivamente) cuando se los interroga a cerca del grado de satisfacción en sus experiencias. Además de la falta de urgencias económicas , el reconocimiento de la posesión de un “capital diferencial” ( mayores calificaciones educativas y mayor capital cultural) hace que los jóvenes se posicionen de manera diferente tanto en la búsqueda como en la selección , prefiriendo – en algunos casos – postergar el ingreso obtener un trabajo acorde a sus aspiraciones .A pesar de que las visiones sobre las posibilidades que ofrece el mercado laboral son heterogéneas y hay un reconocimiento de que el panorama es incierto (lo que a su vez genera un alto grado de ansiedad ), subyace la idea de que “ algo van a conseguir” . Lo mismo estaría fundado en el hecho de que además de estar bien posicionados por la formación que poseen , comparando con la gente de mayor edad , podrían dar respuesta a algunas características hoy solicitadas tales como se más flexibles , más rápidos , con una mayor capacidad de adaptación a los cambios, etc .
Los proyectos futuros a los que hacen referencia los entrevistados se vinculan con: poder finalizar su formación, continuar una especialización y, paralelamente, iniciar su desarrollo laboral y profesional. Finalmente, una cuestión importante para ser señalada es que, en este grupo, la posibilidad de anticipar y explorar el contexto en el que se van a insertar parece posibilitar tanto la reflexión y como el planteo de estrategias alternativas para afrontar a la situación de crisis en el mercado laboral (detección de nichos ocupacionales, generación de trabajo a través de diferentes formas de captar clientes y poder ofrecer sus servicios).
□ Los jóvenes de sectores sociales medios
El ingreso al mercado laboral, a diferencia del grupo anterior se da a edades más tempranas. La mayoría de los entrevistados a partir de la finalización de la escuela secundaria (entre los 18 y 21 años) empiezan a tener las primeras experiencias laborales, de corta duración, alternando con instancias de formación. Si bien hay una tendencia continuar sus trayectos formativos en el nivel superior esta actividad es discontinua (abandono, cambios de carrera, períodos de inactividad). Además de la elección de carreras universitarias, algunos optan por estudios de nivel terciario (tecnicaturas y profesorados) porque “son carreras más cortas”, “tienen salida laboral”, “te dan tiempo para trabajar” y “son menos costosas” .La decisión de iniciar la vida laboral se asocia a la posibilidad de poder solventar gastos personales y lograr, de esta manera, cierto grado de autonomía ( pagarse los estudios , comprarse ropa , gastos en esparcimiento , vivir solo) así como colaborar con la economía familiar . Si bien la valoración de la formación por parte del núcleo familiar también es importante, la situación de crisis por la que atraviesan los sectores medios ocasiona que, aunque no exista una demanda de los padres, los jóvenes decidan aportar al gasto familiar o intentar que se reduzca la presión sobre este gasto desde el inicio de su trayectoria laboral. Los únicos casos en los que el ingreso esta dado por presiones o influencias familiares se dieron en varones jóvenes cuando los mismos decidieron abandonar sus estudios.
La red de relaciones sociales opera también aquí como el principal mecanismo de acceso. Sin embargo, a diferencia del grupo anterior las ocupaciones a las que logran acceder son de menor calificación y con un alto grado de rotación (cadete en una empresa, colaborador en un taller mecánico, atención de una heladería, ). En relación con la evaluación de sus ocupaciones, si bien reconocen que son precariedad (salarios bajos, muchas horas de trabajo, falta de conexión con sus estudios) valoran la posibilidad de “tener” un trabajo así como las relaciones sociales que en él pueden establecer.
El momento de la inserción es visualizado como un proceso complejo; hay opiniones coincidentes en que las posibilidades que ofrece el mercado laboral son restringidas y que ellos no siempre cuentan con todos los requisitos para responder a las demandas - cada vez más elevadas – que se plantean desde las organizaciones. En este sentido, en las entrevistas, aparecen tanto críticas a la escuela secundaria porque la formación recibida fue insuficiente como, cierta culpabilización por no haber “aprovechado” algunas oportunidades que esta si ofrecía. Las expectativas futuras son diversas pero, en términos generales, se orientan a poder finalizar sus estudios y lograr el ingreso y permanencia en alguna ocupación con mayor grado de vinculación con sus gustos, con mejores condiciones laborales y que le otorgue cierta estabilidad (por ejemplo a través de cargos docentes, del “pase a planta permanente” para los que trabajan en la administración pública o la generación de negocio propio ). No obstante, a diferencia del grupo antes descripto, no aparece como eje central la constitución de itinerarios de formación que permitan un mayor grado de desarrollo profesional sino, en todo caso, a elaborar estrategias que permitan asegurar una continuidad laboral en ocupaciones relativamente estables y poder mantenerse.
□ Los jóvenes de sectores sociales bajos
En el caso de los jóvenes de este grupo tanto el momento como los motivos de su entrada al mundo del trabajo son diferentes. Si bien algunos de los entrevistados tuvieron sus primeras experiencias cerca de los 18 años, encontramos muchos casos en los que el ingreso es más temprano, incluso en su niñez (sobre todo cuando los jóvenes pertenecen a una familia extensa y tienen hermanos menores). Lo característico de este grupo es la existencia de una fuerte diferenciación de los tipos de ocupaciones según el sexo y la inserción en trabajos informales, de baja calificación, que ellos mismos denominan como “changas” vinculados a determinados oficios ( albañilería , jardinería , tapicería) ,en tanto las mujeres como empleadas domésticas ,colaborando en la guardería , cuidando/ acompañando ancianos, en la elaboración y venta de comidas.
El inicio a la vida laboral se realiza frecuentemente a través de las tareas de apoyo familiar , acompañado a sus padres o hermanos de mayor edad .Otro mecanismo , aunque aparece poco institucionalizado , es el acercamiento a actividades laborales a través de organizaciones escolares , barriales y punteros políticos . Estas formas de intermediación institucional surgen cuando las redes familiares no sirven de apoyo en la obtención de un trabajo. En este sentido, conviene señalar que el ámbito geográfico en el cual este grupo de jóvenes y sus familias se mueven es acotado y en ocasiones los establecimientos están distantes e estas zonas marginales.
La visión sobre las posibilidades que ofrece el mercado laboral son notoriamente más pesimistas. La falta de ofertas depuestos de trabajo y la situación de “desventaja” (por el nivel educativo alcanzado o la sobreedad) en la que se encuentran en el momento de competir por determinadas ocupaciones, en ocasiones, devienen en un sentimiento de desaliento.
Por otro lado, a las posibilidades escasas se suman otras limitaciones como la carencia de recursos para seguir realizando una búsqueda en otros circuitos que ofrezcan oportunidades de mayor calificación, así como para poder financiar emprendimientos propios en oficios determinados ( ejemplo realizar filmaciones y ediciones , reparaciones de electrónicos y electrodomésticos).En relación con sus expectativas educativas manifiestan interés por continuar y terminar los estudios formales ( varios de los entrevistados abandonaron el sistema en el nivel medio) o bien poder realizar algunas capacitaciones específicas .Sin embargo, las aspiraciones y perspectivas denotan un gran realismo en el sentido de que reflejan claridad sobre los límites y condicionamientos que les imponen. Hay una visión de poder satisfacer necesidades a corto plazo. Sus metas no son ambiciosas, si no que se remiten fundamentalmente al logro de una ocupación (independientemente de sus características).
Conclusiones
Bourdieu ( 1990), en relación con los estudios sobre la juventud, menciona que no se puede hablar de “ los jóvenes” en forma plural, como una unidad social, como un grupo constituido que posee intereses comunes, sino que - por el hecho de ser una categoría culturalmente construida - en este abordaje es necesario reconocer las diferencias entre las “las juventudes” . Desde esta lógica, intentamos identificar algunos aspectos característicos en el momento de la inserción laboral de los jóvenes de diferentes grupos socioculturales. El hecho de poder postergar el ingreso a la vida laboral - o la necesidad de tener que hacerlo tempranamente- , la posibilidad de gozar - o carecer - de una etapa de “moratoria” o espera antes de la inserción, se asocia no sólo con el capital cultural y social que los jóvenes puedan acumular y los tipos de ocupaciones que puedan obtener, sino también con la manera en que se posicionan y los proyectos que realizan en relación con el estudio y el trabajo. Si bien en todos los grupos sociales las primeras experiencias laborales se realizan bajo condiciones de precariedad estas son más pronunciadas en los grupos socio culturales medio y bajo. Son además diferentes las maneras en que los jóvenes asumen tal condición: para algunos es un paso, un camino necesario “hacia” , que debe ser aceptado e incluso capitalizado; para otros , en cambio , se traduce en un mayor grado de frustración , en una sensación de incertidumbre sobre el margen que poseen para modificar tal situación en su itinerario futuro.
Un análisis del proceso de inserción laboral de jóvenes pertenecientes a diferentes grupos socio-culturales.
Antecedentes
La inserción laboral es el término utilizado habitualmente para referirse al proceso de incorporación a la actividad económica de los individuos. Este proceso suele coincidir, para la mayoría de los miembros de una sociedad moderna con la etapa juvenil y, por lo tanto, constituye la transición que va de posiciones en el sistema educativo y la familia de origen hacia posiciones en el mercado de trabajo e independencia familiar. Históricamente, esta etapa constituía un pasaje más simple, una transición relativamente corta y directa entre las instituciones familiares, educativas y las del mundo productivo. Sin embargo, en este nuevo escenario laboral en el que desaparecieron las garantías del pleno empleo y sobrevienen intensos procesos de exclusión social, presenciamos profundas modificaciones en tales condiciones. Este tránsito ya no es lineal, ni definido si no por el contrario cada vez es más largo, complejo, fragmentario e incierto , “ ... se trata de una “transición” en el que el acceso a un empleo relativamente estable ( si es que llega ) , es precedido por empleos precarios y/o temporales ”. Según algunos estudios la salida del sistema escolar de los jóvenes y la confrontación con el mercado de trabajo constituye un momento esencial en la construcción de una identidad autónoma. Esta primera confrontación es, a su vez, la base de una identidad ocupacional que se irá construyendo progresiva y dialécticamente en el tiempo. De este modo, como lo sostiene Longo (2003), el modo de inserción en el mercado de trabajo está sumamente vinculado con la proyección de sí en un futuro y de alguna manera actúa anticipando una trayectoria de empleo y aprendizaje, un determinado estatus social y trazando una red de relaciones duraderas para su vida adulta.
Los resultados obtenidos en la región, además de poner en evidencia la situación de vulnerabilidad de los jóvenes en materia laboral, muestran que uno de los rasgos más notorios de este colectivo social es la heterogeneidad de situaciones que presentan en función de la edad, del nivel educativo y de la clase social de pertenencia. Estos aspectos operan como condicionantes estableciendo diferentes itinerarios que comienzan a diversificarse desde el inicio de la vida laboral. Son justamente estas cuestiones las que intentaremos profundizar; concretamente, analizar las primeras experiencias laborales de los jóvenes pertenecientes a diferentes grupos socio-culturales respondiendo a los siguientes interrogantes:
¿En qué momento se realiza el ingreso al mundo del trabajo?; ¿Cuáles son los factores y los actores que intervienen y/o definen en esta instancia?; ¿Cómo estos jóvenes establecen sus estrategias para obtener su primer trabajo?; ¿Cuáles son sus expectativas y proyectos futuros?
Objetivos
• Describir como se configura el proceso de incorporación a la actividad laboral de los jóvenes pertenecientes a diferentes sectores socio-culturales en el conglomerado Urbano Gran Resistencia.
• Identificar las expectativas y proyectos que cada uno de estos grupos construye en relación con el trabajo y la educación en esta etapa de transición.
Estrategia Metodológica
A partir de un abordaje de tipo cualitativo se construyó la información mediante la realización de entrevistas abiertas a20 jóvenes en edad de haber finalizado el nivel medio de escolaridad (entre 18 y 24 años).
Se trabajó con una muestra intencional seleccionada de los padrones de egresados de tres colegios secundarios de diferentes características ( una escuela privada – céntrica al que asisten mayoritariamente jóvenes clase alta y media , una pública céntrica a la que asisten mayoritariamente jóvenes clase media y baja y un colegio público ubicadas en zonas periféricas a donde asisten mayoritariamente jóvenes clase baja) .
Discusión de Resultados
□ Los jóvenes de sectores sociales altos
En este grupo las primeras experiencias laborales se inician generalmente, bastante tiempo después de haber finalizado la escolaridad media - entre los 22 y 24 años – momento que coincide con el trayecto final de su formación de nivel superior. Si bien identificamos actividades previas que los entrevistados mencionan como experiencias laborales (prácticas o pasantías en el colegio secundario, trabajos en empresas familiares o de conocidos) en todos los casos son de una duración sumamente breve y se realiza en períodos de descanso de las actividades estudiantiles (vacaciones, en circunstancias de interrupción, abandono o cambio de carrera universitaria o bien cambio del lugar de residencia. En sus relatos aparece fuertemente internalizada la idea de la continuidad de sus estudios superiores como un deber o mandato, que los jóvenes adultos lo viven como su “prioridad” o su “meta” (haciendo referencia a una opción personal) mientras que los más jóvenes (entre 18 y 21 años) como una “obligación”.
Un dato importante es que la mayoría de los entrevistados proviene de una familia donde al menos uno de los padres tiene nivel universitario completo y en las que hay una fuerte valoración de los estudios sobre cualquier otra actividad (laboral o lúdica).
La búsqueda del primer trabajo se asocia fundamentalmente a la necesidad de “conocer” el ámbito laboral, de adquirir experiencia, efectuar una práctica de sus estudios, generar vínculos y contactos en las organizaciones en las que estiman podrán desempeñarse para ir “aclarando” y definiendo sus intereses respecto de la orientación que pretenden seguir dentro de su profesión. En este sentido, los entrevistados están dispuestos a realizar trabajos ad honorem (adscripciones, pasantías, residencias, concurrencias, becas, etc.) para iniciar un trayecto que a mediano plazo entienden será calificante . “ ...Una amiga se recibió de abogada y está hoy en un estudio ...con un sueldo paupérrimo pero siendo consciente de que va a adquirir la experiencia como para desarrollarse en su carrera y a largo plazo va a ser una abogada importante “ (23 años)
Si bien los entrevistados manifiestan conocer y manejar todas las herramientas básicas de un proceso de búsqueda, no hay una búsqueda activa a través de los circuitos formales porque generalmente las oportunidades “se van dando”. Debido al capital social con el que cuentan, el acceso al primer trabajo se realiza a través de contactos, de redes de relaciones familiares (padres profesionales que los insertan en sus empresas o negocios) y sociales (amigos de sus padres, por medio de docentes de la universidad, a través de amigos que ya están trabajando, etc) .
Los tipos de tareas a los que acceden son variados pero con cierto grado de vinculación con su formación, aspecto que justamente, es uno de los más valorados (positivamente) cuando se los interroga a cerca del grado de satisfacción en sus experiencias. Además de la falta de urgencias económicas , el reconocimiento de la posesión de un “capital diferencial” ( mayores calificaciones educativas y mayor capital cultural) hace que los jóvenes se posicionen de manera diferente tanto en la búsqueda como en la selección , prefiriendo – en algunos casos – postergar el ingreso obtener un trabajo acorde a sus aspiraciones .A pesar de que las visiones sobre las posibilidades que ofrece el mercado laboral son heterogéneas y hay un reconocimiento de que el panorama es incierto (lo que a su vez genera un alto grado de ansiedad ), subyace la idea de que “ algo van a conseguir” . Lo mismo estaría fundado en el hecho de que además de estar bien posicionados por la formación que poseen , comparando con la gente de mayor edad , podrían dar respuesta a algunas características hoy solicitadas tales como se más flexibles , más rápidos , con una mayor capacidad de adaptación a los cambios, etc .
Los proyectos futuros a los que hacen referencia los entrevistados se vinculan con: poder finalizar su formación, continuar una especialización y, paralelamente, iniciar su desarrollo laboral y profesional. Finalmente, una cuestión importante para ser señalada es que, en este grupo, la posibilidad de anticipar y explorar el contexto en el que se van a insertar parece posibilitar tanto la reflexión y como el planteo de estrategias alternativas para afrontar a la situación de crisis en el mercado laboral (detección de nichos ocupacionales, generación de trabajo a través de diferentes formas de captar clientes y poder ofrecer sus servicios).
□ Los jóvenes de sectores sociales medios
El ingreso al mercado laboral, a diferencia del grupo anterior se da a edades más tempranas. La mayoría de los entrevistados a partir de la finalización de la escuela secundaria (entre los 18 y 21 años) empiezan a tener las primeras experiencias laborales, de corta duración, alternando con instancias de formación. Si bien hay una tendencia continuar sus trayectos formativos en el nivel superior esta actividad es discontinua (abandono, cambios de carrera, períodos de inactividad). Además de la elección de carreras universitarias, algunos optan por estudios de nivel terciario (tecnicaturas y profesorados) porque “son carreras más cortas”, “tienen salida laboral”, “te dan tiempo para trabajar” y “son menos costosas” .La decisión de iniciar la vida laboral se asocia a la posibilidad de poder solventar gastos personales y lograr, de esta manera, cierto grado de autonomía ( pagarse los estudios , comprarse ropa , gastos en esparcimiento , vivir solo) así como colaborar con la economía familiar . Si bien la valoración de la formación por parte del núcleo familiar también es importante, la situación de crisis por la que atraviesan los sectores medios ocasiona que, aunque no exista una demanda de los padres, los jóvenes decidan aportar al gasto familiar o intentar que se reduzca la presión sobre este gasto desde el inicio de su trayectoria laboral. Los únicos casos en los que el ingreso esta dado por presiones o influencias familiares se dieron en varones jóvenes cuando los mismos decidieron abandonar sus estudios.
La red de relaciones sociales opera también aquí como el principal mecanismo de acceso. Sin embargo, a diferencia del grupo anterior las ocupaciones a las que logran acceder son de menor calificación y con un alto grado de rotación (cadete en una empresa, colaborador en un taller mecánico, atención de una heladería, ). En relación con la evaluación de sus ocupaciones, si bien reconocen que son precariedad (salarios bajos, muchas horas de trabajo, falta de conexión con sus estudios) valoran la posibilidad de “tener” un trabajo así como las relaciones sociales que en él pueden establecer.
El momento de la inserción es visualizado como un proceso complejo; hay opiniones coincidentes en que las posibilidades que ofrece el mercado laboral son restringidas y que ellos no siempre cuentan con todos los requisitos para responder a las demandas - cada vez más elevadas – que se plantean desde las organizaciones. En este sentido, en las entrevistas, aparecen tanto críticas a la escuela secundaria porque la formación recibida fue insuficiente como, cierta culpabilización por no haber “aprovechado” algunas oportunidades que esta si ofrecía. Las expectativas futuras son diversas pero, en términos generales, se orientan a poder finalizar sus estudios y lograr el ingreso y permanencia en alguna ocupación con mayor grado de vinculación con sus gustos, con mejores condiciones laborales y que le otorgue cierta estabilidad (por ejemplo a través de cargos docentes, del “pase a planta permanente” para los que trabajan en la administración pública o la generación de negocio propio ). No obstante, a diferencia del grupo antes descripto, no aparece como eje central la constitución de itinerarios de formación que permitan un mayor grado de desarrollo profesional sino, en todo caso, a elaborar estrategias que permitan asegurar una continuidad laboral en ocupaciones relativamente estables y poder mantenerse.
□ Los jóvenes de sectores sociales bajos
En el caso de los jóvenes de este grupo tanto el momento como los motivos de su entrada al mundo del trabajo son diferentes. Si bien algunos de los entrevistados tuvieron sus primeras experiencias cerca de los 18 años, encontramos muchos casos en los que el ingreso es más temprano, incluso en su niñez (sobre todo cuando los jóvenes pertenecen a una familia extensa y tienen hermanos menores). Lo característico de este grupo es la existencia de una fuerte diferenciación de los tipos de ocupaciones según el sexo y la inserción en trabajos informales, de baja calificación, que ellos mismos denominan como “changas” vinculados a determinados oficios ( albañilería , jardinería , tapicería) ,en tanto las mujeres como empleadas domésticas ,colaborando en la guardería , cuidando/ acompañando ancianos, en la elaboración y venta de comidas.
El inicio a la vida laboral se realiza frecuentemente a través de las tareas de apoyo familiar , acompañado a sus padres o hermanos de mayor edad .Otro mecanismo , aunque aparece poco institucionalizado , es el acercamiento a actividades laborales a través de organizaciones escolares , barriales y punteros políticos . Estas formas de intermediación institucional surgen cuando las redes familiares no sirven de apoyo en la obtención de un trabajo. En este sentido, conviene señalar que el ámbito geográfico en el cual este grupo de jóvenes y sus familias se mueven es acotado y en ocasiones los establecimientos están distantes e estas zonas marginales.
La visión sobre las posibilidades que ofrece el mercado laboral son notoriamente más pesimistas. La falta de ofertas depuestos de trabajo y la situación de “desventaja” (por el nivel educativo alcanzado o la sobreedad) en la que se encuentran en el momento de competir por determinadas ocupaciones, en ocasiones, devienen en un sentimiento de desaliento.
Por otro lado, a las posibilidades escasas se suman otras limitaciones como la carencia de recursos para seguir realizando una búsqueda en otros circuitos que ofrezcan oportunidades de mayor calificación, así como para poder financiar emprendimientos propios en oficios determinados ( ejemplo realizar filmaciones y ediciones , reparaciones de electrónicos y electrodomésticos).En relación con sus expectativas educativas manifiestan interés por continuar y terminar los estudios formales ( varios de los entrevistados abandonaron el sistema en el nivel medio) o bien poder realizar algunas capacitaciones específicas .Sin embargo, las aspiraciones y perspectivas denotan un gran realismo en el sentido de que reflejan claridad sobre los límites y condicionamientos que les imponen. Hay una visión de poder satisfacer necesidades a corto plazo. Sus metas no son ambiciosas, si no que se remiten fundamentalmente al logro de una ocupación (independientemente de sus características).
Conclusiones
Bourdieu ( 1990), en relación con los estudios sobre la juventud, menciona que no se puede hablar de “ los jóvenes” en forma plural, como una unidad social, como un grupo constituido que posee intereses comunes, sino que - por el hecho de ser una categoría culturalmente construida - en este abordaje es necesario reconocer las diferencias entre las “las juventudes” . Desde esta lógica, intentamos identificar algunos aspectos característicos en el momento de la inserción laboral de los jóvenes de diferentes grupos socioculturales. El hecho de poder postergar el ingreso a la vida laboral - o la necesidad de tener que hacerlo tempranamente- , la posibilidad de gozar - o carecer - de una etapa de “moratoria” o espera antes de la inserción, se asocia no sólo con el capital cultural y social que los jóvenes puedan acumular y los tipos de ocupaciones que puedan obtener, sino también con la manera en que se posicionan y los proyectos que realizan en relación con el estudio y el trabajo. Si bien en todos los grupos sociales las primeras experiencias laborales se realizan bajo condiciones de precariedad estas son más pronunciadas en los grupos socio culturales medio y bajo. Son además diferentes las maneras en que los jóvenes asumen tal condición: para algunos es un paso, un camino necesario “hacia” , que debe ser aceptado e incluso capitalizado; para otros , en cambio , se traduce en un mayor grado de frustración , en una sensación de incertidumbre sobre el margen que poseen para modificar tal situación en su itinerario futuro.
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